Ruedas de molino salpimentadas
En los molinos de viento manchegos, las aspas mueven una rueda que, mediante otro engranaje, trasmite el movimiento del eje de las aspas a un eje vertical, que mueve la volandera. Estas ruedas de molino solían estar hechas de piedra maciza y medir en torno a uno metro de diámetro y unos cuarenta centímetros de espesor.
La introducción por vía oral de estos artilugios es harto complicada, pues. Pero para los políticos y para los grupos de poder no hay nada imposible.
Este fin de semana en Madrid teníamos dos manifestaciones, dos.
En la primera y más multitudinaria, con el objeto de reunir a las víctimas del terrorismo para hacer oír su voz ante el proceso de paz con ETA, el que era ministro de Interior durante el atentado terrorista más terrible jamás sufrido en esta ciudad –y que nada tenía que ver con ETA según el sumario- exigía saber qué ocurrió aquel día. Cerca de él, un asesino convicto como Ynestrillas avanzaba gritando “¡Zapatero terrorista!”
En la segunda, con el objeto de sensibilizar a la sociedad acerca de que en pleno siglo XXI aún contamos 62 mujeres muertas en crímenes pasionales, unas manifestantes portaban carteles contra marcas comerciales por “publicidad sexista” y otras pedían limitaciones a la Custodia Compartida.
Ambas manifestaciones me parecen muy legítimas en origen. Pero no es una novedad que las masas se rebelan contra la inteligencia y dan rienda suelta a toda su flatulencia demagógica, interesada y espuria. Un espectáculo dantesco. Y macabro.
Un libro sobre las ruedas de molino: La hoguera de las vanidades, de Tom Wolf
Una película sobre las ruedas de molino: Cortina de humo, de Barry Levinson
Una canción sobre las ruedas de molino: An other brick in the wall, de Pink Floyd
La introducción por vía oral de estos artilugios es harto complicada, pues. Pero para los políticos y para los grupos de poder no hay nada imposible.
Este fin de semana en Madrid teníamos dos manifestaciones, dos.
En la primera y más multitudinaria, con el objeto de reunir a las víctimas del terrorismo para hacer oír su voz ante el proceso de paz con ETA, el que era ministro de Interior durante el atentado terrorista más terrible jamás sufrido en esta ciudad –y que nada tenía que ver con ETA según el sumario- exigía saber qué ocurrió aquel día. Cerca de él, un asesino convicto como Ynestrillas avanzaba gritando “¡Zapatero terrorista!”
En la segunda, con el objeto de sensibilizar a la sociedad acerca de que en pleno siglo XXI aún contamos 62 mujeres muertas en crímenes pasionales, unas manifestantes portaban carteles contra marcas comerciales por “publicidad sexista” y otras pedían limitaciones a la Custodia Compartida.
Ambas manifestaciones me parecen muy legítimas en origen. Pero no es una novedad que las masas se rebelan contra la inteligencia y dan rienda suelta a toda su flatulencia demagógica, interesada y espuria. Un espectáculo dantesco. Y macabro.
Un libro sobre las ruedas de molino: La hoguera de las vanidades, de Tom Wolf
Una película sobre las ruedas de molino: Cortina de humo, de Barry Levinson
Una canción sobre las ruedas de molino: An other brick in the wall, de Pink Floyd
4 Comments:
Sí, he dicho “crímenes pasionales” y no “violencia de género”. Espero que no sea un delito de “violencia de género” llamar “crímenes pasionales” a los “crímenes pasionales” y no “violencia de género”
La verdad es que me he quedado preocupado, oye ¿lo dejo o lo quito?
De momento contra las opiniones se puede despotricar (y si te leyera mucha gente, tendrías a mucha gente despotricando), pero no tomar otras medidas.
Déjalo tal cual.
Yo lo suelo llamar "violencia doméstica", por aquello de que es la que se produce en casa o con gente con la que se convive o se ha convivido. No sé yo hasta qué punto la "pasión" es fundamental en esos casos. Aunque si con "pasión" te refieres al amor, valdría, porque se produce entre gente que se ha amado o ha creído amarse. También se podrían llamar "crímenes amorosos" o "crímenes desamorados".
Supongo que al fin y al cabo las palabras son palabras.
Se hacen manifestaciones para protestar en nombre de las señoras asesinadas por sus maridos, amantes, novios, ex maridos, ex amantes, ex novios, entre otras cosas porque no hay estadísticas (públicas) de hombres que hayan muerto asesinados por sus esposas, amantes, novias, ex esposas, ex amantes o ex novias.
En cualquier caso, creo que ése es el quid de la cuestión: por qué no lo sabemos.
A estas alturas deberías saber que lo que no sale en la tele no ocurre.
A tu edad.
A la gente le gusta manifestarse. Deberías leer algo más sobre la tontería humana en John Irving. Te recomiendo El mundo según Garp.
Y tiene razón tu comentarista semi-anónimo (o anónimo), g... si tuvieras muchos lectores habría muchas opiniones por aquí, no todas amables ni releídas. ¿Ése es el camino que quieres seguir? Es una pregunta retórica, más encaminada a que te la hagas a ti mismo...
Salud, lagarto.
mmm... tengo un amigo en León, que escribe novelas, que asegura que las estadísticas de violencia “esposa contra esposo” están falseadas porque las setas venenosas no dejan claras huellas de la intencionalidad de la cosa :)
Lo dejaremos, sí. pero espero no convertir una opinión así en un foco de polémicas que realmente no me interesa provocar aquí. En cualquier caso es un alivio haber eludido a la “justicia” en este pequeño espacio
G., ¡eres un puntazo!
Tomo nota de John Irving. Algún día lo recomendaremos también por aquí.
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