Sé que fuiste tú, Fredo
Cuando Francis F. Coppola y Mario Puzo preparaban el guión del Padrino II (puede que sea la mejor película jamás rodada, según dicen algunos expertos, mi amado Kubrick incluido) llegaron a emocionarse tanto con la historia y con sus personajes que empezaron, de alguna manera, a quedar fagocitados emocionalmente por su propia historia. Así, ante la traición de Fredo a su hermano Michael, Coppola deseaba que Michael lo matara en ese mismo momento, sin más. En cambio Puzo no podía hacerlo ¡se trataba de su propio hermano, el hijo de su madre! Al final ambos llegaron a un acuerdo, una solución de compromiso: “Está bien, no lo mataremos mientras viva mamá. ¡Pero luego este traidor se va a cagar!”
Fredo Corleone ( John_Cazale , una de las biografías cinematográficas más cortas y más buenas de la historia del cine) era un buen chico. Era el hijo mayor de Vito Corleone, pero siempre fue más débil que sus hermanos. Intentaba hacer bien las cosas, sí. Pero no tenía la frialdad de Michael, ni el arrojo de Sonny, ni la inteligencia de Tom. Y ni siquiera pudo evitar que tirotearan a su padre cuando era él quien le protegía.
Intentó ser útil, pasar por un hombre inteligente y decidido, alguien digno de su apellido Corleone. Pero Tom y Michael, aunque le amaban, nunca quisieron darle grandes responsabilidades. Le utilizaban de chófer, de acompañante de visitas o de subdirector en algún casino de Las Vegas. Nada importante, nada que pudiera afectar a la Familia.
Pero Fredo quería más. Quería respeto. Era el hermano mayor y quería respeto. Creía ser listo y no tonto, como pensaban los demás. Y tomo alguna decisión por su cuenta...
Cuando Michael comprendió que el traidor que había abierto su casa a los asesinos fue su propio hermano Fredo, su corazón quedó destrozado. Para siempre.
Y cuando la madre de Michael murió, Fredo, como no podía ser de otra manera, fue a servir de comida a los peces en el fondo de un frío lago en Nevada.
Dar la orden fue algo sencillo para Michael. Nada más morir mamá, abraza a Fredo y dirige la mirada a su sicario, apoyado en una lejana pared. Una mirada de Pacino vale más que muchas carreras cinematográficas. Y, desde luego, tiene más consecuencias.
Siempre me ha interesado el personaje de Fredo, es básico en esta historia tan fascinante, tan humana, sobre el poder y el destino. Además, la escena del beso de Michael mientras le dice eso de “Sé que fuiste tú. Me rompiste el corazón” me parece puro Shakespeare. Brutal. Inigualable. Por eso me hizo ilusión ver que había un tarado como yo por la red que había montado un youtube con toda la historia de la traición de Fredo, que en la película se dilata en seis o siete escenas diferentes a lo largo de las casi tres horas de película.
Michael, en su ancianidad (tercera parte de la trilogía), se arrepiente de todo lo que ha tenido que hacer en su vida para proteger a la Familia, arrastrado por un destino que nunca quiso aceptar. Intenta regenerarse, vender todos los turbios negocios y donar los beneficios a la Iglesia. Quiere purificarse... pero no puede olvidar a Fredo.
La condición humana ante el Destino y el Poder, sí. De eso trata El Padrino, más que de una historia de la Mafia. Es más, si sustituyéramos la palabra “Familia/Mafia” por la de “país” o “empresa”, sus diálogos podrían valer para cualquier cosa.
“¿Es irresponsable abandonar un proyecto que puede ser clave para mi país porque choca con mi capacidad de admitir unos principios que no comparto? ¿O es aún más irresponsable saltar por encima de los escrúpulos morales en aras de la eficacia de un proyecto que puede beneficiar a la sociedad a la que me dirijo? Éste es el dilema inevitable en la acción pública, es la dualidad ética-política que coloca al dirigente que tenga conciencia y sensibilidad ante un precipicio por el que en todo caso se precipitará”
(Cuando el tiempo nos alcanza, Alfonso Guerra)
Interesante, ¿verdad? Ah, el Padrino... qué maravilla ¿a que apetece volver a verla?
un libro para Fredo: Rojo y Negro, de Stendhal
una película para Fredo: Donnie Brasco, de Mike Newell
una canción para Fredo: All apologies, de Nirvana
Fredo Corleone ( John_Cazale , una de las biografías cinematográficas más cortas y más buenas de la historia del cine) era un buen chico. Era el hijo mayor de Vito Corleone, pero siempre fue más débil que sus hermanos. Intentaba hacer bien las cosas, sí. Pero no tenía la frialdad de Michael, ni el arrojo de Sonny, ni la inteligencia de Tom. Y ni siquiera pudo evitar que tirotearan a su padre cuando era él quien le protegía.
Intentó ser útil, pasar por un hombre inteligente y decidido, alguien digno de su apellido Corleone. Pero Tom y Michael, aunque le amaban, nunca quisieron darle grandes responsabilidades. Le utilizaban de chófer, de acompañante de visitas o de subdirector en algún casino de Las Vegas. Nada importante, nada que pudiera afectar a la Familia.
Pero Fredo quería más. Quería respeto. Era el hermano mayor y quería respeto. Creía ser listo y no tonto, como pensaban los demás. Y tomo alguna decisión por su cuenta...
Cuando Michael comprendió que el traidor que había abierto su casa a los asesinos fue su propio hermano Fredo, su corazón quedó destrozado. Para siempre.
Y cuando la madre de Michael murió, Fredo, como no podía ser de otra manera, fue a servir de comida a los peces en el fondo de un frío lago en Nevada.
Dar la orden fue algo sencillo para Michael. Nada más morir mamá, abraza a Fredo y dirige la mirada a su sicario, apoyado en una lejana pared. Una mirada de Pacino vale más que muchas carreras cinematográficas. Y, desde luego, tiene más consecuencias.
Siempre me ha interesado el personaje de Fredo, es básico en esta historia tan fascinante, tan humana, sobre el poder y el destino. Además, la escena del beso de Michael mientras le dice eso de “Sé que fuiste tú. Me rompiste el corazón” me parece puro Shakespeare. Brutal. Inigualable. Por eso me hizo ilusión ver que había un tarado como yo por la red que había montado un youtube con toda la historia de la traición de Fredo, que en la película se dilata en seis o siete escenas diferentes a lo largo de las casi tres horas de película.
Michael, en su ancianidad (tercera parte de la trilogía), se arrepiente de todo lo que ha tenido que hacer en su vida para proteger a la Familia, arrastrado por un destino que nunca quiso aceptar. Intenta regenerarse, vender todos los turbios negocios y donar los beneficios a la Iglesia. Quiere purificarse... pero no puede olvidar a Fredo.
La condición humana ante el Destino y el Poder, sí. De eso trata El Padrino, más que de una historia de la Mafia. Es más, si sustituyéramos la palabra “Familia/Mafia” por la de “país” o “empresa”, sus diálogos podrían valer para cualquier cosa.
“¿Es irresponsable abandonar un proyecto que puede ser clave para mi país porque choca con mi capacidad de admitir unos principios que no comparto? ¿O es aún más irresponsable saltar por encima de los escrúpulos morales en aras de la eficacia de un proyecto que puede beneficiar a la sociedad a la que me dirijo? Éste es el dilema inevitable en la acción pública, es la dualidad ética-política que coloca al dirigente que tenga conciencia y sensibilidad ante un precipicio por el que en todo caso se precipitará”
(Cuando el tiempo nos alcanza, Alfonso Guerra)
Interesante, ¿verdad? Ah, el Padrino... qué maravilla ¿a que apetece volver a verla?
un libro para Fredo: Rojo y Negro, de Stendhal
una película para Fredo: Donnie Brasco, de Mike Newell
una canción para Fredo: All apologies, de Nirvana
22 Comments:
chapeau
Caramba. ¡Qué erudicción!. Se nota que te fascina tanto "El padrino" como a mi "Vértigo". Felicidades por la entrada. Yo sólo he visto "El padrino" (la trilogía completa) una vez, y hace ya demasiado tiempo. Bueno, hace ya demasiado tiempo de casi todo.
NoSurrender, tienes toda la razón en que el personaje de Fredo es esencial en esta gran historia y desde luego un personaje en el que uno no puede dejar de fijarse. Fredo es una figura tremendamente conmovedora porque encarna al patito feo de la familia, un patito feo que nunca se convertirá en cisne. Quién no se identifica en parte con su debilidad, quién no se apiada ante su falta de inteligencia, ante su tremenda torpeza. Porque Fredo no puede dejar de sufrir por su manera de ser, por el hecho de que, como bien señalas, el destino lo haya situado en el seno de una familia que exige valores de los cuales él carece en absoluto.
Hasta la traición es perfectamente coherente con ese modo de ser, porque de la falta de inteligencia se deriva el no querer percatarse de los propios límites, la no aceptación de uno mismo, y por ello, su dejarse vencer por unas ambiciones que le sobrepasan totalmente, pero que no puede dejar de tener dada la familia a la que pertenece. No es fácil aceptar que uno será sienmpre el patito feo, y que sólo podrá esperar de los demás un afecto sin admiración.
A mí, desde luego, no me gustaría haber nacido siendo Fredo. Creo que a nadie.
Estupendo post, NoSurrender, y desde luego que me han entrado ganas de ver de nuevo de un tirón la trilogía completa. Aunque no la tengo. ¿Algún alma caritativa que me invite a una maratón cinematográfica de la saga? ;)
¡Un beso!
¿Sabes?, no he querido leer la novela y es curioso porque me ocurre que si leo una historia que me deja poso ( bueno o malo no creas que una es así de osada) y luego ( la historia) pasa al cine no dudo en ir a husmear, al revés me sucede igual; en muchos casos ocurre que me arrepiento, en otros (pocos) es un complemente perfecto; pero con El Padrino no quiero, no me apetece ¿curioso verdad?...prefiero de vez en cuando volver a ver con la absoluta certeza de que la apuesta es segura.
No es un personaje simpático Fredo aunque lo entiendes, también entiendes su final.
Interesantes las disyuntivas que se plantean en ese libro ( sí ese el de más abajo), no es fácil responderlas y mucho menos sin estar en el momento y pellejo de quien tenga que tomar una decisión u otra ( el papel lo aguanta todo, pero otra cosa es otra cosa) aunque supongo que es lo menos que se le puede/debe exigir a quien en una cierta manera tiene en sus manos nuestros destinos que al menos sude la camiseta ah y que luego a mi no me cuente nada del como porque en el sueldo lo lleva y a mi no me importa ¿no? ;-)...a nivel de usuario que cada cual haga lo que buenamente pueda, sepa o su conciencia le deje que no seré yo quien le juzgue...que eso está muy feo ;-)
Por cierto no quiero cerrar este comentario sin decirte ( la verdad creo que a veces te tuteo y otras no...no sé que pasa) que siempre es un enorme placer recordar al Sr. Cobain
Saludos
Hace media hora estaba pensando en qué libro leer cuando termine el que estoy leyendo ahora; de la nada, me acordé de El padrino, de Mario Puzo, y me dieron ganas de volver a leerlo. Pero muchas ganas.
Ahora estoy acá y veo que escribiste sobre El padrino.
Creo en estas coincidencias como si ellas conformaran una religión: definitivamente, voy a leer El padrino nuevamente.
Me enamoré de James Caan cuando vi esa película. Ahora está viejo y fofo, pero lo amo igual.
Una mujer, gracias. Otro día hablaremos de la simbología de la naranja en la trilogía, algo tan mediterráneo!
Koolauleproso, es una película (las tres) fascinante. Seguro que si te animas a volver a meterte en ella lo disfrutarás mucho. Cada diálogo en ella vale un Potosí.
Claro, Antígona. El destino es cruel con Fredo (como también lo es con Michael y Sonny, evidentemente). Aunque siempre que veo la peli prefiero identificarme con Tom que, entre otras cosas, mantiene una distancia con el resto de la familia –obvia, es adoptado y ni siquiera italiano- y además lo interpreta un im-presionante Robert Duval.
El comentario que haces “porque de la falta de inteligencia se deriva el no querer percatarse de los propios límites, la no aceptación de uno mismo, y por ello, su dejarse vencer por unas ambiciones que le sobrepasan totalmente” me ha parecido muy inteligente. Es una idea que también está presente, de alguna manera, en el personaje de Vito Corleone, cuando trata de negociar con el resto de familias, en la primera parte.
Tengo la trilogía completa, en un pack que incluye un maravilloso make of. Estás invitada a verlo, claro que sí. Un beso.
e-catarsis, es una buena novela. Pero es mejor película. El ritmo narrativo, la interpretación de todos (¡todos!) los actores, la manera de jugar con las sombras, la ambientación... todo es impecable. Es tan perfecto el resultado de la película, que una de las cosas más llamativas y descacharrantes de ese make of es la prueba de cámara para buscar al personaje de Michael Corleone con distintos actores (ya que los productores no querían a Pacino); ¡es imposible imaginarlo de otra manera!
En cuanto a ese otro libro, resulta bastante interesante. Los métodos políticos no son, gracias a Dios, los mismos que los mafiosos. Pero el fondo del tema sigue siendo el mismo: la lealtad, la traición, el poder, la ambición, la soledad, el sacrificio vacío y el destino.
Llámame como usted quiera ;) ¡Dios salve a Cobain!
No es la primera vez que nos pasa, Arcángel ;). A mí quien más me gustaba, aparte de Brando, es Robert Duval como Tom. ¡Disfruta de la Familia!
Pues a mi me gustó mas El Padrino III, puede que fuera un poco menos heavy que las anteriores, y que estuviera pelín ralentizada, pero me dejó en el sitio, y la banda sonora, que la tengo en casa, es impresionante.
Respecto a Fredo... hay tantos por las calles. Tienen su papel, no tienen porqué morir, lo que pasa es que la torpeza de la que hacen gala sin saberlo, los pobres, porque no les llega el cerebro para tanto, pues hace que se ganen enemigos, y que metan patas hasta el fondo.
Interesante conclusión, la del final, familia-empresa... sí, la verdad es que cualquier conjunto de personas que luchen por un sitio mas justo, ya puede tacharse de ser una puta empresa lo que crean entre ellos... tienen un trabajo por delante, y son varios los operarios que lo llevarán a cabo.
Me gustó mucho. Una vez mas te has superado, majo.
Un beso de la culopiedra¡
Ooye... no sabes ayer cómo triunfé....puffffffffffffff, demasié¡ Si hubieras venido, la Ursula estaba pa raptarla¡ Lástima que nos llevaron por sitios pijos... y así que no ví ningún fondón bebiendo cerveza con mirada de Anibal Lecter...
Bssssssssssssssssssssssssss
No he dudado ni por un segundo que fuera interesante el segundo libro que menciona-as :P ahora una cosa te-le digo ;-) qué interesante es que te-le resulte interante a tí-Vd
...instalada en la duda del trato...
¿Saludo?¿Beso?...
mmm, me has dado una idea lagarto, voy a ir sacando la nocilla de la nevera y preparando el DVD ;)
...yo tengo nata montada.
;-)
No sé, maléfica, de dónde sacas lo de fondón, con el cuerpazo de pecado que tengo :P. A mí la segunda parte es la que más me gusta de las tres, aunque todas merecen y mucho la pena. Besos.
Bueno, e-catarsis. Me gusta leer de todo, pero tengo que reconocer que el personaje de ese libro me interesa más que otros. Saludos y besos!
Los pasos, yo en lugar de nocilla prefiero un whisky. Espero que la disfrutes, desde ese “I belive in America”
Sintagma, desde luego eso de la nata montada tiene más aplicaciones eróticas que la nocilla :P
Me pregunto de cuánta inteligencia hay que hacer gala para ocupar un puesto de responsabilidad, cuando muchas veces lo que se prefieren son títeres, personajes con mucha imagen y poco fondo.
Muchos puestos te pueden venir grandes, pero puedes mantenerte en ellos, al menos un tiempo; el limite es no querer destacar, conformase con ser un personaje gris.
En fin, Muchas claves de comportamientos sociales en esta saga. No tiene desperdicio.
Saludos.
Lo voy a decir bajito, no he visto El Padrino... pero conste que no es por falta de ganas!
FONDÓNNNNNNNNNNNNNNN¡¡¡¡ Fué una broma, acerca de que te guste beber cerveza, por la tripa que dicen da.... pero veo que en tu caso, no da tripa, ni tampoco jode la autoestima, así que todos tan contentos.
Tío, estoy vaga de cojones, no escribo ni patrás, y es que me voy el sábado de vacas.... y tengo mucho que hacer.
A ver si a la vuelta ese cuerpo del pecado, y mi culo, se toman unas cervezas juntos, somajo¡
Bsssssssssssss
Maravillosa forma de llevar el tema.
Persoanlemnete me inclino a pensar que si hay política no hay ética y viceversa.
Saludos.
que cuerioso niño me acaban de comparar con la mafia italiana, especificamente con los corleone.
Mi apreciado Lagarto he leído dos veces su post y reconozco que no sé que decirle.Me llama la atención que cite a Guerra,que cierre su post haciendo mención a su libro.Pienso si la política es el oficio de reconocer los precipicios por donde siempre es conveniente que caigan otros.
Pienso en este mar y en esta costa axfisiada por el ladrillo.Pienso,porque me hace usted pensar, en la regeneración de los partidos que pasa necesariamente por el relevo de algunos dirigentes políticos.Y me lleva usted a Navarra,sin que sea ésta su intención.Y claro, en una hermosa noche como ésta, con esta luna y mi lap haciendo guiños al faro quiero imaginar ese congreso definitivo donde mamá y Fredo no puedan acreditarse(los muertos no voan) y donde Michael, bueno el viejo Michael, firme libros a la entrada.
Usted seguro que me entiende.
Besos
ana
Bueno, Marc. En el fondo todos somos títeres de alguien más. no es casualidad que el cartel de El Padrino fuera precisamente un fondo negro con unos hilos de marioneta. Hay gente más preparada para ejercer el poder que otros, no es un sitio para hombres grises, supongo.
Ay, caribu, con lo baratita que te sale en el Emule :) te gustará, ya verás.
Maléfica, a mí me resulta imposible escribir con los niños en casa. Se me aplana el cerebro absolutamente...como el torso :P besos.
Isa, ética y política son dos temas distintos, ya lo expresó Maquiavelo. Al decir distintos no quiero decir que sean incompatibles, sino áreas de actuación que se justifican de manera independiente; es el drama precisamente cuando coinciden las dos cosas. Un día hablaremos de su Príncipe, una obra interesantísima. Cuando he mezclado a Alfonso Guerra con esta historia de mafiosos sólo hacía un análisis muy bruto de lo que es tener que tomar una decisión cuyas alternativas son todas malas.
Vaya, Mari. Con lo machistas que son los Corleone! ;) tú eres mucho más guapa que Michael, eh. Que no me entere yo.
Ana, es un libro muy interesante, si no lo has leído te lo recomiendo. No pretendía dar una definición de política en ese sentido concreto, pero sí es cierto que los personajes que han tenido poder y que han accedido a él a través de unas ideas y un colectivo concreto, tienen que enfrentarse a ese precipicio ético-político a veces (la frase está entresacada del capítulo en el que habla del congreso socialista que renunció –más o menos- al marxismo estatutario). El tema del liderazgo que usted plantea es apasionante también. Ah, y si ve a “Michael” firmando libros en algún acto en el que coincidan, pídale uno para mí :) Besos.
Me dejas sorprendida... ¿Crees que Fredo se sentiría identificado con Julián Sorel?
Un besito despistado...
acabo de comprarlas y esperan allí, al lado de la tevé, una tarde-noche más fresca.
todas son magníficas.
muy buena crónica.
Tamaruca, no creo que Fredo se sienta identificado, pero le haría comprender mejor lo inútil de sus ambiciones, de ese “respeto” que pedía. Quizás hubiera salvado la vida :)
Cacho de pan, espero que las disfrutes. Pon la luz muy tenue, cuando la veas ;) gracias por pasarte por aquí.
Saludos:
Me ha gustado mucho el post y los comentarios de todos ustedes, para mi siempre es grato leer opiniones de gente a la que le agrada "el padrino".
En cuanto a FREDO, sí es un personaje emblemático en muchos aspectos, este post resume muy bien sus características... y su suerte.
En cuanto al LIBRO, léanlo, verán que la película es una excelente adaptación de la novela, no se arrepentirán, además que encontrarán datos omitidos en las películas y que les permitirán comprender mejor a los personajes.
Saludos!!
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