jueves, diciembre 13, 2007

Hola, bolchevique, ¿cómo andas?


Pablo: ¿Te gusta tu trabajo?

Eva: Me pagan bien.

Pablo: Vamos que no es vocacional.

Eva: Hombre, hurgar en las miserias de los demás no es lo más agradable. Y luego te pasas la vida de un lado para otro. Y cuando te acostumbras a un sitio o a la gente, te tienes que ir, eso es lo peor.

Pablo: Ya. Pero te tendría que dar igual, ¿no? Ahora todas las oficinas son lo mismo.

Eva: Cambia la gente.

Pablo: La gente. No, siempre hay el mismo tipo de gente. Los soplapollas, por ejemplo.

Eva: ¿Quienes son esos?

Pablo: ¿Los soplapollas?, los soplapollas viajan en primera, se alojan en hoteles caros, son jóvenes, ganan buenos sueldos, y de vez en cuando hasta se pueden pillar algún puente. Lo malo es que el resto del tiempo están siempre disponibles. Como las putas. Vamos, que su función consiste en hacer cualquier cosa que les pidan y fingir que les da gusto. Y así, mientras pringan y sonríen, se les va la vida, casi sin darse cuenta. Tú y yo, por ejemplo.

Eva: Bueno, al fin me has dicho como eres.

Pablo: No, te he dicho lo que hago.”



Pablo López tiene treinta y tantos años, trabaja en un banco de inversión, es un buen profesional, con muy buen sueldo y mejor futuro que está a un paso de la cima. No es feliz, lo sabe. Pero tan sólo intenta no pensar.

Un lunes de atasco y estrés empotra su coche contra el descapotable de una mujer insoportable. Pablo, al conseguir con los papeles del seguro el nombre y el teléfono de la mujer, decide divertirse amargándole la vida por medio de llamadas telefónicas. Hasta que la aparición de una niña de quince años da un giro completo a su vida, le vuelve del revés y le obliga a mirarse a sí mismo.

La flaqueza del bolchevique es una magnífica novela de Lorenzo Silva que llevó al cine Manuel Martín Cuenca. Habla del descubrimiento del otro que habita en nosotros, ahí olvidado. Nos hace ver que a veces el peaje que pagamos en la vida es demasiado alto. Pero que, quizás, un lunes cualquiera, la cosa más impensable ocurre y volvemos a tener la sensación de estar vivos. Para bien y para mal.


Porque nos ensuciamos tanto en la vida que acabamos desapareciendo bajo una capa de mierda. Y nos miramos al espejo y no nos vemos, sólo vemos esa capa de mierda y nos decimos “está bien, está bien”. Y seguimos avanzando hacia ningún sitio. Y acumulamos cinismo, euros, stablishment, mala leche, ruido (tanto, tanto ruido). Y nos olvidamos de quienes éramos, de cómo éramos antes de hacernos bolcheviques. Hasta que algo nos hace flaquear, nos pone los ojos como platos, y nos devuelve la vida y la inocencia.

Cuando vi la película salí aturdido del cine. Compré la novela, la leí. Pablo me decía tantas, tantas cosas…

“Y ahora, la pregunta: ¿Qué he hecho para desperdiciar así mi vida? ¿Cómo, de todas las vidas posibles, he acabado ganándome ésta en la que no hay más que mierda y túneles que no salen a ninguna parte? Hace unas horas estaba en un banco en el Retiro redescubriendo estas dos interrogaciones (o una, qué más da). Si durante años he estado llevándolas conmigo sin inmutarme, sólo puede ser porque he tenido buen cuidado de repetirlas como una beata soba el Rosario, sin entender. Hoy me he sentado a mirarlas de frente. Y me ha dado tanto asco y tanta tristeza que no sé cómo me he disuadido de estampar los sesos contra el patio interior, para edificación de todos los retrasados que habitan mi bloque de apartamentos.

Bueno, sí lo sé. Aunque me pese, es para confesarlo que he encendido el ordenador y he empezado a escribir. El arrebato que me ha llevado a las dos malditas preguntas es también lo que me mantiene entero el cráneo.”

(Lorenzo Silva, La flaqueza del Bolchevique)




Una canción para Pablo: Darkness on the edge of town, de Bruce Springsteen

Un libro para Pablo: Lolita, de Vladimir Nabokov

Una película para Pablo: La misión, de Roland Joffe

32 Comments:

Blogger MK dijo...

Está bién llegar hasta ahí.
Alégrate de que aún te aturdan y te emocionen estas cosas.
Se me olvidó decirte que el muérdago no se come.
Cuidate.
Un beso ,bolchevique.

diciembre 13, 2007 9:51 p. m.  
Blogger Madame Vaudeville (Chus Álvarez) dijo...

Me encanta Tosar!!!! Tengo algo de él reservado para estrenar en el cabaret; una actuación estelar que pondré en breve. Y sus recomendaciones son excepcionales, como siempre, y compartidas. Un besazo, mon lezard.

diciembre 13, 2007 10:04 p. m.  
Blogger Antígona dijo...

Ay, qué temazo me saca usted a estas horas, doctor Lagarto, el de la vida malograda que aún es capaz, desde el disparadero del azar, de querer recobrarse a sí misma...

Lástima que ahora no pueda entretenerme, espero una llamada importante.

Pero mañana vuelvo. Espero que no interprete usted esto como una amenaza :P

¡Un beso!

diciembre 13, 2007 10:47 p. m.  
Blogger Arcángel Mirón dijo...

¡Ah, enfrentarse con uno mismo puede ser catastrófico! Supongo que se debe a eso mi obsesión por los espejos.

Procuro mirarme y gustarme. Si no me gusto, si algo me hace ruido, trato de cambiarlo.
A veces es difícil, claro.

diciembre 14, 2007 12:37 a. m.  
Blogger Peggy dijo...

el eterno dilema de ser fiel a uno mismo , que cuesta mucho y que se pierde por el camino , pero siempre es posible recobrar el yo , otro tema es si encaja con el mundo creado , y surge el conflicto ......cada cual lo resuelve como puede .
saludos

diciembre 14, 2007 9:18 a. m.  
Blogger Margot dijo...

Ummm no sé, Lagartón, salí del cine decepcionada por la película, me pareció floja desde todos los flancos, salvo, tal vez, Luis Tosar pero es que es una de mis debilidades.

Lo que al resto le parecía el retrato de la inocencia a mí me lo pareció de la bobaliconería más bien, representada por una niña muy mona, eso sí, cuerpazo de tía, eso también, y clichés al margen del madurito que se ve desbordado por esa evidencia poco más conseguí ver. Tal vez la de aquel tan perdido que necesita un espejo vacío de significado para reflejarse y verse. lo que entonces contradice su capacidad de llegar a "ver" lo que le rodea.

Ey, y la flaqueza del bolchevique puedo entenderla, puedo tocarla (quién no pasados los treinta y tantos)pero existen otros caminos que sean menos trillados y más consistentes para expresarlo (la pélícula,sorry, el libro no lo he leído).

Y que a la larga me cansa el tema, misógino él, siempreeee la misma historia...

O de como ser bolchevique floja desde los 15 y encima fémina, ays de mí!

Besos flacos y no te enfurruñes por la polémica pero es que hoy es viernes y ando cañera, corazón mío!! Va, te beso otra vez.

diciembre 14, 2007 10:22 a. m.  
Blogger Sintagma in Blue dijo...

No conozco la película ni el libro, así que no puedo hablar con conocimiento de causa. Como bien dices, uno se puede ver reflejado en un relato, cada uno con su propia perspectiva. Yo, en estos casos, me debato entre Antonio Machado y que tengo una niña de 15 años. La víscera puede mucho.

diciembre 14, 2007 11:26 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Mk, “so far so good” que dicen en Inglaterra ;) No comeré el muérdago, vale ¿pero no es esa hierba parte esencial de la poción mágica de Panoramix, el druida? Porque me vendría de maravilla, eh :) petonets, mk!

Madame, creo que es uno de los mejores actores que hay en España. Tiene un aire Bogart, en el sentido de duro por fuera, pero blando por dentro. La canción que debería haber puesto es Winter kills, de Yazoo, que tiene una importancia clave en el desarrollo de la novela. Pero, bueno, yo tomo la historia a mi manera y lo relaciono más con esa soledad lúcida de la canción de Springsteen. Bicos, madame!

diciembre 14, 2007 11:51 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Ah, doctora Antígona, es que el azar lo es todo. Todos los túneles de la vida acaban en una jugada inexplicable del azar, en una posibilidad mínima entre millones, en algo que no podía suceder. Doctora, espero que su llamada importante (un paciente obsesivo, supongo) haya terminado ya, que no se puede gastar tanta saliva. Y vuelva siempre. Petó, doctora Antígona!

Arcángel, puede ser catastrófico si no estamos preparados. Pero al final es lo único que tiene sentido. Mirarnos, o permanecer muertos (como dice en esta canción mi hermano Bruce, “Some folks spend their whole lives trying to keep it / They carry it with them every step that they take / Till some day they just cut it loose / Cut it loose or let it drag 'em down / Where no one asks any questions / Or looks too long in your face / In the darkness on the edge of town”). Nadie dijo nunca que vivir fuera fácil ;). Apapachos, Arcángel!

diciembre 14, 2007 11:52 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Peggy, es posible recuperar el yo. Pero necesita de un catalizador. Sin catalizador no hay reacción química. No hay más cura que el azar, así de triste :) Saludos, peggy!

Bueno, Margot, hay varias cosas en las que no coincidimos, lo queme parece sanísimo y nada aburrido. La película es floja, como bien dices, salvado por la interpretación de Tosar. Pero Tosar tiene consigo varios monólogos importantes y un personaje que desarrolla emociones profundas y nada convencionales. No es fácil lidiar con eso. Creo que se dio excesivo protagonismo a la niña (María Valverde) en la promoción de la película y en los Goya. Porque no pinta nada en esta historia, porque sólo es el catalizador de las emociones de un adulto que no llega a tocarle un pelo nunca (la novela está escrita en primera persona, creo que eso da una idea de lo satelital que resulta el personaje de María). Está bien que polemicemos ;) Besos, Margot!

Sintagma, la novela te la lees en una tarde, si te pones. Pero teniendo una hija de quince años, a lo mejor te pones en el lado contrario de la historia :) Abraçada, poeta azul!

diciembre 14, 2007 11:52 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Magnífico el relato, de esos soplagaitas conozco unos cuantos jajaja. Quizá ellos nunca lleguen a darse cuenta, éste al menos se lo replantea.
La moraleja que saco es que hay que fijarse, mirarse las costillas y darse cuenta de en lo que se está convirtiendo uno, y cambiar si lo que ve no le gusta.
Difícil no?

Éste libro me lo pillo.

Besos

diciembre 14, 2007 12:05 p. m.  
Blogger Mityu dijo...

Los que siempre andamos buscándonos no nos encontramos estas sorpresas inesperadas. Sabemos que estamos vivos, aunque casi siempre porque duele algo.

Por cierto, he leído arriba que todo viene a ser azaroso. Pues no estoy de acuerdo. Claro, que si lo estuviera, la vida sería insoportable.

Aunque, después de todo, los que nos sentimos vivos, algunos, siempre guardamos esperanza. Vaya a saber pa qué.

Un saludo :)

diciembre 14, 2007 1:04 p. m.  
Blogger Miss.Burton dijo...

Esta película la vi hace mucho tiempo, en cuanto salió en dvd, que andaba yo ya con la niña en casa, y no tenía tiempo para nada. Quedé absolutamente abducida por los dos protagonistas, por la frialdad aparente de él, que luego es derretida por la inocencia y candidez de ella, y por ella, ella y su carita de ángel, y ese sentimiento que le provoca el, al que no sabe ponerle nombre en un principio, y juega a que es mayor, pero que luego, a medida avanza la película, ya es una realidad, es amor. Me encantaron ambas interpretaciones, y sobre todo, lo que destila, la reflexión obligada que nos plantea: la vida, qué coño hacemos con ella, dónde estamos, vamos bien, hay que parar, seguimos???? Sí, todo eso que yo me planteo cada día, porque intento exigirme todo lo que puedo a mi misma, siendo a veces realmente dura, en días bajos, mas condescerniente...
Precioso, todo. Lo que invitas a pensar, la peli, ellos... tdo. Un post cómo siempre muy bien escrito, y que trae varias preguntas de esas de sentarse a solas, y buscarse por dentro las respuestas. Me ha encantado¡
Perdona que haya estado ausente, tuve gripe dsde el sábado casi hasta el miércoles.... 39.5 tres días seguidos, fué horrible, y ahora el estómago fatal de tanta medicación.. por eso tengo el blog abandonado, y abandonados os tenía a los que quiero. Mañana me pongo las pilas, pero debía pasar a verte.
UN BESAZO FUERTE, por cierto... nosequécoñomediceAna de que tu vas por ahí encontrando novios ejecutivos para otras que no soy yo... TEVOYACAPARRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR¡¡¡¡¡¡¡ LA DELIRIUM, FIRST, POR DIOS¡¡¡¡¡¡¡¡ Aunque... sí, tío... ya volvió el hombre.. ya te contaré. Ah, cuando puedas nos damos toque, que el viernes que viene, voy con Ursula a ver una cosa que seguro te molaría.. un concert de alguien de nuestra época, un canalla ya viejete, acuérdate y pégame un toque, anda, que voy cómo una moto¡¡¡¡ BSAZOS¡

diciembre 14, 2007 4:29 p. m.  
Blogger rubén dijo...

No la he visto, pero eso es algo que se va a solucionar pronto. Y elegiste una de mis canciones favoritas de Springsteen.

diciembre 14, 2007 5:21 p. m.  
Blogger ella dijo...

vale, si, pero los túneles a veces, acaban en las entradas de otros túneles. Y asi vamos yendo.

diciembre 14, 2007 5:23 p. m.  
Blogger Sibyla dijo...

Existen muchos Pablos, cuando uno se mira al espejo...
¿Es posible recuperar el tiempo perdido? o ¿Enmendar el que queda, para que terminen esos túneles?.
Dos interrogaciones más.
Saludos.

diciembre 14, 2007 5:41 p. m.  
Blogger Soy ficción dijo...

Ummm... Sentimientos encontrados... Nunca me gustaron las historias de hombres y niñas, me dan un yuyu considerable, pero si la de los encontronazos con la vida, quizas pruebe a ver :)

diciembre 14, 2007 6:28 p. m.  
Blogger Antígona dijo...

Uyuyuy, cuántas cosas se han dicho ya por aquí desde ayer.

No he visto la película ni he leído el libro, eso de entrada. Así que sólo puedo hablar de lo que me sugiere tu post, NoSurrender, que no es más que el reflejo de lo que tu mirada ha proyectado sobre ambos. Y lo que leo en el post es la historia, como decía ayer, de alguien a quien en un momento dado un hecho azaroso le ofrece la posibilidad de dar un giro a su vida, le enfrenta a la opción de reconducir una vida que siente vacía y desperdiciada.

Se ha hablado ya aquí de catalizadores y azares. Personalmente pienso que en este tipo de historias, el azar sólo hace emerger, sólo hace estallar un proceso de reflexión sobre sí, más o menos inconsciente, que ya se estaba llevando a cabo. A quien decide permanecer ciego ante su propia infelicidad no hay azar o hecho casual que le saque la venda de los ojos. Precisamente porque jamás reconocerá que no es feliz, ni tan siquiera ante sí mismo. Porque entrará en un proceso de autoengaño que se autoalimentará férreamente y le impedirá ver en nada de lo que le rodea las posibilidades de cambio.

Otra situación es la del personaje que según tu post es Pablo. Porque Pablo sí se sabe infeliz, sí se sabe, amargamente, un soplapollas. Algo en lo que probablemente nunca hubiera querido convertirse. Y esa es, para mí, la condición que permite que encuentre algo que le ponga ante los ojos la posibilidad de, como dices, sentirse vivo de nuevo. Es la niña como podría haber sido cualquier otra cosa. El hecho de que encuentre en la niña ese catalizador al que aludías sólo demuestra que algo en él no soportaba más su malestar, su sufrimiento, y estaba por ello en disposición de, al menos, querer abandonarlo.

Reconozco que me conmueven estas historias. Porque todos corremos el peligro de mirarnos en el espejo y no querer ver que eso que tenemos ante nosotros dista mucho de coincidir con lo que esperábamos, con lo que deseábamos para nosotros mismos. Y no es fácil, nada fácil, mirarse con franqueza a los ojos después de años de acostumbrarse a vivir con ese yo que nos falsea y empobrece, que traiciona aquello podríamos haber sido. Pero que sea difícil no significa que sea imposible. Y más nos vale confiar siempre en que para nosotros no lo será.

Ay, doctor Lagarto, qué rollo le acabo de meter otra vez. Bueno, no me lo tenga en cuenta, que usted ya conoce mi particular falta de moderación con el teclado :)

¡Un beso!

diciembre 14, 2007 8:07 p. m.  
Blogger Lula Fortune dijo...

De acuerdo en lo de Tosar, tiene un careto escalofriante. Tampoco yo he visto la peli ni leído el libro pero tu post...a estas horas, y hoy que estoy un poco rebotada con el mundo...en fin Lagarto, espero que si todavía me puedo rebotar por algo es que quedan pedazos de bolchevique por algún lado.
Muchos besos y deja que recline mi cabeza en tu hombro...

diciembre 15, 2007 12:15 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Mavi, es muy difícil tomar conciencia, de verdad, de la necesidad de cambiar. La mayor parte de las veces nos vemos inmersos en una vida que no nos agrada de manera gradual, demasiado gradual. Vivir no es fácil, no creo que haya más moralejas :) besos, mavi!

Mityu, no siempre buscarse en encontrarse. Pero dele igual, claro :) Respecto a la lo azaroso, creo que ese es el tema precisamente: que es insoportable si queremos vivir la vida con manual de instrucciones, como si ésta tuviera el más mínimo sentido o se atuviera a una lógica, a una justicia. No, creo que soy más existencialista con todo esto. Un saludo, Mityu!

diciembre 15, 2007 9:01 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Tremends, la verdad es que ella es mucho menos inocente que él en esa historia. Respecto a la pregunta, lo doloroso no es hacérsela (no la hace la publicidad de la televisión, cada veinte segundos), sino querer responderla de la manera más sincera posible. Espero que estés recuperada de tu fiebre, que el mundo te necesita en forma y buena (de tía buena, digo). Tendré a mis hijos conmigo desde el fin de semana en adelante, pero veremos qué se puede hacer. Besos, Tremends!

Rubén, todo ese disco de Springsteen tiene una magia especial. Para mí es el más romántico (en el buen sentido de la palabra) de toda su carrera. Es una canción un tanto misteriosa; los springsteenólogos no se ponen de acuerdo en torno al sentido real de la misma, ya que tiene tres estrofas que parecen no tener mucho que ver la una con la otra. Yo creo que la necesidad de no renunciar a sí mismo está por encima de la felicidad es la esencia básica de la canción

diciembre 15, 2007 9:01 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Claro, Ella. Es así la cosa. Como en aquella novela de Sábato, la vida es como un metro enorme, lleno de túneles que se cruzan unos con otros. Además, desde un punto de vista freudiano, la connotación sexual de los túneles es más que evidente. Con lo que me gustan a mí esas cosas! Pero vaya yendo, vaya yendo...

Sibila, me temo que no hay manera de recuperarlo. Se puede buscar en una magdalena, eso sí, claro :) Pero no se puede recuperar. El tiempo, como decían los Rolling Stones, no espera por nadie (time waits for no one / and it won’t wait for you). Lo que sí podemos hacer es tomar conciencia del que nos queda por delante. Siempre se puede intentar cambiar. Saludos!

diciembre 15, 2007 9:01 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Nausicaa, es una historia de hombre con niña, eso no se puede cambiar. Pero no es una historia de sexo y pasión. Pablo no toca un pelo a María en ningún momento. Si te da yuyu no la veas, eh. Hay tantas cosas maravillosas que no tenemos tiempo de disfrutar de todas; ésta es prescindible en este caso.

Bueno, doctora Antígona, yo prefiero proyectar mi mirada sobre el hombro desnudo de mujer, o una puesta de sol en verano. Pero así, en invierno y en casa... pues se proyecta sobre otras cosas más sesudas. “Un second best”, en cualquier caso :) Creo realmente en esa función de “catalizador” del azar. Y esto incluye todo ese proceso de reflexión previo que usted plantea. Esa reflexión tiene su base, también, en el azar. En un hombro desnudo, en una magdalena mojada en el té, o en cualquier otro sitio. Pero tiene usted razón en esa ceguera voluntaria; de alguna manera, el ser humano es un yonky de la comodidad. Sus rollos, doctora, son muy interesantes y seductores. Por supuesto que se los tengo en cuenta. Un beso, doctora Antígona!

Lula, reclina, reclina... eso sí, luego no me eches en cara que mire por el canalillo, eh :P Yo estoy convencido de que puedes con el Mundo, no te eches atrás. El mundo no es para tanto. Moitos bicos!

diciembre 15, 2007 9:02 p. m.  
Blogger atikus dijo...

Pseee...no entiendo mu bien que se lie con una lolita porque este rebotado con todo el mundo, vamos que no se necesita ningún motivo digo yo; de cualquier forma la novela es una maravilla no?

peli o libro?...soy muy vago...pero temo que el libro sea mejor!

diciembre 16, 2007 3:05 a. m.  
Blogger MK dijo...

Un poco de poción mágica , Lagarto?.
mmm ...casi cuela.
Pero mucho me temo que tú eres de los que se cayeron en la marmita de pequeño...
Me voy a por mis magdalenas...y a intentar no cavilar mucho sobre el tiempo perdido...
Petons.

diciembre 16, 2007 11:49 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Lamento ser una de las voces que disienten. La película, cuando la ví, no me dijo nada en absoluto. La olvidé. Al ver el post he tenido que buscar alguna reseña para recordar de qué iba. Y sí, luego ya me he acordado.

Y supongo que la razón de olvidarla al cuarto de hora de haberla visto es que no me creo en absoluto a estos personajes tan autosuficientes, pero con una vida interior tan tormentosa y que no son capaces de darle el giro por sí mismos o de buscar alguna opción aceptable para vivir.

No me creí a Roberto, de la misma forma que no me creí a León, el de "El Profesional", y sus excusas apoyadas en la inocencia juvenil.

Un personaje como el que interpeta Luis Tossar, con su modo de vida y sus posibilidades de elección, al que lo material no le llena, y está lleno de soledad y vacío...? amos, anda...! Puede que existan... pero yo nunca he conocido a ninguno, ni los concibo.

Y estoy con Margot en cuanto al personaje de la niña.

Puedo entender, amigo Nosurrender, que tanto la película como la novela le resultasen atractivas por el nivel artístico que les aprecie, pero de verdad Pablo le dice tantas cosas...?

diciembre 16, 2007 3:39 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

siempre uno se escuentra allá afuera, en el espejo del otro.

diciembre 16, 2007 4:46 p. m.  
Blogger Tamaruca dijo...

Umm... El problema es que a mí estas películas me cuesta comprenderlas porque, ¿cómo me iba a fijar yo en una niña por muy linda que sea pudiéndole tirar la caña a -madre mía del amor hermoso cómo está- Mar Regueras? Sospecho me ocurrirá lo mismo que en "Una proposición indecente" sigo sin entender porqué vuelve con el petardo celoso de Woody Harrelson.

En fin, la estoy prejuzgando y odio hacerlo así que mejor dejo la mente en blanco y opino cuando la vea ;)

Un besito congelado tecleando con manos torponas y tiesas (¡qué frío hace!)

diciembre 16, 2007 7:25 p. m.  
Blogger Churra dijo...

No vi la peli, quizas porque el libro me dejó un regusto un poco extraño, me impresiono bastante.Quizas el mejor libro para mi de Lorenzo Silva.
Un beso

diciembre 16, 2007 11:31 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Atikus, que eso es pecado :) pero tanto si te vas al libro como a la peli, me temo que sexo hay muy poco. Vamos, nada. la novela ganó el premio Nadal, que yo recuerde. Así que no soy el único que ve algo allí. Eso anima.

Ay, mk, que cuando uno cumple cuarenta ya no hay marmita que solucione ciertas situaciones. Esta mañana jugaba al fútbol con mis enanos ¡y me hablaban mis rodillas! Aprovecha a escribir algo mientras saboreas la magdalena, que nunca se sabe lo que puede salir ;) petons!

diciembre 17, 2007 1:48 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Carrascus, vivir es crear, inventar todo un proceso de plastificación del alma. Nos escondemos porque tenemos miedo a vivir. Insensibilizarnos, comer, pagar facturas, seguir, seguir... de eso habla esta historia, más que de sexo con menores. La pederastia es accidental, completamente (ni siquiera llega a darse en esa historia) La encontré en una época muy complicada de mi vida, divorcio incluido. Y yo era un soplapollas, o hacía de soplapollas mejor dicho, como dice Pablo en el guión. Hoy tengo otra perspectiva y estoy mucho mejor. La novela fue una ventana para mí, aunque tengo que admitir que puse mucho de mi parte. Pero me encanta la polémica, carrascus ¡Está bien así! Y esto no es nada comparado con cuando escriba que no me gusta Amelie, advierto ;)

Mari, eso es. El otro un espejo de nosotros mismos, siempre. Porque no sólo elegimos quién es el Otro, sino la manera de verlo. Es imposible huir de nosotros mismos, y aún así nos empeñamos en hacerlo. Kisses!

diciembre 17, 2007 1:48 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Bueno, Tam, a mí realmente no me gusta ninguna de las dos. Nunca ha sido la pederastia mi taza de té (como dicen los ingleses), pero es que la pija de Sonsoles (Mar Regueras) no me inspira ninguna fantasía. Mi pasión va por otros sitios. Abrígate bien, Tam, y muchos besos!

Loredana, feliz año, lleno de alegría y luz

Churra, parece que tú y yo somos los único que hemos leído a Lorenzo Silva. Eso hay que celebrarlo ¿qué tomas? Yo, Captain Morgan, con cola. Como los piratas. A mí también me impresionó. Creo que Silva es un tipo muy lúcido. Hay mucha gente muy buena por ahí. Besos

diciembre 17, 2007 1:49 a. m.  

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