lunes, diciembre 17, 2007

El visigodo




Las chicas dicen que él es guapo. No lo sé; yo creo que tiene cara de subnormal, que esa expresión que tanto les gusta a ellas es un claro rasgo mongoloide. Pero son cosas mías, siempre son cosas mías. Alto sí es, eso sí. Más que yo, mucho más que yo. En cualquier caso, sus padres deben estar forrados: es el único chico del colegio que siempre tiene ropa nueva, botas enormes con las que se podría dormir de pie, ¡y además esquía!

Me pone de los nervios cómo se mueve, cómo sonríe. Con esa estudiada seguridad de espejo y ... ¡esos calzoncillos de cuadros que siempre tiene que enseñar por encima del pantalón! Ellas dicen que tiene unos ojos bonitos y seductores. ¿Pero por qué les parece atractiva una mirada perdida, de cerebro vacío, de ausencia de preguntas, de eterno vuelo de mosca?

Borja es mi mayor enemigo. Un enemigo imposible. Mide el doble que yo, está dos cursos por encima, juega en el equipo de baloncesto, suspende todas las asignaturas y todas las chicas ríen como tontas, excitadas, cuando le ven.

Las otras niñas me dan igual. Pero cuando me he enterado esta mañana que ayer salió con Carolina... me faltaba el aire. He notado un frío extraño en el estómago, un hormigueo en las orejas y un temblor en el pecho. En los libros de texto dibujan el corazón un poco a la izquierda, pero a mi me dolía todo el tórax ¿es posible que lo tenga tan grande? ¿es mentira, entonces, lo que dicen los poetas? Lo que está claro es que Carolina ya no es Carolina.

Creí que ella era diferente, que le interesaban otras cosas, que nunca se fijaría en esa especie de visigodo albino y con cara de bobo como Borja.

Que te escriba él poesías, desalmada Carol; que yo no puedo ya hacerlo, con tantos dolores nuevos en esta absurda lección de anatomía.

¿Y ahora que hago? Pues nada, sonreiré igual que siempre. Le dejaré los apuntes, como siempre. Jamás sabrá, la muy zorra, mi dulce amada, las horas que dedico por las tardes a pasar a limpio esos apuntes para ella.

Espero que al menos quede con él un poco más tarde, y yo pueda seguir haciéndome el encontradizo con ella, hija de puta, mi corazón, a la salida de sus clases de ballet a las seis y media.





Yo te quiero, te quiero

Y esos hombres que tú admiras
que parecen visigodos
mucho músculo, poco cerebro
y luego lloran como todos

Me dices que tú me dejas por un albino
me dices que tú recorres tu camino
me dices que yo me busque mi destino
y yo me dedico sólo al vino

Yo te quiero, te quiero

---


Una canción para Carolina: Yo te quiero, de Siniestro Total

Una película para Carolina: Beautiful girls

Un libro para Carolina: Hoy, Júpiter, de Luis Landero

32 Comments:

Blogger rubén dijo...

Como diría FFG: ¡A la mieeeeeerda Carolina!

Beautiful girls, o la excepción que confirma la regla (de la basura de cine que se hace en EEUU).

diciembre 17, 2007 7:53 a. m.  
Blogger Mityu dijo...

Un motivo más para alegrarse de no estar aún en el colegio, es decir, en esa apariencia que durante un tiempo toca pasar.
Otras Carolinas andan siempre por ahí, atontadas con albinos y mal amadas por resentidos que insultan y piropean a la vez.

Espero que tú seas mero espectador en esta historia, nosurrender... :P

Un saludo

diciembre 17, 2007 9:11 a. m.  
Blogger Sintagma in Blue dijo...

Qué malas son las mujeres!

:-)

diciembre 17, 2007 11:15 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Claro, Rubén. Pero la adolescencia es un periodo de aprendizaje e inexperiencia, con un revuelto de hormonas que supera todos los límites tolerables. Con el tiempo, el niño de esta historia aprenderá a amar las mujeres que merecen ser amadas, ya verás.

No, Mityu, la historia no tiene nada que ver conmigo. Pero sí recuerdo que durante aquellos años imposibles no lograba entender qué veían las chicas en esos visigodos que normalmente siempre eran los más torpes de la clase. Ay, es que las mujeres no entendéis nada de hombres! :P

Sintagma, las malas son más sexys ¿O quizás porque son sexys son malas?

diciembre 17, 2007 11:59 a. m.  
Blogger Arcángel Mirón dijo...

A lo mejor Carolina no es mala y tu enemigo imposible (me encantó eso) no es hueco, sólo hermoso. A lo mejor Carolina tiene derecho a enamorarse (o calentarse o lo que sea) de y con un hombre alto y musculoso. A lo mejor él también la quiere.

Lo lamento, lagarto, hoy no pude ser consuelo.

diciembre 17, 2007 3:01 p. m.  
Blogger rubén dijo...

"Sintagma, las malas son más sexys ¿O quizás porque son sexys son malas?"

Vaya, vaya, estás cayendo en lo mismo que Carolina ;-)

diciembre 17, 2007 3:27 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Arcángel, qué crueles sois las mujeres ;) Carolina tiene derecho, claro que sí, a quedar encandilada por quien ordenen sus hormonas que quede encandilada. Pero estas cosas desafían todas las teorías evolutivas darvinistas, ¡que conste!

Ah, Rubén… el hombre es un bicho con ciertas contradicciones. Claro que sí ;)

diciembre 17, 2007 3:45 p. m.  
Blogger andreinax dijo...

de nuestra maldad depende su cariño

diciembre 17, 2007 5:49 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Joder... Nosurrender... entre el tío que no se encontraba a sí mismo, del post anterior; y el tío al que no encuentra la que él quiere que lo encuentre, del post éste, está usted haciendo que se vaya apoderando de nosotros la depresión navideña, en vez del espíritu navideño, que es lo que debería ser...

Ande hombre... haga como yo y la Sra. Carrascus. Nos pimplanos cuatro copazos de Castellana tirados en el sofá, nos hartamos de mantecados y alfajores... y que el mundo dé todas las vueltas que quiera...

Po anda que en este plan, no le queda a usté ná todavía pa llegar a Nochebuena...

diciembre 17, 2007 6:30 p. m.  
Blogger AnA dijo...

Le aseguro Dr. Lagarto que Delirium y yo no babearemos con ninguno de los ejecutivos gilipichis(en lenguaje Tremends) que usted nos presente porque ya sabe que somos incondicionales de su consulta y de sus avatares. Somos algo así como sus groupies virtuales.Y no daremos ni un paso mientras usted no nos dé la ficha oportuna.
Que le queremos mucho!

diciembre 17, 2007 6:51 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Andrenaix, el profesor Freud encontraría mucho en esa frase, eh :) No, no creo en esas estrategias, la verdad. Y mucho menos en la maldad ;)

Ah, Carrascus, es que la Navidad es tan depresiva y melancólica. Pásenme un culín de esos, para ir tirando... o dos, ya puestos.

Ah, mi admirada Ana y mi lasciva Tremends! Los ejecutivos están atados a sus corbatas. La aprietan tanto en su cuello, que disminuye el flujo sanguíneo al corazón. Son fríos. Los lagartos somos más interesantes. Les hago a las dos depositarias de todas mis fichas. Besos a las dos.

diciembre 17, 2007 7:07 p. m.  
Blogger ella dijo...

Mientras después no le dé por matar a Carolina porque era suya y una mala puta y se lo merecía con todas las horas que se pasó él pasando apuntes a limpio...
(Perdon por la mala leche, pero hoy, no queda mas remedio)
Un beso

diciembre 17, 2007 7:41 p. m.  
Blogger Unknown dijo...

que cosa esto de las relaciones humanas:
tu te mueres por carolina y ella ni te ve..
ella lokita por su adonis y seguro que para él es otra más..
ni hablar de la que estara loka por ti y tu ni te enteras..
y asi la espiral gira sin que el resto del universo sea consciente de lo que provoca porque esta centrado en lo que desea....
nunca dejara de ser asi y es lo bueno del asunto.....
un abrazo para sacar el frio...

diciembre 17, 2007 8:05 p. m.  
Blogger MK dijo...

"Con el tiempo, el niño de esta historia aprenderá a amar las mujeres que merecen ser amadas, ya verás."

...como dice???.
me lo repita por favor...
y añada : " Y con el tiempo ellas aprenderan ...a distinguir a..
a ver , ¿que era eso que siempre me digo que debería aprender de una vez...?

diciembre 17, 2007 8:10 p. m.  
Blogger Antígona dijo...

Me temo que esta historia tiene un cariz universal que trasciende toda distinción de sexos. Porque además de Carolinas siempre ha habido Pablos o Jorges o Pepes que también parecían diferentes al resto, más avispados, más sensibles, y luego se enamoraban perdidamente de la Jennifer, la chica que tenía las tetas más grandes, o que las enseñaba más, o que se pintaba las uñas, o que movía más el culo, ésa a la que todos los tíos miraban con los ojos como platos y que inspiraba sus más apasionadas fantasías o poluciones nocturnas pese a tener el cerebro de un mosquito y sólo saber decir: Jo, tío, qué guay, con voz ñoña e insulsa. Y al lado de esos Jorges, Pablos o Pepes, multitud de Martas, Teresas o Amparos que igualmente les pasaban a limpio los apuntes y los maldecían cuando los oían suspirar por la Jennifer.

La gilipollez adolescente no discrimina en función de lo que se tenga en la entrepierna. Y lamentablemente hay muchos a los que la gilipollez no se les agota en la adolescencia. Los tíos y las tías buenas enamoran por lo que representan: lo inalcanzable. Enamoran porque son perfectamente conscientes de su belleza y eso les hace pisar más seguro que al resto.

Por suerte, pienso que cuanta mayor es la sensibilidad de un individuo, más subjetiva y compleja es su idea de la belleza, y menos dependiente de cánones, modas o de la pura apariencia física.

Seguro que su protagonista, Dr. Lagarto, habrá encontrado ya a estas alturas a quien sepa apreciarlo pese a carecer de los músculos y la altura de Borja.

¡Un beso!

diciembre 17, 2007 8:17 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

A la mierda Carolina...seguro que acabará convertida en carne de dermoestética. Puedes llamar a mi puerta, baby... y podremos cotejar los apuntes.
Besos salvajes.
¿Sabías que yo fuí la modelo para esa foto promocional de Siniestro?

diciembre 17, 2007 11:07 p. m.  
Blogger Ana dijo...

Jo, tío, qué guay!!

Jajajaja
Cómo mola ANTÍGONA!!

Veamos... creo que según Darwin, Carolina hace lo correcto. Sus hormonas la teledirigen hacia el macho grande y de buena pinta, probablemente huela bien (no hablo de perfumes).
Carolina (cualquier Carolina) entiende que los apuntes no saldrán de caza por ella y su prole.
Quien le pasa los apuntes, probablemente sea más proclive a quedarse en el sofá flipando con Proust, por ejemplo.
Eso, a Carolina, no le gusta.

Y a Borja, si se ha fijado en ella, lo que le mola no es que sea la lista de la clase... y sobre esto tú, Lagartito, tendrás más que decir que yo, sin duda.
Seguro que tiene buenas peras, Anti tiene razón.
Quizá también huela bien.

Y el pobre gafotas acabará liado con la de las trenzas, la rebeca y los aparatos en los dientes, que le llena la cabeza de ideas, citas, propuestas interesantes, conversaciones menos frívolas...
Y puede que bajo la rebequita tenga un par de peras, y tal...
No ha escuchado usted esa canción que Sabina dedica a las feas?

Venga, hombre!!
Cuando dejamos el gilipollismo atrás, el pato feo se convierte en un bicho acojonante, y la Carolina de turno, en la frutera de tu barrio. Que no??

Muás!!
Carolina :)

diciembre 17, 2007 11:48 p. m.  
Blogger Margot dijo...

Y nadie tiene culpa de que su moneda de cambio (apuntes, poemas, gimoteos) no estén en el mercado porque el problema es que la mercancía a desear es la misma por ambas partes, me juego el rostro a que la tal Carolina estaba buena hasta decir basta y si no... de qué un visigodo se iba a fijar en ella?

Así que tu prota no me da naita de pena... por qué será que casi todos deseamos que sean los demás quienes se fijen en lo diferente cuando nosotros mismos nunca lo hacemos?

Un besote, ahh y la foto... alguna fantasía colegial, Lagarto? ya te vale, que estás mayor, nene... jeje

diciembre 18, 2007 2:48 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Belleza sin rellenar, atractivo superfluo.
Arrugas sin interés en el futuro.

Besos

diciembre 18, 2007 3:04 p. m.  
Blogger k dijo...

¿Quién no ha odiado por amor?

¿Es que nadie lo entiende?

Es todo tan sencillo...

diciembre 18, 2007 3:41 p. m.  
Blogger Antonio Ruiz Bonilla dijo...

Quién ha visto enamorarse de una Carolina, pero ya puesto, seguro que con ingenio harás que ella también lo vea como a un visigodo fanfarrón. Un saludo y espero que puedas visitarme.

diciembre 18, 2007 6:52 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Vaya, Ella... yo estaba contando una historia de lo más inocente, de niños de corazón blanco en el momento de descubrir que los Reyes Magos no existen... ese amor/odio no tiene nada que ver con algo tan horrible como los malos tratos. Ponte de buena leche, anda :) un beso lácteo.

Bueno, Ex traño, a veces se cruzan las miradas apropiadas. Es un fenómeno que no ocurre todos los días, pero que merece la pena. Las carolinas se acaban olvidando con una sonrisa. Mucho frío por aquí, sí. y lo que nos queda! Un abrazo.

Mk, no hay nada que recordar. No hay nada que preparar. Cuando la cosa llega, no hay nada que hacer. El amor, como decía mi tío Leonard Cohen, no tiene cura.

diciembre 18, 2007 8:01 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Claro, doctora Antígona. Es una historia común a ambos sexos, desde luego. Las tías buenas (y los visigodos, sí) representan lo inalcanzable, como usted bien dice. Por eso me pareció adecuado poner como referencia Beautiful girls, además de porque tiene una escena que es claramente la continuación de esta historia, veinte años después. Quizás otro día podemos hablar de ella. La belleza va más allá de un par de tetas grandes y la sensibilidad puede tenerse no sólo en el escroto. Pero a ciertas edades sólo existe fascinación y hormonas. La vida se va descubriendo poco a poco. Y, a veces, llega un momento en que todo encaja. Un beso, doctora!

Lula, cuidado con los apuntes de este adolescente, tú ten condones por si acaso :P Sabía que tenías una manera de fumar muy sexy, ahí, junto a Nicholas Cage, pero no sabía lo de la camiseta, qué barbaridad. Debe ser cosa de Vigo, eh ;) Besos

diciembre 18, 2007 8:02 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Ah, un árbol, pero eso es tan primitivo... la especie debería evolucionar de otro modo ¿para qué tener humanos más grandes, con lo mucho que consumen éstos? Es más ecológico procrear bajitos enclenques ¿no? :P De todas maneras ya me estoy imaginando a la de las trenzas, la rebeca y los aparatos en los dientes con un corpiño de latex bajo esa rebeca, y un látigo en la mano :P Un día hablaremos aquí del patito feo, que también tengo mi teoría ;) Besazos, arbolillo! (¿tienes ya tus entradas para ver a Bruce en Barcelona? ¡Yo sí! ;) )

Margot, yo imagino a carolina muy guapa, sí. Pero no como el bombón imposible, mujer fatal, de la clase. Alguien que el niño pensó que sí podría haber algo entre ellos, alguien alcanzable, distinto. Y definitivo para toda su vida, nietos incluidos, claro. No tengo fantasías colegiales, por el momento ¿y tú? :P Besos.

diciembre 18, 2007 8:02 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Sí, Mavi, el tiempo es tan cruel con las tetas... pero carpe diem para el visigodo ¿no? ;)

Ah, K... esa era la cosa, sí. La mezcla de emociones, la delgada línea que nos vuelve locos, esto es, vivos. Pero lo tuyo por aquí tiene poco mérito, eh :) además, el protagonista luego llega a su casa, se pone Backstreets a todo volumen y eso vale más que Carolina ;)

Bueno, lanobil, el amor es tan ciego... yo creo que este niño no tiene ya nada que hacer con Carolina. Simplemente no ha ocurrido, así de sencillo, así de cruel, así de real. Los corazones no aprenden, no se dejan dominar ni entienden de lógica. Gracias por pasarte por aquí, iré por tu sitio. Un saludo!

diciembre 18, 2007 8:03 p. m.  
Blogger el santo job dijo...

el tiempo nos dará la razón...

pero el tiempo no tiene ni las curvas ni los labios de carolain....

así que de poco consuelo nos sirve

abrazos!

diciembre 18, 2007 11:49 p. m.  
Blogger Miss.Burton dijo...

Carolina era una estúpida, tu, un soñador, y Borja, el follador de la panda, y punto. No hay nada mas que analizar. Eso sí, se de cuando se rompe el corazón en el aula, de como gotea día a día, y de como el cielo se cubre para no dejarte ver absolutamente nada mas. Y como esa historia no forjada, queda como una espina clavada dentro de nosotros para siempre, y es que no hay mayor frustración, que el no poder finiquitar una historia, pasar página.
MissAna y la delirium no se irían con Borja, y eso que Borja podría fijarse en nosotras, digo... pero sería el puntapié perfecto para que un señor así se plantease la existencia... aunque no cambian, te lo digo por experiencia, tusabes...
Carolina no atendía a razones cuando el adonis se plantaba enfrente suyo... lo que es mas jodido, es el creer que ella sería una menos en su lista, y verla caer desde lo mas alto, allá donde tu la tenías encumbrada... pero bueno, lecciones de vida. Y sí, así no hay evolución, yo me callo, que ya sabes que tengo un melenas, con un poco mas de sentido del humor que Borja que me sorbió el sexoseso... pero... valoro lo que veo, y a día de hoy... puedo enamorarme de un noBorja, claro que primero tendría que quitarme lo que llevo dentro...
Sí, contradictoria, pero Borja me cayó fatal.. además, me hizo gracia eso de que era tu enemigo... a veces, desgraciadamente, hay personas con las que nos nos podemos medir... es el caso, por eso no puedes apenas llamarle enemigo. Pero afortunadamente, esas mediciones dicen mucho de ti, y nada de el.... y la vida sigue, y tienes otra Carolina, y punto.
Ana y yo quedamos listas para mover ficha, tu danos el toque, que tus chicas te dan réplica, eso fijo, y por descontado. Te hiciste con nuestros corazones, mendrugo, tu, síiiiiiiiiiiiiii¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Bueno, y también un ave voladora que ahí por ahí... tb se hizo con nuestros corazoncitos...
La vida está llena de Carolinas... y servidas en bandejas para Borjas... no valen la pena. No la valen, además, en la adolescencia, coño, nos joden la vida... las hormonas reivindican todo su ser... y al no poder ser, nos rompemos peligrosamente. Ahora es otro cantar... pero seguimos todos en la cuerda floja... se llama amor, y cuando te toca, te tienes que tirar sin red y apenas sabes lo que te esperará allá abajo....
Me piro, que son las dos de la mañana, y estoy delirando... sueño.....tengo sueño.
Un besazo, y oye, en navidades, un conciertito, digo yo.... a ver si nos juntamos los de la otra vez, y la admirada Ana... estaría muy bien...

diciembre 19, 2007 1:55 a. m.  
Blogger Sibyla dijo...

La adolescencia es así...Yo me enamoré del más feo y tonto de la clase!
Era muy alto y pelirrojo, para colmo se llamaba de apellido Gómez!
Pero se pasaba todo el día haciendo el bobo y me hacía reír como nadie...
Pero él nunca lo supo.

diciembre 19, 2007 8:04 p. m.  
Blogger N. dijo...

Pues a mí me ha recordada a la mítica canción de Hombres G. Claro, que no te veo a tí tirando polvos pica-pica al tio del jersey a rayas...

Sabías que en catalán se dice amor y muerte "mort"... Hay veces que si las dices muy rápido, parecen decir lo mismo... O es que a lo mejor, en el fondo, viene a ser lo mismo...

Un saludo

diciembre 20, 2007 2:43 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Sí, Job. El tiempo es muy poco sensual. De hecho, Cronos es el más feo y soso de todos los dioses. Y tan pesadito, él, que no hay manera de convencerle de nada.

Tremends, es una historia muy común en la adolescencia. No creo que haya traumado a nadie. Si Miss Ana y la Delirium estuvieran en esa clase, este niño les hubiera propuesto un trío salvaje, claro ;) En cuanto a lo del enemigo… bueno, hay que contextualizarlo. Todo el texto está en boca de un niño que está naciendo a la vida, rompiendo el cascarón del huevo de sus emociones. Y, claro, éstas no son nada frías y se confunden las fronteras del amor y el odio, de la rivalidad y la autoestima. Besos lascivos, Tremends!

diciembre 20, 2007 5:23 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Sibyla, seguro que era un tipo estupendo. Es una pena que no llegaras a decírselo, seguro que esas gracias no eran gratuitas ;)

Uis, Berta, qué poco me gustaba esa canción. Era más pija su composición que el tipo del jersey a rayas! Además, la verdad es que yo casi siempre tuve éxito, qué le vamos a hacer ;) No sé si puede tener la misma raíz la palabra “mort”, pero ya decía Woody Allen que él sólo cree en el sexo y en la muerte. Bueno, yo me quedo con lo primero! :P Saludos!

diciembre 20, 2007 5:24 p. m.  
Blogger Valeria dijo...

Fuera de las aulas siguen existiendo Borjas por los que babean las Carolinas de turno.
Lástima!

Yo también quiero MUCHA CALMA, que buena falta me hace hasta el 7 de Enero.

diciembre 20, 2007 11:22 p. m.  

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