domingo, enero 27, 2008

Liberación

En 1750, el Reino de Castilla y el de Portugal firmaron un tratado para que las reducciones guaraníes del río Paraná pasaran de manos españolas a portuguesas bajo la supervisión del Papa Benedicto XIV. La razón, poder disponer de los indígenas como esclavos, ya que se trataba de un comercio legal en Portugal, pero no en Castilla.

Para ello, y con el beneplácito del Vaticano, hubo que desmantelar y arrasar las misiones que los jesuitas habían desarrollado en la zona con el fin de mejorar la vida de los guaraníes.

Este es el telón de fondo que Roland Joffe usó para crear La Misión, una historia de regeneración, de perdón, de penitencia, de contrición, de amor puro, de paz y de guerra.



Es la historia del arrogante y señorial Rodrigo Mendoza (Robert de Niro), cazador de indígenas que luego vende a los portugueses como esclavos.




Es la historia del padre Gabriel (Jeremy Irons), un idealista jesuita que decide convivir con los guaraníes que habían martirizado al último jesuita que había osado penetrar la selva.




Es la historia de Rodrigo Mendoza, que, tras matar a su amado hermano por los celos sobre una mujer, se hunde en el más profundo de sus infiernos: la culpa y el remordimiento. No puede huir de sí mismo y sólo espera morir de inanición en el sótano de su mansión.




Es la historia del padre Gabriel, que se gana la confianza de los indios y construye la Misión de San Carlos en lo alto de las cataratas de Iguazú, donde los niños guaraníes aprenden música.




Es la historia de Rodrigo Mendoza, que sumido en una profunda depresión tras el asesinato de su hermano, conoce al Padre Gabriel y sus ideas sobre el amor y la caridad.




Es la historia del Padre Gabriel, que propone al derrotado Mendoza ir a vivir con él y los guaraníes a los que antes daba caza y mataba.



Esta película contiene una de las escenas que más me han impresionado de toda la historia del cine: Mendoza, aplastado por el sentimiento de culpa de haber matado a su hermano, asciende a pulso la pared de las cataratas con un pesadísimo fardo repleto de oxidadas armas que lleva atado a la espalda, como metáfora de su terrible pecado. Al llegar medio moribundo a la cima se desploma sin aire entre las rocas, mientras un guaraní que le ha reconocido como el esclavista que era, se le echa encima con un cuchillo en la mano. Cuando Mendoza está más convencido de que ha llegado el momento de su muerte -lo que espera y desea como la paz que necesita su atormentada alma- el indio desvía el filo para cortar la cuerda que sostenía el pesadísimo fardo que el español arrastraba. Es entonces cuando Mendoza, que llevada días sin comer, sin beber, sin hablar... rompe a llorar. Por fin es libre, por fin el amor ha redimido sus pecados. El llanto, entonces, se transforma en risa de felicidad. Felicidad no por no haber muerto a manos de aquel guaraní, sino por haber renacido en la paz de espíritu, en la redención de los hombres, en el amor y la caridad.





Nunca en mi vida me sentí más cerca del Dios de los cristianos que viendo esta escena que he enlazado aquí arriba. Más cerca de comprender su mensaje de amor y redención entre los hombres. Pero duró poco, eso sí. No hay más que ver unos minutos más de la película y conocer el papel que La Iglesia y el Vaticano jugaron en esa historia.








Mis hijos van a un colegio concertado, de inspiración católica. La razón es que su madre da clases allí. Hoy he ido al centro, a decirle a un cura al que admiro su capacidad de amar y trabajar con ilusión por los niños, que no quiero que hagan la comunión. Y me he acordado de esta película.




Una canción para Roberto Mendoza: I shall be released, de Bob Dylan

Una película para Roberto Mendoza: El Padrino III parte, de Francis F. Coppola

Un libro para Roberto Mendoza: Para comprender la teología de la liberación, de Juan José Tamayo.

.

32 Comments:

Blogger Miss.Burton dijo...

La verdad es que es para creer en dios de nuevo, lástima que luego vengan otras torres que lo hagan pedacitos, como la que se está viviendo en Kenia, o como lo de que algunas supuestas buenas personas nos la den, o que simplemente, uno mire al mundo, y no encuentre un atisbo de ese dios en ninguna parte.
Y respecto a ls curas... recuerdo que no creía en ellos, ya viví lo mío, aquel curso para casarse que si pagabas te olvidabas de ir... esa boda que había que pagar al fotógrafo de la iglesia, sino no te casaba allí... la ropa que llevas, que sino es guachi, ni la recogen, y mira que yo la llevo guay y limpia, y casi ni puesta, que lo que está mal directamente lo tiro... en fin..
Pero aquella vez, que tuve que ir a hablar con un cura, un señor.. por lo de la nulidad, te juro que después de hora y media de charla, recordemos que mi ex quería discapacitarme psiquicamente para obtener la preciada nulidad, tras escucharle, y hablar de todo, concluyó la conversación diciéndome, que las personas pueden intentar engañar a señores como él, pero que las que son reales, y transparentes, aquí entro yo, sí, la modestia la dejé por ahí, las personas que vamos con la verdad por delante, podemos estar orgullosas y sentirnos grandes, por defender lo que somos, y luchar por ideales bastante correctos.
Cuando salí del piso, me dió un consejo: alguien como tu, debiera no estar con ningún hombre que la hiciese daño, te mereces algo mas grande. Cuando pregunté que de qué me hablaba, sonrío. Prométemelo, dijo, prométeme que buscarás alguien de tu talla, y que juntos ya será increible vivir la vida... y yo reí. Y no le prometí nada, ya sabes... pero sentí que por una vez, había conversado con dios, a través de este señor.
Bueno, cierro capítulo que parecen mis memorias. Un beso, lagartijo, fuerte, grande¡
Nunca vi esta película, sí oí hablar mucho de ella. Ahora la pillaré con mucho gusto, lleva tu recomendación, y no sueles fallar...
Ah, lo de la primera comunión...ufffffff, pronto me toca a mi¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Veremos.... su padre del opus, su madre de nada... batalla asegurada, pero espero no desgastarme mucho en el proceso... siempre con frentes abiertos, la deli...
MUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

enero 28, 2008 1:23 a. m.  
Blogger Margot dijo...

Ufff maravillosa película, sí señor Lagarto (valeee, también por mi parte más carnal, es que Irons... ays, ni vestido de misionero, o tal vez peor por eso!!! Hasta capaz de rezar sería! Ya, soy una blasfema perversa, jeje)

Y curioso señor Lagarto, este sábado estuve viendo una obra que enlaza con el espíritu de la suya, San Francisco, Juglar de Dios de Dario Fo en palabra y obra de el Brujo. Ummmm.

Y de tener hijos nunca les permitiría hacer la comunión, no por ser atea recalcitrante y anticlerical, que podría ser la razón pero no... más bien por falta de criterio formado en ellos, por procurar enseñarles mucho antes que el amor (el fraternal, el de humano a humano que somos hermanos porque no veas si el mundo es duro y jodido y yo sólo no puedo) es eso, cosa de hombres y no de dios y no se necesita su presencia para ser cabal y para amar al prójimo como a sí mismo (maravillosa frase, lástima del copyrigth que llevan siglos cobrando, jodíos son), o para sentir compasión ante el dolor ajeno o para valorar el sacrificio personal y hacia los suyos...
Y todo este cóctel, señor Lagarto, sin idealizaciones de ningún tipo, sólo porque fuera necesario que dijo un poeta, no recuerdo cuál.

Nunca entenderé por qué nos enseñan al revés, primero deberíamos aprender a ser humanos y luego ya nos liaríamos con todo ese lío de dios. Miento, sí, sí que sé la razón de que sea así.

"Antes de ser cristianos, Señor, enséñales a ser animales justos" que decía el Juglar este sábado.

Un besote, y ya, me enrollé pero es que el tema... ays este tema!!

enero 28, 2008 9:02 a. m.  
Blogger Soy ficción dijo...

Es una pelicula que impresiona bastante, la vi en clase de religión en el instituto, tenía un profesor fantastico que ademas era sacerdote y cuyo porposito era crear alumnos con criterio propio sobre todas las religiones.

Uno de los mejores profesores que he tenido, en la asignatura que me obligaron a dar.

Por supuesto lo echaron, por no cumplir los deseos alienantes de su congregación, pero fui una de las afortunadas que aprendió de él.

enero 28, 2008 9:28 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

...¿no es demasiaddo irreal un personaje tan puro como el de Jejermy Irons...? sobre todo viéndole con la mirada tan cínica que nos gastamos en estos tiempos....

De todas formas, la idea de la película no admite una lectura política ni social desde la perspectiva que tenemos ahora. La película es una poesía; pero que la forma de pensar que te produzca puede provocar algún cambio me parece que es algo que solamente pensaba Bertold Brecht.

enero 28, 2008 3:09 p. m.  
Blogger Arcángel Mirón dijo...

Es que no es lo mismo es dios de los cristianos que la mierda del vaticano. El dios de los cristianos hablaba de amor, justicia y caridad. Lo que hicieron después con eso, es otra historia.

enero 28, 2008 6:07 p. m.  
Blogger Arcángel Mirón dijo...

Ah! Y me sorprendió este post. Te tenía por ateo total.

:)

enero 28, 2008 6:08 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Una gran película, de mis preferidas. Magnífica banda sonora del enorme Ennio Morricone (acabo de ver la vieja serie Marco Polo en dvd, también con su música...). No, no voy a hablar de religión (aunque alguno sabe que el tema de interesa). Hasta donde yo he llegado a comprender, creer en algo que trasciende es un signo de inteligencia, y quien es capaz de añadirle la bondad puede ser considerado un hombre sabio o una mujer sabia.
Me encantaron los subtítulos ¡¡¡¿En tai???!!! Nunca dejas de sorprenderme, Lagarto ;-)

enero 28, 2008 8:23 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Tremends, no creo que sea para creer en Dios, pero sí para creer en algunas personas que sí creen en Él. Lo importante es cómo queremos vivir y qué valores queremos tener. No necesitamos la existencia de ningún Dios para creer en la redención por el amor y los hombres, supongo. La Iglesia, la Institución, no me merece el más mínimo respeto; es justo lo contrario de lo que estos personajes, tan opuestos el uno al otro, representan. Besos, Tremends!

Anda, Margot, qué sorpresa coincidir contigo :P En teoría no tengo nada contra ese rito católico infantil. Pero si mi hijo me pregunta, tengo que ser honesto y decir lo que pienso. Y él me escucha más a mí que a los del colegio, eso fue todo. La Iglesia Católica no debe contar conmigo para nada y mis razones son muy obvias y todas de orden moral y ético, nada que ver con el “hecho religioso”, la fe, o la tradición. O, como tú bien dices, primero seamos animales justos y luego ya veremos. Besos.

enero 28, 2008 8:40 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Vaya, Nausicaa, no me extraña que despidieran a tu profesor de Religión. Esa película es un escándalo y explica muy bien cosas importantes. Ya ves, yo conozco un misionero en China que me hizo leer a Marcuse. Hay de todo, sí. Pero son expulsados poco a poco y por decisión política. Entre la COPE y la historia de Mendoza hay un abismo imposible, radical. Y hay que decirlo.

Bueno, Carrascus, es una película... no sé si existe gente como el personaje de Jeremy Irons, pero te aseguro que yo no la he visto nunca. Pero yo creo que sí admite una lectura político-social, concretamente habla de la Teología de la Liberación, de ese cristianismo de base humanitaria y social que se instala en América Latina y que la Iglesia ha atacado de todas las maneras posibles, incluida la protección del gobierno de El Salvador que asesinó a Ignacio Ellacuría. En cualquier caso, es sólo una película.

enero 28, 2008 8:41 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Arcángel, soy ateo militante, no lo puedo evitar. Pero yo no hablaba de fe, sino de Caridad y Amor. Hablo de valores que en un momento dado me gustó ver allí y que me hacen valorar a quienes lo viven. Algo así.

Sonámbula, sé que interesa el tema, y además lo planteas de una manera interesante. Sinceramente, creo que de “creer en algo que trasciende” a creer en un Dios que nos escucha y nos valora, va un abismo. Bueno, y lo del motor inmóvil y todo eso... Es un tema muy interesante, pero que “trasciende” de este post :) en cualquier caso no estaba yo hablando de la fe, sino de la falta de amor y caridad de una institución podrida de poder y odio. Tampoco tengo tanta cultura oriental como tú, como para saber en qué esta escrita la cosa. Pero no encontré nada mejor en la red ;)

enero 28, 2008 8:41 p. m.  
Blogger Sintagma in Blue dijo...

(me da que este post tiene algo de freudiano...)

:-))

enero 28, 2008 11:12 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

temazo!
dios sin intermediarios.

enero 28, 2008 11:42 p. m.  
Blogger Antígona dijo...

Doctor Lagarto, la escena que describe es para impresionarse, sí, de las que ponen los pelos de punta y hacen humedecerse los ojos. Si me gusta especialmente es por la posibilidad de hacer una interpretación absolutamente laica de ella, es decir, de entenderla y empatizar con ella más allá de todo el contexto religioso de la película. Porque no hace falta creer en dios para sentir mortalmente el peso de la culpa por haber matado al propio hermano. Ni para desear la muerte por ese delito. Porque, independientemente de lo que Mendoza sienta o crea, no es dios quien le perdona, sino los indios, capaces de reconocer que no se encuentran ante al mismo hombre que antes los capturaba, de identificarse con su dolor, de percatarse del arrepentimiento y por ello perdonarlo. No son, como destacas, valores religiosos los que entran en juego en esa escena, sino valores netamente humanos.

Otra cuestión es que nunca podré aprobar, contemplada en sí misma, la voluntad evangelizadora de la iglesia católica. Creo que poca falta les hacía a los guaraníes que nadie les trajera mensaje alguno acerca de cómo debían vivir. En esa voluntad evangelizadora late, por otra parte, la idea de la superioridad de Occidente frente a cualquier otra cultura, el más flagrante etnocentrismo. Pero también es cierto que, si aceptamos o no tenemos más remedio que aceptar ese marco referencial en su acontecer histórico, junto con todos los factores económicos y políticos que lo rodearon, uno no puede dejar de sentir cierta simpatía por los misioneros. Y no, insisto, por sus ideas religiosas, sino por su actitud humana. Pues hay que recordar que sólo gracias a ellos se empezó a reconocer la humanidad de los indígenas, esclavizados so pretexto de su presunta animalidad.

Lo positivo del cristianismo es haber transmitido una doctrina moral que hacía hincapié en valores francamente deseables para la convivencia y la percepción del otro como un igual. Ahora todos esos valores son reconocidos por sí mismos y en ausencia de todo fundamento religioso, lo cual implica que hombres de creencias religiosas diversas pueden también compartirlos. Hecho más positivo aún, a mi entender.

En cuanto al tema de la comunión de su hijo, doctor Lagarto, en fin, creo que cualquier persona mínimamente sensata podrá comprender que el rechazo hacia una institución, hacia las ideas que promulga o las creencias que sustenta, no implica necesariamente un rechazo a las personas que la integran. Con ellos podemos tener en común todo un conjunto de valores que "trascienden" el sistema de creencias. Y son esos valores los que nos permitirán convivir armónicamente. A fin de cuentas, todos creemos en algo: algunos en dios, otros nos esforzamos por creer en nosotros mismos, en el amor, en la amistad o en una infinidad de cosas que nada tienen de trascendente en el sentido divino del término.

Y permítame que le felice por su post, doctor Lagarto, que me ha encantado.

¡Un beso!

Pd. Por cierto, me uno a Margot en su admiración carnal por Irons, y la hago extensiva a Robert de Niro, ay, que está como un tren en esta peli :P

enero 29, 2008 3:54 p. m.  
Blogger Arcángel Mirón dijo...

Ahora me cierra más.

:)

enero 29, 2008 5:36 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

enero 29, 2008 5:50 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Ay, Sintagma, todo es freudiano, si te pones. Pero aquí no hay nada fálico, eh ;)

Mari, esos intermediarios de Dios son unos estafadores. Y lo saben. La frase final de la película es muy importante, cuando el enviado de Roma escribe al Papa Benedicto para decirle cómo se han cumplido sus deseos: “So, Your Holiness, now your priests are dead, and I am left alive. But, in truth, it is I who am dead, and they who live. For, as always, Your Holiness, the spirit of the dead will survive in the memory of the living.”

enero 29, 2008 10:17 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Doctora Antígona, me alegro de que le guste la película. Y me parece muy interesante su aportación acerca de la laicidad de todos esos valores. Porque es cierto que no necesitamos de ningún Dios, de ninguna trascendencia a nuestra condición humana para querer vivir la vida en el amor y la caridad. En la solidaridad con los hombres y en la búsqueda de paz entre todos. Son valores esencialmente humanos. Y, desde mi pequeño punto de vista, creo que ese “humanismo” que diferencia al cristianismo de otras religiones monoteístas, es lo que permite que exista toda una cultura atea y laica llena de valores humanistas en Occidente. Respeto al cristianismo como padre reconocido del ateismo humanista, algo así.

Respecto al etnocentrismo, me parece un tema interesantísimo para debatir, que trascendería (ahora sí) lo que puede dar de sí este coment. En cualquier caso, y para resumir mucho, se me plantean muchas al respecto de quién es más europeo-centrista, si los europeos u otras culturas.

Un beso, doctora.



Arcángel, no sé si cerrar es la palabra. Yo navego siempre en mares de dudas!

enero 29, 2008 10:18 p. m.  
Blogger Lula Fortune dijo...

Pero qué bueno estaba De Niro en esta peli!!!! debió ser por eso que no pude llegar al fondo espíritual del asunto...ah! la carne pecadora.
Un beso morbosamente ateo.

enero 29, 2008 11:59 p. m.  
Blogger Tamaruca dijo...

Fush... No quisiera ser agorera pero complicado veo que se cumpla tu deseo. En fin, pensemos que tampoco es tan grave que comulguen, ¿no? Para ellos no deja de ser una fiesta y regalos... Ya de grandes, si no quieren confirmarse...

O que se hagan apóstatas, como yo ;)

Besitos y suerte.

enero 30, 2008 4:22 a. m.  
Blogger atikus dijo...

La verdad es que yo lo que agradezco a los españoles de hace 5 siglos es que se fueran a tomar por saco para que ahora que hago turismo en unas horitas en avión-por ejemplo a Iguazú-me las entienda como dios con los guaraníes.

enero 30, 2008 1:59 p. m.  
Blogger Churra dijo...

Pues la pelicula me impresionó muchisimo, una maravilla .
Todos mis hijos han hecho la primera comunión, aunque la de Zipi y Zape como yo los llamo fué algo asi como una lucha de titanes frente a la iglesia, a los curas , demasiado largo de contar aqui y que me dejó a mi que provengo de una famila catolica tradicional con la boca abierta y a los crios aterrorizados por tener una madre excomulgada y con un pié en el infierno porque acababa de divorciarme. Nos encontramos con lo peor y tambien con lo mejor porque tuve que tocar muchos palos. Me quedo con lo mejor que encontré..Un beso

enero 30, 2008 2:43 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Lagarto, no he visto la peli pero me la apunto para verla cuanto antes.
La escena que nos has dejado es maravillosa, y si a ti te acerca a la idea del Dios de los cristianos, a mí me acerca a la idea de que el ser humano es capaz de ser mucho más que "humano".

Bueno, y qué te han dicho los del cole de lo de la comunión, porque no sé yo como se lo tomarán.

Besos, ya nos cuentas

Pd: Me he apuntado el sitio de Lisboa que me dices, ya te daré mi impresión, por cierto ando fitureando esta semana, si estás por la capi y con tiempo, mándame un mail.

enero 30, 2008 5:39 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

enero 30, 2008 5:39 p. m.  
Blogger Mityu dijo...

La rendención por el amor. La frase está cerrada, completa, no necesita más aditamento. Me alegro mucho de leer tu post justamente hoy, no por ser oficialmente día de la paz, no porque algunos necesitan símbolos para recordar la capacidad de amor que llevan, o rememorar y confortarse en la de otros, sino porque hoy estoy en disposición de renacer con el que arrastra su pesar más hondo, con otro hermano cualquiera, porque sigo hasta hoy el camino del corazón, sin haber sacrificado ni un grano de mi cosecha interior, porque he sobrepasado el concepto oficial de perdedor y ganador, y las cicatrices no me han hecho peor.

Poco me interesa a estas alturas las distintas denominaciones y usos que los hombres oficiales de dios hacen, aunque sí me interesa todo el fondo literario, metafórico, metafísico, místico, religioso, cultural y trascendental que puede aportar lo que tal vez ellos se conocen de memoria y jamás penetrará en sus almas (mmm... no entro en cosideraciones sobre esta palabra).

En cuanto a si hay hombres así no me cabe la menor duda, ni la más pequeña siquiera.

Durante años me había preguntado qué significaría exactamente la frase del Bautista "convertíos..." hasta que encontré la respuesta en la frase que encabeza el comentario: redímete por amor.

Por lo demás, un post muy bello.

Un saludo :)

enero 30, 2008 10:05 p. m.  
Blogger Madame Vaudeville (Chus Álvarez) dijo...

A mí también me impresionó mucho esta película. La trama, los actores, la banda sonora de Morricone... De religión prefiero no hablar. Me abstengo.
Le dejo esta frase de Jeremy Irons en la película:
"Si la violencia es lo que cuenta, entonces no tengo fuerzas para vivir en un mundo así".
Bicos ricos

enero 30, 2008 10:23 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

La Iglesia con su temenda riqueza avanza como un idolo de oro , poco a poco ,y la vida sigue corriendo a su propio ritmo. Si no se desprende de tanto peso , quedara relegada al olvido.
Ahora su enemigo es la información y la representa internet.
Saludos

enero 31, 2008 3:21 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Bueno, Lula, en esa película no hay chica. Así que la vi sin erotismo alguno. Si alguna vez alguien quiere hacer un remake, que te llame y te ponga de guaraní, desnuda y pintada como ellas. A ver si la veo entonces de otra manera ;) bicos!

Tam no es grave. Es sólo un rito cultural, sí. Pero luego lo utilizan contra ti, te suman a su poder político y económico para decir que España es mayoritariamente católica y así utilizar todo ese poder que ha emanado de ti para combartir las ideas que más defiendes. Me parecen inmorales en muchas de sus actitudes. Yo no puedo “comulgar” con esas ideas. No harán la comunión ninguno de los dos, saben que no me gusta esa fiesta.

enero 31, 2008 6:49 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Atikus, nunca he estado en esa parte del mundo. Un poco más arriba sí, y un poco más abajo también. Pero todo el mundo dice que esa frontera es maravillosa, tengo que planteármelo.

Churra, yo también estoy divorciado, así que es obvio que son ellos los que me han expulsado de su mundo, que la decisión moral ha sido suya. Me maravilla como unos señores con voto de castidad van dando lecciones al mundo cómo afrontar una vida familiar y de pareja. Parece un gag de los Hermanos Marx. Un beso.

enero 31, 2008 6:49 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Espero que te guste cuando la veas, Mavi, aunque también hay opiniones negativas por ahí. A algunos les parece un poco cursi y afectada en la fotografía y en la dirección de arte. Los del cole se lo han tomado como tenían que tomarlo. Aceptando la decisión de quienes tienen que tomarla; su madre y yo. Tengo una agenda muy apretada de aquí al domingo, pero intentaré que tomemos una cerveza al menos. Tengo localizada a quien podrá localizarte, ya sabes ;) Lo intento!

Mityu, es una frase completa, como dices. Es, creo, lo único que puede tener sentido en la vida, si me apuras. Y lo importante no es si hay gente como Gabriel por ahí, sino que sigamos buscándolo, exista o no exista (born to run). Las cicatrices de guerra son hermosas, de verdad. Muestran que estamos vivos y que no somos de plástico. Un saludo!

enero 31, 2008 6:49 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Me alegro de que te gustara, Madame. Otro de los momentos brutales de la peli es precisamente ese diálogo en el que Irons pronuncia esa frase. En fin, cada uno tenemos nuestra manera de luchar. Pero lo importante es creer en algo por lo que merezca la pena luchar. Bicos!

Oli, me temo que la vida y los Cardenales van por distintos caminos. Hoy en España han apostado públicamente porque los feligreses voten por un partido concreto. Espero que acepten, cuando todo esté votado, que el % que no vote ese partido concreto no les pertenecemos ni tienen porqué intervenir en nuestra vida social, cultural, educativa, política, etc. En las últimas elecciones el tanto por cierto que votó otras opciones distintas de la que la Iglesia Católica presenta en España fue cercano al 75%. Saludos.

enero 31, 2008 6:50 p. m.  
Blogger Kurtz dijo...

A mí también me sobrecogió esa escena... en realidad toda la película. La actuación de De Niro es imprescindible en la escena que describes. Y qué música.
Sobre sus hijos... creo que sois tú y tu mujer quien debéis decidir.
Un saludo

febrero 02, 2008 8:50 p. m.  
Blogger Joan Torres dijo...

Me descolgué de los blogs. Cada palabra a escribir pesaba como la rueda de un carro. Por eso dejé de escribir. Sólo vengo a leeros, muy esporádicamente, de mes en mes.

Tu bitácora siempre me pareció una escuela con un pupitre vacío en la última fila donde podía sentarme a escucharte.

De comuniones y de bautizos podríamos haber hablado algún día.

febrero 20, 2008 1:37 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home