miércoles, abril 25, 2007

Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel


François Truffaut es uno de los cineastas que más admiro, no soy nada original. Poca gente ha sabido mostrar tanta sensibilidad y tanto Cariño (nótese la mayúscula) como hacía Truffaut en sus películas. Sus personajes tenían una humanidad por encima de cualquier convención social o cualquier lógica plausible. Y quizás Antoine Doinel es el más relevante de sus personajes, entre otras cosas porque le representaba a él mismo.



Antoine Doinel, interpretado por Jean Pierre Léaud , aparece por primera vez en 1959 como un niño rebelde con problemas afectivos en casa en los 400 golpes. Años después le encontramos otra vez en El amor a los veinte, Besos robados, Domicilio conyugal y termina con El amor en fuga en 1979, pocos años antes de la precipitada muerte de Truffaut. Así, en veinte años, conocemos todo el aprendizaje emocional del gran Doinel.

Hoy me quedo con Besos Robados y quiero compartir dos escenas de esa película:

Una. Antoine Doinel es un investigador privado. Su misión consiste en proteger a una mujer de un extraño individuo con gabardina que, oculto, la sigue continuamente. De pronto, ese hombre se acerca decidido a ella.

CHRISTINE: No mires, hay un individuo muy raro. No sé, tengo la impresión de que hace días que me sigue.

ANTOINE: ¿Quién será ese tipo?

CHRISTINE: Qué sé yo. Ahí viene.

INDIVIDUO: Señorita, sé que no le soy del todo desconocido. Hace tiempo que la vengo observando sin que se dé cuenta, pero desde hace unos días ni intento ocultarme. Y ahora ha llegado el momento. Verá, antes de conocerla a usted nunca había amado a nadie. Odio lo provisional. Conozco bien la vida. Sé que todos traicionan a todos, pero lo nuestro será diferente. Seremos un ejemplo. No nos separaremos ni una hora. Yo no trabajo, no tengo obligaciones en la vida. Usted será mi única preocupación. Comprendo que esto es demasiado súbito para que acepte inmediatamente y que antes desea romper los lazos provisionales que la atan a personas provisionales. Yo soy definitivo. Señorita: Soy muy feliz.

(el individuo se va)

CHRISTINE: Ese tipo está completamente loco.

ANTOINE: Sí, seguramente...





Otra. Antoine no sabe a quien ama. Se debate entre Fabienne Tabard y Christine Darbon. Ante el espejo, intenta comprender la naturaleza de sus sentimientos, saber a quién ama realmente Antoine Doinel.




una película para Antoine Doinel: Vertigo, de Alfred Hitchcock

un libro para Antoine Doinel: Farenheit 451, de Ray Bradbury

una canción para Antoine Doinel: Janey Don't You Lose Heart, de Bruce Springsteen

33 Comments:

Blogger Arcángel Mirón dijo...

"Yo soy definitivo".

Qué buen título para algo.

abril 25, 2007 10:42 p. m.  
Blogger Ana dijo...

Definitivo.
Me quedo.

abril 25, 2007 11:17 p. m.  
Blogger Miss Missing dijo...

Perdóname si estoy un poco negativa. No sé si existe lo definitivo. Todo lo de alrededor se derrumba o no va por un camino acertado (aquí entra mi miedo patológico a equivocarme) sólo algunos tiene ese privilegio, del que sabe que lo suyo no terminará nunca. Si me propusieran la primera escena diría que no. Me abruma lo que dice:

Odio lo provisional. Conozco bien la vida. Sé que todos traicionan a todos, pero lo nuestro será diferente. Seremos un ejemplo. No nos separaremos ni una hora. Yo no trabajo, no tengo obligaciones en la vida. Usted será mi única preocupación.

No se puede dar uno completamente al otro si en el cambio pierde esa persona su identidad. No sé. No sé. Ésta noche no soy yo misma.

Besos.

abril 26, 2007 1:22 a. m.  
Blogger Anuk dijo...

Menuda declaración de amor! Me la pido! L'amour fou! Oh la la! Individuo con gabardina, individuo con gabardina, individuo con gabardina...

abril 26, 2007 1:24 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

me encanta, sencillamente, me encannnntaaa!!!!!!!!!!

(que bien está esto de los blogs del youtube para rememorar estas cosas)

abril 26, 2007 1:57 a. m.  
Blogger Narrador dijo...

Caballero No buena entrada, ya sabe que coincidimos con Truffaut "el hombre que ama los libros", es curioso que sea un director tan personal cuando su filmografia es mayoritariamente adaptacion de novelones. Supongo que es capaz de absorberlos y hacerlos propios. Por cierto, entre las coincidencias es que mi post de hoy se encabeza con Truffaut y su vision del cine futuro como un acto de amor.
Antoine Doinel es la ejemplificacion de ese amor, hay una cita que lei ayer en la que Truffaut cuenta como estas peliculas hablan de las cosas que hace la gente que el conoce (mas tarde te la pego en otro coment).

Me encanta Besos Robados, el dialogo que posteas cayo en mi blog el 18 de diciembre (Titulo: Las Gabardinas y Yo), y se ha convertido en una gran verdad en mi particular mundo, sobre todo en el concepto de "soy definitivo"... La Señorita Arcangel tiene razon, esto seria un gran titulo, no se de que, pero mientras no sea un manual de autoayuda seria un gran titulo.

Un pero... La cancion deberia ser "Que reste-t-il de nos amours?" de Charles Trenet, de donde Truffaut saco el titulo (Baisers volés), la que suena en la pelicula... la que anoche, durante una partida de poquer sonaba en mi casa, en version de "The friends of Dean Martinez" (el de Calexico). Vale, lo reconozco llevo dos semanas obsesionado con esta cancion y esta pelicula... ¿se me nota?

"Bonheur fané,
cheveux au vent,
Baisers volés,
rêves mouvants...
Que reste-t-il de tout cela,
Dites-le-moi"

PD: Ineludiblemente, si no encuentro remedio en la china, despues de Prima empiezo con Doinel.

abril 26, 2007 8:54 a. m.  
Blogger Andrés dijo...

Me pongo de pie y...

clap clap clap!!


Bien por antoine.
Saludos

A.-

abril 26, 2007 9:53 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Desde luego que oir esas palabras me encantaría, pero si las oyese de alguien a quien al menos conozca. Provenientes de un desconocido creo que me asustarían bastante.
Supongo que, de tanto oir las noticias, estoy algo recelosa ante tanta posesión, y lo que viene después...

Besos preventivos.

abril 26, 2007 10:28 a. m.  
Blogger Sintagma in Blue dijo...

Otra canción pertinente: "Cine, cine, cine..." de Aute.

Con lo perezosa que soy siempre me he sentido atraida por la nouvelle "vague".

(besito)

abril 26, 2007 11:44 a. m.  
Blogger Tamaruca dijo...

Yo creo que no existe nada más definitivo que lo provisional.

Por cierto, que si Fabienne o Christine vieran lo que Antoine frente al espejo, sospecho que se acabarían los problemas de indecisión radicalmente :$

¡Un besico! ;D

abril 26, 2007 11:57 a. m.  
Blogger MALEFICABOVARI dijo...

Luego vengo que ahora no puedo.... este tío es enorme, así que luego vengo y te cuento... oye, el lunes vamos a tu casa la Ursula y yo, prepara el festín, nosotras llevamos el spray antivioladores...porisacaso, luego comento cómo es debido esto tan chulillo que te has colgado, tenías razón, es su vida a través del personaje, su puta entera vida¡
Bss

abril 26, 2007 11:58 a. m.  
Blogger Lunarroja dijo...

Definitivamente... tenemos gustos parecidos.
Me encantó recordarlo.

abril 26, 2007 12:38 p. m.  
Blogger Narrador dijo...

Palabrillas prometidas de Trufaut:

Para mí, las películas de Antoine Doinel son un poco como un carnet de notas, no pongo nada que no conozca. Transcurren en el París que he vivido de pequeño, los personajes son amigos míos. Si Doinel, por ejemplo, trabaja coloreando flores de plástico, es porque conocía a alguien que lo hacía. De esta forma voy construyendo estas películas.
('Nuestro cine', números 103-104, 1970)


Hace tiempo una mañana de domingo, la televisión emitió en el programa 'La secuencia del espectador' una escena de 'Besos robados' en la que participaban Jean-Pierre Léaud y Delphine Seyrig. Al día siguiente entré en una taberna en la que nunca había estado antes, junto a la estación de Saint-Lazare y me dijo el dueño: "Yo le conozco a usted, ayer le vi en la televisión". Es, por supuesto, evidente que no fue a mí a quien vio en la pequeña pantalla, sino a Léaud interpretando el personaje de Doinel. Pedí un café muy concentrado, el hombre me lo sirvió y estudiando más de cerca y más atentamente mi rostro añadió: "Esa película la hizo hace tiempo, ¿no?. Era usted más joven". Cuento esta anécdota porque ilustra bastante la ambigüedad y al mismo tiempo la ubicuidad de Antoine Doinel, ese personaje que es la síntesis de dos personajes reales: Léaud y yo.
Se presentaron unos sesenta muchachos e hice pruebas en 16 mm. con dos de ellos; les hacía preguntas bastante sencillas puesto que mi objetivo era encontrar un parecido más moral que físico con el niño que yo creía haber sido.
Antoine Doinel no es lo que se llama un personaje ejemplar, es astuto, tiene encanto y abusa de él, miente mucho y disimula más, solicita más amor que el que está dispuesto a dar; no es el hombre en general sino un hombre en particular. Añadiré únicamente que Jean-Pierre Léaud es el mejor actor de su generación y que sería injusto olvidar que Antoine Doinel es, para él, más que uno de los personajes que ha interpretado, uno de los dedos de sus manos, una de sus costumbres, uno de sus compañeros de niñez.
('Les adventures d'Antoine Doinel', 1970)

abril 26, 2007 12:59 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Arcángel, supongo que todos buscamos algo definitivo. Pero ¿existe realmente? No, pero da igual, seguiremos buscando :)

Un árbol ¿te quedarías con ese tipo que te dice todo eso sin conocerte de nada? ¡Qué miedo!

Señorita Missing, el miedo patológico a equivocarnos hace que nos quedemos petrificados, viendo la vida pasar, sin mover un músculo, sin hacer nada. Y esa es la peor equivocación, creo. Hay que saltar de vez en cuando, aunque sólo sea para mantenernos en forma. En cualquier caso es muy fuerte lo del individuo de la gabardina :) Besos.

Annabellee, qué romántica vienes esta mañana :)

Rayuela, es una preciosa película, como todas las de la serie de Doinel. Es una pena que no encontrara en youtube la secuencia que estaba buscando, en la que el detective Doinel tiene que describir a una mujer para un informe y en lugar del típico estatura, color de pelo, etc, se deja arrastrar por verdadera poesía en la descripción :)

Narrador, ya intuía yo que no iba a ser muy original. Un placer coincidir en esta mitomanía contigo. Respecto a lo que cuentas más abajo, recuerdo que la primera película que vi de la serie fue domicilio conyugal, una noche en la Dos, y también pensé que Truffaut era Léaud. De Truffaut me gusta todo, no sólo la serie de Doinel

Andy, se los daré de tu parte. Hemos quedado para comprar una escalera de biblioteca.

Mavi, la vida está llena de sorpresas. No es ésta de las más desagradables. Aunque un poco psicópata si me parecería el individuo, claro :)

Sintagma, veo que eres también del club del sofá :) mmm... no es Aute de mi devoción precisamente

Tam, tienes razón. Quizás lo que en la vida pueda considerarse definitivo no es más que una sucesión de provisionalidades en la misma tendencia. ¿Nunca has hecho lo del espejo? :P

Maléfica, venid cuando queráis, pero traed el pan. Yo me pondré el cinturón de castidad, por si queréis violarme vosotras :P me alegro de que te guste el cine de Truffaut. Besos.

Lunarroja, ¿definitivamente? Es verdad, el amor al cine de Truffaut no es provisional. Hay cosas que permanecen, ¡bien!

abril 26, 2007 1:40 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Thanks niño, thanks, thanks, thanks

abril 26, 2007 2:59 p. m.  
Blogger atikus dijo...

Es curioso, a Truffaut le tengo gran respeto por las obras de arte que tiene pero también cierta manía, porque en una entrevista que vi el año pasado en una cinta que alquile despreciaba cierto tipo de cine, en concreto el cine de ciencia ficción y el Western, vamos a gente como John Huston por ejemplo no la tragaba y eso no se lo consiento a nadie jeje.
A pesar de todo ya digo que me encantan muchas pelis suyas, en concreto tengo posteada los 400 golpes y sobre los Besos Robados y esta escena ya comente en el blog de Desconvencida, pero no esta d más repasarla.
y digo yo que pasaría si te entrara una tía maziza y te dijera que te quiere y que te va a tratar como un rey mmmmpues yo me mosquearía ¿no????...claro que ya se lo primero en lo que estoy pensando pero no lo digo...

abril 26, 2007 6:52 p. m.  
Blogger MALEFICABOVARI dijo...

Mi hermano mayor adora a este señor y la hermana, la Binochete, le puso un templo hace tiempo... yo sólo ví trozos de sus pelis en casa de la famili, así que no puedo opinar con juicio válido, sorry, aquí me pilla totalmente. Oiga, que ya hablaremos, tengo las baguettes listas y no me voy de puente, mi hermana le va a encantar, es cómo una belleza de esas francesas.... ya verá... bueno, la sister no sabe nada de este plan maquiavélico que preparo, yo la he dicho que tenemos que ir a su piso de la latina, a algo, digo, y entonces de ahí nos desplazamos..jejeje, y ale, todos tan contentos, con el spray, los cinturones, y comiendo jamoncito, pero que sea 5jotas, que semosmupijas y es lo que hay en casa, de los padres, digo, en la mía no hay ná.
Bss, podemos llevar pelis, tenemos de todo, la casa de mis padres es.... cómo el afnac, pero sin cosas de mal gusto...
Agur, hoy ni paso por mi blog, que estoy bastante jodía, el suyo me refresca.

abril 26, 2007 7:32 p. m.  
Blogger Antígona dijo...

Sólo conozco al Antoine Doinel niño y ya me fascinó, su pillería sin maldad, aún inocente, como inocentes parecían aún su desamparo y su tristeza no sabida, amargamente inocente su deseo de ver el mar. Ansiosa ahora por ver, en cuanto tenga la oportunidad, como siguió su vida.

Por casualidad, vi hace poco la escena del tipo de la gabardina. ¿Por qué loco? Diría que sólo dice lo mismo que cualquier enamorado. Y que sólo manifiesta con sinceridad lo que los demás no dicen, o no decimos. Que al hacer esa desclaración uno siempre es un desconocido. Pero sin riesgo no hay amor.

Fantástico Fahrenheit, tanto el libro como la peli.

Gracias por recordármelos, Nosurrender!

abril 26, 2007 10:56 p. m.  
Blogger Dátil dijo...

Bueno yo, mejor lo malo -conocido- que -no- conocido. Ya creo que he contestado.
Y en el culo tocamientos?

(uyuyuyuyuyuy)

(míra que eres atrevido, pues que sean tres. Yo me apunto con Male y la fresshhsss).
¿Qué vas hacer con tres tías?

(uyuyuyuyuyuyuyuy)
Besos.
Eres un encanto. ;)

abril 26, 2007 11:08 p. m.  
Blogger Paco Rossique dijo...

Hoy curioseando en un diccionario de símbolos que suelo hojear de tarde en tarde, me encuentro de repente que laberinto y lagarto vienen a continuación uno de otro. Los textos:

Laberinto: Denominación dada en un principio al palacio del rey Minos de Creta, dotado de numerosas e intrincadas galerías; posteriormente pasó a significar la morada construida por Dédalo para el Minotauro. Desde entonces se aplica el término a todos los caminos de difícil acceso y recorrido, tanto en la arquitectura como en las artes plásticas. - El paso por un 1aberinto formaba, en ocasiones, parte de los ritos de iniciación, simbolizando, al mismo tiempo, el hallazgo del centro espiritual oculto y la subida desde la oscuridad hacia la luz. -Los 1aberintos representados en el suelo de muchas iglesias antiguas simbolizan la vida humana con todas sus pruebas, dificultades y desvíos; el centro simboliza, frecuentemente, la expectativa de salvación, - representada por la Jerusalén celestial.

Lagarto: Por su tendencia a tenderse al sol, está en estrecha relación con el simbolismo solar y de la luz. Aparece frecuentemente como imagen del alma que busca y encuentra la luz (el conocimiento, la otra vida). En este sentido es frecuente hallarle en monumentos funerarios antiguos y en urnas cinerarias, así como en el arte cristiano. También las representaciones de Apolo como matador del 1agarto hacen referencia a esta significación: el 1agarto simboliza el ansia de morir a manos del dios de la luz y de arribar así, por la muerte, a la luz del más allá. - La Edad Media estableció una relación con el anhelo de Cristo en relación con la siguiente supuesta capacidad del 1agarto p.ej.: narrada en el Physiologus: ciego en su vejez, el 1agarto logra recuperar la vista si consigue deslizarse por la rendija de un muro orientado al este y mirar fijamente al sol naciente; de igual modo, el ser humano, cuya vista interior amenaza oscurecerse, debe dirigir su mirada hacia Cristo como sol de justicia. - La muda anual de la piel hizo del 1agarto, además, un símbolo de la renovación y de la resurrección. - El 1agarto adquiere, ocasionalmente, una significación negativa en paises calurosos, donde su frecuente aparición tiene relación con períodos de sequía o de excesivo calor.

Tomando lo que me interesa resaltar (para eso soy el que escribe):

El paso por un 1aberinto formaba, en ocasiones, parte de los ritos de iniciación, simbolizando, al mismo tiempo, el hallazgo del centro espiritual oculto y la subida desde la oscuridad hacia la luz.
Y el lagarto aparece frecuentemente como imagen del alma que busca y encuentra la luz.

Pues eso: Male, pronto verás la luz… siempre se ve. No surrender, gracias por tu blog, que a veces sirve de faro.

abril 26, 2007 11:34 p. m.  
Blogger Ana dijo...

Me quedo.
Y me quedo por las razones que le das a Miss Missing en la siguiente línea: "Señorita Missing, el miedo patológico a equivocarnos hace que nos quedemos petrificados, viendo la vida pasar, sin mover un músculo, sin hacer nada. Y esa es la peor equivocación, creo. Hay que saltar de vez en cuando, aunque sólo sea para mantenernos en forma"

Poing! Salto!

abril 27, 2007 1:37 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Gracias a ti, mari, por pasarte por aquí ¿está bonito New York hoy?

Bueno, atikus, Truffaut empezó en el mundillo de crítico de cine, y la verdad es que era muy crítico con casi todo lo clásico. Yo le voy a perdonar :) es cierto, ya habló desconvencida de esta película hace unos meses; ya sabía yo que de original no tenía nada.

Maléfica, yo sólo compro jamón Joselito, por toneladas. Vengan, vengan. Que hay para todos. Pondremos La piel suave mientras deglutimos con avidez.

Bueno, antígona. Sin riesgo no hay nada, estoy totalmente de acuerdo. Pero el individuo de la gabardina le pide a ella que se deshaga de todo lo “provisional” para quedarse con él, que es “definitivo”. Es todo un juicio de valor :)

Coblenza, mejor lo no malo... y si todo es malo, entonces mejor nada de nada, ni conocido ni por conocer. Lo que nos tiene que mover es la ilusión y la confianza, supongo. ¡Vente rápido, que éstas se comen todo el jamón!

Interesante, tressert. Pero la verdad es que lo de lagarto viene de lejos; he sido lizard muchos años en otros foros. Y lo del Laberinto viene de un poema de Borges:

Zeus no podría desatar las redes
de piedra que me cercan. He olvidado
los hombres que antes fui; sigo el odiado
camino de monótonas paredes
que es mi destino. Rectas galerías
que se curvan en círculos secretos
al cabo de los años. Parapetos
que ha agrietado la usura de los días.
En el pálido polvo he descifrado
rastros que temo. El aire me ha traído
en las cóncavas tardes un bramido
o el eco de un bramido desolado.
Sé que en la sombra hay Otro, cuya suerte
es fatigar las largas soledades
que tejen y destejen este Hades
y ansiar mi sangre y devorar mi muerte.
Nos buscamos los dos. Ojalá fuera
éste el último día de la espera

Un árbol, quizás hay (o debería haber) un punto intermedio entre el estado de petrificación y el arrojarse a los brazos de alguien tan extraño y patológico. Quizás deberíamos pensar más con el corazón y sentir más con la cabeza, decía el otro día a alguien.

abril 27, 2007 11:35 a. m.  
Blogger atikus dijo...

Es que les tengo manía a gabachos ...

no a las gabachas eh!

abril 27, 2007 12:15 p. m.  
Blogger desconvencida dijo...

jaja, buen matiz, atikus...

Esta escena (la primera) de Besos robados me encanta... Lo que supongo que ya he dicho en alguna ocasión aquí o "allí" es que el personaje de Antoine Doinel que tanto me enternece en "Los 400 golpes" conforme se va haciendo mayor me empieza a caer peor, hasta decir que al final no me gusta nada, no sabría decir muy bien porqué, quizás la manera en que trata a sus mujeres, siempre siéndoles infiel (especialmente a Christine) y nunca sabiendo lo que quiere en la vida, aunque supongo que por eso es un personaje muy humano...

Había leído que Truffaut consideraba a Doinel su alter ego, por eso me ha gustado el párrafo que ha transcrito narrador.

pd. te debo un mail, No Surrender, antes de irme te contesto sin falta!

abril 27, 2007 3:43 p. m.  
Blogger Mandarina azul dijo...

nosurrender, lagartijo, nosurrender, lagartijo, nosurrender, lagartijo, nosurrender, lagartijo, nosurrender, lagartijo, nosurrender, lagartijo, nosurrender, lagartijo...

:)

abril 27, 2007 4:55 p. m.  
Blogger Antígona dijo...

Nosurrender, si me permites que te lleve la contraria :-), diría que el ideal del amor se promete siempre como definitivo. Incluso me atrevería a decir que el amor verdadero, en el momento en que se proclama, debe sentirse como definitivo. Que los hechos después demuestren casi siempre lo contrario no invalida el sentimiento como tal. Así de absurdos somos, y así de mal encaja la lógica del corazón con la de la realidad.

Precioso el poema de Borges, y el modo en que fue capaz de entender al minotauro.

Un beso

abril 27, 2007 8:39 p. m.  
Blogger Paula dijo...

Estoy con Arcángel

"Yo soy definitivo" me impacta y me sobrecoge. La certeza, o la locura que tienen que acompañar a semejante afirmación, adquiere un tamaño infinito.
Y si hay algo en el amor definitivo, es su certeza y su locura.

Como siempre, un placer pasarme por aquí (sin gafas de sol, claro)

Un abrazo

abril 28, 2007 2:08 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Atikus, a mí también me gustan más las gabachas que los gabachos. Es curioso, ¡pero me pasa igual con las alemanas y los alemanes!

Tienes razón, deconvencida. Doinel es un absoluto inmaduro emocional; ya lo comentábamos e tu sitio cuando hablaste de esa primera secuencia. Pero es la debilidad humana lo que mueve toda la filmografía de Truffaut, creo.

Mandarina, me temo que los dos tienen los mismos defectos ;)

Antígona, estoy totalmente de acuerdo contigo. El amor siempre es eterno; no se puede tener otra concepción de ello.... mientras dura. Me gusta la expresión “la lógica del corazón”, dice muchas cosas. Borges es un monstruo, sí. Un beso.

Paula, quizás certeza y locura no sean términos incompatibles. Ni mucho menos. Un abrazo.

abril 28, 2007 8:30 p. m.  
Blogger Olvido dijo...

Uff!! cuantos años sin ver esta escena. Curioso, porque la dualidad ante el espejo se duplica. Antoine duda para escoger, pero realmente en el fondo no duda de su elección sino de él (siempre lo hizo).
Buen día

abril 30, 2007 12:06 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

por supuesto, Olvido. Tu comentario es muy inteligente. Él es una gran duda sobre sí mismo y ellas son sólo los objetos circunstanciales.

abril 30, 2007 11:11 p. m.  
Anonymous ana dijo...

Pues yo pienso que si algún "mi amor definitivo" me dice:

"No nos separaremos ni una hora. Yo no trabajo, no tengo obligaciones en la vida. Usted será mi única preocupación."

En ese momento... simplemente sabré que no... que no es mi amor definitivo.

Y casi, casi... que saldré corriendo. Uff...



Para declaración de amor, me quedo con esta, de momento...

"Te quiero, te quiero...
Mis anteriores fracasos me han preparado para conocerte. En toda mi vida he sentido algo como esto. Es un amor desinteresado, un amor adulto, tú lo sabes.

Es un amor maduro, absoluto...
Y emocionante.

Hoy, nadie es lo que parece, excepto tú."

Película: La Casa Rusia.

abril 19, 2009 3:13 p. m.  
Blogger El Capitán Alatriste dijo...

¡Genial artículo!,

enero 04, 2013 10:08 a. m.  
Anonymous Narrador dijo...

Es curioso buscar el dialogo tantos años despues y encontrarse comentarios propios como el eco:
Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, ...

abril 28, 2016 6:12 p. m.  

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