martes, octubre 30, 2007

What did you see, Clarice?


HANNIBAL LECTER: ¿Por qué se fue usted del rancho, Clarice?

CLARICE STARLING: Doctor, no tenemos tiempo para eso ahora. Escúcheme, ya sólo nos quedan cinco...

HANNIBAL LECTER: No. Escucharé yo ahora. Después del asesinato de su padre usted quedó huérfana. Tenía diez años. Se fue a vivir con sus primos, en un rancho en Montana. ¿Y entonces?

CLARICE STARLING: Tan sólo que una mañana me fui.

HANNIBAL LECTER: No “sólo”, Clarice. ¿Qué le hizo irse? ¿Qué hora era cuando se fue?

CLARICE STARLING: Pronto, todavía estaba oscuro.

HANNIBAL LECTER: Así que algo le despertó, ¿no es así? ¿Un sueño, quizás?

CLARICE STARLING: Escuché ruidos extraños.

HANNIBAL LECTER: ¿Qué ruidos, Clarice?

CLARICE STARLING: Eran gritos. Algo parecido a gritos. Como gritos de niños.

HANNIBAL LECTER: ¿Qué hizo usted?

CLARICE STARLING: Bajé las escaleras. Salí fuera. Llegué hasta el granero. Estaba muy asustada. No me atrevía a mirar dentro, pero tenía que hacerlo.

HANNIBAL LECTER: ¿Qué es lo vio entonces, Clarice? ¿qué vio?

CLARICE STARLING: Corderos. Estaban balando.

HANNIBAL LECTER: ¿Estaban matando los corderos?

CLARICE STARLING: Y balaban.

HANNIBAL LECTER: ¿Y fue cuando huyó, Clarice?

CLARICE STARLING: No. Primero traté de salvarlos. Les abrí la puerta, pero ellos no salían. Tan sólo se quedaron allí, confusos. No salían.

HANNIBAL LECTER: Pero usted sí podía. Y lo hizo ¿no?

CLARICE STARLING: Sí. Cogí un cordero en mis brazos y corrí todo lo deprisa que pude.

HANNIBAL LECTER: ¿A dónde iba usted Clarice?

CLARICE STARLING: No lo sé. No tenía comida. Ni agua. Y hacía mucho frío. Mucho frío. Pensé… Pensé que si conseguía salvar a uno… pero era demasiado pesado. Demasiado pesado. No había recorrido más que unos pocos kilómetros cuando el coche del sheriff me alcanzó. Mi tío estaba muy enfadado, me mandó a vivir al orfanato, en Bozeman. No volví al rancho nunca más.

HANNIBAL LECTER: ¿Qué pasó con su cordero, Clarice?

CLARICE STARLING: Lo mataron.

HANNIBAL LECTER: Aún se despierta por las noches ¿verdad? Se despierta en la oscuridad y oye balar a los corderos…

CLARICE STARLING: Sí.

HANNIBAL LECTER: Y piensa que si consigue salvar a la pobre Catherine, les hará callar para siempre ¿verdad? Usted piensa que si Catherine vive, no le volverán a despertar por las noches los gritos de los corderos

CLARICE STARLING:¡No lo sé!, ¡no lo sé!

HANNIBAL LECTER: Gracias, Clarice.




El silencio de los corderos es una de las películas que más impactaron en la década de los noventa. Me fascina el juego psicológico, erótico, intelectual, filial, de cuento de terror, de cuento de hadas entre Lecter y Clarice Starling.

En la película, Clarice tiene algo de Caperucita roja. Una niña indefensa enfrentada a un mundo de hombres crueles, donde un paso tentador fuera del camino puede provocar atracciones destructivas. En realidad es una pelícla muy psicoanalítica, y no sólo por el personaje del doctor Lector, eminente psiquiatra de gran atractivo intelectual. De alguna manera, podría ser un capítulo contado por Bruno Bettleheim en su Psicoanálisis de los Cuentos de Hadas.

El personaje de Hannibal Lecter es envolvente y seductor como pocos en la historia del cine. En realidad es un personaje muy secundario en el Silencio de los corderos -casi un McGuffin - con pocos minutos y secuencias en una película cuyo trama principal avanza por otro sitio. Demasiado poco tiempo en pantalla, como para haberse convertido en todo un mito de la Historia del Cine clásico, a la altura que muy pocos han alcanzado.

Hay veces que todo encaja como en una pieza de vals. Y aquí, en esta película, actor, guionista, realizador, director de fotografía (sobre todo el director de fotografía, eh), maquillaje.... todo, todo baila un vals de salón de Viena perfecto en cada movimiento de cámara, en cada frase, en cada mirada.

Con toda la tensión que genera la presencia del doctor Lecter ante Starling, el momento más peligroso entre ellos se reduce a un único instante al final de una secuencia en la que él roza el dedo de ella a través de los barrotes de una celda vigilada por tres policías. Pero qué momento más terrorífico, ¡y sólo por el roce de un dedo! Recuerdo como toda la sala de cine dio un salto en la butaca sólo por ver ese leve contacto. Eso es conseguir una buena película, señor Demme. Gracias y enhorabuena.

Perdonad que ponga el enlace en inglés, pero es que... esa voz...




En fin, os dejo. Hoy he quedado para cenar con un viejo amigo...



Una película para el doctor Lecter: El león en Invierno, de Anthony Harvey

Una canción para el doctor Lecter: Lullaby, de The Cure

Un libro para el doctor Lecter: Sobre el mecanismo psíquico de la desmemoria, de Sigmund Freud.

49 Comments:

Blogger Luigi dijo...

Coincido con Usted, también me impactó esta gran película.

Me llama la atención el análisis que hace sobre la secundariedad del papel de Aníbal Lecter. Pensándolo bien es cierto que tan pocas impacten tanto.

Pero no quiero entretenerle, vaya a comerse a su amigo ;-)

octubre 30, 2007 9:33 p. m.  
Blogger AnA dijo...

Clarice, la princesita y sus corderos,la protagonista de un relato de lobos.
Lagarto, cuánto se parece a la realidad, (perdone la comparación)de muchas mujeres
o...a la mía propia, yo misma deslumbrada por la luz de una linterna que marca el turno de preguntas en el tercer grado al que me someto simplemente por no dejarme intimidar por el deseo.
Gracias por su post, siempre me devuelve a algún sitio.

octubre 30, 2007 10:50 p. m.  
Blogger Mityu dijo...

Después de todo, inevitablemente tú también te enamoraste del abismo dual que supone tener al doctor lecter como interlocutor, ¿no es cierto?

... que no queden ni los huesos...
;)

octubre 30, 2007 11:38 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Luigi, efectivamente, Hannibal Lecter es un personaje secundario en la película, que nada tiene ver con la trama principal ni el desenlace. Pero cuando un papel queda tan perfecto como el de Hopkins, se come toda la película, claro.

Mi admirada Ana, la película tiene varias capas de lectura, claro que sí. Y creo que si la volvemos a ver, notaremos todos la presencia de Caperucita en Clarice Starling. Es una película que también tiene mucho de feminista y de autosuperación. La fragilidad que ofrece Jodie Foster es esencial para el desarrollo de la historia. Besos, mi admirada Ana.

Mityu, tener al doctor Lecter como interlocutor acojona a la Foster tanto como la fascina. Por eso tiene algo de lobo feroz. Todos nosotros -los espectadores, los voyeurs- sentimos esa atracción del abismo. Por eso la película se hizo tan famosa ¿no crees?

octubre 31, 2007 8:58 a. m.  
Blogger Mityu dijo...

creo, creo.

octubre 31, 2007 9:32 a. m.  
Blogger Sintagma in Blue dijo...

Cuando un actor es de los grandes, con pocos fotogramas llena una película entera.

(Ah, y cuidadito con el menú...)

octubre 31, 2007 11:56 a. m.  
Blogger Margot dijo...

La atracción de la maldad y su correspondiente inteligencia enreversada, las dos igual de refinadas...nos fascina, ah?

Lecter me cae bien, siempre acababa comiéndose a los imbéciles... eso me fascina más a mí... Una buena técnica vital, me la pienso, jeje.

Buen provecho!! Y un besote con mollejas al pil-pil

octubre 31, 2007 1:11 p. m.  
Blogger MK dijo...

Pues aquí si que yo...Después de ver esta película y "Seven" me quité definitivamente del género.
Como me quité del cine bélico después de ver "Platoon".Ya sólo me dejo arrastrar , para ver ese tipo de cine si la compañia promete.Pero me tapo los ojos , no escucho nada de nada los ruiditos de hachazos y mutilaciones y me distraigo mirando si se me ha hecho una carrera en la media.Por cierto Hopkins es un extraordinario actor , pero ... brrrr y eccsss...
Ah! y al amigo , nada de comérmelo luego .Bueno algún mordisco , pero pocos , que se malacostumbran.

octubre 31, 2007 1:20 p. m.  
Blogger Tamaruca dijo...

La primera vez que ví esta película era demasiado infantil y superficial -Ah, ¿y ahora ya no? Petarda...- así que lo que más me impresionó fue el bailecito final del asesino; torturé a mi tato durante meses para que se la escondiera del mismo modo y se puesiera mi bañador, aishh... Qué pasado tan oscuro tengo :D

Más en serio, va. La relación entre Clarice y Anibal es única, tienen una química impresionante. A mí también me afectó mucho oír llorar a los animales de pequeña en la granja pero no me hice G.E.O., vegetariana es una opción menos romántica pero más pragmática desde mi punto de vista-¿No ibas a hablar más en serio? Anda ya-.

octubre 31, 2007 1:41 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

el cine de los noventa y el terror psicológico...esta película te mantiene pegada a la pantalla todos sus ciento dieciocho minutos de duración...

No sé, a mí me gusta más su voz con el doblaje español, tenemos buenas actores de doblaje..o será que la he visto tantas veces que me acostumbré a su otra entonación profunda. ¡Qué mirada!..por eso ha elegido ese nombre en su dirección de correo???? (esperaba que algún día hablara de él).

A mí ese toque divino entre barrotes, siempre me recordó esta otra imagen (es un Dios)

octubre 31, 2007 2:37 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

jaja no.. espera, esa no ...
esta:

imagen

que lio de corta y pega

octubre 31, 2007 2:39 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Qué gran seductor este Dr Lecter!!
Seguro que de haberle conocido antes de que lo pillaran ya no quedarían de mi ni los huesecillos del oído jajaja.

Besos Dr.

octubre 31, 2007 3:03 p. m.  
Blogger alfonso dijo...

Una gran película, correspondida con un gran análisis.
Y sí, Caperucita está por ahí, a millones. Tanto, que no sé si cambiar mi nombre.
Ñoco Le Bolo.

octubre 31, 2007 3:18 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

...pues la verdad es que comerse a Jodie Foster debe ser un verdadero placer...

En el fondo todos tenemos algo de Lecter... no?

octubre 31, 2007 5:30 p. m.  
Blogger Arcángel Mirón dijo...

Sí que es una gran película. Ese Hannibal es todo un personaje del terror.

Acabo de ver Pesadilla I. Me reí mucho.
No puedo decir lo mismo de El silencio de los corderos.

octubre 31, 2007 6:28 p. m.  
Blogger Valeria dijo...

El personaje de Clarice es fantástico. Pretende hacerse la valiente cuando, en realidad, sus ojos dejan ver el pánico que siente cuando se encuentra delante de Hannibal.

Me recuerdo a mi misma viéndola, pegada al asiento, conteniendo la respiración y casi sin pestañear...

octubre 31, 2007 7:04 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Mityu, la fe nos salvará :P

Sintagma, eso es precisamente lo que diferencia a un actor grande, sí. Respecto al menú, todo es cuestión de acostumbrarse. Hay menús de seis euros más indigestos cerca de mi oficina.

Margot ¿te atrae a ti la maldad? Somos muy complejos en nuestra psicología. Pero es cierto que desde que somos pequeños nos atrae lo que nos da miedo. Quizás por eso existe esta noche de Halloween. No sabes cómo me gustan las mollejas, pero no al pil pil. Si algún día vas por Ávila ya te diré dónde y cómo comerlas ;)

noviembre 01, 2007 1:43 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Mk, con todos mis respetos por el señor Pitt, entre Seven y el Silencio de los Corderos media una distancia abisal. Creo que la carga psicológica del guión, la calidad en la interpretación y la propia narrativa están a años luz de esa “simpática” película. Pero es sólo mi opinión. En la peli de Demme hay alguna víscera, sí. Pero muy pocas y prescindibles. Respecto a los mordiscos, sólo se los doy a las chicas guapas y en zonas y momentos determinados :P Espero que no lo consideres una mala costumbre!

Tam, no entiendo bien lo del bañador y tal. Pero seguro que estás más guapa sin él :P Por cierto, el personaje de Starling es también vegetariano. Supongo que estas cosas tienen mucho que ver.

Sofía, por lo general siempre prefiero las voces originales. Tengo una sensación de falsedad siempre que veo una peli traducida, no puedo evitarlo. Aunque es cierto que en español se mantiene muy bien la capacidad seductora del personaje. Bueno, respecto a la dirección de correo, la verdad es que a mí, como a Lecter, me gusta la carne poco hecha. La mirada la tengo más embaucadora que él, eh ;) Interesantes imágenes; es que esto de los roces da mucho de sí!

noviembre 01, 2007 1:43 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Bueno, Mavi, la película termina con Lecter en la calle, escapado de su celda. Así que todo puede pasar, mujer. Si te invita a cenar un día por el Carmen, asegúrate al menos de que pague él! ;) Besos.

Claro, Ñoco. La figura de Caperucita es un arquetipo psicológico tremendo, desde el aspecto sexual por supuesto. Pero también como símbolo de tránsito hacia un mundo adulto (Starling es una estudiante que va a graduarse en un mundo de “lobos” como es el FBI). Demme no se corta en mostrárnoslo: en la primera secuencia, ella está perdida en el bosque, haciendo footing. Es una clara referencia a Caperucita Roja. Gracias por pasarte por aquí!

Carrascus, la verdad es que yo me comería antes a Julianne Moore, que hace de Clarice Starling en la segunda parte, mucho peor película, por cierto. Empezaría por sus pechos. Yo de Lecter, al menos tengo una dirección de mail :)

noviembre 01, 2007 1:44 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Arcángel no conozco Pesadilla I, pero estoy seguro de que me reiría más que con El Silencio de los Corderos ;) Creo que Hopkins creó un personaje a la altura del Drácula de Bela Lugosi, ¡por lo menos!

Valeria, para mí los ojos de Foster dejan ver algo más que pánico. Realmente hay una fascinación con un punto erótico. Y creo que esto es lo que más rompe la cabeza al espectador; que lo siente, lo percibe, aunque no está seguro y teme que sea un juego de su propio inconsciente. ¡Y esto nos atemoriza! Me encanta :)

noviembre 01, 2007 1:44 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Tengo algo para ti en mi blog. Besitos.

noviembre 01, 2007 10:56 a. m.  
Blogger MK dijo...

Mi delicado estómago y mi limitado criterio hace que cualquier película que contenga alguna escena de casquería pase a ser englobada en el mismo apartado.Si, allí pueden encontrarse y confraternizar "Blood Simple" , con "Swan" y "Kill Bill 2" y "La Matanza de Texas" con "Fargo"...
Lamentable, lo sé...
Disiento en lo de que en la película de Demme hay "alguna" víscera...
Diós...!!! Alguna???.Si sólo falta que te pregunten "Que le pongo ,caballero, cuarto y mitad..!??".
Ufff! Callo que se me empieza a cruzar el café con leche.

Ves , en cambio respecto a lo de los mordiscos , completamente de acuerdo.
Mala costumbre?. No ,no por diós.. siga .

noviembre 01, 2007 11:17 a. m.  
Blogger Makiavelo dijo...

Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas...

Al hablar de El silencio de los corderos, pones el dedo en llaga. El 90% vimos la película primero, y a continuación leímos el libro. Es muy fiel al texto, de las mejores adpataciones que se han llevado a la pantalla.
La pena son sus segundas partes, aunque habría que destacar el libro anterior RED DRAGON, sin el que El silencio de los corderos no se hubiera escrito, ya que es la secuela.
Sus actores están geniales. Y es verdad lo que dices, un secundario en la trama, el doctor Lecter, roba el protaganismo a Buffalo Bill, el origen de todo.

Muy apetitoso, saludos.

noviembre 01, 2007 11:43 a. m.  
Blogger Lunarroja dijo...

Coincido plenamente contigo con respecto a la película.

Y yo, que también soy un poco Caperucita (de hecho fue mi nick durante mucho tiempo) no termino de creerme la maldad de algunos lobos que se nos acercan. Tengo que aprender..., me temo.

noviembre 01, 2007 1:12 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Pesadilla I es la primera de Freddy Kruegger, que es muy graciosa pero bastante aceptable si tenemos en cuenta que la hicieron hace, mínimo, veinte años y que las películas de terror de ahora son un anexo de ésa. Trabaja un Johnny Depp muy tiernito, aún no tenía ese aire de chico malo que hoy en día le queda taaaaan bien.

Me fui de tema. Perdón.

:)

noviembre 01, 2007 1:17 p. m.  
Blogger Madame Vaudeville (Chus Álvarez) dijo...

Excelente crítica, genial película, maravilloso extracto de secuencias. Voz impresionantemente expresiva, como sus gestos faciales... Pero sigue poniéndome los pelos de punta.
Besos desde el cabaret

noviembre 01, 2007 3:39 p. m.  
Blogger Isabel chiara dijo...

El Silencio tiene una carga sexual importante. Yo veo a Lecter y a Clarice como la bella y la bestia, la fragilidad y la belleza con la fealdad y el instinto, la ingenuidad con la inteligencia. El tipo del rabo entre las piernas es un pretexto para presentar una relación muy íntima y cerrada, un universo donde Clarice y Lecter proyectan sus deseos y sus necesidades. Clarice es para Lecter la nostalgia de un mundo perdido, el de la inocencia.

Las alusiones constantes al arte –pintura, música, arquitectura- son reveladoras del mundo interior de Lecter, contrapuesto a su voracidad carnívora.

No me produjo tanto miedo como inquietud y desasosiego ver a esos dos en la pantalla. Y no me canso de verla.

Un beso

noviembre 01, 2007 6:53 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Me gusta tu blog. Lo sigo.

Soy fan absoluto de la película sobre la que hablas hoy. Solo una apreciación: al título le sobra el signo de interrogación del comienzo de frase. En inglés no existe.

Saludos.

Tyler

noviembre 02, 2007 9:43 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Gracias Lula, me pasaré por allí. Biquiños y buen fin de semana.

Mk, la verdad es que es una pena. Porque, además de vísceras, alguna de esas películas que mencionas, como la de los Cohen, tiene cosas maravillosas. A mí me cuesta recordar las escenas más gore del Silencio de los corderos, porque lo que me impactó realmente era completamente psicológico. Pero sigamos con los mordiscos :)

Makiavelo, Respecto a las diferencias con la novela de Thomas Harris, creo que no sale nada de la tenebrosa infancia del doctor Lecter, por ejemplo, algo importante para entender al personaje ¿no crees? Saludos con apetito.

noviembre 02, 2007 12:11 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Vaya ¡Caperucita! Un día tengo que escribir un post sobre ese cuento, que da para mucho ;) Según el análisis que hace Bettelheim del cuento, los lobos representan a los hombres, ¡y no somos tan malos, eh! :P

Ah, Arcángel, es cierto. Claro que l a he visto. Es un clásico de los ochenta. Pero no me interesa especialmente el personaje; me parece un pesado :) Hay películas de terror más interesantes, sin duda. Depp es un buen actor, a veces hace de malo, pero otras puede resultar un entrañable inocente, como en Chocolat, una película francesa que no está mal.

Madame, con esas críticas le va a contratar la productora de Laurentis, eh ;) A mí también me gusta, claro. Besos desde la máscara

noviembre 02, 2007 12:12 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Isabel, la carga sexual es muy importante, sí. Aunque nunca hablan de ello, nunca se tocan... todo está en nuestra cabeza. Clarice se fascina con la inteligencia y la sensibilidad de Lecter, y eso del canibalismo la confunde. Pero da pasos adelante, confía en el lobo feroz. Clarice, como bien dices, es la parte positiva que Lecter percibe en el mundo. He hecho, la penúltima frase de la peli es cuando Hannibal le dice a ella por teléfono “el mundo es un lugar más bonito con usted en él”. En cualquier caso, si analizamos la cosa fríamente, no hay razón alguna para que el canibalismo sea incompatible con el arte y la filosofía ¿no? Ay, es que proyectamos mucho desde nuestra dimensión moral. Un beso.

Tyler, tienes razón. No sólo eso, sino que la primera frase del texto, ya en castellano, omite ese signo que sobra arriba. Líos que se hace este Lagarto a veces. Gracias por la corrección; ahora lo cambio. Saludos.

noviembre 02, 2007 12:12 p. m.  
Blogger viruta tutuca dijo...

estoy de acuerdo con sus pensamientos, ahora bien que hacemos con todo esto ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

jejej benisimo blog pasate

noviembre 02, 2007 4:00 p. m.  
Blogger Makiavelo dijo...

Thomas cuando escribió el libro no tenía contemplado lo que se le venía encima, creo al delicioso héroe malo siendo adulto. Lo que ha escrito sobre su infancia con posterioridad es pura caquita.

Lecter no necesita haber sido tan malo de pequeño, para como ha vivido después y lo que ha hecho.
Esa infancia inventada no guarda mucha relación con el personaje que tenía creado.

Por supuesto es sólo mi opinión.

Saludos, sigo comiendo carne.

noviembre 02, 2007 11:11 p. m.  
Blogger Mandarina azul dijo...

Espero que durante la cena con tu amigo no tomarais cordero... ;)

Ahora en serio, excelente tu crítica. No siempre con los mejores ingredientes se consigue un peliculón, pero en este caso ya lo creo que funcionó.

Besotes.

noviembre 03, 2007 1:14 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

noviembre 03, 2007 10:05 p. m.  
Blogger Antígona dijo...

No me cabe duda, NoSurrender, de que el doctor Lecter es uno de los personajes más inquietantes que se han parido sobre una pantalla. Y a mi entender, precisamente porque en él se aúnan rasgos que de entrada consideraríamos, por contradictorios, absolutamente incompatibles: el refinado gusto de Lecter por la música clásica, su vasta cultura y gusto por el arte, su inteligencia, incluso podría decirse su delicadeza en ciertos momentos, todo ello parecería excluir la brutalidad con la que es capaz de comportarse y desde luego sus aficiones caníbales. Tal vez seamos nosotros los ingenuos por pensar que el cultivo del intelecto y de lo estético chocaría frontalmente con la ausencia de todo escrúpulo moral que permite mutilar cruelmente y zamparse a otro semejante, pero desde luego la figura de Lecter reúne de tal modo tales extremos que el espectador no puede dejar de sufrir un cierto cortocircuito mental al enfrentarse con él.

Hace mucho que vi la película –que por cierto, en su momento, diría que me impresionó más que me gustó, me han entrado ganas de volver a verla leyendo tu post- y no recordaba la escena que has puesto, pero me han conmovido las lágrimas del doctor Lecter ante las revelaciones de Clarice. Por un momento adivinamos en él alguna suerte de fragilidad que, pese a su brutalidad, nos lo hace algo más humano, más cercano.

Por otra parte, estoy de acuerdo en que su relación con Clarice es uno de los aspectos más interesantes de la película. En ella se mezclan toda una suerte de componentes -atracción, ternura cuasi paternal, afán de protección...- por los que parecería que Clarice habría sido capaz de despertar en él sentimientos hace mucho tiempo dormidos o incluso nunca antes experimentados.

Por cierto, doctor Lagarto, espero que únicamente comparta con el doctor Lecter su afición por el análisis de los intrincados vericuetos del psiquismo humano. Mire que la carne poco hecha es bastante indigesta :P

¡Un beso!

noviembre 03, 2007 10:09 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Bueno, Viruta, no sé qué pensamientos son esos, pero gracias por pasarte por aquí.

Es cierto Makiavelo; la historia de Lituania aparece en el segundo libro, que se llama Hannibal. El personaje está perfectamente definido ya en la primera parte, sin duda. Pero aquella historia del pasado da a Lecter una dimensión también como paciente. En cualquier caso El Silencio de Los Corderos es una historia cerrada perfectamente en sí misma. Viva la carne! Saludos.

Mandarina, el doctor Lecter se pirra por las vísceras, ya sabes. A mí me gusta más la piel de mujer, qué le vamos a hacer! :P Besazos!

Antígona, la Historia es extensa en demostraciones de esa compatibilidad entre brutalidad y arte. La amada Florencia del doctor Lecter es uno de esos casos. Apurando mucho, incluso podríamos afirmar algo parecido de la fiesta de los toros en España... La escena que he puesto es una de las que más me impresionaron, porque es el momento clave en que Starling se desnuda completamente ante Lecter, cuando confiesa lo más inconfesable de su vida; Starling confía en Lecter, en el caníbal. Algo que nos aterra y nos seduce a la vez. El doctor Lagarto comparte con el doctor Lecter la atracción por la carne poco hecha, sí. Pero si cena usted algún día conmigo pediremos paella, o algo así, más civilizado. No quisiera asustarla... ;) Un beso.

noviembre 04, 2007 11:34 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Exacto, lagarto, coincido contigo... es una gran película sobre, a ver, ¿la fascinación erótica del mal?

noviembre 04, 2007 8:11 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

me refiero, más que nada, a la escena del dedo que describes. Me ha parecido que debía hacer esta aclaración: la película es mucho más de lo que yo digo.

Un besito,

noviembre 04, 2007 8:13 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Bueno, no sé quien dijo mucho antes que Suskind, un italiano creo, que la carne humana es tan exquisita que una vez se prueba ya no existe otro manjar en la tierra.

En este sentido, el Dr. Lecter quizá tan sólo fuese un fino gourmet y un diletante.

Es otro punto de vista: el hombre iba a su bola, divirtiéndose y comiendo y tal en plan sibarita; y todo lo que pasaba a su alrededor como que le fastidiaba un poco. ¿No?

Un saludo

noviembre 04, 2007 10:41 p. m.  
Blogger Miss.Burton dijo...

No he podido volverla a ver, me recordaba demasiado a mi, ese personaje de Jodie Foster, enfrentándose a un pirado e intentando en el cara a cara no perder con una mirada suya que la delatase.... demasiado en juego, y peligroso el juego cuando al otro lado hay un ser de capacidad extraordinaria que sabe leer en ojos ajenos, e incluso sentir dolores ajenos... Menos mal que los Lecters andan un poco de capa caida ultimamente, no podría enfrentarme a ninguno, aunque yendo mas allá de la peli, y en sentido figurado... cuantos Lecters llevamos dentro... y a cuantos damos cabida???¿¿¿¿ Mucho para reflexionar... la peli en su día me dejó muda, un sabor agrio, algo áspero, no volví a verla. Me recordaba en muchas cosas a la niña asustada que aún vive en mi, así que me permití la licencia voluntaria de no volver a aquel señor, y a aquellas escenas que me devolvían a pasados oscuros.... es casi un psicoanálisis en toda regla, lo que este señor le hace a la dulce e ingenuda Jodie, no creé??¿¿¿
BSAZOS, LAGARTO, SEPA LE ECHAMOS DE MENOS EN LA FARRA DE AYER NOCHE... andaba ud por otros lares... otra vez será.

noviembre 04, 2007 11:08 p. m.  
Blogger atikus dijo...

No hay que tocarse para que exista carga sexual, pues no tengo yo momentos de tensión sólo con las miradas ...;)...

que cargante son las mujeres aveces>!!


El otro día escuche a un policia que la carne humana no tiene ninguna propiedad...la verdad no tenía ninguna intención de probarla y menos después del corderito que me pimple este finde!!

Ah , coño cambiando de tema ...que gran peli!

noviembre 05, 2007 1:23 p. m.  
Blogger Unknown dijo...

una de las obras más inquietantes que ha parido holywood ultimamente y no creo que por ahora se pueda igualar en profundidad de personajes, atmosfera y guión....
pero como yo no tengo ni idea de cine, solo hablo de lo que me sugirio, una peli que aguanta tres o cuatro visionados manteniendo la tensión como esta, es un clasico
interesante ventana al mundo que mantienes nosurrender un abrazo

noviembre 05, 2007 10:27 p. m.  
Blogger Ana dijo...

La veo con cierta frecuencia.
Me fascinan los ojos de Hopkins (lo habré escrito bien?)

Es pura seducción, me apasiona el momento en el que dirige la música clásica (delicadísima pieza, por cierto) después de haberse zampao los higadillos del poli.

Caperucita, un padre, un lobo, la atracción irracional por el lado oscuro... lo tiene todo, no hay duda.

Un beso de lejos, por si acaso, Hanny, darling :P

noviembre 05, 2007 11:57 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Los pasos, peor que el mal, quizás; la fascinación erótica de la sumisión a lo que nos aterra. La atracción del abismo… esas cosas, supongo. Besos.

Feldespato, nunca he comido carne humana, salvo alguna uña propia. Supongo que la vida sedentaria que llevamos y la alimentación basura, no pueden ayudar mucho al sabor de nuestras costillas. Pero es cuestión de probar, como todo en esta vida ;) Tampoco veo a Lecter con esa negatividad; hay muchas cosas en su mundo exterior que respeta, como la propia Clarice o la música de Bach. Es el preso más tranquilo de la galería cuando ella le encuentra la primera vez. Un saludo.

Claro, Tremends. Clarice es un corderito paseándose delante de las fauces del lobo; la vida misma ¿verdad? :) Lecter representa muchas cosas que nos fascinan; la ausencia de moral de esclavo, la capacidad de seducción, la intelectualidad serena, el conocimiento y, al final de la película, la libertad. La próxima farra, llámenme; estaré preparado. Besazos.

noviembre 06, 2007 10:22 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Bueno, Atikus, quizás en la vida real haya más hombres como Clarice y más mujeres del tipo Lecter. Quiero decir, la sumisión al poder una mirada y la atracción del abismo que nos quemará no distingue de sexos. Aunque eso de comer carne humana cruda queda muy poco femenino, eso sí. Hablando de policías y carne humana, recuerdo que en Hill Street Blues (mi serie favorita por aquella época) uno de los policías, creo que Renko, acabó merendándose un cadáver… no recuerdo bien ahora.

Extraño, hablamos de lo que nos sugiere, claro. Tener “idea” creo que consiste en eso precisamente; saber lo que nos sugiere, y, si acaso, por qué. La atmósfera, como dices, es uno de los puntos más relevantes que tiene la película de Demme; el tratamiento de la luz actúa como un personaje más, matizando todo el guión y las emociones que nos produce. Su director de fotografía (Tak Fujimoto) pasó a ser el tipo más cotizado de Hollywood, y trabajó después en películas como Philadelphia o El sexto sentido. Gracias por pasarte por aquí. Un abrazo.

Vaya, un árbol. Eso de “con cierta frecuencia” ya indica un punto morbosillo ¿eh? Un día tenemos que quedar para comernos a alguien :P Lo tiene todo, sí. Como las grandes películas, tiene varias lecturas, a varias capas distintas. Besos!

noviembre 06, 2007 10:22 a. m.  
Blogger el santo job dijo...

sí que mola en británico, sí....
a mi no me parece tan erótico como inquietante intelectualmente. Más que nada, porque ella sabe SABE que no puede hacer frente a una mente así...
y él traspasa todas las fronteras que ella le pone...
joder, un poco erótico si que es, sí...

noviembre 06, 2007 11:57 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

claro Job. Al final todo es cuestión de penetrar. En este caso, mentes :P

noviembre 06, 2007 1:41 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Este artículo fue muy interesante, sobre todo desde que yo era la búsqueda de ideas sobre este tema el pasado jueves.

diciembre 12, 2010 1:48 p. m.  

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