domingo, noviembre 28, 2010

Pautas para una conversación difícil



GERRY CONLON - ¿Qué coño haces aquí, papá?

GIUSEPPE CONLON - Fui a casa de tía Annie para conseguirte un abogado. Apareció la policía y nos arrestaron a todos.

GERRY CONLON - ¿Qué? ¿Pero por qué?

GIUSEPPE CONLON - Conspiración para el asesinato.

GERRY CONLON - Oh, no, mierda, no. Por favor.

GIUSEPPE CONLON - ¿Lo hiciste, hijo?

GERRY CONLON - No, no lo hice. Por supuesto que no lo hice, mierda. ¿Por qué me miras así?

GIUSEPPE CONLON - ¿Cómo es “así”?

GERRY CONLON - ¿Por qué siempre me sigues? ¿Eh? ¿Por qué siempre me sigues cuando hago algo mal? ¿Por qué no me sigues cuando hago algo bien?

GIUSEPPE CONLON -¿De qué estás hablando?

GERRY CONLON - ¿Que de qué estoy hablando? Estoy hablando de la medalla.

GIUSEPPE CONLON - ¿Qué medalla?

GERRY CONLON - ¿Que qué medalla? ¿Que qué puta medalla? La única puta medalla que ha entrado en casa. Ésa puta medalla. La medalla que gané jugando al fútbol. Te sentaste en la grada, junto a la banda, y me gritabas tus instrucciones como si lo único que vieras fuera lo que yo hacía. Nunca tuviste ni puta idea de fútbol. Y sólo podías ver lo que yo hacía mal. Nunca he podido hacer nada que te pareciera bueno a ti. Al terminar el partido viniste hasta mí y me preguntaste “¿Gerry, hiciste falta?”. Y me alejé de ti, ¿recuerdas? Me metí en el vestuario. Me seguiste dentro y me lo preguntaste de nuevo “¿Gerry, hiciste falta?”. Los otros padres estaban dentro y te miraban y murmuraban “pobre Giussepe”. Sentí vergüenza, enojo. Y entonces huí. Salí corriendo hasta el bosque y escribí tu nombre en el suelo. Tu estúpido nombre, Giussepe. Lo escribí sobre el barro y meé sobre él. Meé sobre él. Porque hice falta. ¿Qué coño importaba? ¡Ganamos el partido! Por una vez en mi vida había ganado. Arruinaste esa medalla para mí. La llevé a empeñar. Apenas me dieron cincuenta centavos por ella.

GIUSEPPE CONLON - Estás conmocionado.

GERRY CONLON - Empecé a robar porque sabía que yo no era bueno.

GIUSEPPE CONLON - Estás conmocionado, hijo.

GERRY CONLON - Ha sido así desde que tenía siete años. Recuerdo a mamá diciendo “no molestes a Giussepe, está enfermo”. Oh, joder. “Está enfermo, andad de puntillas por la casa”. Cuando tomé la primera comunión pensé que era a ti a quien me comía. ¿Fue mi culpa que tú estuvieras siempre enfermo? ¿por qué tuviste que pasarte toda la vida enfermo, papá? Cuando aquel puto policía que me torturaba me amenazó con pegarte un tiro, me sentí feliz. Lo juro por Dios, me sentí feliz. Estaba encantado. ¿Sabes por qué? Por que por fin se acababa todo. Se terminaba. ¿Lo ves? Y luego supe que yo estaba mal. Lo supe y empecé a llorar. Les conté todo tipo de mentiras. Mentiras, como las que he contado durante toda mi vida. Las palabras no significan nada.

GIUSEPPE CONLON - Déjalo ya, hijo.

GERRY CONLON - No soy bueno para nada. Déjame en paz. Lárgate. Has estado siguiéndome toda la vida y ahora has venido a la cárcel conmigo. ¿Lo estás haciendo a propósito?

GIUSEPPE CONLON - No. Déjalo ya, por favor.

GERRY CONLON – Pégame. Pégame fuerte. Por una puta vez en tu vida pégame como si fueras un padre de verdad.






En el nombre del Padre me parece una de las mejores películas que he visto. Gerry era un deshecho social sin futuro hasta que una acusación falsa de asesinato le lleva a la cárcel donde no tendrá más remedio que enfrentarse, al fin, a la relación con su padre. Es a través de la injusticia y del dolor como Gerry se transforma en un hombre con valores y con una actitud de héroe ante la vida.

Cuando Gerry ve a su padre en su misma celda y ya no puede volver a huir de él, no tiene más remedio que afrontar la conversación difícil que llevaba pendiente toda la vida y que será necesaria para cambiar.


Todos tenemos momentos a lo largo de nuestra vida en que nos vemos en la necesidad de afrontar una conversación muy difícil. Y sentimos que no tenemos fuerza para hacerlo. Cuando tenemos que decepcionar a nuestros padres, cuando tenemos que dejar a nuestra pareja, cuando tenemos un conflicto en el trabajo...

Son momentos que se nos hacen muy complicados. Nos estresamos, nos bloqueamos. No sabemos ni cómo empezar. No sabemos si podremos explicar realmente lo que nos pasa y nos paraliza el miedo a hacer daño. Seguro que alguna vez nos ha pasado y seguro que alguna vez más nos pasará.


Esta es mi pequeña guía para afrontar esos momentos:



Fase Uno. Decir “Lo que observo es...”

Señalar aquí un acto concreto, máximo común divisor entre A y B, que al plantearlo A, B no pueda decir otra cosa más que un “sí (punto)”, sin “pero” detrás.


Fase Dos. Decir “Lo que siento es...”

Escoger una palabra entre este diccionario de sentimientos:

Asombro – Vergüenza – Intranquilidad – Confusión – Cansancio – Aburrimiento – Distancia – Excitación – Pesimismo – Coraje – Ansiedad – Preocupación – Desesperación – Intriga – Miedo – Tristeza – Enojo – Pereza – Molestia – Arrepentimiento



Fase Tres. Decir “Lo que necesito es...”

Escoger una palabra entre este diccionario de necesidades:

Autonomía – Creatividad – Reconocimiento – Seguridad – Estabilidad – Comprensión – Sinceridad – Diversión – Afecto – Descanso – Movimiento – Silencio – Espacio – Crecimiento – Libertad – Orden – Esperanza – Claridad – Reciprocidad – Alegría – Sentido – Aprendizaje



Fase Cuatro. Decir “Lo que pido es...”

Indicar aquí una situación diferente de la que se vive y a la que se aspira a llegar. Debe ser realista y verificable en una fecha concreta a corto plazo.


Hagámoslas cuanto antes, no esperemos tanto como Gerry. Y mucha suerte






Una película para Gerry Conlon: Desmontando a Harry, de Woody Allen

Una canción para Gerry Conlon: The Healing game, de Van Morrison

Un libro para Gerry Conlon: Así habló Zaratustra, de Friedrich Nietzsche



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56 Comments:

Anonymous kamala dijo...

Para mí precisamente lo difícil es "decir"...

Nunca he sido capaz. Nunca soy capaz. Siempre será demasiado tarde.

Un abrazo

noviembre 28, 2010 12:37 p. m.  
Blogger PazzaP dijo...

Yo sí soy capaz, pero del modo como lo he hecho y desde el punto de vista general, me va más bien mal, en tanto que, como Harry Haller (el lobo estepario), me he quedado sola. Harry, alguien a quien admiré a los 17 y cuya sombra alargada me ha alcanzado como a él, a su misma edad. Y... sin embargo, yo no soy él ni mi vida se parece a la suya, salvo en lo de la inadaptación que le trajo su hastío.

Las fases que mencionas me recuerdan a las de Rosenberg y su comunicación no violenta; significativamente más útiles que el caos de la espontaneidad que conlleva la ira inconsciente: una energía que cuando deviene consciente es harto eficaz.

A tenor del diálogo, qué complicadas llegan a ser las relaciones humanas con el batiburrillo de los miedos al mando de nuestro timón...

noviembre 28, 2010 1:50 p. m.  
Blogger Tiovivo dijo...

Es una situación complicada, pero creo que el planteamiento de los pasos que propones puede ayudar mucho a la hora de tener que enfrentarlos.

Un saludo

noviembre 28, 2010 2:25 p. m.  
Blogger josef dijo...

Buena guía. en el nombre del padre que no deseo tener una de esas conversaciones, por eso cuando se presentan me olvido de todas las guías y digo lo que el instinto me acosnseja. Lo sé. Soy un poco bruto y muy visceral.
Un abrazo.

noviembre 28, 2010 2:32 p. m.  
Blogger RBC dijo...

Las conversaciones difíciles o complicadas son eso "complicadas" porque muchas veces no queremos ni pensarlas, menos abordarlas.

El miedo nos hace retroceder o simplemente tener un bloqueo mental a propósito, para no enfrentar al toro por las astas.

Pero asì como nadie escapa de sus sombras, muchas veces el destino nos pide voltearnos y dar cara al momento porque ya no tenemos otra salida, como en en el caso de Gerry y Giuseppe: el destino no les dio màs tregua y los puso frente a frente y tal vez al final agradecerán a la vida.....o tal vez no. Dependerá de como manejan esa oportunidad.

Algunas veces -admito- he tratado de evadir alguna conversación difìcil por cierta necesidad de mantener la fiesta en paz o por desear no complicar más algún asunto, pero la vida me demuestra que es mejor no postergar las conversaciones difíciles porque al final no se cierra el círculo del entendimiento o comprensión o convivencia.

Entonces lo que hago (o trato al menos en lo posible) es seguir ciertas pautas que coincidentemente son casi las que planteas clara y puntualmente en tu texto como "guias".

Ha sido bueno reevaluarme en este aspecto y gracias a tu magnifica entrada mi estimado NoSurrender.

abrazotess

noviembre 28, 2010 3:55 p. m.  
Blogger 4 strongs winds and 7 seas dijo...

Grandisima pelicula, la cual vuelvo a ver cada año.La historia real,las magnificas interpretaciones, los dialogos y la magnifica banda sonora,todo aqui sabe a gloria!
He tenido que afrontar algunas situaciones muy dificiles y te aseguro que lo que salia de mi boca,no lo podia haberlo memorizado anteriormente, salia como lo dictaba el momento!
Un saludo

noviembre 28, 2010 6:51 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Kamala, lo cierto es que nuestras palabras crean realidad una vez que salen de nuestros labios. El lenguaje nunca es inocente, por lo que es normal que nos de miedo darles rienda suelta. Pero siempre está bien tener una guía de apoyo a mano, quien sabe si algún día te decidirás. Besos!



Tiovivo, no podemos evitar las situaciones complicadas, pero quizás sí podemos gestionar mejor nuestras emociones cuando no tenemos más remedio que enfrentarlas. Un saludo y gracias por pasarte por aquí!

noviembre 28, 2010 7:33 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

PazzaP, supongo que a nadie nos va bien del todo, hagamos lo que hagamos. La vida siempre tiene algo jodido que regalarnos cualquiera que sea el camino que escojamos. Pero, eso sí, unos son más libremente tomados que otros.

Efectivamente, la sombra de Marshall Rosenberg planea sobre esta entrada. Bueno, más que planear, la posee completamente. La canalización de nuestra energía puede conseguir más cosas que el caos habitual en el que viven nuestras emociones.

Gracias por traer aquí a Harry Haller, y gracias por pasarte por aquí.

Saludos!

noviembre 28, 2010 7:33 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Josef, a nadie nos gusta tener estas conversaciones. Son experiencias muy desagradables. Pero huir de ellas sólo nos hace más esclavos de nuestras miserias. Claro que es cierto que somos humanos y no héroes. Un abrazo!



RBC, quizás el hecho de pensarlas ya nos hace avanzar algo. Porque la realidad sólo se crea cuando la verbalizamos, aunque sólo sea mentalmente. Y el orden, la separación entre lo que son sentimientos, necesidades y hechos, siempre nos ayuda a entendernos mejor. Gracias por tus palabras. Un abrazo!

noviembre 28, 2010 7:33 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

4 strongs winds and 7 seas, coincide contigo en que es una gran película. No la veo tanto como tú, pero a veces me dan ganas. En general toda la obra de Jim Sheridan me parece enorme, sobre todo sus primeras películas. Algún día hablaré aquí de The Boxer, que es algo que tengo ganas, aún a pesar de que la temática sea dura de afrontar.

Tirar de lo que sale en cada momento es más auténtico, sin duda. Pero, si no eres el guionista de In the name of the Fahter, es posible que no nos quede tan clara la diferencia entre lo que son hechos, lo que son sentimientos y lo que son necesidades.

Salud!

noviembre 28, 2010 7:34 p. m.  
Blogger Tesa dijo...

Uff... la he visto empezar un par de veces en el plus y nunca "me he quedado" a verla.
Es que últimamente sólo veo películas de no pensar.

noviembre 28, 2010 8:38 p. m.  
Blogger Merce dijo...

"Tenemos que hablar..." esa no suele traer nada bueno detrás...

Me gusta la guía que das. Creo que debe ser bastante útil. Mi problema: soy de sangre caliente, muy caliente. No sé contar hasta diez, habitualmente no llego a tres.Pero aprender a hacerlo es algo a lo que no renuncio.

Peliculón. Inmenso, para mi gusto, Daniel Day-Lewis...

Besos, NoSur!

noviembre 28, 2010 10:12 p. m.  
Blogger Soy ficción dijo...

Yo lo hice hace poco y fue un fracaso absoluto :(

Supongo que no todo depende de la buena voluntad de uno mismo.

noviembre 29, 2010 11:59 a. m.  
Blogger JOAKO dijo...

Pelicula para los cuatro de Guilfford: "El conde de Montecristo" de Kevin Reynolds.
Libro para los cuatro de gildford:"El Conde de Montecristo" de Alejandro Dumas.
Canción para los cuatro de Gildford:"El coro de esclavos Hebreos" de guiuseppe verdi

noviembre 29, 2010 12:43 p. m.  
Blogger Food and Drugs dijo...

Giusseppe es decididamente ese familiar ridículo que muestra al mundo como son los genes nuestros que por fortuna (o eso creemos) no se han expresado, pero que no dejan de ser nuestros, por más que no queramos que la gente nos relacione con ellos.
En esta película Gerry se ve obligado a aceptarse en su totalidad como persona, ese lado oscuro del que abominaba inconscientemente, y que representa ese familiar lastre, en este caso su padre, Giusseppe, cuando la policía se inventa para el un personaje todavía peor y mucho más abyecto como es el de terrorista.
Por supuesto la película aborda la necesidad de madurar, en este caso abruptamente, y conocerse en profundidad, como única fórmula eficaz de protegerse de que las gentes malintencionadas, y sin escrúpulos, hagan de ti lo que les dicte su antojo.
Y por supuesto te agradezco la técnica que nos has brindado para afrontar situaciones peliagudas. Yo, como tú, Lagarto, en estos casos considero imprescindible crear las mejores condiciones de asepsia posibles, antes de empuñar el bisturí.
;-)

noviembre 29, 2010 6:40 p. m.  
Blogger Ángel dijo...

Muy buena guía, desgraciadamente cuando uno desea hablar es porque como volcan ya esta a punto de explotar y las palabras salen en tropel arrasando con todo.

Esos momentos dificiles que hemos vivido y volveremos a vivir indudablemente.

:D Saludos

noviembre 29, 2010 7:59 p. m.  
Blogger Brisuón Çafrén dijo...

Leo su post y parece, bueno, no parece, me siento, una vez más esta semana, el protagonista del show de....¿Brisuón?

Es como si usted Lagarto, desde su cúpula de Dios Ed Harris, hubiera decidido regañarme y ocultar tras estas recomendables fases lo que en realidad quiere escupirme a la cara: Maldito imbecil, échale huevos de una vez y enfréntate a tus miedos como lo haría un hombre sensato, responsable y maduro.


Me apunto el listado de palabras y a ver que sale.


Salud Doctor Lagarto

noviembre 29, 2010 8:31 p. m.  
Blogger Dante Bertini dijo...

bueno, al fin un "problema" que no es "mi problema".
si es por decir, lo digo casi todo.

noviembre 29, 2010 10:32 p. m.  
Blogger k dijo...

Esa relación entre Gerry y Giuseppe es lo que hace esta película tan grande. Precisamente, de hecho, es esa relación lo que aleja la película de los hechos reales en los que se basa, la única parte que es ficción. Es curioso eso, cómo la ficción nos es necesaria para poder tragar la realidad, para darle un contrapunto tolerable, para equilibrar nuestras vidas.

Gerry no sigue ninguno de tus consejos y sin embargo, al final de la escena, se lleva un abrazo de su padre y llora entre esos brazos como probablemente no lo había hecho nunca. Yo tampoco los voy a seguir. No podría aunque quisiera. Seguiré callándome las cosas hasta que decirlas mal sea la única salida, como siempre. Nunca he sido buena con la autoayuda.

Giuseppe, en cualquier caso, no tiene nada de ridículo. La entereza y la grandeza de este personaje, a despecho del gran Gerry Conlon, y la interpretación delicada, sensible y certera de Pete Postlewhaite, que no pierde brillo ni siquiera junto al inconmensurable Daniel Day-Lewis, hacen de él uno de los más conmovedores monumentos al ser humano que he visto yo en el cine.

noviembre 29, 2010 11:09 p. m.  
Blogger Zorro de Segovia dijo...

cuando tuve suficientes cojones para cantar las cuarenta a mis padres fue cuando me di cuenta de que no se merecían ningún reproche. Cosas de jóvenes que se hacen viejos.

noviembre 29, 2010 11:19 p. m.  
Blogger Raquel dijo...

Excelente diálogo, excelente película.
Tomo noto de la guía, aunque no sé si podré llevarla a cabo. A veces las conversaciones dificiles no se pueden planear, surgen derepente y muchas veces se nos van de las manos, quizás porque nos dejamos llevar por las emociones reprimidas, porque hemos esperado demasiado. Pero me parece muy a tener en cuenta.
Un saludo.

noviembre 29, 2010 11:37 p. m.  
Blogger Miss.Burton dijo...

Brutal la película, y el enfrentamiento, y los diálogos. Muy dura, pero absolutamente aconsejable para ese despertar que necesitamos todos en muchos momentos determinados.
Punto 1, la soledad, que me da tristeza, porque ansío esa estabilidad que necesito, y.. El 1 del 1 del 2011, espero estar viviendo otra vida, ó al menos, poder sacar de esta a mi contrario.
Bien, deberes hechos.
Y ahora le cuento que ayer me hice con el último disco de Ray Davies, donde toca una de mis canciones favoritas, Better Things, junto a.... tachannnnnnnnnnn.... BRUCE, su Bruce el grande. No quedan nada mal juntos, es de los duetos que mas me molan, pero el disco se deja escuchar maravillosamente bien, y mola cómo lo ha ido ensamblando. A golpe de estudio de todos los cantantes con los que quiso siempre hacer algo, y quedaba pendiente la historia. Aunque me chirría Bon Jovi, no tengo nada en contra, pero es que la canción elegida, es de mis favoritas también, y me parece un acto vandálico oirla del melenasJovi.
Bueno, Lagart, palante, y que nos vemos para las navidades, no?¿
Nobleza obliga.
BSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

noviembre 30, 2010 12:41 a. m.  
Blogger David dijo...

Menudo diálogo. Vi la película hace años, pero no recuerdo diálogos tan buenos, así que a partir de ahora mismo esta peli queda entre los primeros puestos de mis películas pendientes.

Muchas gracias por la guía. Es clara y promete. Nunca se me había ocurrido premeditar este tipo de conversaciones. A veces las busco, otras las rehuyo y siempre me enfrento a ellas con espontaneidad, supongo que tocando los mismos puntos que tú enumeras, pero con frecuencia dejando demasiados flecos o ambigüedades. Por eso es muy aconsejable tu guía, del que tomo nota mental para las próximas, las pendientes y las que están por venir.

¡Salud!

noviembre 30, 2010 11:43 a. m.  
Blogger panterablanca dijo...

Gran película, sin ninguna duda. Es difícil atreverse a decir, cuando lo que se tiene que decir es claramente doloroso. El problema es que muy a menudo, y perdóname que me ponga escatológica (igual es influencia de tu interesante post anterior ;-)), aquello que debemos decir y no nos atrevemos se comporta como una ventosidad en nuestro intestino. Va dando vueltas y vueltas en nuestro interior, nos remueve las entrañas, produciéndonos hinchazón, incomodidad y variados dolores. Al final, no tenemos más remedio que dejarla salir, porque es eso o reventar. Lo que debemos decir pero es complicado, igual. Más vale decirlo, a menos de que queramos que nos reviente por dentro. Al final, aunque duela, siempre supone una liberación. Gracias por facilitarnos una guía para ponérnoslo más fácil :-)
Vuelvo a pedir disculpas por la escatología.
Besos felinos.

noviembre 30, 2010 9:31 p. m.  
Blogger Marga dijo...

Sí, la peli es excelente, sin duda.

En cuanto a esas conversaciones... uffff. Yo suelo agarrar el toro por los cuernos y a veces soy brusca pero es que por mucho que uno dore la píldora sencillamente algunas son de las que se atragantan y decir sin decir pero queriendo decir... pues eso, un galimatias y no hay fórmulas. A mí me resulta tenerlo claro (para lo que es necesario haberlo meditado y no dejarse llevar), estar relajada y dejar que la conversación fluya con los menos daños posibles... pero a veces ni eso.

Mejor no tener que tenerlas, jajaja.

Besos.

diciembre 01, 2010 8:50 a. m.  
Anonymous sol dijo...

Buena película. El tema de decir las cosas a tiempo y bien pensadas está bien, pero falta la parte del que te escucha, cómo lo escucha y lo que entiende...amigo..

diciembre 01, 2010 12:47 p. m.  
Blogger Luna Roi dijo...

Hay algo de la belleza en la extorsión humana. Quizá porque los momentos límite sacan lo mejor de nosotros mismos...

L.

diciembre 01, 2010 1:14 p. m.  
Blogger Antígona dijo...

Esa conversación de la película es impresionante, doctor Lagarto. Y más aún teniendo en cuenta, como se ve en el youtube, cuál ha sido la reacción real de Gerry cuando le han amenazado con matar a su padre, a diferencia de la gran mentira que a él le dice después. Hacía tiempo que una escena no me conmovía tanto como esa reacción de absoluto pánico, ese quebrarse de un cabo a otro que sufre Gerry frente a sus interrogadores ante la posibilidad de perder a su padre. E impresiona todavía más después de haber leído el diálogo y tener en cuenta la relación tan conflictiva, tan dolorosamente conflictiva que mantiene con él y el modo en que le desgarra sin destruir el amor que le profesa.

En cuanto a las conversaciones difíciles, ay, a mí se me dan fatal. Me cuesta muchísimo sacar a la luz y poner encima de la mesa un conflicto que creo, o estoy segura, que va a hacer daño o a no sentar bien a mi interlocutor. Incluso si lo necesito con urgencia porque el conflicto no me está dejando vivir o me está haciendo daño a mí misma. Lo pienso, lo repienso, imagino mil veces en mi cabeza cómo voy a empezar la conversación, qué palabras voy a utilizar, mientras me angustio y me agoto de tanta angustia. Y cuando por fin me decido a abrir la boca, estoy tan cansada internamente del tema y al tiempo tan ansiosa que me temo que todo hago al revés de como lo había pensado y que encima de tanto rumiarlo soy incapaz de decir nada con naturalidad y acabo dando al asunto más gravedad de la que realmente tiene. En fin, que un desastre.

La guía que usted propone me parece acertada, al menos teóricamente. Y me gusta por su simplicidad, sobre todo en mi caso en que tiendo a embrollarlo todo, tanto lo que llevo dentro como su expresión exterior. Así que igual hago la prueba de utilizarla la próxima vez que me tenga que enfrentar a una conversación difícil. ¡Ya le contaré qué tal el resultado! ;)

Un beso, doctor Lagarto!

diciembre 02, 2010 6:50 p. m.  
Blogger O SuSo dijo...

Película espectacular!!
el diálogo me había retumbado en la cabeza, pero ahora leyéndolo es como una punzada.

Los consejos para un buen diálogo me parecen muy acertados, trataré de recordarlos la próxima vez.
Un saludo.

diciembre 03, 2010 11:37 p. m.  
Blogger Roberto dijo...

en el nombre del padre es descomunal, sus imágenes, su mensajem su rabia sin apenas canalizar...una delicia

puff..esa guía tuya la voy a necesitar pronto. Tomo nota.

un abrazo

diciembre 04, 2010 1:47 p. m.  
Blogger Fiebre dijo...

Voy a repetir y memorizar tus FASES como un mantra.

Porque yo soy de las absurdamente bloqueadas cuando hay un conflicto que piensan ´después de´:
Debería haber dicho necesito...o siento...

Y voy a ver esta película que en su momento se me quedó colgada. Por una serie de motivos personales que no vienen al caso, decidí posponer el verla...y hasta hoy.
Siempre me aportas un punto de vista nuevo a las cosas jomío.

diciembre 05, 2010 12:06 a. m.  
Blogger Egolastra dijo...

Una magnífica guía, pero joder, mira que se me antoja difícil respetar el orden de esas cuatro fases.

Saludos y gracias.

diciembre 05, 2010 11:01 p. m.  
Blogger PSYCOMORO dijo...

Tremenda historia sobre las cloacas de un sistema que se alimenta de sus ciudadanos, haciendo valer la fuerza de quien ya no tiene escrúpulos. Gracias por recuperarla, servirá para que más de uno decidamos volver a verla. Un abrazo, Lagarto.

diciembre 06, 2010 10:09 a. m.  
Blogger Mcartney dijo...

Lizard:
Pues como yo he oído hablar de ella pero aún no la he visto, me la voy a agenciar por ahí.
Gracias por la motivación.

diciembre 07, 2010 10:17 a. m.  
Blogger Juan Antonio H. dijo...

Es difícil seguir las reglas que nos propones, quien se puede acordar a la hora de afrontar una conversación (trascendente)….es cierto que dicen que algunos gestos nos delatan, como el no mirar a los ojos, tocarnos la nariz, sentarte mas bajo que tú interlocutor,(bueno esto por lo visto es una trampa que suelen usar los jefes para sentirte inferior) por lo vistos estos gestos nos restan credibilidad, ¿pero quien controla el subconsciente? Por lo que mi técnica es madurar el tema y una vez que lo tengo claro, y e sopesado, lo que me puede contestar la otra persona, es ir a “saco” esto lo suelo utilizar con mis jefes..y la verdad no me da mal resultado, en cuanto a los hijos aún son pequeños, pero lo que tengo claro es que no le voy a hacer un marcaje como Giusepe a su hijo, (gran película)
Saludos Juan Antonio

diciembre 07, 2010 11:36 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Tesa, no siempre tenemos la misma actitud ante las películas. Cada una tiene su momento. Yo, por ejemplo, tengo encima de la tele una de Vittorio de Sica desde hace muchos años, y ninguna noche es la adecuada hasta ahora. Pero llegará, ya veras. Siempre pasa. Besos!



Merce, claro que no suele traer nada bueno detrás, pero si no se dice suele ser peor lo que venga detrás en la vida. A veces hay que intentar parar ciertas cosas, como buenamente podamos. Besos!

diciembre 07, 2010 8:27 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Soy Ficción, nunca tendremos el control total de las cosas, sobre todo cuando nos relacionamos con otras personas, cuyas circunstancias también cuentan. Sólo fracasa el que no mira a su vida a la cara, y no tienes pinta de ser de ese tipo de personas.

Pero en estas cosas hay que medir su efectividad en términos de coste de oportunidad. Quiero decir, pensar qué hubiera pasado después si no hubiéramos dicho lo que acabamos diciendo.

Besos!

diciembre 07, 2010 8:27 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Joako, El conde Montecristo es una gran historia sobre la rebeldía ante el encierro. Por eso se la regaló el gigante al gamberro hace unas semanas. Y el coro de esclavos es impresionante, ya lo creo. Salud!



Bueno Food&Drugs, Giuseppe puede parecer ridículo a ojos de su hijo rebelde al principio de la película. Pero la historia nos muestra, precisamente, como ha cambiando la apreciación que Gerry tiene por él a partir de su muerte. Es triste que algún familiar tenga que morir para que nos demos cuenta de todo lo que dio, pero pasa demasiadas veces. Pero el proceso de conocernos mejor no para en toda la vida. Siempre avanzamos. Salud!

diciembre 07, 2010 8:27 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Ángel, es normal que nuestras emociones nos traicionen cuando no dejamos (no somos capaces de dejar) que la cabeza actúe también. Siempre dije que hay que pensar con el corazón y sentir con la cabeza. Saludos!


Bueno, Brisuón, supongo que lo que pasa es que todos nos parecemos bastante más de lo que creemos, y que nuestras vidas se enfrentan a los mismos dragones, una y otra vez. Mucha suerte y mucho ánimo y mucho autoanálisis, amigo. Salud!

diciembre 07, 2010 8:27 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Dante, eso es sanísimo para la cabeza. Enhorabuena!


Zorro, la vida nos enseña a ser más indulgentes y a entender mejor las circunstancias de los demás, sobre todo cuando alcanzamos la edad que tan poco entendíamos cuando éramos adolescentes, y empezamos a ver algunas cosas de la vida como nunca pensamos que las veríamos. Salud!

diciembre 07, 2010 8:28 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

K, tienes toda la razón. La ficción, a veces, es mucho más real que la propia realidad. A mí me interesa más la historia paralela de la relación con su padre que el propio proceso penal en esta película. No es real, de acuerdo, pero es mucho más real para mi vida y me aporta mucha más experiencia vital.

No te voy a decir cómo afrontar esos momentos, sólo faltaba. Pero sí creo que, cuando podemos verlo fríamente (si es que queremos), podemos darnos cuenta de que si queremos que el mensaje llegue de verdad, tenemos que tener en cuenta la asertividad del mensaje.

Me alegro de que coincidamos en ver aquí una gran película en todos los sentidos.

Besos!

diciembre 07, 2010 8:28 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Raquel, supongo que todo lo que nos pasa nos pasa a la vez en el cerebro y en las emociones. Y no es bueno que sea sólo uno de los dos quien dirija la conversación, y las emociones tienen tendencia a imponerse. Supongo que es cuestión de escuchar a todos nuestros Yos antes de empezar. Un saludo!



Miss Burton, a ver si me cuentas un día de estos, antes del 1 del 1. He escuchado esa versión, sí. Para mí son dos genios ambos, así que me ha encantado poder escucharles. Besos!

diciembre 07, 2010 8:28 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Arturo, seguro que la disfrutarás. Hasta la música es buenísima (impresionante arranque de la peli con Jimi Hendrix). Suerte con esas conversaciones y Salud!



Pantera, tienes razón. Hacer daño nos inmoviliza y nos quema las entrañas. Pero no hay paz hasta no sacarlo. Como las ventosidades, sí :) Besos saurios!

diciembre 07, 2010 8:28 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Marga, la sinceridad es un valor siempre y cuando no se convierta en un “sincericidio”, eh. Supongo que la técnica consiste sólo en poner orden dentro de nosotros mismos y discriminar lo que son emociones y lo que son hechos y lo que son necesidades. Ese ejercicio simple ayudará al Otro a situarse mejor en la escena y que quede poco por rebatir. Besos!



Sol, precisamente porque siempre nos falta esa parte receptiva es por lo que tenemos que ordenar bien la información, y no liarle y no darle pie a bucles y circunloquios a los que agarrarse. No es que vayamos a conseguir siempre lo que queramos, que eso es imposible. Pero al menos quedará todo más claro.

diciembre 07, 2010 8:28 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Bellaluna, no sé si son los mejores momentos nuestros los que aparecen en el límite, pero sí son aquellos en los que nos mostramos más desnudos, con menos asideros. Son los más valientes, por tanto, sin duda. Besos!


Paco, que me ruborizas :) Salud!

diciembre 07, 2010 8:29 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Efectivamente, doctora Antígona, la escena en la que Gerry es torturado explica que es mentira mucho de lo que dice a su padre en la celda. Y esta contradicción explica mucho mejor la verdadera relación que Gerry tiene consigo mismo respecto a su padre. La escena es conmovedora como lo es (para mí) casi toda la filmografía de Jim Sheridan, un director obsesionado con el dolor de su país, el Ulster, y con las consecuencias del mismo en las personas. Porque la única política real es la que baja hasta las propias personas. Algo así.

No sé si la guía será de ayuda, doctora Antígona, porque no podemos evitar ser como somos. Pero al menos es importante saber que la información que se quiere dar debe pasar por muchos filtros hasta llegar al Otro, quien tiene además sus propias circunstancias que también influyen en el discurso. Por eso la sencillez a la hora de expresar emociones y necesidades, cuando parten de un hecho contrastable por ambas partes, suele ayudar a llegar a buen puerto. Espero que no tenga que practicar mucho.

Besos, doctora Antígona!

diciembre 07, 2010 8:29 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

O Suso, es un gran diálogo, y un momento de clímax en la película que nos lleva a otro Gerry y a otro Giuseppe. Las buenas películas son las que nos mueven por dentro. Suerte con tus conversaciones difíciles pendientes. Salud!



Roberto, una gran película, desde luego. Espero que la guía sirva, o al menos no empeore nada :) Salud!

diciembre 07, 2010 8:29 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Fiebre, es normal que las emociones venzan al cerebro, nos pasa muchas veces a todos. Pero si queremos conseguir algo, siempre es bueno dejar que la cabeza participe un poco. Espero que disfrutes de la peli. Besos!



Egolastra, el orden es muy importante. Si conseguimos empezar por un hecho cierto a lo que recibimos un “sí” como respuesta, tenemos la mitad ganada. No lo dudes. Salud!

diciembre 07, 2010 8:29 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Psycomoro, la película no pasa de moda. Realmente, las tendencias fascistas a resolver problemas políticos siempre están ahí. Al fin y al cabo, la seguridad ciudadana es sólo una estadística (manipulable) para la autoridad política, como nos dice The Wire. Un abrazo!



Mcartney, espero que la disfrutes. Es una película muy grande, con más subtexto del que parece en un primer momento. Y todo un homenaje a los setenta, también. Con música de Hendrix, Kinks, Stones... Salud!

diciembre 07, 2010 8:30 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Uno de los Dos, la comunicación no verbal funciona como un reloj. Conocer sus pautas nos da muchas ventajas, no sólo para saber qué hay detrás de la persona con la que estamos sino también para comunicar inconscientemente un montón de cosas. Con los hijos todo es difícil, y siempre es la primera vez, no tenemos experiencia ni formación.

Mucho ánimo y salud!

diciembre 07, 2010 8:30 p. m.  
Blogger Gemmayla dijo...

Me apunto tus pautas. Son ideales. En especial la última fase, la que pide de nosotros objetivos realistas y a corto plazo.

Con mi padre tuve la relación más difícil que imaginarse uno pueda y las palabras que esperé escuchar de él toda mi vida, me las dijo en su lecho de muerte. Un hospital viene a ser peor que una cárcel: no hay escapatoría posible cuando sabes que te queda poco tiempo y que conviene enmendar el daño que hiciste. Siempre recomiendo a mis amistades que a los hijos hay que felicitarles cuando su actitud hace de ellos mejores personas y hay que recriminarles cuando sucede lo contrario. Urge equilibrar la balanza para darles las mejores herramientas en la vida para que se conviertan en seres lo más felices y equilibrados posibles. Aquellos padres y madres que sólo exigen y recriminan y machacan constantemente están fabricando seres neuróticos y muy infelices. Esta película es soberbia y la debieran ver no sólo padres y madres, sino también aquellas personas cuyas decisiones afectan a los demás.

Fantástico post, NoS. Muy feliz puente !!!

diciembre 07, 2010 9:51 p. m.  
Blogger Miss.Burton dijo...

Ok, antes del 1 del 1. Bueno, yo se que al menos por navidad, caerá cena de esas de vernos las caras, y contarnos la vida...
Dos genios ambos, por cierto, la próxima vez que venga Bruce, QUIERO IR A VERLE, así que avísame, porque nunca le vi en direto, y tengo muchas ganas. A ver si se deja caer por Madrid...
Un besazo, ya nos vemos en los bares, pero ya¡

diciembre 08, 2010 11:49 p. m.  
Blogger Rafael C. dijo...

Interesante tema el que nos acercas, al fin de cuentas estamos hablando de incomunicación, por falta de atrevimiento, por creer que podemos dañar, etc.
No se si tu guía nos será útil llegado el momento o hace falta más entrenamiento, pero... ¿esto se entrena?, creo que no, siempre se juega un partido oficial y nos trae consecuencias... la comunicación se practica, se ejerce, sino, nos podremos ver por ejemplo, como lo que ocurre en el vídeo, es unilateral, es tortura, es obligación.
Así que todos a decirnos, porque podemos, lo que debemos.
Saludos

diciembre 09, 2010 11:05 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Gemmayla, las relaciones con el padre siempre son difíciles, ya lo explicaba Freud hace muchos años. No te sientas distinta a mí, a casi todos los demás. Por eso nuestra primera misión como padres es analizar bien nuestra experiencia como hijos. Besos!



Miss Burton, tengo la agenda muy apretada, y también compromisos familiares. Pero lo intentaremos, sí. Por cierto, en esta película de El nombre del Padre, sale también cantando tu admirado Ray Davis. No se puede hablar del Londres de los setenta sin hablar de él. Besos!

diciembre 11, 2010 11:52 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Rafa, sentir la incomunicación es siempre una tragedia. Porque como seres humanos no podemos dejar de comunicar nunca, hagamos lo que hagamos. El silencio, incluso, es tremendamente comunicativo. Y tiene sus técnicas, claro que sí.

Salud!

diciembre 11, 2010 11:53 a. m.  
Blogger ana dijo...

Afrontar ese nudo que es una conversación difícil es un muro; un imposible. Puedes medir las palabras, el tono, la armonía con la que simplemente quieres contar tu nudo, pero no puedes controlar la comprensión ni el entendimiento del otro. A veces incluso siquiera somos capaces de transmitirlo verazmente, sin interferencias.

Y las consecuencias nunca las puedes intuir. Quizá esto es lo que más miedo da: herir rotundamente al otro, su reacción.

Complicado asunto.

Un abrazo Lagarto.

diciembre 15, 2010 11:52 a. m.  

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