miércoles, enero 31, 2007

Instinto básico

Somos mamíferos. Mamíferos sofisticados, sí. Pero mamíferos.

En lugar de subirnos a los árboles, nos subimos a las plantas de oficinas. En lugar de perseguir el mamut con la lanza, perseguimos pollo de oferta con el carrito del supermercado.

Tenemos más cerebro que otras especies biológicas, eso sí. Pero es un arma menor. Una especie de solución –evolutiva- ad hoc ante el gran handicap de no tener enormes garras, velocidades supersónicas o capacidad de engendrar crías de cien en cien. Es mejor tener garras que tener cerebro; se sufre menos.




Decía Eduard Punset que tenemos el cerebro preparado biológicamente para protegernos de un ataque de leones feroces, pero no de un ex amante despechado o un jefe acomplejado. Y el cuerpo, que en lugar de morir en la fase descendente de su vitalidad sexual, su vida ahora es artificialmente alargada por la ciencia más del doble de lo previsto por la propia biología. Y así se ve obligado a vivir los últimos años en la impotencia, el alzheimer, la desesperanza marchita. La infelicidad.

Y es que no podemos obviar la condición de primates en nuestra biología. No está nuestro cerebro preparado para la lenta decadencia. El cerebro, como diría W. Allen, es un órgano sobrevalorado




Todo esto viene a que el otro día vi un documental sobre Luis Buñuel en la tele. Decía el genio en su autobiografía, escrita en la senectud:

“De modo particular durante los últimos años, he comprobado la progresiva y, finalmente, total desaparición de mi instinto sexual, incluso en sueños. Me alegro, pues me parece haberme liberado de un tirano. Si se me apareciera Mefistófeles, para proponerme recobrar eso que se ha dado en llamar virilidad, le contestaría: No, muchas gracias, no me interesa; pero fortaléceme el hígado y los pulmones, para que pueda seguir bebiendo y fumando.”




Es una suerte poder hacer las tres cosas. ¡Por el momento!


Un libro sobre la decadencia: El viaje a la felicidad, de Eduard Punset

Una película sobre la decadencia: El crepúsculo de los dioses, de Billy Wilder

Una canción sobre la decadencia: I’m loosing my touch, de Keith Richards

17 Comments:

Blogger desconvencida dijo...

¡Vaya, me perdí ese documental! ¿Dónde lo echaron? Me encanta la lucidez de Buñuel, mañana pensaba postear algo suyo precisamente, "Mi último suspiro" es uno de mis libros favoritos sobre cine...

enero 31, 2007 1:48 p. m.  
Blogger El detective amaestrado dijo...

Y asusta pensar que el hombre de las cavernas viviía, en el mejor de los casos, hasta los treinta años solamente...

enero 31, 2007 4:57 p. m.  
Blogger Sandra Becerril dijo...

Somos todos unos animales...

besos

enero 31, 2007 5:35 p. m.  
Blogger Tamaruca dijo...

Dicen que la inteligencia es vectorial. Y eso me lo creo. Sobre todo, teniendo en cuenta mi experiencia. Hay cosas que asimilo a gran velocidad mientras que determinados asuntos, no se me meten en la cabeza ni golpeándome durante años.

Me encanta la ironía de Buñuel, la semana pasada ví "Ensayo de un crimen" que me faltaba y me reí mucho.

Estaba pensando... ¿Cómo es posible que una persona razone algo durante semanas para llegar a una determinación y que, en el momento de la verdad, haga justo lo contrario movido por sus instintos animales? ¿Somos una lucha cerebro vs. instintos?

Muacks...

enero 31, 2007 5:57 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Desconvencida, si no recuerdo mal, el documental fue emitido en La Noche Temática, el sábado en la 2, después de La Reina de África. Qué buena peli :)

Buen post, Lagarto.

Pero yo eso de que con los años desaparezca el instinto sexual no me lo creo. El señor Buñuel tenía una relación muy rara con el tema.

enero 31, 2007 6:45 p. m.  
Blogger Arcángel Mirón dijo...

"Es mejor tener garras que tener cerebro; se sufre menos".

Esta frase voy a tener que anotarla en mi cuaderno de frases, es buenísima.

Saludos!

:)

enero 31, 2007 7:26 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Desconvencida, como dice K, fue cosa de la Dos. Una noche con Huston y Buñuel, ahí es nada. Me parece una buena idea seguir el aragonés en tu blog. Me encantará lo que escribas.

Detective, supongo que todo es relativo y que tampoco se conformarán nuestros bisnietos con vivir doscientos años, cuando la genética sea un juego para la ciencia. A veces pienso que somos una de las últimas generaciones “mortales” de la historia de la humanidad, gracias a la progresión geométrica de la ciencia. Eso me aterra, me fascina. Me produce risas nerviosas :)

Sandra, sí... pero unos más bellos que otros ;)

Tamaruca, tienes razón. El cerebro no lo puede todo. A veces hay que pensar más con el corazón y sentir con la cabeza.

Gracias, k. Ya te contaré cuando supere los ochenta, si es que tal cosa ocurre :) Supongo que la relación con “el tema” es bastante sofisticada en toda esa generación de la Residencia de Estudiantes. Curioso ¿verdad?

Arcángel, toda tuya. Ya te cogeré yo otra a cambio algún día ;)

enero 31, 2007 8:47 p. m.  
Blogger Javier Luján dijo...

Eso de nuestra excesiva longevidad me parece que acabará pronto, con esta vida tan artificial que llevamos hoy en día, y me gustaría ver la que está por venir.
Un saludo.

enero 31, 2007 10:34 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Perderse por el laberinto del Lagarto cada día es más reconfortante.

febrero 01, 2007 2:10 a. m.  
Blogger Sintagma in Blue dijo...

...y no se cura el desamor.

febrero 01, 2007 9:09 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Capitán, va a tener usted razón; quizás deberíamos buscar otra palabra que no sea vida ;) Gracias por venir. Un honor.

Billy, pasa y ponte cómodo. En cuanto la tecnología lo permita también habrá cerveza.

Sintagma, hay corazones más duros que otros. Unos cicatrizan muy pronto y otros se cierran por derribo. Los dos extremos dan miedo ¿verdad?

febrero 01, 2007 9:26 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Te colgaría un poema que va pintado al comentario de Borges sobre "su tirano", pero no quiero abusar, tal vez haga uso de tu correo para enviártelo. Ya veré

Bank.

marzo 22, 2007 12:40 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

úsalo, anda ;)

marzo 23, 2007 2:04 a. m.  
Blogger Tuti dijo...

anda, calla, calla.
Ya tengo el poema que me recordó Borges. Te lo dejo aquí.

Llamadas de la carne.

Dos golpes en la puerta.
No hago caso.
Te conozco,
vecino de entresuelo,
pasión baja,
y hoy no te voy a abrir.
Prueba a ver si mañana
tienes suerte.

sueles comparecer
sin pedir hora,
y eso es falta de
consideración.
Yo a ti te trato bien,
procuro complacerte,
sacarte de paseo
con los mejores cuerpos
del momento.
He llegado a pagar
para que no estuvieras
tan solo.
Y tú venga a embestir.

Ni siquiera utilizas
contraseña.
Oigo tu paso cojo
en los peldaños,
y después el toc-toc.
Traes prisa, Deseo,
y no te importa nada
que tenga yo algo a medias.
Llamas como el soldado
que ha ganado una guerra
y vuelve al hogar
para ocupar el cuarto
que una madre sumisa
tuvo limpio.

Yo ya no te esperaba.
Estoy tratando en serio
de quitarme
de ese vicio
de ser
tuyo.
Y hasta quiero cerrar
la alcoba
donde por muchos años
te mantuve
de mediopensionista.

Y ame he hecho mayor.
Ya no te necesito.
Déjame estar, moscón.
¿No ves que me distraes
de lo mío?
Vete con los que aún
te toman
por novedad.
a mí ya me resultas
sabido.
¿No tienes
otra cara
para ofrecerme?
Baja ya de una vez
al sótano de muros
de manchas
de humedad
donde tu insano imperio
está a salvo.
Aquí, en la morada
de mi cuerpo,
desde esta noche
reina
la ley seca.

De Vicente Molina Foix

marzo 24, 2007 4:11 p. m.  
Blogger Tuti dijo...

:-p

marzo 24, 2007 4:12 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

:)

Ceebremos la carne mientras podamos, Bank. Anímate ;)

marzo 24, 2007 8:50 p. m.  
Anonymous Diciembre dijo...

Probablemente en el futuro podrán compensarse muchos de esos "desajustes" de longevidad que la ciencia ha generado en la relación cuerpo-mente. Y probablemente será posible preveer y curar enfermedades como el Alzheimer, o la disfunciones, como la eréctil.

Jeje, en realidad creo que Buñuel se aplicó la fábula de "La zorra y las uvas" :P (Ondestás, Bibiana Aído?):P

abril 25, 2011 5:21 p. m.  

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