Nenaaaaaaaaa!!!!!!!
Cuando yo era un adolescente adoraba la imagen del perdedor. Había una canción de Loquillo, que hablaba con melancolía de una ex y de una huída a Los Ángeles ("siempre quise ir a L.A.", empezaba la horteradilla) .
El tema es que esa imagen que yo adoraba del perdedor era bastante sui géneris. La canción exigía lo primero tener un cadillac, y lo segundo una lista de rubias que vinieran a visitar el asiento de atrás. Sólo era después de tirarse a esas rubias y asomarse en una noche cálida al Mediterráneo desde la preciosa vista del Tibidabo cuando te acordarías de esa ex, que te había dejado ¡pobrecito!
El tema es que esa imagen que yo adoraba del perdedor era bastante sui géneris. La canción exigía lo primero tener un cadillac, y lo segundo una lista de rubias que vinieran a visitar el asiento de atrás. Sólo era después de tirarse a esas rubias y asomarse en una noche cálida al Mediterráneo desde la preciosa vista del Tibidabo cuando te acordarías de esa ex, que te había dejado ¡pobrecito!
Claro, yo cuando tenía 16 años ni tenía cadillac, ni rubias esperando a probar el asiento de atrás. Eso sí, fumaba. Y me emborrachaba, pero poco: cuestión de “pelas”
Jaaaaaaaaaaaaa. Bendita, bendita adolescencia.
un libro de perdedores románticos: On the road, Jack Kerouak
un disco de perdedores románticos: Born To Run, de Bruce Springsteen
una película de perdedores románticos: Misfits, de John Huston
5 Comments:
Eh, me encanta esa canción. Mira que es mala, pero me encanta.
Bueno, lagarto, ya sabes eso que decía mi padre, Bob: "all I got is a red guitar, three chords and the truth"
gracias por venir
Me ha hecho reír,bueno, sonreir. ¡Un cadillac y rubias!, ¿por qué soñar eso?
bank
:)
No has entendido muy bien esto... anónimo...
¿que por qué soñar eso?
(...)
Era la punta del iceberg de la vida... que entonces asomaba. Era sólo eso. Nada más que eso.
(...)
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