La nieve está cubriendo toda Irlanda
Hace unos días mi amiga K trajo a su blog una indispensable película del grandísimo John Huston; The Dead, sobre el cuento de James Joyce con el mismo título. En España, tan aficionados a acabar con cualquier atisbo de calidad literaria en el celuloide, se decidió traducirlo por Dublineses, que es como se llama el libro que contiene, entre otros, el cuento “Los Muertos” que conforma la película.
James Joyce fue una influencia crucial en Huston cuando éste era adolescente. En su autobiografía, el director de cine asegura categóricamente que le debe a la lectura de Joyce la pasión que le arrastró primero a escribir y después a dirigir películas. De esta manera, cuando los médicos le confirmaron que apenas le quedaban unos meses de vida, John Huston se decidió a realizar su última película, sabiendo que no viviría lo suficiente como para poder verla estrenada en las salas. Su legado para todos nosotros fue ese pequeño cuento de James Joyce, The Dead, a modo de eterno retorno a la memoria de los vivos.
“Sí. Los periódicos tienen razón: La nieve está cubriendo toda Irlanda. Cae sobre toda la oscura llanura central, sobre las colinas despobladas. Suavemente sobre los pantanos de Ennell. Y más lejos, hacia el oeste, cae suavemente sobre las oscuras y revueltas aguas del Shannon. Uno a uno, todos nos convertiremos en sombras. Es mejor pasar a ese otro mundo impúdicamente, en la plena euforia de una pasión, que irse apagando y marchitando tristemente con la edad. ¿Cuánto tiempo has guardado en tu corazón la imagen de los ojos de tu amado diciéndote que no deseaba vivir? Yo no he sentido nada así por ninguna mujer. Pero sé que ese sentimiento debe ser amor. Piensa en todos los que alguna vez han vivido desde el principio de los tiempos. Y en mí, transeúnte como ellos, fluctuando también hacia su mundo gris. Como todo lo que me rodea. Este mismo sólido mundo, en el que ellos se criaron y vivieron, se desmorona y se disuelve. Cae la nieve. Cae sobre ese solitario cementerio en el que Michael Furey yace enterrado. Cae lánguidamente en todo el Universo. Y lánguidamente cae como en el descenso de su último final. Sobre todos los vivos y los muertos.”
“No me gustan las despedidas, no me gustan ni siquiera aquellas que intuyes sólo son paréntesis, no me gustan porque ese tiempo es irrecuperable... ausencia de noticias, de sonrisas, de besos, de sueños... y la ausencia es vacío que llenas con recuerdos pero los recuerdos son siempre insuficientes, como dice Borges en su poema Ausencia ( sí aquel que dijo, con excelente criterio, que el olvido es la única venganza y el único perdón, aunque yo me niego a olvidar porque... ¿qué te queda si olvidas?)”
Hace un par de meses pasé un meme a cinco blogeros queridos en esta página, como las normas mandaban, que este lagarto es buen esclavo. Cuatro lo hicieron, y una no. e-catarsis no pudo vivir lo suficiente para poder hacerlo, ni siquiera para poder leer cómo le entregaba yo aquel testigo.
Un libro para e-catarsis: Dublineses, de James Joyce
Una película para e-catarsis: Una historia verdadera, de David Lynch
Una canción para e-catarsis: Empty sky, de Bruce Springsteen
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James Joyce fue una influencia crucial en Huston cuando éste era adolescente. En su autobiografía, el director de cine asegura categóricamente que le debe a la lectura de Joyce la pasión que le arrastró primero a escribir y después a dirigir películas. De esta manera, cuando los médicos le confirmaron que apenas le quedaban unos meses de vida, John Huston se decidió a realizar su última película, sabiendo que no viviría lo suficiente como para poder verla estrenada en las salas. Su legado para todos nosotros fue ese pequeño cuento de James Joyce, The Dead, a modo de eterno retorno a la memoria de los vivos.
“Sí. Los periódicos tienen razón: La nieve está cubriendo toda Irlanda. Cae sobre toda la oscura llanura central, sobre las colinas despobladas. Suavemente sobre los pantanos de Ennell. Y más lejos, hacia el oeste, cae suavemente sobre las oscuras y revueltas aguas del Shannon. Uno a uno, todos nos convertiremos en sombras. Es mejor pasar a ese otro mundo impúdicamente, en la plena euforia de una pasión, que irse apagando y marchitando tristemente con la edad. ¿Cuánto tiempo has guardado en tu corazón la imagen de los ojos de tu amado diciéndote que no deseaba vivir? Yo no he sentido nada así por ninguna mujer. Pero sé que ese sentimiento debe ser amor. Piensa en todos los que alguna vez han vivido desde el principio de los tiempos. Y en mí, transeúnte como ellos, fluctuando también hacia su mundo gris. Como todo lo que me rodea. Este mismo sólido mundo, en el que ellos se criaron y vivieron, se desmorona y se disuelve. Cae la nieve. Cae sobre ese solitario cementerio en el que Michael Furey yace enterrado. Cae lánguidamente en todo el Universo. Y lánguidamente cae como en el descenso de su último final. Sobre todos los vivos y los muertos.”
(James Joyce, The Dead)
“No me gustan las despedidas, no me gustan ni siquiera aquellas que intuyes sólo son paréntesis, no me gustan porque ese tiempo es irrecuperable... ausencia de noticias, de sonrisas, de besos, de sueños... y la ausencia es vacío que llenas con recuerdos pero los recuerdos son siempre insuficientes, como dice Borges en su poema Ausencia ( sí aquel que dijo, con excelente criterio, que el olvido es la única venganza y el único perdón, aunque yo me niego a olvidar porque... ¿qué te queda si olvidas?)”
(e-catarsis, 28 de junio de 2007)
Hace un par de meses pasé un meme a cinco blogeros queridos en esta página, como las normas mandaban, que este lagarto es buen esclavo. Cuatro lo hicieron, y una no. e-catarsis no pudo vivir lo suficiente para poder hacerlo, ni siquiera para poder leer cómo le entregaba yo aquel testigo.
Un libro para e-catarsis: Dublineses, de James Joyce
Una película para e-catarsis: Una historia verdadera, de David Lynch
Una canción para e-catarsis: Empty sky, de Bruce Springsteen
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21 Comments:
Eso es muy triste, Lagarto. Ojalá te estés refiriendo sólo a la desaparición de un blog.
Un beso
...Vaya...Realmente sentí los copos caer sobre mis hombros, en silencio, con una tristeza infinita...
Sospecho que algo triste puede haber pasado para escribas este post. Lo peor es que si no ha pasado ya, pasará muy pronto o muy tarde. Aunque siempre es pronto para ciertas cosas. Incluso para los que no pasan a ese otro mundo impúdicamente.
Por mi parte, sigo prefiriendo la película de Huston al relato de Joyce.
Y por cierto, el relato está escrito en tercera persona. Uno de los hallazgos de Huston es pasar a la primera. Tal vez otro sea que la película es su propio testamento. No se me ocurre una manera más poética de mezclar el arte con la vida. Pero bueno, lo cierto es que la vida de Huston siempre fue como una de sus películas. Lo sabemos bien quienes hemos leído su biografía, ¿verdad?
Muy pronto, dentro de tres días, voy a tener la oportunidad de sentirme un perdedor. Me acordaré de Huston para mantener la dignidad.
Ella, me temo que la cosa es así de triste, como suena. No tuve con ella el contacto más personal que sí he tenido con otras personas que aparecen en estos comentarios, pero su presencia en este blog se convirtió en algo rutinario y familiar durante un tiempo. Realmente me impresionó mucho la noticia.
Nausicaa, Joyce es un escritor maravilloso. Muy oscuro muchas veces, pero otras claro como el día.
Athos, amigo. Siempre acaba pasando, sí. No debemos olvidarlo, pero tampoco vivir con esa losa en la cabeza. Como decía Dylan en It’s Alright Ma; el que no está ocupado en vivir está ocupado muriendo. El texto que he pegado aquí está tomado de la película de Huston (de hecho, se ve la primera persona), pero como el original es el que es, he querido poner la firma de Joyce.
Espero que el domingo por la noche lo celebremos con mucha cerveza. Tú prepara el discurso de ganador, en cualquier caso :) ¡¡mucha suerte!!
Por cierto, Athos... veo que que en la entrevista de El País te has quitado un año de edad ¡coqueto! ;)
:-) me preguntaron la edad, dije que 40 y echaron cuentas (mal).
¡Día del Orgullo Cuarentón ya!
Estas cosas me hacen caer en la certeza de que sí, los que estamos al otro lado somos humanos.
Un abrazo un tanto trémulo.
Si , seguirá nevando en toda Irlanda y seguirá haciéndolo un año y otro y otro más.
Rescataremos ese libro otra vez y esas imágenes o lo harán otros en otros blogs ...y siempre será como la primera vez.
Que su recuerdo vuelva trenzado a estas hermosas palabras y a otras nuevas.
Que sigamos aquí , con la urgencia de seguir viviendo hasta que llegue nuestro momento.
..."I woke up this morning"...
Menudo 2008 que llevamos. Es la tercera muerte de la que me entero en esta esfera de bloggers: la de e-catarsis y la de familiares directos de otros dos bloggers.
"Es mejor pasar a ese otro mundo impúdicamente, en la plena euforia de una pasión, que irse apagando y marchitando tristemente con la edad." Una frase muy acertada, a pesar de lo que duele la desaparición de una persona cuando está en todo su esplendor. Y que seguro que tenía mucho que dar y que vivir.
Me ha gustado tu homenaje, nosurrender. Bien hilvanado y sutil, como es la línea entre la vida y la muerte.
Un saludo
Bueno, doctor Lagarto, ya lo decía aquel señor alemán que hablaba del Dasein y del presente amplio que se abre hacia delante desde lo sido: ese presente sólo es posible porque nuestro estar aquí es un ser-respecto-de-la-muerte, un ser que siempre cuenta con el morir, por más que el cotidiano contar con él consista en la huida, en no querer contar con él, en reducir esa posibilidad íntima que a todos nos corresponde irreemplazablemente -nadie es sustituible en su propia muerte- a la muerte de otros.
Una verdad tan dramática como inevitable. Pero también decía este señor algo así como que de la mano fría angustia que nos sobreviene cuando nos enfrentamos a esa posibilidad última que a todos nos corresponde, cierta como ninguna otra, surge la alegría por las posibilidades que aún habrán de precederla. En definitiva, la apuesta por la vida que todavía nos reste, sea cual sea su duración o alcance.
Y aunque no he leído el cuento de Joyce ni he visto la película de Houston, el párrafo que ha puesto me sugiere que quizás su protagonista haya descubierto, precisamente al pensar en la muerte, que antes de convertirse en sombra habría que apurar cada instante como si fuera el último. Y no permitir que posibilidades como el amor nunca hayan formado parte de su propio presente.
Hermosas y certeras palabras las de e-catarsis sobre las despedidas. Y hermoso el modo en que usted, doctor Lagarto, nos la ha traído de vuelta desde la ausencia.
¡Un beso!
Maravilloso Joyce. Recuerdo especialmente la primera parte de Retrato de un artista adolescente, todo un prodigio.
Las campanas tocan a muerto y se viste de luto la esperanza. Lloran con amargura las letras que hemos plantado en nuestros blogs.
No la conocía; entrando ahora en su blog a través de tu link, encuentro recuerdos que no sé si son reales o simples deja-vu. A falta de tumba ante la que ir a rendirle respetos, buena es esa opción.
Vivirá en los recuerdos ocultos de los que todavía permanecemos leyendo entradas de amigos anónimos.
La nieve está cubriendo toda la blogosfera.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Coronel, quizás no existe esa línea divisoria sino que una es parte intrínseca de la otra. Hagamos acaso a Dylan y ocupémonos en vivir.
Antígona, tenía razón ese filósofo alemán, sí. La existencia inexorable de la muerte es lo que explica la vida, no tiene sentido alguno la una sin la otra. Esa película de Huston es muy hermosa, doctora Antígona. Si Joyce es uno de los mejores escritores de todos los tiempos y The dead uno de sus mejores cuentos, créame que la película de Huston está a la misma altura, sin complejos.
Sintagma, es maravilloso, sí. Aunque tiene obras muy densas, sus cuentos y relatos cortos son bastante más asequibles que Ulises. Si no has leído The dead ¡ya estás tardando! :)
Carrascus, gracias por lo que escribes aquí. De alguna manera, los blogs hacen presente todo pasado. Una memoria anímica que perdura entre la nieve.
¿Certeza, Arcángel? ¿estás segura? El otro día soñé con ovejas eléctricas... :) un abrazo.
Mk, los recuerdos siembre permanecen y condicionan a los vivos. Es lo que dice Joyce en este maravilloso cuento. La urgencia de seguir viviendo, sí. Es una verdadera urgencia! Vamos rápido!
Duschgel, siempre llega, es inevitable. Ya sabes aquello de los ríos que van a dar a la mar... pero hagamos caso a Mk y vivamos mientras con urgencia, sin pensar demasiado.
Vaya, se me había pasado leer este post, y ahora me encuentro con el homenaje a Ecatarsis, y el grandote ese delante.. hacen buena pareja, quedan bien juntos...
Me uno a todos los comentarios, siento muchísimo la pérdida de esta makarrona como yo la llamaba, y la verdad es que era especial, y sabía ganarse a la gente, por su autenticidad, y su absoluta generosidad.
Espero que donde quiera que esté pueda sentir todo esto, lo espero de corazón. Grande la ECatarsis, muy grande¡¡¡
Jo, que triste es que pasen estas cosas. Como me duele cada desparecido!!
Un abrazo
J
Athos, para muchos de nosotros ya ganaste hace mucho....
Me encanta esta pieza. No he visto la peli ni leído el libro, pero me gusta esa dimensión de la levedad del ser al observar los copos de nieve besando las superficies del cementerio en el que Michael Furey yace enterrado.
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