Se empieza por el principio

Hace un año, la revista de literatura americana American Book Review editó la lista de los 100 mejores principios de novela. Ya sabemos todos cómo gusta eso de los Top100 allí.

La lista, en sus 10 primeros puestos, quedó así:

1- “Llamadme Ismael.” (Herman Melville, Moby Dick, 1851)

2- “Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa.” (Jane Austen, Orgullo y Prejuicio, 1813)

3- “Llega un grito a través del cielo.” (Thomas Pynchon, El arco iris de gravedad, 1973)

4- “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.” (Gabriel García Márquez, Cien años de soledad, 1967)

5- “Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas” (Vladimir Nabokov, Lolita, 1955)

6- “Todas las familias felices se parecen entre sí, pero cada familia desdichada ofrece un carácter peculiar” (Leon Tolstoy, Anna Karenina, 1877)

7- “La corriente del río, más allá de la Iglesia de Adán y Eva, desde el desvío de la costa hasta la embocadura de la bahía, nos trae de vuelta por la cómoda vía de circunvalación hasta el castillo de Howth y sus alrededores.” (James Joyce, Finnegans Wake, 1939)

8- “Era un día de abril frío y luminoso y los relojes daban las trece” (George Orwell, 1984, 1949)

9- “Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación” (Charles Dickens, Historia de dos ciudades, 1859)

10- “Soy el hombre invisible” (Ralph Ellison, El hombre invisible, 1952)



Pongo en enlace a la lista completa ; no voy a traducir los cien, auque casi todos son bastante conocidos. Como nota anecdótica, ese mantra castellano que todos aprendimos de pequeños sobre “un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme” aparece en el número 27 de la lista. Je.

Estoy más o menos de acuerdo con la lista, salvo surrealistas excepciones como la del Hombre Invisible o la barbaridad absurda de intentar traducir a Joyce al español. Quizás subiría varios puestos a Dickens o a Nabokov, y por supuesto incluiría muchos que faltan. Como lista no está mal.

Pero, para mí, un buen principio sería: “La conocí.” Simplemente eso. No está en la lista, pero me quedo con éste.


Una canción para un principio: Absolute beginners, de David Bowie

Una película para un principio: En busca del fuego, de Jean Jacques Annaud

Un libro para un principio: 2001, de Arthur C. Clarke