jueves, enero 24, 2008

Invierta con nosotros



Estos días se habla mucho de la Bolsa en los medios de comunicación. Las gráficas de las cotizaciones nos empiezan a resultar, así, cada vez más familiares. Sus dientes de sierra se suceden marcando tendencias a más largo plazo, al alza o a la baja. En un momento dado, vemos un diente más puntiagudo que los otros, llamémosle incisivo. A este incisivo le sigue un molar, luego dos caninos, otro molar… los grandes expertos bursátiles adivinan, observando estos dientes, esas tendencias a corto y largo plazo. Analizan estos dentistas financieros la influencia de contextos determinados en sus subidas y bajadas. Interrelacionan distintas dentaduras entre sí y nos aconsejan unas y nos desaconsejan otras.

El doctor Lagarto ha consultado con uno de estos expertos para analizar la evolución de ciertos valores, con el propósito de aconsejar a los lectores de este blog si deben o no invertir en ellos. Estos valores, sesudamente analizados por nuestro especialista, tienen la peculiaridad de no cotizar en Wall Street como tales, aunque sí influyen radicalmente en la evolución de todas las compañías listadas del mundo.

Google Trends es una herramienta que nos permite medir el número de veces que una palabra determinada es buscada y cómo evoluciona el número de estas búsquedas en el tiempo. Así, hay palabras muy demandadas, otras que lo son menos, otras que evolucionan al alza, y otras que lo hacen a la baja. Veamos el análisis que hace nuestro experto y sigamos sus recomendaciones:



Amor


Como podemos apreciar en esta gráfica, los especuladores interesados en ganancias a muy corto plazo pueden encontrar un momento apropiado hacia el catorce de febrero. Eso sí, se trata de comprar Amor muy rápidamente y venderlo inmediatamente. Si alguien desea permanecer en este valor durante un periodo de tiempo mayor, no debe hacer caso de este repunte tan circunstancial.

El momento más bajo del año se produce hacia la tercera semana de septiembre, sin que nuestro experto encuentre una razón objetiva. Esta bajada se produce tras una subida anormal las semanas anteriores (“un movimiento fuera del canal, no debemos confiar”, dice nuestro experto en su jerga, acompañada de un grácil movimiento con la muñeca).

Pero los interesados en invertir a largo plazo en este valor, pueden observar en la gráfica que el conjunto del año ha sido positivo para el valor, y que el año termina con ganancias para aquellos que confiaron desde el primer momento en dicho valor, y no se dejaron llevar por los dientes de compra y venta.



Odio


Como vemos aquí, el Odio presenta una gráfica más violenta, más dentada. Se trata de un valor con muchos dientes incisivos y caninos (“un valor de gran volatilidad natural, muy indexado a factores externos”, dice nuestro experto). El momento más álgido, donde más se rentabiliza la inversión en odio, corresponde a la segunda quincena del mes de agosto, al finalizar las vacaciones. Y cae dramáticamente el primer día de septiembre, con el reinicio de las rutinas, hasta estabilizarse razonablemente. Así mismo, vemos como también se produce un repunte de odio en los días previos a Navidad, que no creo que necesite explicación.

Los inversores en odio a más largo plazo no habrán rentabilizado la inversión, ya que, como era de esperar, la cotización termina más o menos a los mismos niveles con los que comenzó el año. Parece que el odio no cambia nunca.



Confianza


Una dentadura casi perfecta, que recuerda la de un niño si la comparamos con las otras. Unos días más, otros días menos. Pero a la larga, con el paso del tiempo, el valor Confianza tiende a la baja.

Nuestro experto lo explica proyectando las manos hacia delante, “tenemos un canal muy definido, que ofrece seguridad al identificar fácilmente los momentos oportunos de compra y venta. Es un valor de refugio para momentos inestables, pero le tendencia de la curva nos obliga a invertir en otros valores, también”.


Miedo


El valor Miedo permanece lánguido, como dormido durante todo el año. Pero algo ocurre en un día de otoño, algo que no esperábamos. Y se dispara hacia arriba, alcanzando niveles que no sospechábamos que pudieran alcanzarse. Este repunte al alza se corrige con la misma velocidad que se produjo, pero deja el valor al cierre del ejercicio en un nivel superior al que teníamos al principio del año, cuando éramos un poco más inocentes y un poco más jóvenes.

Nuestro experto se cala las gafas mientras señala con un apuntador láser la curva de la evolución del valor y nos dice “se trata de un valor soportado por sí mismo, sin correlación directa con coyunturas determinadas. Sin duda, el máximo alcanzado se debe a algún rumor de OPA, desmentido rápidamente. Los que inviertan en este valor verán como poco a poco irá creciendo…”



Una canción para nuestro experto en Bolsa: Can’t buy my love, de The Beatles

Una película para nuestro experto en Bolsa: El billete de un millón de libras, de Ronald Neame

Un libro para nuestro experto en Bolsa: Ampliación del campo de batalla, de Michel Houellebecq

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23 Comments:

Blogger Soy ficción dijo...

Que curioso! Nunca se sale de aqui sin llevarse algo aprendido :) Voy a buscar la grafica de alcachofa por ejemplo, a ver q sale :)

Saludos vegetales!

enero 25, 2008 10:15 a. m.  
Blogger Churra dijo...

Joper , yo lo de las caidas del amor en picado lo sabia de el mes de septiembre, es un valor que sigo muy de cerca porque a menudo me garantiza los garbanzos, pero lo del miedo otoñal .....tomo nota .
Curioso.
Besos

enero 25, 2008 11:30 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Nausicaa, no salen todas las palabras. Tienen que tener un mínimo de entradas, supongo, para que aparezcan. Yo me llevé un disgusto enorme al no encontrar una de mis palabras favoritas: albóndiga. De hecho fue la que primero busqué. ¡Saludos carnívoros!

Es curioso ¿verdad Churra? ¿Por qué ascenderá y caerá el interés por el amor en el mes de septiembre? Y lo del miedo otoñal asusta, sí. Pero es curioso que su reacción (tanto al alza como a la baja) sea tan rápida. Besos.

enero 25, 2008 12:01 p. m.  
Blogger Miss.Burton dijo...

Joé... si ese libro del Houellebeqc lo acabé de leer la semana pasada, qué casualidad mas tremendaaaaaaa¡¡¡
Están bien las gráficas... pero no coincido cn los tiempos, será que ya no escucho nada en este estado tan de nirvana que ando.. Bueno, sí, con la de la confianza, pero en breve espero dejar de hacerlo, ya sabes, menos palos, mas risas.
Interesante estudio...

enero 25, 2008 3:40 p. m.  
Blogger Lula Fortune dijo...

En vista de la inestabilidad que se observa en este tipo de mercados:¿qué me aconsejas Lagarto, que guarde mis ahorros emocionales en un calcetín o que arriesgue sin esperar ninguna ganancia?
Besos al más alto interés.

enero 25, 2008 4:40 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Jejeje... se ve que las gráficas son del mercado de valores emocionales (un buen hallazgo tuyo, Lula) americano. Típicamente... La confianza siempre en altibajos; el amor sube el día de los enamorados y en Navidad; el odio se dispara el 11-S y el miedo les persigue en Halloween...

enero 25, 2008 5:40 p. m.  
Blogger Arcángel Mirón dijo...

Esto no carece de romanticismo.

enero 25, 2008 5:57 p. m.  
Blogger Antígona dijo...

Caray, doctor Lagarto, veo que el psicoanálisis se moderniza y ajusta al ritmo de estos tiempos tan decididamente marcados por la economía :)

Buena idea ésta de acudir a un experto para analizar los movimientos de ciertos valores que tanto nos importan. Sus observaciones me parecen muy sugerentes, aunque con tanto tecnicismo -volatilidad, fuera del canal, indexaciones- me temo que me he perdido un poco.

También me plantea algunas preguntas. El odio permanece estable pese a sus múltiples picos. Mmm, ¿tal vez demasiada inestabilidad emocional en el mundo? ¿O es que el odio desgasta tanto que necesita de sus momentos de descanso? La confianza también lleva un baile de subidas y bajadas significativo, y encima con tendencia a la baja. Uff, mal síntoma, si cada vez nos cuesta más confiar y perdurar en nuestras decisiones de confiar. Otro pronóstico pesimista es el del miedo: nuestros miedos siguen ahí, indomeñables, sin que consigamos hacerlos decrecer, como sería deseable.

Lo único que parece alentador es la evolución del amor. Sí, lentamente, va en alza, según se desprende de los gráficos. Sólo que, ¿no tendría que acompañar al aumento del amor también el del miedo, si cuando más se ama, más se teme? ¿No tendría a su vez que ir de la mano de un aumento de la confianza, si no es posible amar sin confiar? ¿Y cómo compatibilizar esa tendencia al alza del amor con la no disminución del odio? ¿O es que, cuanto más se ama, más se acaba odiando?

Ay, a estas alturas, creo que ya no entiendo nada, doctor Lagarto. Pero qué más da. Con independencia de los gráficos y de las tendencias en la evolución de tales valores, creo que yo voy a seguir invirtiendo en amor y confianza, sin reserva ninguna, hasta mi último ahorrillo emocional. Y si me arruino, pues me arruino. Apostar siempre tiene sus riesgos. Y quien no arriesga, no puede ganar nada.

¿Le parece una buena opción, doctor Lagarto?

¡Un beso!

enero 25, 2008 7:14 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Tremends, yo creo que es un libro que trata los cuatro valores; amor, odio, confianza y miedo. Aunque la ecuación final resulta terrible para el pobre protagonista. Cada uno tenemos nuestros biorritmos y nuestros tempos. Salvo esos repuntes amargo a la vuelta del verano y los días previos a la Navidad, los míos tampoco coinciden. Y mis curvas a largo plazo tampoco ¡gracias a Dios!

Lula, consultaré con más expertos, que éste que me buscado no me acaba de convencer. Apuesta por el amor y no vendas confianza ¡eso nunca! Besos

Carrascus, tienes toda la razón, ahora que lo dices. Soy tan ajeno a Halloween esas cosas que ni me percaté de ello. Pero sólo quería hacer la gracia de aplicar los criterios de análisis de mercados financieros a estas curvas. Y si creo que sea significativo de nuestros tiempos que la confianza sea un valor que tiende a perder interés y que el amor y el miedo cada vez se nombran más.

enero 25, 2008 8:23 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Arcángel, los mercados financieros y el romanticismo no suelen ir de la mano. He intentado hacer una extraña ensalada, y tampoco me he quedado satisfecho con el invento :)


Ay, doctora Antígona, me temo que voy a tener que despedir a nuestro experto, por aburrido. De todas maneras, sus tecnicismos, como casi todos los tecnicismos, sólo sirven para epatar y aparentar alcanzar un nivel que no existe en la profundidad de su análisis. El que está realmente perdido es él, no lo dude. Respecto al odio, supongo que se diferencia del amor en que sus impulsos son más exógenos y quizás por eso es más dependiente del tiempo, de las noticias, del día y de la noche. Con la confianza quizás pase un poco lo mismo, y sólo la busquemos cuando creemos necesitarla. El amor es un buen valor para invertir en él; se alimenta a sí mismo cuando se le encuentra y se le necesita cuando se pierde. Pongamos todos nuestros ahorros en él, doctora. Siempre. Un beso.

enero 25, 2008 8:24 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho este estudio. En vista de los resultados voy a invertir en esperanza, que es como la confianza pero a lo irracional, sin pruebas ni nada... Invertir aquí puede ser un pelotazo. Creo que el tiempo juega a su favor y su valor aumentará en la medida en que disminuyan todos los demás.

enero 25, 2008 10:19 p. m.  
Blogger Mityu dijo...

Me alegro de venir otra vez por aquí, nosurrender. No defrauda tu casa. Encuentro interesante, simpático, incluso tierno el análisis emocional. Muy sugerentes algunas de las imágenes verbales, de las palabras escogidas.
Los incisivos se clavan en cualquier momento, cuando menos lo esperas, sobre cualquier palabra. ¿A cómo está el valor bursátil de la palabra renacer?

Un saludo :)

enero 25, 2008 11:52 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Al ver uno detrás de otro los valores que has analizado , me he dado cuenta ,que para mi tiene mas valor la confianza , que el amor. Es muy jodido perder la confianza ,mucho ,mucho. Como perder a la vez el amor, la amistad y la lealtad.
Si hubiese transfusión de confianza , los hombres seriamos felices eternamente.
Saludos
Oli

enero 26, 2008 12:45 a. m.  
Blogger Sintagma in Blue dijo...

De verdad que eres un privilegio de la Red. Un post espectacular.

Quizás la vida sea tan sencilla como eso.

enero 26, 2008 10:26 a. m.  
Blogger Madame Vaudeville (Chus Álvarez) dijo...

Impresionante estudio. Me da miedo, lagartillo. ¡Lo que sabe! Siempre me voy de su rinconcito con algo nuevo aprendido. Indagaré ahora mismo. Genial entrada, experto en bolsa virtual. Besitos

enero 26, 2008 2:12 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Fantástico, lagarto¡

... invertiré en miedo, que es lo más seguro por lo que veo, jeje

enero 26, 2008 8:03 p. m.  
Blogger Angeles dijo...

Nunca abriría una cuenta corriente a plazo fijo cuyo capital fuera el miedo, por muchos intereses que me ofrecieran.
Quizás el mejor sitio para el fuese debajo de un ladrillo, quien sabe, puede que la humedad o los insectos lo dejaran tan deteriorado que quedara fuera de circulación.

En cuanto al odio, lo más conveniente pudiese ser un buen paraíso fiscal. Y después, para que el fisco no diese con el, borrar todo rastro de su existencia; seguro que el pobrecito odio no se sentiría solo, todo el mundo sabe que en esos paraísos hay mucho odio invertido (frutos suculentos de guerras, de robos, de hambre, de violencia…).

En lo que respecta a la confianza, es posible que me dedicara a despilfarrar un poco, ¿Por qué no? No es bueno ser excesivamente avaros y hay que darse algún capricho de vez en cuando (o varios).

Mas tarde, una vez administrado mi capital, tomaría el amor y haría con el, como esas ancianas que salen de casa con todas sus joyas a exhibirse para que todos puedan ver lo afortunadas y ricas que son. Me lo pondría todo encima, adornaría con el mis orejas, mi cuello, mis manos, cubriría todo mi cuerpo.
Y una vez lista y preparada, saldría a la calle de tal guisa. Bueno, existiría el riesgo de robo, ¡Pero que demonios! Que me quiten lo bailao.


Un beso, o varios (hoy me siento rica, gaste un poco mas de confianza de lo que recomiendan los expertos y no me ha ido mal el negocio).

enero 27, 2008 12:05 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Ah, ¡muy buena idea, inquietante Sonámbula! Acabo de ver en google trends que la esperanza está al alza. Compraremos esperanza, mucha. Pediremos créditos a los bancos para hacernos con más y más esperanza. Creo que voy a cambiar a mi analista experto por ti ;)

Mityu, me alegra verte por aquí! No sé, me parecía interesante aplicar los métodos de análisis más baratos de los expertos bursátiles de noticiero de televisión a los valores que realmente son importantes en nuestras vidas. Renacer es un valor de escaso volumen de transacción, por lo visto, y google trends no lo trata. Pero mi intuición es que en tu caso funcionará... además, de algo de eso quiero escribir mañana. Un saludo, Mityu!

enero 27, 2008 3:50 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Oli, quizás la confianza se erosiona más que el amor, cuando éste es de verdad. La confianza nos obliga a examinarnos, a estudiarnos y valorarnos. Y quizás, con el paso de los años y los desengaños, tendemos a perderla. Apoyo lo de la transfusión de confianza ¿y si montamos un negocio al respecto, algo así como telepizza? Saludos-

Sintagma, el privilegio es tenerte a ti aquí. Pero me temo que la vida es más complicada que una dentadura de éstas, analizada a posteriori con palabras rimbombantes. Estamos solos ante la sorpresa de cada minuto nuevo que nos ocurre. Disfrutémoslo!

Madame, felicitaré a mi experto analista de su parte. Pero te advierto que le he despedido por incompetente ;) Biquiños!

enero 27, 2008 3:50 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Los pasos, con ese puro en la boca y esa mirada tan fría de tu avatar ya acojonas bastante ¿no? Y encima ahora te nos haces broker especuladora del miedo! Ay, ay, ay :)


Petitapetitesa, el dinero bajo los ladrillos es inútil. El dinero es algo que debe correr de mano en mano, para que alguien a su vez le de el uso que quiera darle y vuelva a unas nuevas manos. Es la base que explica el sistema, aunque a los primeros marxistas les costara verlo. El paraíso fiscal de odio comparte patria con la ambición, sin duda. Fiscalmente será un paraíso, no lo dudo. Pero nadie puede ser feliz de esa manera, tampoco lo dudo. En cuanto al amor, por supuesto que debe ser robado. No hay otra manera más noble de transmitirlo. Muchos besos para ti también.

enero 27, 2008 3:51 a. m.  
Blogger MK dijo...

Yo ahorro poco. Pero a mi manera también invierto.
Suelo llevar encima siempre un poco de efectivo , ya que nunca se sabe.
Pero hace tiempo que decidí vender todas mis acciones en bolsa que según creía y me habían aconsejado serían mi fuente de bienestar en el futuro.
Pero eso constreñía mi presente y el de los míos.
Así que decidí que ese futuro se quedara por ahí y empecé a fundirme en segundos ciertas dosis de miedo ,a prepararme mi ración diaria de esperanza con el desayuno y a no desperdiciar ni un segundo de los pequeños o grandes ingresos que vayan apareciendo en amor...quizás es que me convertí en cigarra después de haber sido una aplicada hormiga...Pero es que sigo teniendo una gran dosis de confianza .
Y además hoy en día los cuentos han cambiado que es una barbaridad.
Besos Lagarto , y si sigues en la bolsa ,como en la vida , cambia las acciones de miedo por las de prudencia y quédate con las justas.Transforma las otras en confianza y los rendimientos en amor ,amistad ,esperanza , ilusiones y deseos , a pesar de sus flutuaciones ,de sus desplomes y sus variables , repártelos y disfrútalos por ahí...que eso vuelve y a veces triplicado...!!

enero 27, 2008 5:00 p. m.  
Blogger Etèria dijo...

Te voy a nombrar mi "profesor particular". El dia que no descubro una pelí que no conocia, es una canción, cuando no me quedo con un libro, un personaje, curiosidades varias...

Gracias.

enero 27, 2008 9:49 p. m.  
Blogger Tamaruca dijo...

Este es uno de esos posts que leo maravillada en silencio y que, pasados unos días, releo :)

enero 30, 2008 11:22 p. m.  

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