Retomo hoy el meme que ha lanzado
Lula Fortune . Se trata, más o menos, de hacer un diccionario de odios y amores, de filias y fobias desde la a hasta la z. Bueno, paso a interpretarlo a mi manera y exponer aquí el Diccionario A-Z de Personajes de ficción preferidos del Doctor Lagarto. Las fobias las dejaré para otro día, que ya es bastante larga la cosa (me refiero a la lista que sigue).
A
Archimboldi. Escritor alemán del siglo XX, sacado a la luz en los años noventa por un grupo de filólogos alemanes. Es uno de los protagonistas de la inmensa novela póstuma de Roberto Bolaño, 2666.
B
Batty, Roy. El replicante que se niega a aceptar el destino impuesto por su Dios, que ha visto cosas que vosotros no creeríais... atacar naves en llamas más allá de Orión. Ha visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta Tannhäuser. Todos esos momentos se perdieron en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Blade Runner, de Ridley Scott.
CLa
sweet Caroline a la que cantaba Neil Diamond. Porque lo buenos tiempos nunca parecen lo bastante buenos cuando ocurren, sólo cuando han terminado.
D
El
Doctor Fleischman, punto de vista obligado en ese viaje hacia dentro de nosotros mismos, que convierte lo extraño en normal, lo mágico en real y lo inconsciente en consciente, en “Doctor en Alaska”, serie para televisión de la CBS que dio para 110 episodios y muchas noches de verano surrealistas que echo de menos.
E
Emma, la prima del actor Jack Burns en la novela de John Irving “Hasta que te encuentre”. Si todos tuviéramos una Emma cerca de nosotros, este mundo sería muy diferente.
F
Fabrizio del Dongo, protegido del conde Mosca, que nunca supo si había participado realmente o no en la batalla de Waterloo, lo más importante que quería hacer en su vida después de amar a Clelia. De “La cartuja de Parma”, del grandísimo Sthendal.
G
Gustav Aschenbach, agónico turista de la novela de Thomas Mann y película de Visconti, “La muerte en Venecia”. Película ideal para ver en casa, comiendo langostinos y acariciando a una chica preciosa.
H
Humbert Humbert, pederasta confeso y sin escrúpulos en la gran obra de Vladimir Nabokov,” Lolita”. Políticamente incorrecto, poéticamente maravilloso.
I
Ismael, arponero ballenero y teólogo imprescindible en la Biblia del señor Melville, “Moby Dick”. ¡Por allí resopla!
J
Johanna, porque, como decía Bob Dylan, la noche te hace trampas cuando intentas estar tranquilo. Porque estamos desamparados aunque hagamos todo lo posible por negarlo. Y Louise retiene un puñado de lluvia, retándote a desafiarla. Las luces parpadean desde la galería opuesta, las calefacciones tosen en la habitación y la radio suena suave. Pero no hay nada, realmente nada que no tenga sentido: Sólo Louise y su amante, tan entrelazados. Y estas Visiones de Johanna que no puedo sacar de mi mente
K
Kwan, el enano deforme en “El año que vivimos peligrosamente”, de Peter Weir, y su eterna pregunta “¿qué debemos hacer?” De pronto, un día, creyó conocer la respuesta. Pero no sirvió de nada.
L
Lula Fortune, en homenaje a quien me pasa el meme, a la cazadora de piel serpiente que nunca tuve, y porque Laura Dern en esa indispensable y brutal película, “Corazón Salvaje”, de David Linch, “era un pastel / De frambuesa / Que te miraba / Y cortaba / El hipo / Y la mayonesa / Con ese tipo: / Su vacunita / En el brazo, / Dieciocho añitos / Y esos malditos / Ojazos / De gata / En celo / Y aquella mata / De pelo / Como una hoguera / Y unas pestañas / Con telarañas / De terciopelo / Y esas caderas / Que estaban hechas para pecar / Por las escaleras, / Para enseñarle el pajar, / Para esperar en la era, / Para mancharle el vestido, / Para cantarle al oído: / "reloj no marques las horas" / Para quitarse el sombrero. / Caballero, qué señora. / Caballero, ¡qué señora” (Sabina Dixit)
M
Max Estrella, poeta ciego y orgulloso no-académico. Neomalthusiano, aficionado a las regeneraciones con vuelos y opresor de burócratas. Creado por Don Ramón María del Valle Inclán para sus “Luces de Bohemia”.
N
Nestor, el perfecto mayordomo al servicio del intrépido Tintín, de Hergé. Impecable con su uniforme negro, con su gesto hierático, con su frase exquisita y perfecta en forma de bocadillo en colores planos, con esa tipografía onírica y cercana.
O
Horacio Oliveira, cínico, exiliado, amargado, enamorado, paranoicamente racional, racionalmente paranoico, buscador de terrazas sin tiempo en “Rayuela”, de Julio Cortázar, que me impulsan a querer ser terraza sin tiempo.
P
El Padre Gabriel, interpretado por Jeremy Irons en “La Misión”, símbolo de la regeneración, del perdón, de la penitencia con final del túnel, de la contrición que abre la puerta al amor puro, de la paz de espíritu y de la risa como base de comunicación. Si yo hubiera conocido un jesuita como él, hoy creería en Dios.
Q
Quasimodo, repugnante engendro, deforme, feo, jorobado, enamorado de la más bella, en “Nuestra señora de París”, de (todos en pie) Victor Hugo. Mortal atracción sexual y maternal a la vez, con final previsible: no hay paz para los que aman en París, condenados a morir abrazados a los cadáveres deseados.
R
Roy Bean, el brazo derecho de la ley y/o de la justicia al otro lado del Pecos, en la película de John Huston, “El Juez de la Horca”.
SEl señor
Swann, guía de “En busca del tiempo perdido”, de Marcel Proust. Un espíritu sensible e inteligente, azotado con toda dignidad por el amor, el arte y la desgracia. Y forrado de pasta, que eso también está muy bien, eh.
T
Tom Joad, el hijo de la familia Joad que atraviesa América para huir del hambre y de la injusticia en la indispensable obra de John Steinbeck, “Las uvas de la ira” hasta encontrarse otra vez con la lluvia, y algo más.
U
Ulises, a quien encontré casualmente atado al mástil, presa del dolor del canto de las sirenas, navegando en medio de la travesía incierta. Me miró, y me ofreció el regalo más hermoso que podía esperar en una noche de primavera.
V
Voland, el estrafalario demonio en El maestro y Margarita, de Mijail Bulgakov. Su manera de vestir y su espectáculo surrealista de magia y revolución, de cabezas cortadas y rublos que llueven del cielo, son dignos del mejor teatro moscovita. Que se abra el telón.
W
Will Kane, el sheriff que debe enfrentarse a su deber después de haber sido abandonado por todo el mundo -excepto la prostituta del pueblo- en “Sólo ante el peligro”, de Fred Zinnerman. ¿Nunca te has sentido así, lector, viendo como los demás miran para otro lado y los únicos ojos que encuentras son los de quien menos esperas? ¡Muerte a lo políticamente correcto!
X
Xxxena, actriz porno de Conneticut, cuya voluptuosa anatomía desafía a Newton en todas sus leyes. Más abierta de cuerpo que de mente, destacó en los noventa por la generosidad humanitaria de todos sus orificios sin perder la sonrisa.
YEl
Yeti, que puede caminar desnudo bajo la luz de la luna sin que nadie le detenga ni le llame pervertido.¿Y si lo hago yo un día de Luna llena en Madrid?
ZEl doctor
Zhivago, de la película homónima de David Lean. Un poeta feliz a quien la vida no le dejó amar como él hubiera podido y querido hacerlo. Nunca perdió la ilusión por sentirse vivo aún en las más atroces circunstancias. Yo quiero morir como murió él.
Bueno, pues siguiendo con las malas costumbres sociales, paso el meme al siguiente A-B-C-D-E para que lo tomen tan libremente como quieran:
Con la
A,
Antígona Con la
B,
Brisuón Çafrén Con la
C,
Carrascus Con la
D,
Deliriumtremends Con la
E,
e-catarsis Una película de la A a la Z:
Alcatra
Z, de Don Sieger.
Un libro de la A a la Z:
Abel Sánche
Z, de Miguel de Unamuno
Una canción de la A a la Z:
Avestru
Z, de Esclarecidos