domingo, febrero 25, 2007

Strange Boat


Navegamos en un extraño barco,
Alcanzando una extraña playa,
Llevando la más extraña carga
Que nunca embarcó.
Navegamos por un extraño mar,
Impulsados por un extraño viento,
Llevando la más extraña tripulación,
Que nunca se contrató.
Conducimos un extraño coche,
Seguimos una extraña estrella,
Escalamos la más extraña cumbre
Que nunca se alcanzó.
Vivimos un tiempo extraño,
Persiguiendo un extraño objetivo:
Transformar nuestro cuerpo en alma

(Mike Scott)



Me parece una lúcida manera de definir la aventura de vivir. Las cosas por las que luchamos, las cosas que nos pasan, no tienen sentido. No existe un orden demiurgo, no somos piezas de ningún puzzle ontológico o metafísico en el que encajan nuestras miserias y alegrías, no habrá un futuro que nos permita entender o ver ese inexistente puzzle . Nos dejamos llevar por convicciones de las que realmente no estamos convencidos.

Decidimos girar a la izquierda, en lugar de hacia la derecha, en un cruce de caminos cualquiera. Sin ser conscientes realmente de que esta simple decisión puede condicionar el resto de nuestra vida. Porque, a lo mejor, si hubiéramos girado hacia la derecha, hubiéramos encontrado a un viejo amigo que podría haber acabado presentándonos a alguien que a su vez se relacionaba con otro que acabaría por habernos ofrecido un trabajo en Buenos Aires, donde hubiéramos conocido a una mujer que bla, bla, bla...

Y esto nos ocurre en cada segundo de nuestra vida, todo acto por pequeño que sea está concatenado con todos los demás; pequeñas decisiones que significan renunciar a cientos, miles de vidas que hubiéramos podido vivir. El hecho de que tú, lector, estés pasando los ojos por aquí es fruto de la más inconcebible de las probabilidades condicionadas que han tenido que sucederse una detrás de otra para que nos encontremos aquí y ahora, sin saber bien de dónde venimos y con desconocimiento completo de a dónde vamos.

Mike Scott es sólo un rockero escocés, pero el Poeta ya ha hablado de esto muchas veces también;



Wake the serpent not- lest he
Should not know the way to go-

No despiertes jamás a la serpiente
Por miedo a que ella ignore su camino

(Percy B. Shelley)


Nos define más aquello a lo que renunciamos que aquello que tomamos; siempre sin tener idea de porqué lo cogemos o rechazamos, realmente. ¿Cómo no nos va a dar miedo enfrentarnos a las decisiones que tenemos que tomar?

No sabemos dónde vamos, no. Nunca. En cualquier caso será un sitio extraño. Brindemos o lloremos por ello. A elegir.




Un libro para leer en el barco: Antología poética de Percy Bysshe Shelley

Una película para ver en el barco: E la nave va, de Federico Fellini

Una canción para escuchar en el barco: Sputnik Mon Amour, de Reno

34 Comments:

Anonymous Anónimo dijo...

Extraño viajar por parajes extraños, poblados por las extrañas sorpresas de extrañadas aventuras sin emprender…; esta primavera buscaré mi destino en las estepas de Kenya, quizá allí mi extraña energía, que ni se crea ni se destruye, se transforme en alma…

febrero 25, 2007 12:55 p. m.  
Blogger AnA dijo...

Mi admirado lagarto, se me ocurre que dudar&elegir consiste en manejar con cierta dignidad nuestra invisible condición ofidia.
Y me gustaría que supiera lo mucho que me alegro de haber sido arrastrada hasta la arena de esta playa acogedora que es su blog.

febrero 25, 2007 1:26 p. m.  
Blogger El detective amaestrado dijo...

POrque detrás de cada decisión, e incluso de cada acierto, esta la sombra de un presunto fracaso...

febrero 25, 2007 1:45 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Itoitz, Kenia tiene que ser toda una experiencia tanto para el cuerpo como para el alma. Te envidio. Me temo que yo no puedo hacer planes a tan largo plazo. Bueno, si una chica millonaria y dulce me invita a pasar unos días en su yate en el Egeo, seguramente diga que sí ;)

Mi admirada Ana, este ofidio hace lo que puede con eso de la dignidad. Y realmente creo que lo consigue; importa más el cómo que el qué. Sí. bienvenida a esta extraña playa. Póngase cómoda, en la tumbona, y escuche la música ¿le traigo un cóctel?

Vaya, detective ¿usted realmente puede distinguir un fracaso de un éxito? :) ... Esto me recuerda aquella canción de Pink Floyd, Wish you were here (“do you think you can tell Heaven from Hell?”)

febrero 25, 2007 2:16 p. m.  
Blogger atikus dijo...

Prefiero no pensar en como serían las cosas si hubiera tomado otro camino, además no habría sido yo...¿no?

En cualquier caso siempre me lo planteo...

Me pondré el CD de reno (ten times lazy) y pensaré, pero no demasiado que eso a mí me da dolor de cabeza :)

febrero 25, 2007 3:13 p. m.  
Blogger AnA dijo...

Sí por favor, y sírvase ud. otro. Quédese. Debo contarle algo.

febrero 25, 2007 3:13 p. m.  
Blogger Z... dijo...

un cuento: Una confusión cotidiana (Franz Kafka).
y no, no tiene mucho sentido lo que podría haber sido porque, obviamente, nos hubiérmos lamentado por no conocer lo que efectivamente fue.
¡saludos!

febrero 25, 2007 4:33 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Es una gran e inútil pérdida de tiempo, atikus, sí. Bastante tenemos abierto por delante como para pararnos en esas adivinanzas, pienso. Por otra parte, ¿sabes el tiempo que perderías en esa otra vida pensando en cómo hubieras sido si fueras como eres? Vamos a dejarlo, que me lío y parezco una película de los Hermanos Marx :) Haces bien en poner a Reno, es uno de los cd más importantes de mi colección. Además, se dice, se rumorea, se oye por ahí... que a lo mejor vuelven a reunirse.

Ana, me inquieta usted. Cuente, cuente... :)

No está mal el cuento, z. Pero hoy me apetecía poesía romántica inglesa, cosas mías.

febrero 25, 2007 7:32 p. m.  
Blogger Arcángel Mirón dijo...

Es que si viviéramos como si todo en la vida fuera matemática no podríamos cambiar ningún resultado. Sería todo exacto. Todo inviolable.
Sería todo un infierno.

febrero 25, 2007 7:41 p. m.  
Blogger Mandarina azul dijo...

Después de estar dos días en las bodegas del barco hoy he vuelto a subir a cubierta. Y aunque admito que tienes mucha razón en todo lo que dices, en estos momentos prefiero olvidarme de los vaivenes de las olas, y dedicarme a respirar hondo y a dejar que me dé la brisa del mar en la cara.
De todos modos, prefiero los pequeños veleros a los barcos gigantes; aunque navegando en ellos se está más expuesto al oleaje tienen menos recovecos. Y no olvides que:

Un barquito, de cáscara de nuez,
adornado con velas de papel,
se hizo hoy a la mar
para lejos llevar
gotitas doradas de miel.
Un mosquito, sin miedo va en él,
muy seguro de ser buen timonel.
Y subiendo y bajando las olas,
el barquito ya se fue.
Navegar sin temor,
en el mar es lo mejor,
no hay razón de ponerse a temblar.
Y si viene negra tempestad,
reír, y remar y cantar...

:)

febrero 25, 2007 10:22 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Vivir es la mejor aventura, por eso es tan extraña, por eso es tan fascinante...

febrero 25, 2007 10:59 p. m.  
Blogger Tamaruca dijo...

¿Una persona a la que muchos definen como "un junco que se deja mecer por el viento" a qué renuncia...?


(...)


Muacks...

febrero 25, 2007 10:59 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Bueno, arcángel., las matemáticas no funcionan muy bien en la vida del caos que creamos cada día. Eso está bien :) quedas contratada como timonel.

Mandarina tienes un color azul estupendo. Veo que el vaivén de las olas en la bodega no te ha mareado en absoluto. Rema conmigo :)

Aventura, extraña y fascinante. Buena actitud, LPQND. Contratada como contramaestre.

Tamaruca, siempre estamos renunciando a todo. Además, ¿qué sería el viento sin los juncos? ¡Contratada como jefe de velas!

febrero 25, 2007 11:31 p. m.  
Blogger Kamosisa dijo...

Soy nuevo en esta nave. 1º: Gracias por rescatar No Surrender, de B.S. Aunque tengo 28 años y mi generación reniega de BS, es una canción que sonaba en mi casa, por mi padre, y a la que tengo un cariño especial:

"like soldiers in the stormy night, with a vow to defend, no retreat...baby no, no surrender".

2ª: me gustaría añadir un maravillo libro al maravilloso libro de PB Shelley. Y es "Travesías por la incertidumbre", de Estrella de Diego. Si la nave sigue yendo, yo seguiré en ella. Saludos.

febrero 26, 2007 12:29 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

A mi me han llegado soplos de Coleridge y su balada del anciano marinero, pongo un pqueño trozo si me lo permites (y si no también ;)):
"And now the STORM-BLAST came, and he
Was tyrannous and strong :
He struck with his o'ertaking wings,
And chased us south along.

With sloping masts and dipping prow,
As who pursued with yell and blow
Still treads the shadow of his foe,
And forward bends his head,
The ship drove fast, loud roared the blast,
The southward aye we fled.

And now there came both mist and snow,
And it grew wondrous cold :
And ice, mast-high, came floating by,
As green as emerald."
Mar y destino siempre unidos.

febrero 26, 2007 12:41 a. m.  
Blogger Mandarina azul dijo...

Tanto remar, tanto remar... ¿dónde estamos? ¿En Venecia o en el lago Titicaca?

febrero 26, 2007 12:59 a. m.  
Blogger Portarosa dijo...

Preciosa canción, la de Inmaculate Fools.

Hace tres semanas fui consciente de la importancia de un detalle casual: una llamada de teléfono tras haberme retrasado unos minutos en un lugar al que podía haber ido más tarde, impidió un cambio fundamental en mi vida.

No voy a decir más obviedades sobre elecciones y renuncias, así que te aconsejo uno de los poemas que colgó hace unos días Diario de Rayuela en su blog, uno que habla, también, de encrucijadas.

Un saludo, y buena semana.

febrero 26, 2007 9:21 a. m.  
Blogger Isabel Burriel dijo...

Muy buena reflexión. Yo siempre pienso en la cantidad de casualidades que me han llevado hasta donde estoy. Por eso me he acostumbrado a dejarme llevar un poco. Me sorprende tanto, a veces, la vida.
Esto da mucho de si. Es como para una tertulia de las de antes. Con el cafetito, el cigarro, largas conversaciones... (ten cuidado con la elección: leopardo o ¿rosas fucsias?)

febrero 26, 2007 9:52 a. m.  
Blogger Valeria dijo...

Cada vez que elijes, hay algo que dejas de lado... Sería bueno una segunda oportunidad...

febrero 26, 2007 10:23 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Kamosisa, gracias por pasarte por aquí. Si vienes más veces verás que Bruce Springsteen significa muchas cosas para este lagarto de sangre no tan fría. No conozco las travesías de la incertidumbre. Tomo nota, muchas gracias por la recomendación. Como eres joven y nuevo a bordo, te pondremos de grumete ;)

Ladydark, viene usted fuerte, sí. La travesía de Coleridge es desde luego bastante dificultosa, esperemos tener nosotros otra bien distinta. Ya que la poesía es la medicina del alma, queda usted contratada como médico de abordo. Tendrá que cuidar de mi rótula, eh.

Mandarina, lo nuestro es remar y hacer estelas en la mar ¿qué más da dónde estemos? ;)

Portorosa, me temo que Mike Scott tiene más que ver con Waterboys que con los locos inmaculados ;) acabo de leer el poema, gracias por mostrarlo. Sí, es exactamente de lo que hablamos.

Si, interrogación, dejémonos mover por las olas. Pero sin perder los pies del suelo, mejor. Acepto la tertulia de cafés y cigarrillos. Tu serás la intendente del barco, para asegurarte de que no nos faltes tertulias ;)

Valeria, ¡¡¡¡meeeek!!!! Error. El concursante ha fallado: no hay segundas oportunidades. Nunca. No existen. Tatuemos eso en nuestras frentes (o en la parte de nuestro cuerpo que más se vea, que hay señoras que...). No hay segundas oportunidades, no. No llores nunca por la senda perdida, no hay tiempo. Te pondremos de ayudante del timonel, para que siempre tengas que mirar hacia delante ;)

febrero 26, 2007 10:57 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Portorosa, por supuesto, será nuestro carpintero de abordo: por sus excelsos conocimientos sobre sillas ;)

febrero 26, 2007 10:58 a. m.  
Blogger JJ dijo...

Esa canción siempre me ha encantado, aunque me ha puesto triste. Recuerdo escucharla desde mi casa de Avila, mirando por la ventana y repetirla durante horas y horas y horas...en uno de mis grupillos de estos meses la estuvimos preparando, pero nos separamos ants de tocar en directo.

Me alegró verte el otro día!

febrero 26, 2007 11:02 a. m.  
Blogger Sintagma in Blue dijo...

Siempre nos queda el desasosiego, como diría el bolero, de lo que pudo haber sido y no fue. El caso es que somos nuestra propia bitácora: Gullivers, Titanics, capitanes Ahab... Lo importante es seguir navegando.

besos kunderianos

febrero 26, 2007 11:03 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

byron y keats y mary... y viajes y tragedias varias también. Percival sabía algunas kosas, vaya que sí :) ¿crees que se puede encontrar la necesidad del ateísmo en los tiempos / librerías que corren?

komparto la idea de una sola oportunidad. aunke a veces se pierda de vista, es una de las mejores verdades que uno puede cultivar. entonces todo sabe a poco!!!!!

bzoz kzmkzzz

k.

febrero 26, 2007 1:27 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Me temo que yo también la he puesto muchas veces seguidas, Jero. La última vez que la escuché fue, por cierto, en una situación extraña y agridulce también. Nos debemos muchas cervezas, amigo. ¡Y nos te las perdono, eh! nos veremos más. Te quedas en el barco como músico, claro.

Lo mejor del desasosiego es el libro de Pessoa, sintagma. Pero mi edición tiene unas tapas nobles que cierran estupendamente, y ahí queda el desasosiego hasta nueva lectura. Seguimos navegando, ¡sí! Serás la maestra armera y cuidarás que nuestros cañones apunten siempre al desasosiego.

Klaudia, para temas relacionados con el romanticismo inglés te recomiendo que te dirijas al médico de abordo Ladydark, toda una experta por lo que parece. La necesidad del ateismo supongo que ahora es menos inquietante que la necesidad de una videoconsola, en cualquier caso. Serás nuestra sacerdotisa y tendrás derecho a cocina y catre.

febrero 26, 2007 2:09 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Hoy, lunes 26 de febrero de 2007, acabamos de cruzarnos con otra extraña nave. Parece que, al igual que nosotros, navegaba sin rumbo. Quizá sus cartas de navegación hayan desaparecido como las nuestras.
Sólo me queda desearle a esa singular tripulación el mejor de los destinos posibles en este océano de incertidumbres.

febrero 26, 2007 3:28 p. m.  
Blogger Ciudad burbuja dijo...

En fin, pero en desolation row las sirenas de los petroleros no dejan reír ni volar.

febrero 26, 2007 6:45 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Excelente data!

Esto de "a dónde vamos" o "porqué nacimos" creo que tiene una edad, y, según éstas, amplios significados.
Me parece que al final del camino uno realmente podrá comprobar el sentido de las cosas y entenderlo.

Me quedo con la frase célebre: "Nos define más aquello a lo que renunciamos que aquello que tomamos".

Un abrazo!

febrero 26, 2007 7:52 p. m.  
Blogger Portarosa dijo...

(¡Coño, es verdad! Y el caso es que sé perfectamente qué canción es, y la tengo en un recopilatorio de los W. Boys. Disculpa el lapsus.

Ah, y yo, en cuanto a las sillas, en lo que soy muy bueno es probándolas... sólo.)

febrero 26, 2007 8:22 p. m.  
Blogger Arcángel Mirón dijo...

Qué bueno!! Leven anclas, partimos hacia Allá!!

febrero 26, 2007 9:49 p. m.  
Blogger Helena dijo...

Me ha gustado mucho este post, que me ha hecho pensar en el principio del libre albedrío, tan tratado por la filosofía y la ciencia.

Celebro que, precisamente, ese libre albedrío me haya traído a conocer este blog tan interesante que, sin duda, seguiré visitando.

¡Enhorabuena, y Saludos!

febrero 27, 2007 3:52 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Bien, Mavi. ¡pues al abordaje! Después de la batalla habrá ron para todos ;)

Maria catarata, Desolation Row es una de las canciones más emotivas, para mí, de Bob Dylan. No me extraña que a Sabina también le guste, pero lo cierto es que no hay petrolero alguno en esa canción, sólo una mención de pasada al Titanic :)

Bueno, Ártemis, yo en realidad pienso que al final del camino tampoco comprenderemos nada. Simplemente porque nada tiene sentido y no hay nada que entender. Estamos solos, disfrutémoslo.

Portorosa, ciertamente también podría haber puesto otra canción de los Immaculate Fools, Don’t drive the hope from my Heart (“Passengers, we are all passengers, we never know when to stop; travelers, we are all travelers, see how far we`ve got”)

Venga, arcángel, sube que partimos!

Helena, gracias por pasarte por aquí. Decía Javier Corcobado, un poeta valenciano, “la libertad es la cárcel más grande de todas las cárceles”

febrero 27, 2007 10:49 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo contigo, no hya forma más original de definir la vida humana y es cierto que no sabemos adónde nos van a llevar los veintos ni las mareas que vibran a nuestro alrededor.
Salud y Libertinaje
PD: Contéstame visitando mi blog y poniéndome un comentario en él, por favor :-)

febrero 27, 2007 3:24 p. m.  
Anonymous ana dijo...

Yo brindo por ello, por el miedo, por la libertad. Esa dosis de infelicidad es el precio que pagamos, la cruz de una moneda que tiene una cara infinita: la de la libertad.

Afortunadamente hemos nacido sin programar... aunque esto siempre pese un tanto.

Sigo brindando por ese miedo... incluso con esas lágrimas que fueron tan mías.

"No sabemos dónde vamos, no. Nunca. En cualquier caso será un sitio extraño"

¿Me puedes regalar esta frase?... (la voy a colocar en mi msn)

;))

abril 15, 2009 12:00 p. m.  

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