Atardecer nublado dentro del túnel
En la galería Fool & Trick de Londres se inaugura la exposición de Paul Lagarto, pintor francés de reconocido prestigio. La crema más espesa de la sociedad británica pasea sus corbatas y tacones entre los lienzos y los canapés. Los críticos de arte más incisivos suben y bajan las gafas de sus narices, arquean las cejas y beben alcohol.
En un tabique frontal perfectamente iluminado cuelga la obra más cara de todas. Un inversor pudiente se ha parado frente a ella. Cruza las manos por detrás de su impecable traje gris marengo y mueve los pulgares en pequeños círculos concéntricos. Los gemelos de oro macizo que asoman de sus planchadas mangas brillan a la luz. Inclina la cabeza de derecha a izquierda. Se aleja dos pasos y se muerde el labio inferior, pensativo. No entiende nada.
Paul Lagarto, el artista del siglo, el número uno, avisado por el destello de los gemelos, se acerca al hombre y le explica:
- Es un túnel, caballero. Por eso está todo pintado de negro. Realismo vitalista. No ve usted nada porque está dentro del túnel.
Efectivamente, se trata de cuatro metros cuadrados de masa uniforme de pintura negra como el tizón, enmarcada en nácar y con una pequeña placa dorada que aclara:
“Atardecer nublado dentro del túnel. Paul Lagarto. 2008.”
El maestro se acerca dos pasos, se muerde el labio superior e inclina la cabeza de izquierda a derecha. Las manos en los bolsillos.
- Mis cuadros son tristes, sí. Llenos de dolor y terror. Oscuros y grotescos como la vida misma. ¿Qué esperaba usted? Yo soy un artista. ¿De qué sirve pintar si no se busca el sentido profundo de la esencia humana? ¿cree usted que se puede ser un gran pintor buscando simplemente la belleza? ¿Va usted a gastarse el dinero en un paisaje soleado, señores con barba que saludan con chistera, o pálidas mujeres desnudas sobre sábanas rojas? ¿Viene usted buscando manzanas levemente iluminadas, botellas polvorientas o alegres trabajadores remangados? ¿pajaritos? ¿perros fieles de ojos vidriosos? No, usted es un hombre sensible al arte. Se nota.
El pintor, relajado, pasa un brazo por el hombro del cliente, nada relajado. Aprieta y zarandea. Se pega a su traje gris marengo y susurra:
- Detrás de la belleza está siempre el dolor, mancillada por la propia esencia de las cosas feas. En este túnel le estoy pintando a usted, señor. Estoy pintando toda la tristeza y soledad que le rodea, incluido yo. Quiero que usted admire el silencio inútil de su existencia cada tarde cuando regrese a su enorme casa, en este cuadro que me va a comprar.
Paul Lagarto agita ahora frenéticamente al comprador, le arruga el traje, y predica:
- ¡¡Si la belleza es verdad, es, por tanto, sufrimiento y desolación!! Mi túnel es su vida, cabalero. Su empresa, su casa, su familia, su coche todoterreno y su máquina de cortar el césped, señor. Son trescientas cuarenta mil libras esterlinas.
El cliente mira de soslayo al artista. Toma una minúscula croqueta de la bandeja que le ofrece el camarero y espera a que éste se retire para susurrar nervioso:
- La verdad, Paul... es que yo venía buscando algo más... erótico. Usted me entiende.
- Oh, claro. Acompáñeme al sótano, con discreción. Le mostraré otra obra que la decencia me ha impedido mostrar en esta sala. Se llama “mujer negra masturbándose dentro del túnel”. Se lo dejo en trescientas mil libras esterlinas, por tratarse de usted, un hombre con sensibilidad para el arte.
Un libro para el comprador: Mercado de espejismos, de Felipe Benítez Reyes
Una canción para el comprador: The fool on the hill, de The Beatles
Una película para el comprador: Sueños de un seductor, de Woody Allen
.
En un tabique frontal perfectamente iluminado cuelga la obra más cara de todas. Un inversor pudiente se ha parado frente a ella. Cruza las manos por detrás de su impecable traje gris marengo y mueve los pulgares en pequeños círculos concéntricos. Los gemelos de oro macizo que asoman de sus planchadas mangas brillan a la luz. Inclina la cabeza de derecha a izquierda. Se aleja dos pasos y se muerde el labio inferior, pensativo. No entiende nada.
Paul Lagarto, el artista del siglo, el número uno, avisado por el destello de los gemelos, se acerca al hombre y le explica:
- Es un túnel, caballero. Por eso está todo pintado de negro. Realismo vitalista. No ve usted nada porque está dentro del túnel.
Efectivamente, se trata de cuatro metros cuadrados de masa uniforme de pintura negra como el tizón, enmarcada en nácar y con una pequeña placa dorada que aclara:
“Atardecer nublado dentro del túnel. Paul Lagarto. 2008.”
El maestro se acerca dos pasos, se muerde el labio superior e inclina la cabeza de izquierda a derecha. Las manos en los bolsillos.
- Mis cuadros son tristes, sí. Llenos de dolor y terror. Oscuros y grotescos como la vida misma. ¿Qué esperaba usted? Yo soy un artista. ¿De qué sirve pintar si no se busca el sentido profundo de la esencia humana? ¿cree usted que se puede ser un gran pintor buscando simplemente la belleza? ¿Va usted a gastarse el dinero en un paisaje soleado, señores con barba que saludan con chistera, o pálidas mujeres desnudas sobre sábanas rojas? ¿Viene usted buscando manzanas levemente iluminadas, botellas polvorientas o alegres trabajadores remangados? ¿pajaritos? ¿perros fieles de ojos vidriosos? No, usted es un hombre sensible al arte. Se nota.
El pintor, relajado, pasa un brazo por el hombro del cliente, nada relajado. Aprieta y zarandea. Se pega a su traje gris marengo y susurra:
- Detrás de la belleza está siempre el dolor, mancillada por la propia esencia de las cosas feas. En este túnel le estoy pintando a usted, señor. Estoy pintando toda la tristeza y soledad que le rodea, incluido yo. Quiero que usted admire el silencio inútil de su existencia cada tarde cuando regrese a su enorme casa, en este cuadro que me va a comprar.
Paul Lagarto agita ahora frenéticamente al comprador, le arruga el traje, y predica:
- ¡¡Si la belleza es verdad, es, por tanto, sufrimiento y desolación!! Mi túnel es su vida, cabalero. Su empresa, su casa, su familia, su coche todoterreno y su máquina de cortar el césped, señor. Son trescientas cuarenta mil libras esterlinas.
El cliente mira de soslayo al artista. Toma una minúscula croqueta de la bandeja que le ofrece el camarero y espera a que éste se retire para susurrar nervioso:
- La verdad, Paul... es que yo venía buscando algo más... erótico. Usted me entiende.
- Oh, claro. Acompáñeme al sótano, con discreción. Le mostraré otra obra que la decencia me ha impedido mostrar en esta sala. Se llama “mujer negra masturbándose dentro del túnel”. Se lo dejo en trescientas mil libras esterlinas, por tratarse de usted, un hombre con sensibilidad para el arte.
Un libro para el comprador: Mercado de espejismos, de Felipe Benítez Reyes
Una canción para el comprador: The fool on the hill, de The Beatles
Una película para el comprador: Sueños de un seductor, de Woody Allen
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37 Comments:
Vaya Lagarto , fué precisamente Baudelaire , el padre de ese decadentismo que aspiraba a "épater la bourgeoisie "
Espero que Pierre Lagarto , tuviera el acierto de pintar ese cuadro del sótano , no con negro-tizón ...sino con negro-pubis .
Y supongo que el cuadro erótico sería el mismo tunel negro, supongo...
Es increible como se puede dar la vuelta a la tortilla y vender la vida a cualquiera que tenga poco criterio o carezca del todo de el. No creo que la belleza esté reñida con el arte, es mas, hay un cuadro precioso de Barceló, en el que todo es tristeza, él tumbado, la ventana gris, afuera todo es gris, libros esparcidos de sus escritores favoritos, grises... ( Mishima está entre ellos, anota en el quicio de los libros el autor... )... Todo es gris, y negro, e incluso feo, pero destila un sentimiento de soledad absoluta, que es demasiado bonito para dejar de ser bello.
Eso sí tiene para mi un encanto, un motivo, una excusa, un nacer justificado de ese cuadro. Pero del que hablas tu... lo veo como la obra aquella de Art, en la que el cuadro era blanco, y los distintos personajes daban su opinión acerca de él, y uno de ellos era exacto a tu pintor: un embaucador que buscaba su salario y punto.
Me ha gustado, son dos caras, y eso siempre me gusta, el eterno conflicto interior, y moral.
Te dejo un besazo, el cuadro de Barceló que te digo estaba en el Caixa Forúm, Madrid, hace unos dos meses... gigante, de tamaño, y de contenido... Ya me contarás si lo viste...
El otro día leía a una pequeña justo antes de que se acabara durmiendo en mi regazo, "El traje nuevo del emperador". Solo un niño se hubiera atrevido a decirle al señor Lagarto (el pintor) que su cuadro no es mas que un embuste, una farsa para codiciosos y enajenados coleccionistas de nada.
casualidades...
Mismo día y casi misma hora "fabricábamos" un post similar...
Un abrazo lizard
(una mujer sorprendida)
Mucha tontería hay en torno al arte.
Y mucha inteligencia por tu parte al retratarlo en este maravilloso post.
... Aunque nunca dejaría de bajar a ese sótano a ver qué encuentro.
Un beso (a oscuras).
Me reafirmas en la opinión que detras de cada idea absurda está la obra a pié de calle(que ademas cuesta lo mismo )
Me encantó Mercado de espejismos..
Un beso
(no me viene desde el 2003 , año arriba año abajo ...)
Bueno, porlomenos no le pidio que el cuadro hiciera juego con el sofá o con las cortinas, o que pintara a su señora esposa pero con 30 años menos, porque se escucha cada cosa y se ve cada cosa que...y se paga de todo, en fin que el arte no se sabe muy bien cuando es arte, bueno algunos lo sabran...
y las croquetas eran de esas redonditas, perfectas que no saben a nada, o caseras con grumos deformes y sabrosas????
...¿de qué color es un chino al que han cogido por lo huevos...?
Amarillo chillón...
En el Museo de Bellas Artes de Buenos Aires, exponen un lienzo que sólo tiene un tajo en el medio. El cuadro se llama, como no podía ser de otra manera, "El tajo".
A ver si me expliqué: lo exponen en el museo. Un lienzo con un tajo.
En fin. Ya escribirás vos alguna versión erótica de esta historia.
:)
Apapacho.
se ha caido de repente en eso de los extremos del arte conceptual, donde la cosa tiee tan poco sentido q se le busca uno muy recondito e increible, y a los criticos les encanta, soy un convencido de que esos no entienden nada
el argentino liniers lo pone de lujo en sus historietas:
un critico se pasea por una galería de arte, de repente se fija en una escoba apoyada en la parede, entre dos cuadros, se detiene, mira extrañado a la escoba y a los lados, piensa:"que querra decirnos el artista con esto... tan nuevo, extraño, una fuerte critica a la sociedad, sin duda...etc" en eso llega el conserje agarra la escoba se la lleva y se pone a barrer la entrada.
jaja
saludos
nico
Pues no sé... me gusta más el del túnel ;)
Por supuesto, Mk. Paul Lagarto usa negro pubis y no negro tizón. Digamos que ha sido una licencia literaria. Eso sí, no me preguntes cómo consigue la mezcla :P
Tremends, eran cuadros distintos, aunque las almas no sensibles al arte moderno no fueron capaces de notar la diferencia :P La verdad es que yo no tengo criterio para apreciar ciertas cosas del arte contemporáneo. No quiero criticar todo en su conjunto, sino algunas cosas que no tienen nada que ver con Barceló, por supuesto. Besos.
Brisuón, me encanta la historia del traje del emperador. Eso sí que es un cuento revolucionario… Pero a veces pienso que el niño que se atrevió a decir “el emperador está desnudo” estaba pagado por el propio emperador. Que son muy cabrones, Brisuón. Lo tienen todo bien estructurado. Un saludo.
Una mujer, qué casualidad. Quizás nuestros subconscientes han recibido algún mensaje estos días. O, quizás, es que hay cosas en ARCO que son demasiado evidentes :) un abrazo!
Gracias Lunarroja, también estoy seguro de que hay cosas que no son tonterías en ese mundo. Bajemos todos al sótano, sí ¡cuidado con el escalón! Besos.
Churra, escribe muy bien Benitez Reyes. Y tiene una ironía genial. Me reí mucho con esa loca aventura de timadores en el mundo del arte. Un beso.
Atikus, yo he visto comprar libros que hacían juego con las estanterías. Así que supongo que todo arte, no sólo la pintura, está sometido al Fin Supremo, a lo que da sentido a la vida del consumidor ¡la decoración!
Es arte todo lo que se expone en un museo, sea cual sea su valor, su trabajo, su concepto o su originalidad. Ya lo demostró Marcel Duchamp en 1917 cuando colocó un inodoro en medio de un museo. ¡Y hace poco fue elegido como la obra de arte más relevante del sXX por una revista!
Ya sabes que las croquetas en este tipo de actos son perfectas esferas minúsculas que la gente coge con delicados palillos sin mirar al camarero que las ofrece. No saben a nada, su misión es utilizarlas como armas para hacer callar al pesado de turno mientras las mastica. ¡Viva la croqueta genuina!
Carrascus, se lo diré a Paul lagarto, por si algún le da por investigar con nuevos conceptos artísticos ;)
Arcángel, sí. Un lienzo con un tajo. Lo dices muy clarito :) Me encantaría que alguien me explicara qué hace de ese tajo una obra de arte por la que alguien dedica una mañana para admirarlo. Estos dadaístas… :)
La ventana, supongo que los críticos les gusta poder hablar. Quiero decir, es posible sacar muchas emociones, mucho conceptualismo fenomenológico de un Picasso o de un inodoro. En cualquier caso, las discusiones alrededor de un “fenómeno” no lo justifican como Arte. Lo de la escoba que cuentas es igual que lo de Duchamp con el inodoro. Supongo que ocurriría lo mismo en cualquier tiempo, en cualquier lugar. No tenemos criterio. Saludos!
Los pasos, si quieres hablo con Paul Lagarto, para ver si puede hacerte un retrato por encargo, dentro del túnel :P
Ummm, creo q despues de todo podria dedicarme al arte. No soy muy mañosa pero tengo facilidad de palabra :P
Pensé que al final, el artista iba a convencer de lleno al inversor pudiente, con su discurso de gurú...
Woody Allen como siempre genial!
Me encanta Jackson Pollock.
Salud!
Menudo pillo está hecho Paul Lagarto... ;-)
Desde que leí por ahí que Arte es todo lo que el autor diga que es Arte (vaya cosas que leo!)ya no me sorprende nada. He visto exposiciones en museos de Londres de basura recogida en el Támesis ¿?
Me quedo con Woody Allen.
Besos manchados de pintura.
(Por cierto ¿quieres jugar?, ven a mi blog)
Estoy segura, doctor Lagarto, de que este pariente suyo debe de tener toda una serie erótica en ese sótano que ofrecer al público sensible al arte. Hasta me atrevería aventurar posibles títulos: "mujeres negras acariciándose desnudas dentro del túnel", "hombre y mujer negros copulando dentro del túnel", "felación entre hombres negros dentro del túnel"... Y que, por supuesto, cualquier persona sensible al arte sabría apreciar las sutiles pero significativas diferencias entre ellos.
Ahora, hay que reconocer que este Paul Lagarto maneja una retórica en extremo convincente. Nada, en el fondo, es reprochable en su discurso. Diría incluso que es un discurso que incide muy lúcidamente en una de las dimensiones más metafísicas del arte. Y me parece obvio: me temo que no hay arte de vanguardia sin un discurso que lo acompañe, sin una elaboración intelectual que trate de explicar cuál es el sentido de sus representaciones artísticas. Y no estoy hablando de arte conceptual, no. Sino probablemente, y no creo que esto sea necesariamente una crítica, del hecho de que el arte contemporáneo se ha alejado tanto de las categorías que en otras épocas estructuraban la sensibilidad estética del espectador que precisa del concurso del intelecto para estimular nuestra sensibilidad. Ahora, a veces sospecho que algo falla cuando ante una obra de arte, en lugar de ver despertarse nuestra sensibilidad, lo primero que nos viene a la cabeza es, ¿y con esto qué puñetas habrá querido decir el artista? Es la pregunta síntoma de un vacío que debe ser suplido por conceptos, puesto que las imágenes o las texturas no hablan ya por sí mismas.
Perdón por la digresión un tanto abstrusa. Dígale simplemente de mi parte a Paul Lagarto que si en algún momento deja de tener éxito con su obra artística, no dude en dedicarse a la política. Le auguro, en mi humilde opinión, un brillante porvenir.
¡Un beso, doctor Lagarto!
Nausicaa, pues ya tienes lo más importante ;) En realidad es la dialéctica lo que mueve el mundo. No percibimos la existencia de nada que no pueda ser comunicado. Si Obama tiene posibilidades de ganar, es por sus dotes dialécticas, no por otra cosa.
Bueno, Sibyla, quizás el cuadro del atardecer no se lo venda, pero al cliente le encantará el que se expone en el sótano. Confía en Paul Lagarto ;) Woody Allen es uno de los genios de nuestra época, sin duda. Salud!
Sintagma, ¿es que no te convence el discurso de Paul Lagarto? A mí me parece de lo más convincente ;)
Lula, una vez vi en Londres, en Trafalgar Square, a las mismísimas puertas de la National Gallery una exposición de bananas de supermercado. Se trataba de un montón de plátanos apilados en una montaña, en medio de la plaza. Nada más. Pero estaba lleno de periodistas entrevistando y fotografiando al autor. En fin, que me quedo con la Tate Gallery. Bicos.
Doctora Antígona, Paul Lagarto puede hacerle, por encargo, la perversión sexual que usted quiera dentro del túnel.
Me alegra que se haya fijado usted en el discurso del pintor. Realmente hay una contradicción entre “belleza” y “verdad” cuando atendemos a la condición humana. En cualquier caso, tiene usted razón; creo que el “arte conceptual” es muchas veces “concepto artístico”. Lo expone usted muy bien.
La vanguardia es poco más que una etiqueta obvia desde los dadaístas. Quizás no quedan ya revoluciones que perder, quizás está ya todo dicho y el arte está muerto. No lo sé...
Un beso, doctora Antígona.
Hoy me levante optimista , y me pareció que la historia de Paul Lagarto, pudiese tener otra interpretación.
Porque recordando un post que hablaba del traje nuevo del emperador refiriéndose al mercado del arte, ¿no seria posible que en este caso, el emperador-artista fuera consciente de su desnudez, pero se mostrara tal cual su madre lo trajo al mundo con unas intenciones determinadas?
¿Seria posible que el Sr. Paul estuviera haciendo una metáfora con su cuadro de la situación actual de los criterios del arte? Las metáforas, sean expresadas de la manera que sean, son una expresión artística.
Imagino al artista, harto de las manipulaciones, tendencias, cotizaciones… que mueven el mercado del arte, diciendo:
-Si esto es lo que queréis, que así sea-
Para después marcharse a casa, sabiendo que el, si que es consciente de su propia desnudez, y que los criterios artísticos de las galerías y sus clientes, son tan negros como su túnel.
Me agrada la idea de que Paul tenga su estudio lleno de cuadros fantásticos, apilados en suelo y paredes, esperando a que la ceguera de los que mueven los hilos desaparezca, y riéndose al mismo tiempo de aquellos que alababan su magnifico traje.
Besos (al final del túnel)
(No puedo evitar sentirme optimista)
- El viernes por la noche me disfrazaré de mujer negra e iré a un túnel a posar para un artista francés.
;D
Besines, Lagarto.
El arte, siempre habrán verdaderos artistas y de los otros, aquellos que con eficiente mercadotecnia (llámese técnica contemporánea) venden hasta el túnel sin personajes.
saludos.
Tal vez Paul Lagarto hubiera podido ser un genio si no hubiera dicho al espectador que estaba dentro del túnel, si su obra no necesitara varas melífluas para explicar lo que no se debe y, sobre todo, si ese túnel fuera universal, y no fruto del delirio de un solo hombre.
Sí, recordar a Duchamp sólo por el inodoro me parece casi un insulto, aunque no estoy muy segura de a quién.
Leí en alguna parte (o tal vez yo completé el pensamiento) que desde los tiempos del dadaísmo ninguna de esas posturas tiene sentido.
Es una suerte que tú seas doctor, nosurrender :P.
Un abrazo
Señor Lagarto, qué bueno. Le dejo un enlace muy al caso:
http://www.guerrarte.com/Archivos%20de%20sonido/pinceladas%20de%20humor.html
Los dos primeros -tal como lo estás oyendo y melissa hindell ataca de nuevo- son buenísimos.
Saludos!!!
Decía Delacroix que "a veces hay que estropear un poquito el cuadro para poder terminarlo". Hay quien estropea el lienzo desde el comienzo y a eso le llaman Arte.
Besos, lagartillo. Le he echado de menos. Pero al fin he vuelto!!!
Te acabo de descubrir esto de los blogs es la repera, Churra me trajo aquí
Yo ya no entiendo nada de nada, ( me refiero al arte), me gusta mirar un cuadro simplemente, no entiendo de perchas colgadas sobre un trozo de cartón y q lo titulen percha sobre cartón, q el cuadro valga miles de euros y que la gente se quede anonadada mirándolo
joder q eso lo tengo yo en mi casa cada día cuando mi hija se pone a jugar y jamás me ha dado por prepararle una exposición ¡¡¡¡
bueno, q me alegra leerte
muakkkkkkkkkkkkk
Menudo lagarto este Paul...
Y ahora me has dejado descentrada, que recomiendas un libro de Benítez Reyes que ¡no tengo! habré de salir cual posesa a compralo (espero que no sean necesarios noi el traje marengo ni los gemelos de oro).
Un abrazo y gracias por lasonrisa.
Quizás hay algo de todo en Paul Lagarto, Petita. Su discurso en torno al conceptualismo del arte nihilista me parece bastante válido, así que lo que se derive de él también debería serlo… de una manera conceptual. El Arte, claro que sí, va por otro sitio y no necesita de tales marcos conceptuales. Así que sí, es posible que en otra sala, Paul atesore atardeceres nublados o mujeres masturbándose a plena luz del día, sin conceptualismo alguno. Besos.
Tamaruca, entonces que alguien lleve flash, para las fotos :P
Carlos, la mercadotecnia, en términos de valor económico, es casi todo en muchos productos que compramos. El coste del líquido oscuro que contiene una botella de coca cola es mínimo comparado con el coste necesario para que todos hallemos la familiaridad necesaria con el producto. Los economistas lo llaman “activo intangible”. Y en algunos sectores, como en el de las bebidas de este tipo, ese activo intangible es la parte más grande de su balance. ¿Y qué tiene que ver esto de la contabilidad financiera con el Arte? Creo que en esa pregunta están todas las respuestas :P Gracias por pasarte por aquí, Carlos.
Mityu, exactamente eso es lo que, para mí, diferencia el Arte de lo que se vende como arte. Es muy interesante el video que enlaza Una mujer en su blog (http://cuandollegalanoche.blogspot.com/2008/06/ferias-y-vanidades.html). Tienes que verlo; real como la vida misma. Tanto conceptualismo aliena al arte hasta ridiculizarlo. Duchamp lo vio de manera muy lúcida cuando expuso el urinario. Él sí sabía de qué se reía, que intentaba dejar claro con ese acto revolucionario. Un abrazo.
SDUC, ahora me pondré a escucharlo. Es obvio que esta polémica no es nada extraña :) Saludos!
Mmm, madame, no me imagino a Delacroix comprando un cuadro de Paul Lagarto. A él le gustan los pechos más pasionales y fuera del túnel :) me alegro de verte por aquí, bicos!
Bolero, es un buen camino, la Churra, para encontrar nuevos sitios. Me siento bien presentado. Gracias por pasarte por aquí. Yo creo que muchas veces no se paga miles de euros por una obra de arte, sino por un bien de inversión con una revalorización esperada determinada, que puede suponer incluso desgravaciones fiscales con limpieza de divisas. Me temo que lo financiero es lo que más arte de este tipo mueve. Besos!
Isa, pues creo que es una de las pocas novelas de Benitez Reyes, tan poeta él. Lo leí el verano pasado, acababa de salir editado. Pero ya lo tienes en edición de bolsillo, por lo menos en fnac. Tiene un gran sentido del humor, ya verás. No hace falta etiqueta, puedes leerlo en tanga ;)
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