Anti Podas
Santa (a Lino)
Australia. Australia sí que es la hostia. ¿Tú sabes cuántos kilómetros cuadrados tiene Australia? Siete millones setecientos y pico mil. Diez veces esto. ¿Y habitantes? Ni la mitad que aquí. Así que calcula. Calcula lo que tocan por cabeza. Aquí no salimos a una mierda.
Porque te dan tu parte. Cuando te jubilas. Por una ley que hay. Dividen. Tantos kilómetros de país, los que sean, por tantas personas, tanto. No sé, ponle. Dos kilómetros cuadrados, tres, lo que toque. Y te lo dan. A cada uno su trozo, ¿te imaginas? Toma, pum, lo tuyo. Para ti para siempre. Y tú haces ahí lo que te sale de los huevos.
Las tías están mucho más buenas. Y la gente está de mejor humor, por el clima. El clima en Australia es la hostia. Y luego que van por delante. Diez horas. Ir diez horas por delante tiene que ser una ventaja, ¿no? Digo yo. (Pensativo) Es la hostia, Australia. Son las antípodas. ¿Tú sabes porqué se les llama las antípodas? Porque significa lo contrario. Antípodas. “Anti-podas”. “Lo-contrario”. Lo opuesto que aquí. Allí hay curro, aquí no. Allí follas, aquí no. Antípodas.
Y luego el agua, que gira al revés en los desagües. Por una cosa de la Física, que se ve que es así. Es la hostia, la Física también. A mí en el colegio se me daba muy bien, la Física. Muy bien. Newton, me acuerdo. Un personaje, Newton. ¿Tú sabes lo que dijo Newton? Dijo que las cosas caen por su propio peso, por su propio peso, atención. Que parece fácil de decir. De fácil nada. Que había que estar ahí y decirlo. Ahora sí, claro, cualquiera lo dice, pero cuando Newton llegó y lo dijo... cuidado. Cuidado. Que no era tan fácil. Que es muy bonito llegar descalzo de la playa y pisar la alfombra, pero alguien tiene ponerla ahí antes. Newton, por ejemplo. Llegó y la puso. “Las cosas caen por su propio peso”. Con dos cojones. El tío lo pensaba y lo dijo. Así. Como suena. Soy Newton, lo pienso, lo digo. Pum. Y creo, creo, que le quemaron por decirlo. Porque antes si llegabas y decías las cosas que pensabas te quemaban, no se andaban con hostias, antes. Quemaron a muchos. A muchos. Gente muy sabia., no sé decirte quién exactamente, pero buena gente. De los que ponen alfombra, para que luego lleguen los otros y pisen. Buena gente, sí señor. Como Newton. Les echaban gasolina, o lo que sea que hubiera en la época aquella, gasolina no, otra cosa, lo que fuera, y a tomar por culo. A tomar por el culo. Por decir las cosas. Bueno, pues yo igual. Yo como Newton. Me llamo Santa, lo pienso, lo digo. Y al que no le guste que se joda. Que me quemen si les sale de los cojones, que yo no me callo. Y además me la suda. Porque soy de amianto, ¿tú sabes lo que es el amianto? Lo del traje de los bomberos, que entran en los incendios y no se queman. Pues yo lo mismo. De amianto. (Enfadándose) Que Newton tenía razón. Que las cosas caen por su propio peso. Por su propio peso. Y el que no lo quiere ver es porque no ve las cosas. ¿Sabes lo que le diría yo a Newton si me lo encontrara yo ahora? En el bar de Rico, imagínate. Entramos y está allí, en la barra. Newton. Le diría, Newton, qué pasa, Newton, tómate algo, que yo te invito, ¿y tú sabes por qué? (lo señala enfadado). Porque tienes razón, Newton. Tienes razón. Lo dijiste tú. Las cosas caen por su propio peso. Y si no las sujetamos, y fíjate bien lo que te voy a decir ahora, Lino... si no las sujetamos entre todos se van a caer. Tan abajo que ya no va a haber quien las levante otra vez. Porque cuanto más abajo están las cosas más cuesta levantarlas, porque pesan más, eso lo dijo Newton también. Por eso. Por eso le diría, toma, compañero coge de ahí de ese lado, y tú también, Lino, vamos a coger bien esto entre todos, llama a Jose, que venga a sujetar su parte, que esto lo tenemos que sujetar entre todos.
A pulso. A pulso. Porque si se cae, si se cae, fíjate bien lo que te voy a decir, estamos jodidos. Y es tan grande, y tan importante la historia que te estoy diciendo, Lino, que uno solo no puede sujetarla. Que tenemos que ser todos. Todos. Tú y Jose y Amador y Rico y todos. Y Newton también. Y que nos quemen si tienen cojones, que les va a dar igual, porque somos como los trajes de los bomberos, que no nos quemamos. Ni nos quemamos ni nos caemos. ¿Tú te caes? Porque yo no me caigo. Cómo cojones nos vamos a caer si estamos ya abajo. Para caerse hay que estar arriba, ¿no? Digo yo. Eso no sé si lo dijo Newton o no lo dijo, pero si no lo dijo él lo digo yo. Carlos Santamaría. Que para caerse hay que estar arriba. Eso es lo bueno que tenemos aquí abajo. Que no nos caemos. Que no nos caemos.
Fernando León de Aranoa
Un libro para Australia: El origen de las especies, de Charles Darwin
Una canción para Australia: The weeping song, de Nick Cave
Una película para Australia: Gallipoli, de Peter Weir
Australia. Australia sí que es la hostia. ¿Tú sabes cuántos kilómetros cuadrados tiene Australia? Siete millones setecientos y pico mil. Diez veces esto. ¿Y habitantes? Ni la mitad que aquí. Así que calcula. Calcula lo que tocan por cabeza. Aquí no salimos a una mierda.
Porque te dan tu parte. Cuando te jubilas. Por una ley que hay. Dividen. Tantos kilómetros de país, los que sean, por tantas personas, tanto. No sé, ponle. Dos kilómetros cuadrados, tres, lo que toque. Y te lo dan. A cada uno su trozo, ¿te imaginas? Toma, pum, lo tuyo. Para ti para siempre. Y tú haces ahí lo que te sale de los huevos.
Las tías están mucho más buenas. Y la gente está de mejor humor, por el clima. El clima en Australia es la hostia. Y luego que van por delante. Diez horas. Ir diez horas por delante tiene que ser una ventaja, ¿no? Digo yo. (Pensativo) Es la hostia, Australia. Son las antípodas. ¿Tú sabes porqué se les llama las antípodas? Porque significa lo contrario. Antípodas. “Anti-podas”. “Lo-contrario”. Lo opuesto que aquí. Allí hay curro, aquí no. Allí follas, aquí no. Antípodas.
Y luego el agua, que gira al revés en los desagües. Por una cosa de la Física, que se ve que es así. Es la hostia, la Física también. A mí en el colegio se me daba muy bien, la Física. Muy bien. Newton, me acuerdo. Un personaje, Newton. ¿Tú sabes lo que dijo Newton? Dijo que las cosas caen por su propio peso, por su propio peso, atención. Que parece fácil de decir. De fácil nada. Que había que estar ahí y decirlo. Ahora sí, claro, cualquiera lo dice, pero cuando Newton llegó y lo dijo... cuidado. Cuidado. Que no era tan fácil. Que es muy bonito llegar descalzo de la playa y pisar la alfombra, pero alguien tiene ponerla ahí antes. Newton, por ejemplo. Llegó y la puso. “Las cosas caen por su propio peso”. Con dos cojones. El tío lo pensaba y lo dijo. Así. Como suena. Soy Newton, lo pienso, lo digo. Pum. Y creo, creo, que le quemaron por decirlo. Porque antes si llegabas y decías las cosas que pensabas te quemaban, no se andaban con hostias, antes. Quemaron a muchos. A muchos. Gente muy sabia., no sé decirte quién exactamente, pero buena gente. De los que ponen alfombra, para que luego lleguen los otros y pisen. Buena gente, sí señor. Como Newton. Les echaban gasolina, o lo que sea que hubiera en la época aquella, gasolina no, otra cosa, lo que fuera, y a tomar por culo. A tomar por el culo. Por decir las cosas. Bueno, pues yo igual. Yo como Newton. Me llamo Santa, lo pienso, lo digo. Y al que no le guste que se joda. Que me quemen si les sale de los cojones, que yo no me callo. Y además me la suda. Porque soy de amianto, ¿tú sabes lo que es el amianto? Lo del traje de los bomberos, que entran en los incendios y no se queman. Pues yo lo mismo. De amianto. (Enfadándose) Que Newton tenía razón. Que las cosas caen por su propio peso. Por su propio peso. Y el que no lo quiere ver es porque no ve las cosas. ¿Sabes lo que le diría yo a Newton si me lo encontrara yo ahora? En el bar de Rico, imagínate. Entramos y está allí, en la barra. Newton. Le diría, Newton, qué pasa, Newton, tómate algo, que yo te invito, ¿y tú sabes por qué? (lo señala enfadado). Porque tienes razón, Newton. Tienes razón. Lo dijiste tú. Las cosas caen por su propio peso. Y si no las sujetamos, y fíjate bien lo que te voy a decir ahora, Lino... si no las sujetamos entre todos se van a caer. Tan abajo que ya no va a haber quien las levante otra vez. Porque cuanto más abajo están las cosas más cuesta levantarlas, porque pesan más, eso lo dijo Newton también. Por eso. Por eso le diría, toma, compañero coge de ahí de ese lado, y tú también, Lino, vamos a coger bien esto entre todos, llama a Jose, que venga a sujetar su parte, que esto lo tenemos que sujetar entre todos.
A pulso. A pulso. Porque si se cae, si se cae, fíjate bien lo que te voy a decir, estamos jodidos. Y es tan grande, y tan importante la historia que te estoy diciendo, Lino, que uno solo no puede sujetarla. Que tenemos que ser todos. Todos. Tú y Jose y Amador y Rico y todos. Y Newton también. Y que nos quemen si tienen cojones, que les va a dar igual, porque somos como los trajes de los bomberos, que no nos quemamos. Ni nos quemamos ni nos caemos. ¿Tú te caes? Porque yo no me caigo. Cómo cojones nos vamos a caer si estamos ya abajo. Para caerse hay que estar arriba, ¿no? Digo yo. Eso no sé si lo dijo Newton o no lo dijo, pero si no lo dijo él lo digo yo. Carlos Santamaría. Que para caerse hay que estar arriba. Eso es lo bueno que tenemos aquí abajo. Que no nos caemos. Que no nos caemos.
Fernando León de Aranoa
Un libro para Australia: El origen de las especies, de Charles Darwin
Una canción para Australia: The weeping song, de Nick Cave
Una película para Australia: Gallipoli, de Peter Weir
40 Comments:
Y luego van algunos y se ponen a cantar cual posesos feroces para que estiremos todos y caiga ¿hay o no hay que caer? Para mí que, como muy bien dices, ya estamos todos por los suelos. ¡Ah! a mí ya me quemaron por bruja, pero eso, eso es otra historia.
Saludos y gracias por la sonrisa.
Cuentitos como éste, en forma de diálogos, son brillantes en esta película, llenos de comicidad de ésa que hace daño porque es real y catastrófica y a la vez provoca sonrisas nerviosas. No es una comicidad porque sí. Hay humor porque el drama es tan grande que duele y, qué mejor que la ironía cuando no quedan más que miedo y dolor.
Los que están abajo también caen, porque la vida es así de injusta. Y si hay que caer, pues se cae, y luego uno se levantada más reforzado, con magulladuras pero con la ilusión ahí, llena de tiritas de coraje y esperanza.
Yo pensaba de pequeñita que los de allí iban cabeza abajo y que no podían saltar porque sino se saldrían del planeta. Jejeje. Qué cosas, ¿no? :)
Un beso.
Siempre deseamos lo que no tenemos. Pero yo no quiero a Australia.
Querría estar en una isla del caribe bebiendo jugo de coco.
Pero no Australia.
Para eso me quedo en Buenos Aires.
Isa, ¿estás sujetando bien tu parte? Aquí todos importamos, incluidas las brujas, eh ;) podemos cantar, sí. pero al ritmo y sin sobresaltos. Que la cosa pesa! (si eres bruja... ¿puedes hacerme ganar un millón de euros? Es que tengo algunos caprichitos :P) saludos
Claro que se puede caer desde abajo, Madame. Lo que Santa no dice, y para mí es muy importante, es que nunca se sabe si se está completamente abajo o arriba. Si existe más profundidad o más altura. Sólo sabemos que estábamos completamente abajo a posteriori, en el momento mágico en que las cosas empiezan a cambiar ¿no te parece?
Claro, miss missing :) pero con la edad comprendemos que no pueden caer porque están atados a nosotros, al mismo suelo que nosotros pisamos, a los mismos dolores que nosotros sentimos. La gravedad es una cosa muy, muy humana. De letras, sí :) Un beso.
Arcángel, estaba mirando en google; tus antípodas están en algún lugar entre China y Corea, en el Mar Amarillo. Las nuestras son Australia y por eso Fernando León lo usa como metáfora de lo contrario que les ocurre a sus protagonistas en Los lunes al sol, una gran película. Nuestras antípodas son diferentes, arcángel, pero Newton y la necesidad de sostenernos entre nosotros, no. No conozco Buenos Aires y no sé si es aplicable allí todo lo que Santa dice que hay en Australia, pero se come de maravilla! así que habrá que ir.
Desde luego, esta parrafada de Santa, tan lúcida pese a sus muchos despropósitos, es de las que me hacen sentir una profunda simpatía por este personaje. Un tipo que sin formación alguna posee, sin embargo, una intuición y una claridad con respecto a la situación que vive que resulta en extremo conmovedora a la vez que digna de admiración. Porque Santa puede desbarrar un poco o incluso mucho, sacar conclusiones quijotescas. Pero en el fondo, o al menos tal y como yo lo entiendo, está diciendo una verdad como un templo: que este sistema sólo genera injusticias y que como no hagamos algo por cambiarlo acabaremos todos perjudicados; que la unión hace la fuerza y que la eficacia de ciertas acciones depende de que sean emprendidas colectivamente, de que los individuos colaboren entre sí. Y que la única ventaja de encontrarse en el escalafón más bajo del sistema es que por lo menos uno está a salvo de mayores pérdidas.
Una visión de las cosas tal vez ingenua pero decididamente optimista y que define perfectamente la actitud de Santa, rebelde, inconformista, siempre dispuesto a luchar por su propia dignidad en medio de una realidad que le maltrata.
Sus palabras no quedan tan lejos del antiguo "proletarios del mundo, uníos". Pero, y que me perdone el Señor Marx, me resulta más cercana y viva esta versión aue Aranoa pone en boca de Santa.
Un película genial ésta, por otra parte.
¡Un beso, NoSurrender!
No hace mucho a una turista de visita por Australia española se la comió un cocodrilo. Enterita. No recuperaron ni el gorro.
Me estoy pensando en mandar a mi suegra de turismo por esos lares...
Entendemos por estar arriba la clase social, el poder, la economía,
que es lo que aborda el tema principal de la película si creo recordar bien.
El problema de Santa es que no tiene ni oficio ni beneficio con lo que le repercute en su sustento, e influye, obviamente en su salud emocional.
Es un tema duro pero que está a la orden del día, la película es cruda pero nada irreal,lo jodido es que nadie está a salvo de una situación así.
Pero tener una economía saneada no representa excluir lo otro, y me perdonaran, pero para mi la gente que es capaz de sobrellevar una situación como la que muestra León en este film, está por encima de cualquier persona que teniéndolo todo, está vacío de alma y ni tan siquiera puede sentir ni discernir las cosas que piensa el protagonista desde su estatus.
Siempre hay alguien que está peor que tú, y si no, trata de pedir una beca o un piso de protección oficial, y eso nos sirve, desgraciadamente, para girar la cabeza, y pensar, “por favor, que me quede como estoy, que me quede como estoy”.
El mundo está mal repartido, aquí y en Australia, boca arriba o boca abajo, aunque nos salga de los huevos, follemos o no follemos.
¿Pero vaya, eso ya lo sabíamos, no?
Besos a pulso
Conozco la historia de la turista a la que mató un cocodrilo en Australia. Una história que parece sacada de una película. Eran un grupo de jóvenes , viajando,acamparon en un parque natural .Al lado de un rio de aguas mansas.Había un cartel advirtiendo de la presencia de cocodrilos. Pero era una hermosa noche e hicieron una bonita fiesta.Decidieron bañarse.
En todo paraiso hay un infierno acechando.
En todo infierno debemos buscar un esperanzador paraiso.
Genial! Me recuerda a un personaje de Suso de Toro, el Nano.
¿Le invitamos entre "todos" a una ronda y que nos siga amenizando? ( a este o a cualquier otro...que hay más), porque básicamente en eso va a quedar todo...
El Santa en la vida real está metidito en todo un proceso de condena a tres años de cárcel por romper las conexiones de una cámara durante las protestas sindicales en las que se inspiraba la película...
Se ve que no pudo irse a Australia y que el cabrón de Newton tenía razón: todo cae por su propio peso. Aunque me temo que Newton no hablaba de que el peso de la etica cae menos si existe un Estado devorador que hace que lo que pese sean los intereses de una panda de mangantes constructores.
No era tan listo Newton, no. El Santa tampoco, no calibró el peso del coraje en estos tiempos. La balanza está retorcida y no contó con ello.
Y va, que me cabreo!!
Un beso, neosurrender! me encantó el post...
Ya lo creo que Santa desbarra, Antígona. Y esa mezcla de despropósitos dotan al personaje de una ingenuidad y de una intuición social conmovedoras, como bien dices tú. El sistema genera injusticias, sí. Pero el no-sistema también lo hace. El concepto de justicia me resulta tan resbaladizo, tan artificial y fantasmagórico a la vez... Santa tampoco cree mucho en la justicia. O al menos no espera nada de ella (excepto en “su” Australia, claro) más que la propia ley de la gravedad. Tu análisis, como siempre, es muy interesante. Un beso, Antígona.
Claro que los cocodrilos comen suegras, Luigi, ¿Por qué pensabas, si no, que son considerados una gran atracción turística en los folletos? :P gracias por pasarte por aquí, un saludo.
Lokilla, la película Los lunes al sol, para mí, habla de vergüenza y dignidad, básicamente. De salas de desespera, de silencio de formulario, de sol de invierno, de la herida abierta de quien camina con un mapa falso. Quizás Santa sea el que más conserva la salud emocional de todos sus compañeros, y por eso emociona que vuelva a cargarse la farola, porque somos todos nosotros los que tiramos esa piedra ¿verdad? Besos australianos ;)
Mk, un familiar mío vivió durante decenas de años en una reserva para indios quechuas en el Amazonas. Cuando regresó una vez a Ávila para pasar algunos días, a finales de los años setenta, contaba con cierta naturalidad cómo las pirañas se habían comido a una monja teresiana. Pero en cambio, quedaba escandalizada de la velocidad con que circulaban los coches por la carretera y decía “qué locura; cualquier día alguno se va a matar en uno de esos coches” En fin, que es muy relativo todo ¿verdad?... :P
Sintagma, no conozco mucho a Suso de Toro. Su Hombre sin nombre me decepcionó un poco, la verdad. Tendré que darle alguna oportunidad más. Recomiéndame algo, anda.
Claro, e-catarsis. Deberíamos invitarnos más entre todos. Pago yo ¿tú qué tomas?
Claro, Margot. La balanza está retorcida y patrocinada por una conocida marca de refrescos. Creo que una televisión ha conseguido hacerse con sus derechos de imagen y que van a sacarla a Bolsa un día de estos. Santa es víctima de una manera de entender la vida. De una manera de entender la no-vida, más bien.
Para mí un "dos" por favor
:P
La verdad es que yo procuro estar mucho tiempo tumbado pero nunca se me ocurre nada genial, claro que es imposible que se me caiga nada en la cabeza porque no tengo ningún árbol encima, quizás ese sea el problema.
En cuanto a lo de follar no se yo si será un cuento chino o australiano o una manera de promocionar Australia, que nos lo cuente alguien, que paso de sacarme un billete y volverme con la caja de durex intacta!!
Si me lo permites, NoSurrender, yo creo que Santa sí que cree en la Justicia, sólo que no en la que se imparte en los tribunales, sino en el ideal, en aquella que nos permite valorar algo como injusto aun cuando las leyes o la vida no estén de nuestro lado. Por eso tira la piedra a la farola, porque sabe que la sentencia que se le ha impuesto es injusta. Como sabe también que es injusto que un proceso de reconversión industrial no haya tenido en cuenta el futuro de los trabajadores a los que va a condenar al paro.
Aunque ahora que lo pienso tal vez sea al otro sentido de la justicia, la de los tribunales, al que tú te refieres cuando dices que Santa no cree en ella, ¿no? Si es así entonces estamos de acuerdo :)
¡Otro beso!
Conocer y haberme criado entre Santas me impide siquiera esbozar una sonrisa de ternura. No puedo olvidar el dolor que les sujeta para no caer, porque la esperanza anda por debajo. Y sí, sólo sabemos el lugar en que estamos cuando nos movemos un poco. Ganas me dan de repetir aquel gesto que dio la vuelta al mundo y decir: Yo también soy Santa, pero aquel gesto... no estaba viciado desde antes de salir? aunque, por otra parte... he de dejar de decirlo yo por eso?
Que me den un trozo de cuerda, que yo tiro.
Un saludo.
Es curioso este diálogo.Creo que el referente de Australia sirve para que Santa ponga de manifiesto algo que inevitablemente afecta a los trabajadores víctimas de la reconversión industrial: el nuevo orden o el desorden, de lo que hasta entonces habían sido sus referencias vitales, casi todas ellas relacionadas con la fábrica y el trabajo en ella,como espacio y medio de socialización. Quiza´diga ésto porque he recordado a mi madre diciendo que la vida se nos venía abajo cuando mi padre nos comunicó que cerraban la fábrica de Málaga.Y luego todo fué al revés porque mi madre,que nunca había tenido empleo asalariado, como tantas otras mujeres esposas de los compañeros de mi padre tuvo que ponerse a trabajar mientras mi padre permanecía en casa. Mi padre lo tuvo muy dificil.
Es un monólogo sublime que viene a mostrarnos la indefensión de los más débiles ante a las "leyes" del mercado, (se cae.. lo dice Newton)y la falta de oportunidades que genera, el optimismo que siempre conlleva la rebeldía (siempre hay un sitio mejor)y el sentido que adquiere la dignidad para el que está abajo,sitio desde el que ya no puedes caer.
Saludos,
Que sepas que he tenido mi propia Australia estos días sin moverme de mi casita....jejejeje
Bardém está supremo, el director, ni te cuento, quedé enganchada de su obra magna: Familia, luego aluciné con Barrio, y la última de princesas, ya no me pareció tan buena. Pero los Lunes al Sol, se sale, para mi es la mejor, con diferencia, tiene unos personajes muy bien desarrollados, y los actores hacen creible cualquier cosa que se les ponga en la punta... están todos perfectos. La película parece casi una fábula, tiene un ritmo cojonudo, transmite una realidad delirante y lo hace con arte, y desde un punto de vista interesante, no se apiada de las historias de los personajes, mas bien los encumbra y les da el poder aquel que en su vida tuvieron, y que sí podrían tener si esta sociedad estuviese mejor construida, ya sabes, igualdad de oportunidades... y bueno, que me pareció una peli de esas con mensaje por delante, por detrás, y enmedio, pero mensaje masticadito, porque este tío hace poesía con lo que toca, te lo deja todo en bandeja, digerido, ya digo... Quizás haya películas que den muchas opciones al espectador, distintas, opuestas... pero yo me quedo con los directores que saben transmitir una historia, y es la misma en todas las pupilas, creo que ese es el verdadero arte de saber contar bien algo. Los libros... esos sí pueden dar y deben, varias alternativas al coco, pero las pelis... dónde haya una buena idea que traspase la pantalla y llegue al personal, por dios, que se quiten esos títulos estúpidos que ofrecen tesoros y que luego quedan reducidos a cenizas. Yo esta semana ví muchas pelis, pero ninguna recomendable, salvo mi adorada "Todos dicen I love you", que junto a "Delitos y Faltas" son mis favoritas del grande de Allen.
Un besazo, dios, qué rollo te he soltado, coño¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
jajaja, vale, quisiste decir "ignífugo"...jajaja, muy bueno, muy bueno, jajaja.
(dios! cómo me he reído!)
Menos mal que estas al "otro lado" y tan abajo, y que la distancia en contraria, sino...;))
Olimpia.
No tienes razon incluso estando en lo mas abajo todavia se puede bajar mas (por su propio peso opor el peso de otros que te bajan a tornillo si hace falta )....
Recuerdo Gallipolli y que miabuelo decia , lo mas lejos que hay de la uerta de esta casa es Australia, que esta en el quinto carajo.
Un beso .
Me parecia que hoy estabas más acido...y no era culpa tuya, sno de Aranoa....¡¡
(La teresiana engullida por las pirañas es digno de peli de Segura)
B x C
e-catarsis, un “dos” para ti y una heineken para mí.
Atikus, nunca he conocido ninguna australiana, bíblicamente hablando. ¿Alguien de la sala sí lo ha hecho? Si no es así, me temo que tendremos que probar tú y yo, Atikus. Todo por la ciencia.
Exactamente, Antígona. Santa no cree en la ley, no cree que la sociedad vaya a defenderle ni espera que lo haga. Sólo apela a la solidaridad de sus compañeros. La justicia, como brazo derecho de la ley, le produce el mismo respeto que la farola. No me he explicado bien: cambiemos la palabra Justicia por la palabra Ley. Claro. Otro beso.
Mityu, gracias por tirar de tu parte de la cuerda. Santa, como todos aquellos a los que representa el personaje, no busca ternura, sino Dignidad. Todos somos Santa, claro que sí.
Mi admirada Ana, la reconversión industrial afectó a muchos, muchos miles de trabajadores tanto en el norte como en el sur. Desde un punto de vista estrictamente económico estaba justificada una reducción de la producción, pero se dejó de lado a los trabajadores. Se mataron económicamente muchas actividades indirectas y nadie supo hacer nada por los Santa (y menos los sindicatos, por cierto). Otra cosa que aporta la película es la pluralidad, la ausencia de recetas; las distintas maneras de enfocar su nueva situación por parte de cada uno de los amigos. Desde la dignidad de Santa, hasta el miedo de Lino, pasando por la vergüenza de Jose, o el suicidio de Reina. No, no hay recetas, solo personas que caen. Saludos, mi admirada Ana.
Maléfica, si tienes Australia en tu casa, mándanos dos australianas lascivas, guapas y sensuales a Atikus y a mí, que tenemos que comprobar una cosa :P Yo no la veo como una “fábula”, creo que lo bueno precisamente es que no ofrece moraleja alguna. Todos los mensajes son absolutamente humanos y sin salida (“¿qué día es hoy?” “lunes” “ah, vale”) besos, maléfica!
Olimpia, todo el monólogo es textual de Fernando León, no he querido introducir ni una coma. Así que las quejas y risas, a él :) No estoy seguro de lo que es “tan abajo” y “al otro lado”, así que menos de “lo contrario” ;)
Churra, estoy de acuerdo contigo en eso y no con Santa: nunca se sabe si se está realmente abajo del todo. Y eso, lógicamente, condiciona. Y hasta nos hace conservadores en las situaciones más desesperadas, a veces. Es perverso, sí. Un beso.
Viuda, tenía que haberme guardado la “anécdota” de tía G. para otro post. Pero si alguien quiere comprarla para una película, la vendo por 1 millón de euros :) besos.
Genial, me he reido mucho. Australia debe ser la hostia de verdad, simepre quise ir porque era lo más lejano que podía imaginar cuando era una niña :) Austria era el allá, a ver cuando toca la visita.
Y Newton era un tio guay, q te lo digo yo, le invito a la segunda vamos.
Has traído a la palestra a uno de los presonajes del cine que más simpáticos me han caído en los últimos tiempos.
Desbarra quizá exagere pero no tiene nada que perder, es de amianto recuerdas?, reivindica, no se conforma, es consciente y leal.
Me encanta!!!, este diálogo junto con el del cuento de cigarra son para enmarcar.
Besos!!
Quizás Australia no esté libre de reconversiones y especulación, pero tal vez si ofrezca más oportunidades, más espacio y más sexo (esto está sin confirmar, por lo visto;)
Sería deseable una sociedad en la que el hombre (el individuo) fuese el verdadero centro.
También me encantó la película.
Saludos.
Y la eterna duda es, ¿siempre se puede caer un poco más abajo o inevitablemente pasado un punto de inflexión uno vuelve a subir?
Es muy cansado callarse siempre las cosas. Mejor pum. Y lo dices.
Grande Fernando.
Un beso :*
dan ganas de agarrar y ver la peli...
a ver si me animo!
¿Un dos para mi sola?¡¡¡¡RUMBOSO!!!!
Tam en mi opinión en mejor caer pronto o fracasar o llámale X ;-) así lo único que queda es empezar a subir :P
Ay, nausicaa, nos vamos a coger una buena celebrando a Newton :P
Claro, mavi. Se puede desbarrar (al fin y al cabo Santa es un obrero del metal, y no un profesor de sociología de Harvard) y tener la conciencia abierta, intuitiva, fuerte. Este monólogo es una muestra de ello, me alegro de que te guste. Besos.
Marc, vente con Atikus y conmigo a comprobar las excelencias sexuales de las que nos hablan. Haremos una tesis. El centro de nuestra sociedad no es el hombre, no. Tienes razón. El centro es la propia sociedad en sí y toda su supraestructura (que llamaba Marx), o la comunidad, que llamaba Tocqueville.
Tamaruca, siempre se puede caer más abajo. Siempre hay alguien peor que tú. No hay final en ese túnel, no hay suelo en ese fango. De lo único que podemos estar seguros es de nosotros mismos. Esto lo digo yo. Pum :) Un beso!
Santo Job, espero que te guste la peli. Sólo necesitas un par de horas ;)
e-catarsis, si se te acaba, pedimos otra ronda de “dos” (¿qué será eso, Dios mío… yo tan tradicional con mis cañitas y mis tapitas… ) Pero, eh, ¿Qué es eso de incitar a Tamaruca a que llame a otro en mi blog? Me vas a poner celoso ;)
si, hay que mantenerse a pulso
Un dos es un bus...el número dos (en concreto) y pillarse un dos es estar hasta las mismísimas...ea ahora quiero una caña!
:P
Tam...ni caso oye
;-)
En Australia, seguro que ud. echaria de menos o extrañaría los árbolde de Dublín.
Por cierto ¿es ud. un hombre orquesta?, perdón, ¿un lagarto orquesta?, no me refiero con las mujeres, sino con los posts.
Un saludo.
Lo malo de la realidad cotidiana, de lo que nos rodea todos los días y que apenas vemos y calibramos por tenerlo tan cerca, es que cuando alguien nos la planta en la cara, nos asusta y nos espanta pareciéndonos insoportablemente dura.
Lunes al sol, es un escupitajo en plena cara.
Duro y cotidiano, lo que le hace más espantoso aún.
Un saludo.
Fábula, tienes toda la razón, no lo es. Pero me pareció un cuento sobre miserias humanas, y de ahí a parecerme una fabula, pues ya sabes, y es que yo sí le encontré la moraleja, esa denuncia social, y ese hombre que se mata porque no aguanta mas la mierda que tiene, para mi sí es una moraleja, pero la palabra fábula, la verdad, no es apropiada. En casa tengo una sola Australia, la puedo prestar, que no regalar. Pero tngo varias amigas Australias, que para el colega y para ti os vendrán muy bien. No dudes en contactar conmigo para que te las presente, una es la 105, aunque está algo cansada de los topicazos, yo se que tu la rescatarás de ellos con tu personalidad y tu curtido interno.....jejeje
Oye, que me voy a dormir, que son las 3.30, y mañana curro¡
A veces, me equivoco. Esta es una de ellas. Bsssssssssss
Si lo llamo X igual piensa mal... Y se le pido que me invite a un "dos" ya sería la guinda del pastel, hum... Empiezo a pensar que sois una mala influencia...
;D
Creo, Lagarto, que deberías invitarnos al concierto 25/11 a las "dos" y ya de las cañas nos encargamos nosotras.
(¿Te parece buena idea, e-cat?)
Claro, Mari. Somos supervivientes. Celebrémoslo.
Vaya, e-catarsis. Espero, entonces, que con dos “dos” puedas llegar a casa en condiciones :P
Sibyla, los árboles en Dublín son frondosos y con cierto aire de melancolía irlandesa. Allí también se echa de menos Australia ;) toco mal la guitarra –todo lo que tenga cuerdas-, y algo mejor a las mujeres :P En cuanto a los post, decide tu misma. Gracias por escribir aquí. Un saludo.
Feldespato, la realidad cotidiana a veces nos regala con el sol de primavera en el rostro. Los instantes de tregua son parte de la propia rutina. Y, además, hoy estoy contento :) un saludo.
Ay, maléfica. Que no te quería echar la charla :) es sólo que el concepto de “moraleja” no me gusta. Que la vida es muy compleja y nunca hay blancos y negros, sino interminables escalas de grises en medio de la tormenta. Y al igual que uno de ellos se suicida, otro continúa buscando trabajo mientras se tiñe las canas de negro para parecer más joven. No hay respuesta. No hay nada. Estamos solos, Maléfica. ¡y a ver cuando me enseñas a la 105, eh! ;) besos.
Claro que sí, Tam. Venid a ver a Bruce. Pero poneos delante de mí en el concierto, para poder veros mover el culo :P
La 105 quiere jamón ibérico, un hombre con dos cojones que la sepa llevar, y si ya sabe algo de pintura y arquitectura, eres suyo¡¡¡¡ Ok, concertaré cita. Esta vez no te me rajes, pero que vaya ella sola, que luego me dice que acaparo porque no paro de rajar.... y eso está mumal, mumal... ayyyyyyyyyy, qué me desbordo, hijo, siempreeeeeeeeeeee¡
Bsssssssssssssssssssssss
Sí sí, cojonudo el León de Aranoa. Muy rojeras él y muy No a la guerra, pero si os informais un poquito, sabreis que se ha ido a vivir a ¡¡¡Miami!!! cuna de los yankees más posesos, no te jode. Me da a mi que Santa no se habría ido allí...
Pero es que una cosa es predicar y otra dar trigo.
Que ganas tengo de ser de izquierdas y de diseño...
Saludos.
Carlos Santamaria
Bueno, la verdad es que no sé por qué es incompatible vivir en Miami y ser rojo, verde, homosexual o vegetariano. Chomski, por ejemplo, vive en Estados Unidos, la cuna sagrada de otros impenitentes rojos como Steinbeck o Bruce Springsteen ¿o es que, para usted, éstos no son suficientemente “americanos”? porque yo pienso que LO SON MÁS. Creo que es un error muy europeo, muy nuestro, confundir los EEUU con Bush. Un error de bulto, ya que el actual presidente obtiene su granero de votos en los estados menos representativos de la cultura del país (Nebraska, Dakota, Albama...), mientras que los rojos del “No a la Guerra” son abrumadora mayoría en Nueva York, California, Illinois, Masachusetts... Es decir, en los estados que realmente crean la cultura americana exportable y exportada. Mientras se apoya con pasión la política neocon en las granjas de maíz de Arkansas o en las iglesias baptistas de Georgia, las manifestaciones en contra se suceden en las universidades de Yale y Harvard o en el mismísimo Wall Street.
Por otra parte, Miami es un sitio estupendo para bajar a la playa, ver el culo de las chicas y, de paso, producir alguna película. Ya que los EEUU es el centro de producción más importante de cine en el mundo. Un sector el cinematográfico, por cierto, comprometido con el “No a La Guerra” y la lucha activa contra la política de George Bush. Vamos, un sitio donde un “rojeras del no a la Guerra” viviría como pez en el agua.
Pero es que, además, me parece que usted está muy poco informado respecto al lugar de residencia habitual de este señor. Qué barbaridad.
Saludos, y gracias por pasarse por aquí y escribir.
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