viernes, septiembre 28, 2007

El peligro del psicoanálisis

Dos hombres fornidos y sudorosos tratan de subir el nuevo diván del doctor Lagarto hasta el noveno piso del edificio de apartamentos donde se ubica su afamada consulta de psicoterapia. Se dice, se rumorea, que allí en el gabinete del Profesor Lagarto se han lavado y perfumado las psiques más chic de la alta sociedad; la creme de la creme de los subconscientes, los yo, y los superyó, y los ello más influyentes de todo el país.

El peso de este diván -último modelo Viena 3000, rematado en cuero y cosido a mano en Buenos Aires- es más que notable. Pero lo que realmente hace épica la ascensión hasta el despacho del eminente psicoterapeuta es el volumen del artefacto, digno de los ciento cincuenta euros que paga cada yo-consciente a su inconsciente por una sesión con el doctor Lagarto.

Alí y Mihai suben, escalón tras escalón, el mullido báculo para la autoestima; dos metros diez de largo y noventa centímetros de ancho, ahí es nada. Estas dimensiones hacen imposible el giro de ciento ochenta grados que deben dar los porteadores para afrontar cada nuevo tramo de escalera. Subirlo es una batalla homérica para los músculos y las glándulas sudoríparas. El doctor Lagarto espera, inquieto, al final de la escalera.

- Agárralo bien, Alí.¡Que se me viene encima otra vez el trasto éste!

De pronto, el porteador Mihai resbala en su propio sudor, que ya impregna el suelo del pequeño descansillo del entresuelo del sexto piso, donde se encuentra encajado el psico-mueble, sin poderlo hacer avanzar o retroceder desde hace sus buenos diez minutos. Tropieza entonces su espinilla con el acero cromado de una de las patas que sostienen el diván. El pobre Mihai suelta una maldición que no por rumana deja de ser perfectamente comprensible para Alí (cuatro escalones más arriba y oculto por la cabecera del freudiano armatoste) a quien no le cabe en ese momento duda alguna de que “¡tarfa!, ¡tarfa!” debe ser un vocablo rumano, bastante vulgar, que hace referencia a la sexualidad o genitalidad de la madre de alguien.

- Por dios, Alí ¡Trata de levantarlo! ¡Trata de levantarlo!

El doctor Lagarto, asomando la cabeza por el hueco de la escalera, mira abajo y hace gestos de premura a los porteadores moviendo ambas manos con celeridad, tamborileando con el índice de su mano derecha la esfera del reloj que lleva en la izquierda.

En ese preciso momento, el pobre Mihai es golpeado en su rumana pierna (su tarfa pierna, le dice su coloquial subconsciente) por una de las elegantes psico-patas traseras. El tríptico de las instrucciones -con forma de pene- que cuelga de la cabecera del monstruo en ascensión comienza a oscilar de un lado a otro, provocando unas inquietantes cosquillas en la axila izquierda de Alí, quien, arrebatado por el súbito picorcillo, suelta en un acto reflejo la mole psicoanalítica, dejando que la gravedad imponga todo su poderío sobre la estructura, que, con un ruido ensordecedor, cae sobre el pobre Mihai; sobre su yo, sobre su ello, sobre su superyó y sobre la “tarfa” que lo parió, provocándole la muerte instantánea por aplastamiento.

En vano, El doctor Lagarto intentó revivirlo mediante hipnosis, tratando de liberar a su subconsciente de un trauma infantil no superado en su fase oral.




Hacía mucho que no colgaba aquí un relato corto y quería hacerlo hoy, aprovechando el premio Imaginatio que la inquietante Sonámbula ha concedido a esta página. Se lo agradezco enormemente, a ella y a Billy Wilder.

Siguiendo las normas , voy a traspasar el galardón a dos blogs que se merecen un buen premio por su imaginación:

Para un clásico, el de Tamaruca

Y para un novato, el del enciclopedista invisible





Una película para el difunto Mihai: Recuerda, de Alfred Hitchcock

Un libro para el difunto Mihai: La misteriosa llama de la reina Loana, de Umberto Eco

Una canción para el difunto Mihai: This weight, de Van Morrison

30 Comments:

Anonymous Anónimo dijo...

Pues debería colgarlos más a menudo...los relatos, me refiero,...no a los pacientes.
Muy bueno. Enhorabuena.

Gracias por la mención. Es todo un honor, viniendo de ud. No tengo ni idea de lo que tengo que hacer ahora, pero ya se me ocurrirá.

Saludos a ud y a Bruce.
(voy a llorar un rato al baño de emoción)

septiembre 28, 2007 9:05 p. m.  
Blogger Arcángel Mirón dijo...

Yo pensaba que el peligro del psicoanálisis radicaba en su capacidad para hacernos ver cosas que en el fondo no queremos ver.

Así que era más práctica la cosa.

septiembre 28, 2007 9:12 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Sí, Lagarto, sí. Quizá los carneros sólo tengan medio cuerpo, sí. Pero sólo los negros, eh, sólo los negros. :-).

Voy a darle la vuelta a este medio relato que has escrito, me ha parecido irónico, pero sin verle la parte oculta de atrás no puedo opinar. Parece negro, pero tal vez sea blanco. No sé. :)

Saludos.

septiembre 28, 2007 9:37 p. m.  
Blogger Sintagma in Blue dijo...

1
2
3
¡despierta!

septiembre 29, 2007 10:41 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Enciclopedista, tómeselo con naturalidad y busque la respuesta con calma. Que no hay prisa. Le daré saludos a Bruce de su parte, claro que sí ;)

Tienes razón, Arcángel. Además, siendo tú de Buenos Aires, ¿cómo te voy a discutir nada sobre psicoanálisis? ;) Yo creo que el peligro reside, directamente, en aflorar preconscientes y subconscientes a planos conscientes que se rige por otras normas. Es peligroso, en esencia y por definición.

Feldespato, fíjate bien, sí. Ya me contarás si lo mío es fase anal, oral o edípica. En cualquier caso, si hay algo que no te guste podrá disculparlo: La edad, ya sabes :) saludos.

Sintagma, si algún día quieres hipnotizarme, utiliza música de Gyorgy Ligeti. Qué trances! Ahora ya estoy despierto... o eso creo

septiembre 29, 2007 11:41 a. m.  
Blogger Tamaruca dijo...

Acabas de regalarme una sonrisa enorme para todo el fin de semana (prometo que no es por el pisco-pateo que logró que soltara una carcajada, ni por las maldiciones en rumano; qué mal, me hacen demasiada gracia las escenas agresivas, tengo que dejar de ver Tarantino, me afecta); anotado "relato" en mi libreta con forma de vagina para asuntos pendientes. Y encantada, también llevo días con ganas de escribir una historieta, mil gracias :)))

septiembre 29, 2007 12:11 p. m.  
Blogger e-catarsis dijo...

Vaya vaya, había leído por ahí que el psicoanálisis estaba muerto y mira tú por donde quien es el responsable...
:P
Freud ¿tú no dices nada?, anda no seas tímido que un "yo" así uno no se lo encuentra todos los días
;))
:P
:)
:D
... :O

septiembre 29, 2007 4:29 p. m.  
Blogger Antígona dijo...

En primer lugar, Dr. Lagarto, ¡¡¡felicidades por su premio!!!

En segundo lugar, ¿no cree Ud. que siendo un psicoanalista ejemplar debería haber analizado a los porteadores antes de encargarles tamaña hazaña, en busca de yoes frágiles, ellos infantilizados y superyoes poco autoritarios? Parece claro que Alí tenía alguna especie de querencia o relación perversa con el falo que, de haberse sabido, tal vez se hubieran podido evitar males mayores.

Y en tercer lugar, estoy preocupada, Dr. Lagarto, últimamente sueño de forma recurrente que entro en una casa que no es la mía con una llave de color rojo y luego cuando me levanto me duele una costilla. ¿Es grave? ¿Signos de cleptomanía? ¿Sentimientos de culpa? ¿Debería acudir a su consulta? :P

¡Un beso!

septiembre 29, 2007 6:41 p. m.  
Blogger Lula Fortune dijo...

Ahora lo entiendo. Cuando estuve en Viena fui a la casa e Freud y además de estar vacía (sólo conservaban los muebles de la sala de espera original) no vi el dichoso divan por ningún lado...se lo había llevado el Lagarto usurpador!!!!!!!
Besos psíquicos y enhorabuenas reales;)

septiembre 29, 2007 6:55 p. m.  
Blogger Madame Vaudeville (Chus Álvarez) dijo...

Buen relato, sí señor. Espero ansiosa más hipnotizadoras historias de su autoría y, agradecida, me voy a visitar esos dos blogs recomendados.
Un saludo para su alter ego, el doctor Lagarto, y besos para usted, lagarto en mi laberíntico subconsciente.

septiembre 29, 2007 8:08 p. m.  
Blogger Isabel chiara dijo...

Bueno lagarto, eso del tríptico de las instrucciones con forma de pene me inquieta, podrías dibujarlo? algo así como las etiquetitas de las muñecas con forma de bebé, o de osito? Y encima el folletito es el máximo responsable de la muerte de Mihai..., ésto merece una sesión bestia con el que diseñó el divancito de los cojones.

Un saludo.

septiembre 29, 2007 8:35 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Tamaruca, ¿te hacen mucha gracia las escenas agresivas? Oh, deberías pasar por la consulta del Doctor Lagarto entonces; la violencia es algo muy primario y ese voyeurismo tarantiniano tiene explicaciones freudianas seguro. Además, estarás muy sexy sobre el diván :P

e-catarsis, el psicoanálisis ha evolucionado mucho y ya no es lo que era. Pero aún quedan puristas, como el doctor Lagarto. Trae a tu subsconsciente cuando quieras ¡tenemos un diván estupendo! ;)

Antígona, cuánto conocimiento psicoanalítico! Tendría usted que trabajar en mi gabinete. Queda nombrada doctora Antígona; pasaremos consulta juntos. En cuanto a la llave y la cerradura, todo el mundo sabe que es un claro símbolo fálico en plena penetración ¡¡en que estará usted pensando todo el día, doctora Antígona, para que la llave quede roja!! :P Venga a mi consulta cuanto antes; ¡la espero! Un beso

Lula, es un diván estupendo. Podemos incluso saltar sobre él, como los niños, y parapetarnos en las guerras de almohadas entre pacientes. Besos conscientes y gracias.

Espero que le gusten estos dos blogs, Madame, seguiremos la pista al Doctor, sí. escribiré más, me parece un buen personaje. Le he pasado sus besos subconscientes a mi propio subconsciente, a ver si se entienden entre ellos.

Bueno, Isabel, ya sabes que la publicidad y el diseño se basan mucho en estas cosas. En cuanto a la forma concreta, se trata de un cartón plastificado, malva, alargado, de forma fálica, de unos treinta centímetros de largo. Ay, estos publicistas... :) Un saludo.

septiembre 29, 2007 9:10 p. m.  
Blogger MK dijo...

Espero ansiosa siguiente capítulo.
Que tal si en él el doctor Lagarto ha evolucionado hacia las tesis de Wilhem Reich y se ha dirigido a unos grandes almacenes a comprar un Acumulador de Energia Orgónica?

septiembre 30, 2007 11:28 a. m.  
Blogger MALEFICABOVARI dijo...

Bueno, bueno, buenoooooooooooooooo¡¡¡¡¡ El Lagarto disfrazado de Freud y yo gastándome la pasta en una psicoanalista que no suelta prenda, y que encima me cae gorda....
Creo que el diván no te hace falta, que tu con tus dones naturales eres capaz de engañar a cualquier incauta, decirla que el diván es la cama, y recurrir a la hipnosis si la paciente supera el 1.55, no es incómoda de ver, y encima tiene su aquel.... No se, Lagarto, no te veo yo de psiconalista, eres tu mas de verdad, mas buena persona, coño, menos farfullero, cero farfullero. Pero que si cobras barato, sabes que Maléfica se sienta, digo se sienta, y no se tumba, a tu vera, y te cuenta las mil y una noches, en versión extralarga, y con la guitarra incluida en la sesión... piénsatelo, quizás podría salir algo curioso de ese intercambio de mentes curiosas....
Vaaaaaaaaaaaaa, si tu eres psicoanalista, yo soy monje tibetano... amosandaaaaaaaaaaa¡¡¡¡
Entretenido relato, descripciones muy limpias, y ritmo interesante. No esperaba menos¡
Un besazo, enciclopedialasciva¡

septiembre 30, 2007 1:51 p. m.  
Blogger MALEFICABOVARI dijo...

JODER, FELICIDADES POR EL PREMIO, FELICIDADESSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS¡¡¡¡ Ale, a la estantería con los demás....

septiembre 30, 2007 1:52 p. m.  
Blogger Tamaruca dijo...

Ya está ;-)

septiembre 30, 2007 8:42 p. m.  
Blogger Soy ficción dijo...

Es verdad, deberia ver más relatos por aqui, me gusto el primero que lei :)

septiembre 30, 2007 11:11 p. m.  
Blogger Simplemente Olimpia. dijo...

No sé por qué no me reí al leerlo, o si lo sé. El caso es que no me pareció un "relato", sino más bien la catarsis de esos "yos".
Dá lo mismo, es lo que tiene la lectura sesgada, que nunca permite el desnudo absoluto, por eso las fobias literarias son lo que son.

Supongo que mereces mi enhorabuena-aunque no creo en los premios, seguro que "algo" mereciste.

Olimpia.

PD; sigo leyendo-te.

septiembre 30, 2007 11:37 p. m.  
Blogger el santo job dijo...

es que los psicologos matan!!
a mi me paso con una femina de esas especie
saludos!

octubre 01, 2007 10:31 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Felicidades por un premio tan acorde con su imaginativa escritura, y más aun si gracias a el podemos disfrutar de relatos como este. ¡Le veo camino de convertirse en el Joyce hispano intérprete y deudor del psicoanálisis en la literatura! Las recomendaciones, inmejorables como siempre, un beso.

octubre 01, 2007 10:45 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Mk, no sabía que te interesaran tanto esas tesis de Reich que decían que el estado psíquico de una persona se expresaba en su calidad orgásmica. ¿Qué tal son los tuyos, para empezar? :P

Bueno, male, nos olvidamos del diván. A veces también es bueno un poco de variedad; hacerlo sobre la alfombra, o en la cocina, … me refiero a la terapia, eh! Malpensada! Contigo tengo pendiente utilizar los métodos de Bruno Bettelheim, así que ve pensando cuál es tu cuento de hadas ;) besos lascivos

Tamaruca, lo que me he reído leyéndote. Genial. Ahora pasaré otra vez a signar, femme fatale ;)

Nausicaa, hacía tiempo que no colgaba ninguno, pero tampoco es el primero; hay varios por ahí detrás. Gracias

Bueno, Olimpia, hay poco Yo en ese relato, creo. Más bien abundan preconscientes e inconscientes colectivos. Sólo pretendía hacer una broma; no hay nada personal en ninguno de los personajes.

Santo Job; las psicólogas también lloran, que diría aquél. Saludos.

Bueno, Ladydark, me identificaría más con Dostoievski en temas freudianos, antes que con Joyce. Eso sí, en temas cerveceros (mucho más importantes, para qué nos vamos a engañar) prefiero al irlandés ;) un beso!

octubre 01, 2007 11:39 a. m.  
Blogger Margot dijo...

Profesor Lagarto, debería usted agasajarnos más a menudo con sus relatos... proclamo!

Y una vez hecha esta puntualización ganas me dan de pasar a contarle el glosario de mis neuras pero es lunes y casi mejor sería una de electroshocks a pelo y sin diván.

Le envío un peluche de Freud y por Seur. La cocaína que ingería el inclíto señor va dentro del mismo.

Un saludo y no olvide psicoanalizarse y mineralizarse!!

octubre 01, 2007 12:08 p. m.  
Blogger Unknown dijo...

Un relato estupendo y la mar de terrenal, que es una cualidad a la que soy muy afecta. Tremenda hueva me dan los embarullados análisis de los conscientes, inconscientes y demás sacacuartos, pozos sin fondo adictivos. No digo yo que no sean útiles, líbreme Dios, pero donde esté una copa de vino en compañia de un amigo escuchador, que se quiten los psiquiatras (en mi caso, claro). Eso sí, el hígado en ocasiones se resiente.

Su galardón está bien merecido, señor. Que sea el comienzo de muchos más.

Besos de diván con otras aplicaciones más ludicas...

octubre 01, 2007 8:38 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

a mi los divanes siempre me dieron mucho morbo

octubre 01, 2007 9:03 p. m.  
Blogger Churra dijo...

Doctor lagarto ¿y donde sienta tumba ahora a sus pacientes ? Por que yo estaba por pedir hora .
Estupendo relato .
Besos

octubre 02, 2007 5:06 p. m.  
Blogger Sibyla dijo...

Creo que ud. no necesita ningún diván
para el phsicoanálisis.
Con un simple vistazo sabe como se las gasta cada uno/a.
Felices sueños Froidianos.

octubre 02, 2007 5:42 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Margot, yo le agasajo a usted con lo que quiera. No gasto cocaína, pero si quiere incluir alguna cerveza dentro del peluche, se lo agradecería. Que pronto será la hora. Un saludo.

Tribeca, supongo que todo tiene su utilidad. Como análisis teórico, me parecen muy interesantes algunas teorías freudianas. Me encanta eso de mezclar el ello, el yo y el super yo; así puedo ser de tres equipos distintos a la vez :P Besos, desde el diván ;)

Sofía, entonces, cuando venga a pasar consulta, póngase lencería cara :P

Churra, en casa todo es de Ikea, soy un psicoterapeuta sin complejos ;)

Sibyla, no sé, quizás… me gusta observar a la gente, eso sí. Pero con tu avatar es muy difícil lo del vistazo ¡que no puede estarse quieto! :P

octubre 02, 2007 6:46 p. m.  
Blogger MK dijo...

Yo bastante bien ,gracias. Contenta con lo que la madre naturaleza me ofrece.Incluso gratamente sorprendida a veces.
Y en casos no bien resueltos siempre uno puede recurrir a las risas.
Y como cinéfila empedernida , dispuesta a recrearle esa feliz escena de "Cuando Harry , encontró a Sally" en cualquier resturante.

octubre 02, 2007 8:34 p. m.  
Blogger Ana dijo...

Yo lo que veo aquí es un poco de esquizofrenia.

Cómo puede ser que todos los personajes se llamen igual? Personalidad múltiple o una saga enoooorme?

Prefiero un análisis de sangre, oiga. Por si las flies, que está la cosita mu mala.

Cuídese y espero que sus porteadores tuvieran todos los papeles en regla... ya sabe cómo se las gastan ahora con los accidentes laborales...

Beso :)

octubre 02, 2007 11:28 p. m.  
Blogger Durrell dijo...

mmmm... de qué me suena a mi este diván? aunque juraría que el profesor tenía otro apellido...

Buen relato, estimado Lagarto, el tono del relato no parecía predecir ese final :)

octubre 03, 2007 12:28 a. m.  

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