Balada para un hombre delgado
Hay veces que vamos por la vida sin enterarnos absolutamente de nada de lo que está pasando a nuestro alrededor. Bueno, Bob Dylan lo cuenta mejor:
Bien, entras a la habitación, con tu lápiz en la mano, y ves a alguien desnudo. Y tú dices, “¿pero quién es ese hombre?” Intentas entenderlo, sí, pero no lo consigues; esto es precisamente lo que te dirás cuando llegues a casa. Porque algo está ocurriendo aquí, pero no sabes lo que es, ¿no es así, señor Jones?
Bien, levantas la cabeza y preguntas, “¿Está esto donde realmente está?” entonces alguien te señala y dice, “Es suyo” y tú dices, “¿Qué es mío?” y algún otro dice, “¿Dónde está el qué?” y tú dices, “Oh, Dios mío, ¿estoy aquí completamente solo?" Porque algo está ocurriendo aquí, pero no sabes lo que es, ¿no es así, señor Jones?
Bien, muestras tu entrada y vas a ver al payaso, quien inmediatamente se dirige a ti en cuanto te oye hablar. Te dice, “¿Qué se siente al ser tan raro?” Y respondes, “Imposible” mientras él te ofrece un hueso. Porque algo está ocurriendo aquí, pero no sabes lo que es, ¿no es así, señor Jones?
Tienes muchos contactos entre los leñadores; te consiguen los datos cuando alguien amenaza tu imaginación. Pero nadie te tiene ningún respeto, ellos sólo esperan de ti que a todos les des un cheque para organizaciones de caridad que desgravan impuestos.
Has estado con catedráticos y a todos ellos les gustaron tus ideas. Has discutido con importantes hombres de leyes sobre leprosos y criminales. Te has empollado todos los libros de F. Scott Fitzgerald, eres muy buen lector, todos lo saben. Pero algo está ocurriendo aquí, aunque no sabes lo que es, ¿no es así, señor Jones?
Bien, el tragador de sables viene hacia ti y luego se arrodilla. Se santigua y da un taconazo en el suelo. Y sin previo aviso te pregunta qué tal estás, y dice “te devuelvo tu garganta, gracias por el préstamo.” Porque algo está ocurriendo aquí, pero no sabes lo que es, ¿no es así, señor Jones?
Bien, ahora ves a un enano de un solo ojo gritando la palabra “AHORA” y dices, “¿Porqué lo hace?” y él dice, “¿Cómo?” y tú dices, “¿Qué significa todo esto?” y él te vuelve a gritar, “Eres una vaca. Dame leche o vete a casa.” Porque algo está ocurriendo aquí, pero no sabes lo que es, ¿no es así, señor Jones?
Bien, caminas por la habitación como un camello. Luego frunces el ceño, guardas tus ojos en el bolsillo y dejas la nariz en el suelo. Debería haber una ley que te prohibiera andar por ahí, Deberías llevar auriculares en todo momento. Porque algo está ocurriendo aquí, pero no sabes lo que es, ¿no es así, señor Jones?
Un libro para el señor Jones: Esperando a Godot, de Samuel Beckett
Una película para el señor Jones: La edad de oro, de Luis Buñuel
Una canción para el señor Jones: The piano has been drinkin’ (not me), de Tom Waits
Bien, entras a la habitación, con tu lápiz en la mano, y ves a alguien desnudo. Y tú dices, “¿pero quién es ese hombre?” Intentas entenderlo, sí, pero no lo consigues; esto es precisamente lo que te dirás cuando llegues a casa. Porque algo está ocurriendo aquí, pero no sabes lo que es, ¿no es así, señor Jones?
Bien, levantas la cabeza y preguntas, “¿Está esto donde realmente está?” entonces alguien te señala y dice, “Es suyo” y tú dices, “¿Qué es mío?” y algún otro dice, “¿Dónde está el qué?” y tú dices, “Oh, Dios mío, ¿estoy aquí completamente solo?" Porque algo está ocurriendo aquí, pero no sabes lo que es, ¿no es así, señor Jones?
Bien, muestras tu entrada y vas a ver al payaso, quien inmediatamente se dirige a ti en cuanto te oye hablar. Te dice, “¿Qué se siente al ser tan raro?” Y respondes, “Imposible” mientras él te ofrece un hueso. Porque algo está ocurriendo aquí, pero no sabes lo que es, ¿no es así, señor Jones?
Tienes muchos contactos entre los leñadores; te consiguen los datos cuando alguien amenaza tu imaginación. Pero nadie te tiene ningún respeto, ellos sólo esperan de ti que a todos les des un cheque para organizaciones de caridad que desgravan impuestos.
Has estado con catedráticos y a todos ellos les gustaron tus ideas. Has discutido con importantes hombres de leyes sobre leprosos y criminales. Te has empollado todos los libros de F. Scott Fitzgerald, eres muy buen lector, todos lo saben. Pero algo está ocurriendo aquí, aunque no sabes lo que es, ¿no es así, señor Jones?
Bien, el tragador de sables viene hacia ti y luego se arrodilla. Se santigua y da un taconazo en el suelo. Y sin previo aviso te pregunta qué tal estás, y dice “te devuelvo tu garganta, gracias por el préstamo.” Porque algo está ocurriendo aquí, pero no sabes lo que es, ¿no es así, señor Jones?
Bien, ahora ves a un enano de un solo ojo gritando la palabra “AHORA” y dices, “¿Porqué lo hace?” y él dice, “¿Cómo?” y tú dices, “¿Qué significa todo esto?” y él te vuelve a gritar, “Eres una vaca. Dame leche o vete a casa.” Porque algo está ocurriendo aquí, pero no sabes lo que es, ¿no es así, señor Jones?
Bien, caminas por la habitación como un camello. Luego frunces el ceño, guardas tus ojos en el bolsillo y dejas la nariz en el suelo. Debería haber una ley que te prohibiera andar por ahí, Deberías llevar auriculares en todo momento. Porque algo está ocurriendo aquí, pero no sabes lo que es, ¿no es así, señor Jones?
Un libro para el señor Jones: Esperando a Godot, de Samuel Beckett
Una película para el señor Jones: La edad de oro, de Luis Buñuel
Una canción para el señor Jones: The piano has been drinkin’ (not me), de Tom Waits
7 Comments:
Que gran canción la The piano has been drinkin. Yo estoy escuchando ahora mismo Take it with me. Casualidades de la vida.
Un saludo y buen fin de semana.
Cuanto tiene que ver este post con el anterior...animales alucinados es lo que somos
Tom Waits es una maravilla, capitán. Tiene usted buen gusto.
Detective, debe ser algo de la alimentación. Hoy en día uno no se puede fiar de tanto excipiente numerado.
Me encanta entrar aquí porque encuentro lo que no hay en ningún otro blog salpicado por un poco de locuras...
besos
¿Qué se siente?
(...)
¿Por qué justo a mí?
Quizá.
Sandra, no es tan fácil distinguir locura de cordura. Creo que vivimos siempre en el filo de esa navaja.
Dylan te diría que se siente como una piedra rodada, tamaruca. Yo, depende del día. Hoy me gusta el cielo gris y el olor del jabón tras la ducha ;)
no sé con qué quedarme. libro, película y canción son excelentes. aunque Esperando a Godot me puede...
(¿qué está pasando? nada...)
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