mmm... aahh... sí, sí!!
No sé si se tratatará de una cuestión biológica o cultural (a estas alturas de la historia de los bípedos es irrelevante), pero está claro que las chicas fingen más y mejor que los hombres. Y que aprenden a hacerlo desde muy, muy pequeñas.
Hace unos meses se hizo un estudio cómico-científico en una cadena de televisión nacional. Seleccionaron un grupo de niños y niñas y les dijeron que iban a rodar un anuncio. El producto a promocionar era un inventado yogur Glotone. El niño o niña en cuestión debía, simplemente, tomar una buena cucharada, tragarla y decir a cámara “yogures Glotone: buenísimo”. Lo que no sabían esos niños y niñas es que el yogur que iban a probar estaba lleno de sal y sabía a rayos.
La mayoría de los niños no pudieron evitar ser muy sinceros y directos con las sensaciones que tienen:
En cambio, casi todas las niñas actuaron de otra manera:
La verdad, no sé a cuál de los dos géneros nos deja peor la cosa. Quizás las chicas finjan con más naturalidad. Pero es que los chicos estamos por civilizar, aunque nos encante que nos engañen en ciertas ocasiones, si lo hacen bien. Ejem.
Una película para cuando crezcan: Cuando Harry encotró a Sally, de Rob Reiner
Una canción para cuando crezcan: Please, please, please, de The Smiths
Un libro para cuando crezcan: El amante de lady Chatterley, de D.H. Lawrence
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47 Comments:
A mí me gustan las personas primitivas, lagarto.
Pero en la selva hay que sobrevivir. Sin daños a terceros, en lo posible.
Uf, pido mucho, ¿no?
Pues será que todo depende del cristal con que lo mires, pero yo no he visto tanta diferencia entre ellos y ellas. Las chicas también ponen cara de asco, pero son unas profesionales. Vamos a ver, ¿no se trataba de decir unas frases? pues las digo y punto.
Besitos sin fingimientos.
Hacia tiempo que no me reia tanto con unos videos. Absolutamente geniales (el ultimo niño, el que baja la voz para mentir verdaderamente magnifico)
Estoy un poco con lula en que no hay demasiada diferencia.
Pero tu, yo, lula y el mundo mundial saben que ellas fingen mejor.
...y desgraciadamente para ellas; mas veces (jeje).
me siguen gustando tus recomendaciones.
Arcángel, no. No pides mucho. Vivir en sociedad exige siempre disimular. No juzgo, no ;)
Lula, la diferencia no es excesiva. Pero sí es cierto que un porcentaje mayor de niñas dicen que sí está buenísimo. No tiene mayor importancia, pero me ha parecido curioso para llevarlo al tópico sexual. ¿Nunca has fingido, tú? :P
Jorge, ellas fingen mejor, sí. Quizás es que nosotros (hombres y mujeres, digo) las educamos para que lo hagan poque lo necesitamos, porque nos da más seguridad. No me cabe duda de que el sexo débil somos nosotros los hombres.
Los videos son geniales y quizás las niñas un poquitín más profesionales... Pero sí es verdad que las mujeres ( aL menos las de generaciones anteriores) se vieron obligadas a "fingir" -y no me refiero al sexo- para sobrevivir. Educadas para obedecer, ser sumisas, no rebelarse y complacer a padres, hermanos, esposos, amantes... tuvieron que aprender a contener sus emociones,a ocultar sus pensamientos y deseos, a vivir en el silencio, a hablar con palabras prestadas, a moderar su lenguaje, a mirar entre visillos, a leer entre líneas... y por tanto desarrollaron ciertas habilidades... y es posible que eso también se transmita en los genes. Lo biológico y lo cultural se pueden cruzar.
Y con respecto al sexo jejeje... será que no queremos dejaros quedar mal... ejem
Un sincero saludo
El último de los niños es un artista, jejeje...
Ví los videos esta tarde sin tiempo de comentar nada, pero iba a decir lo mismo que ha dicho Lula, así que tampoco se perdió nada.
En lo que respecta al sexo, no voy a decir que lo hombres no finjan, o que lo hagan menos que las mujeres... pero desde luego que lo tienen bastante más difícil, a causa del rastro físico que NO dejan al hacerlo.
Me parece muy interesante este estudio, y muy divertido. Yo creo que siempre dependiendo del tema que se trate, no es bueno andar fingiendo siempre, pero tampoco no saber finjir nunca. Probablemente, lo bueno, sea encontrar un equilibrio, como en todo.
Me parece que no soy una chica muy típica. Los que me conocen bien, saben que me cuesta mucho finjir, especialmente cuando siento disgusto por algo. Claro, eso no significa que no haya mentido nunca, a veces es necesario.
Muy interesante tu blog. Me gusta (y no miento ahora, jijijijijiji!!!)
Un lametón de pantera.
Negativo. Tengo pruebas, miles. No va por códigos genéticos, es cuestió de la persona, y eso te lo firmo ya mismo.
BYMYOWNEXPERIENCE¡
Excluyo las mentiras piadosas, que obviamente no tienen nda que ver con el orgasmo fingido de Meg, y los yogures que saben a rayos...
Fingir, fingir...¿me preguntas en general o sexualmente hablando?
Jajajjaj!!! Pobrecitos, como conejillos de indias!!! Gracias por sacarme una sonrisa, lagarto... No es que las mujeres finjamos mejor, es que siempre hemos sido más sufridas...
Besos mil.
primero de todo el video genial
Vamos a materia
Si, las mujeres podemos fingir, sí es cierto q lo hacemos o no, segun
Pero de lo q estamos hablando, q es fingir en el sexo
entono el mea culpa, me jode reconocerlo pero si yo te contará pq lo hice lo entenderias
muakkkkkkkkkkkkkkkk
Desde luego los yogures deben ser potosos!!!
Pobres niños mira que enseñarles a mentir tan pronto.
En cuanto a si mienten mejor y mas las chicas, pues no se, pero a mi se me engaña facilisimo tanto chicas como chicos, vamos que soy un ingenuo...en el campo sexual si fingen, peor para la otra parte, se trata de compartir no de engañar, aunque supongo que aveces se finge para que el otro o la otra disfruten, pero a la larga no creo que sea bueno...no se ..no se no me acuerdo jaja!!!
eh que no es farol ;)
Shandy, claro que hay un factor educacional tremendo en eso de fingir. Tampoco creo que los hombres hayan sido completamente ajenos a esa represión sentimental. A todos los niños se les intenta castrar esa espontaneidad en la muestra de sentimientos. Lo llaman educación. Y las chicas son mejores estudiantes :)
En cuanto al sexo, creo que en se ha convertido en un factor competitivo más. Estamos todo el puto día compitiendo, hasta en eso. Qué barbaridad.
Saludos!
Carrascus, en eso del sexo los hombres quedamos mucho más expuestos, sí. Pero también aprendemos a fingir otras cosas. Muchos hombres, ya educados, se comerían ese yogur y lo halagarían sin muchos problemas si se lo trajera la mujer a la que quieren ligar ¿no?
Panterablanca, hay que aprender a fingir si queremos ser parte de la sociedad. Todas las normas de convivencia se basan en cinismos más o menos explícitos. Por ejemplo, nos saludamos decenas de veces al día con un “¿qué tal?” sin que se nos pase por la cabeza que alguien se pare a decirnos algo más que “bien ¿y tú?” Gracias por pasarte por aquí. ¡y por el lametón! ;)
Bueno, Tremends, me parecía un detalle gracioso, no pretendía sentar cátedra. Además, como decía John Hume, “Toda afirmación general es falsa, incluida ésta”. Besos.
Lula, las dos cosas, ya que preguntas :P
Madame, unas sufren más que otras. Que no me entere yo que te hacen sufrir ;) Besos.
Bolero, ese poder fingir en esas situaciones es un arma, desde luego. Para satisfacer egos masculinos necesitados o para decir que ya vale, que no quieres más :P Yo nunca podré saber si alguna vez alguien ha fingido conmigo, ya ves. Confío en que no.
Besos.
Bueno, Atikus, los niños necesitan mucho tiempo de aprendizaje hasta poder llegar a ser adultos y decir, sin mover una ceja, “Sí, jefe. Es una idea estupenda la suya”¿no?
Era un detalle gracioso, te lo aseguro, algunas niñas tienen futuros ya prometedores...
Un besazo, y espero que estés pasando buen verano...
Tuve la oportunidad de ver el experimento el día de su emisión y no podía creer lo que estaba viendo. Algunas de las niñas mentían (fingían)de manera sorprendente simplemente porque alguien pidió que dijeran que el yogurt estaba bueno, mientras, los niños eran incapaces de mantener su rictus, si su cerebro les decía a través del gusto que aquello estaba malísimo ellos así lo reflejaban.
Quizás la cara es el espejo del alma solo de los hombres.
Eso de fingir suena mal, es más bien cuidar el ego ajeno...
Acabo de descubrir la relación entre el yogur salado y la lefa. Ummmm qué ricaaa.
:-)
Hombre, fingir en la vida diaria, como ya dicen por ahí, más de lo que sería necesario. Nos pasamos el día mordiéndonos la lengua en aras de una supuesta convivencia civilizada.
Sexualmente te puedo decir que NO. Precisamente por lo de antes, ya llevamos demasiadas caretas, así que en el "cuerpo a cuerpo" me gusta decir la verdad. Sin fingimientos, sin excusas.
También es verdad que Sailor me lo pone fácil (uy! que me pongo colorada)
Besitos mmmmmmmm!
Para mí, doctor Lagarto, las diferencias entre los dos vídeos son claras. Pero diría que el “experimento” está un pelín amañado: las niñas que mejor fingen son las más mayores, mientras que entre los niños y las niñas más pequeños las diferencias son menos significativas. Lo cual vendría simplemente a demostrar que la capacidad para fingir surge con el propio proceso de socialización, lógicamente más avanzado en sujetos de mayor edad. Y es que usted lo ha dicho: el disimulo, el fingimiento, la no expresión de las emociones más inmediatas, son necesarias para vivir en sociedad. O al menos así lo ha visto esta cultura nuestra, que nos enseña desde niños los más sofisticados mecanismos de cortesía, y por qué no, de hipocresía, para que aprendamos a no mostrar públicamente nuestros sentimientos. Su expresión debe quedar limitada al ámbito de la intimidad, hasta el punto de que su manifestación pública llega a ser juzgada como un acto de mal gusto. En fin, no voy a valorar aquí que eso sea bueno o malo en general, sus ventajas y sus inconvenientes tiene, como todo, y no hay sociedad que no domestique, de un modo u otro, a sus individuos. Lo que está claro es que a determinadas formas de fingimiento nos hemos acostumbrado ya de tal manera que han venido a constituir algo así como una segunda naturaleza en nosotros que se activa sin que apenas nos demos cuenta.
Lo que, sin embargo, y por ello mismo, no suele resultarnos tan admisible o tolerable es que el fingimiento se produzca en el ámbito de la intimidad, que sería, en principio, el lugar natural para la expresión de los verdaderos sentimientos. Es entonces cuando con mayor pesar o rabia hablamos de engaño, de mentira, de falseamiento. Y aunque tal vez muchos también en este ámbito prefieran ser engañados, lo que desde luego no les gusta en absoluto es saberse engañados, descubrir el engaño.
¿Que las mujeres en el sexo fingen más y mejor? Por supuesto. Y no sólo porque fisiológicamente lo tengan más fácil, sino fundamentalmente porque han sido inducidas a ello. Y es que supongo que huelga decir que su fingimiento no es más que una respuesta complaciente a las expectativas masculinas, de manera que, de no existir éstas, tampoco habría lugar para el fingimiento. Expectativas que, por otra parte, el porno no deja de reforzar, destacando siempre el placer femenino y dejando en un muy segundo plano el masculino como si el verdadero sentido del acto sexual fuera que el hombre proporcionara placer a la mujer, pero no a la inversa. Con ello no sólo se le dice al hombre qué es lo que debe provocar en una mujer para “cumplir” sexualmente, sino que se le proporcionan a la mujer referentes muy nítidos y obvios acerca de cómo deben ser sus reacciones para que el ego masculino se sienta satisfecho. Un juego, a mi juicio, de lo más perverso, que convierte la relación sexual en algo unilateral, en una nueva distribución de roles diferenciados, que sólo puede generar frustraciones para ambas partes. Todo sería mucho más fácil si el ego masculino no dependiera de su capacidad para provocar orgasmos y si las mujeres, por miedo a dañarlo –porque también hay miedo a dañarlo cuando la ficción se utiliza como estrategia para decir que “ya vale”, dado que hay muchas otras formas de decir que “ya vale”-, no se plegaran a él. Entre otras cosas, porque algo va mal cuando una mujer finge y no podrá dejar de ir mal ni hallar solución si no deja de fingir. La ecuación, me parece, es tremendamente simple.
¡Un beso, doctor Lagarto!
Las nenas tienen madera, son más listas, y seguro que ya andan pensando en los beneficios si salen elegidas para el anuncio, jajaja. Los chicos más ingenuos, no piensan más allá del horrible potingue que le han dado a probar.
Fingir lo hacemos todos, no nos queda otra si queremos comer todos los días. En lo del sexo también, por muchas razones, aunque uno quede mal jodido.
Besos
para Antigona, increible, lo has descrito como mi mente lo piensa, el próximo dia q tenga q pedir un préstamo al banco me acompañas
En serio, gracias por explicar lo q a mi no me sale
muakkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkk
Jajaja, Bolero, y eso que, por no destapar la caja de los truenos, he omitido plantear si el hecho de que, según las estadísticas, tantas mujeres finjan o hayan fingido en sus relaciones sexuales, no deja en bastante mal lugar a los caballeros en general en lo que atañe a sus habilidades sexuales. Aunque también a nosotras en nuestra capacidad para decir lo que nos gusta y lo que no, eh?, que esa sería la otra cara de la moneda.
Vaya, ahora ya la he destapado. Qué le vamos a hacer :P
Bolero, al banco y a dónde sea, maja :)
¡Un beso para ti y otro para usted, doctor Lagarto!
Tremends, mi verano está siendo estupendo, aunque mejoraría un poco si me tocara ahora mismo la lotería y pudiera cambiar esta oficina por una hamaca bajo las palmeras ;) Besos!
Brisuón, la cara es el espejo de los niños, en todo caso. Creo que los adultos macho acabamos aprendiendo a decir “qué bueno” a demasiadas cosas que no lo son. Ahora mismo, por ejemplo, de lo que tengo ganas es de quitarme esta ridícula corbata y tirarme desnudo a la fuente que veo desde mi ventana. Pero no lo hago. Llevo cuarenta años aprendiendo a no hacerlo.
Nausicaa, más que cuidar egos ajenos, yo diría parchear egos enfermos. Y descuidar el ego propio, por cierto. Supongo que lo mejor que alguien, en esa situación, puede hacer por ella misma y por su pareja es admitir lo que es real. Hay un dicho en Castilla; hay más días que longaniza :P
Qué explícita, Sintagma :P Supongo que en ese caso concreto que traes, quien ingiere tiene tres posibilidades: a) decir que no le gusta y rechazarlo, b) tomarlo y decir que aunque no le guste lo ha hecho por él y c) tomarlo y callarse ya para siempre. Si optas por la c), ve comprando muchas pastillas de menta, pero muchas, eh, que seguro que él le coge el gusto a la cosa :)
Lula, tú lo has dicho. Lo exige la convivencia civilizada. Es necesario rodearnos de cierta falsedad si queremos avanzar hacia algún lugar común. Es físicamente imposible vivir diciendo todas las verdades, expresando todos los sentimientos (creo que había una película de Jim Carey, Mentiroso compulsivo, que trataba el tema con mucha ironía) ¿tengo yo que decir “qué gorda estás” a todas las compañeras de trabajo de las que pienso eso? ¿En qué me beneficiaría? Si soy un animal racional y busco mi comodidad, ¿qué me proporciona más comodidad, reprimirme ese comentario o expresarlo? Somos animales sociales, no podemos evitarlo.
En cuanto a Sailor, desde que le vi cómo te cantaba Love me tender con su chaqueta de piel de serpiente, encima del capó de ese coche, supe que tenía que ser un animal en la cama :P
Besos!
Doctora Antígona, tiene usted razón y lo expresa de manera rotunda y clara, como siempre en sus comentarios. Los niños más mayores disimulan mejor, y esto muestra que la educación en Primaria cumple su objetivo principal: ¡Represión y Sometimiento! Pero si segmentamos la muestra en dos grupos (niños y niñas pequeños/as por un lado y niños y niñas más mayores por otro), creo que sigue inclinándose la balanza a que ellas lo hacen un poco mejor, a cualquier edad.
Me parece muy interesante lo que aporta usted acerca de esa invasión de la sociedad sobre nuestra intimidad. Parece que, de pronto, ¡las normas de la pelotería de oficina se adueñan de nuestra cama! Es intolerable, sí. Y creo que lo que usted apunta sobre el efecto sobre el macho de la industria consumista del porno es cierto. Pero con matizaciones. Porque, sinceramente, creo que la cosa se complica un poco más. No soy mujer y no puedo hablar de ello con propiedad, pero me parece que ese falso “oh, sí, ya, ya, ahhh”, muchas veces se parece más a ese otro falso “oh, sí, cariño, me encanta el pisto que haces” y que cumple funciones muy similares: dar confianza a la pareja en un plano más allá de lo meramente sexual.
En cualquier caso, yo, que odio el pisto, optaría siempre por la sinceridad orgásmica y culinaria, y por bajar al bar a por una de calamares y dos cervezas ¡por supuesto!
Besos, doctora Antígona!
Ichiara, tienes toda la razón. Esos chicos son mucho más débiles y menos fríos que esas niñas. Estoy seguro que ellas tendrán mejores expedientes académicos, de que aprobarán más oposiciones y que obtendrán más seguridad en sus vidas. Pero, por eso mismo, si tiene que salir un Wagner, un Picasso, o un Valle Inclán entre ellos, tendrá que hacerlo del otro bando, del de los difíciles de domar :P Besos.
Bolero y Antígona, si les da dinero el banco, ya se invitarán a algo por aquí, eh :P
POR FAVOR REENVIAR ESTE MENSAJE A TODAS LAS PERSONAS QUE CONOZCÁIS:
Si conoces a alguien en Sevilla que pudiera tener el grupo sanguíneo AB y esté dispuesto a donar sangre, ayudanos.
En el hospital de FREMAP SEVILLA hay un chiquitín de dos años ingresado con leucemia que necesita urgentemente unos 15 donantes.
Por favor reenvía este correo a quien conozcas.
Si encuentras a alguien, puede ponerse en contacto con el padre, Miguel, en el 625 66 99 33.
Maria Nieves Martínez y Merino
Inspectora Médico
Inspección de Servicios Sanitarios
Consejería de Salud - Cádiz
mnieves.martinez@juntadeandalucia.es
Interesante blog, a veces. Llegué aquí buscando información sobre Anita Pallenberg y me interesó lo que este blog decía de ella. Me fascina esa mujer.
Tengo mucha facilidad para los orgasmos, así que nunca me he visto en la necesidad de fingirlos. Ahora, si tengo que fingir algo para llevarme a uno a la cama, lo hago encantada.
¿De verdad te gusta el pesado de Bruce Springsteen? No te pega nada, monada.
Hola JL. La verdad es que me suena ese mensaje. Creo que viene circulando desde hace bastante tiempo por la red. Así que no estoy seguro de que sea actual, pero ahí queda, por si acaso.
Un saludo.
Fresa Salvaje, aquello que escribí de Anita Pallenberg es una de las entradas más visitadas de este blog. Creo que está enlazada en varios sitios, y que Google ofrece esta página como una de las primeras, cuando tecleas “anita pallenberg”. Es una mujer fascinante, sí. Casi todo lo que rodea a la leyenda oscura de los Rolling Stones es fascinante.
Lo que no sé es cómo vas a fingir un orgasmo para llevarte a un hombre a la cama, la verdad. ¡Cada cosa a su tiempo! Y si son otras cosas las que finges, bueno, el juego de la seducción se viste mucho del engaño. Kierkegaard escribió algo interesante al respecto.
Me gusta Bruce Springsteen, sí. Mucho. Pero debo reconocer que me he pasado últimamente hablando de él en este blog. Mea culpa. Existen otras cosas bajo el sol (como veo que también bajo la falda de tu avatar)
Gracias por pasarte por aquí.
Lui, supongo que todos tratamos de hacer lo que se espera de nosotros. Unos lo consiguen mejor, y otros peor. Pero supongo que la cantidad será similar en un sexo y en otro.
Cuanto más represiva haya sido tu educación, mejor lo harás ¿no crees? Quizás, la educación de las mujeres ha tendido a ser más represiva. Y la de los hombres más frustrante. ¡Así nos va! ;)
Fingir…Fingir…Fingir…
Podría ser perfectamente la letra de una canción del verano.
Pero para mí, fingir es sinónimo de supervivencia, todos fingimos continuamente, de la mañana a la noche.
En el mundo animal pasa lo mismo, los más expuestos al peligro utilizan los más variopintos métodos para su subsistencia, camuflaje, mimetizacion, emisión de sonidos espectaculares… en fin, todo un amplio abanico de fingimientos.
Y aquí, en nuestra particular jungla ocurre lo mismo, ¿como sobrevivir en esta selva sin fingir? Quien es el guapo que entra al trabajo todas las mañanas con la verdad pintada en el semblante, quien no recibe al jefe y sus entupidas ordenes (que se las podría meter por ….) con una sonrisa angelical en los labios, y los cafés y descansos en el curro, quien es capaz de decirle al Gomez de turno, que debajo de ese maravilloso traje y su perfume francés, solo se esconde un prepotente oportunista que se la chuparia a cualquiera por una palmadita en la espalda, y las comidas y cenas familiares ¡UfF!, las reuniones de escalera, ¡mas UFF! las obras en casa (cualquiera les dice a los obreros de turno, que son unos guarros y que un niño de cinco años seria mas rápido que ellos, ¡si!, para que te dejen plantado y con todo a medio derruir) y así, durante todo el día, exceptuando el baño, donde creo es el único sitio donde nadie es capaz de fingir ¡UFF…UFF…UFF!.
El fingimiento es una especie de arma secreta que tenemos aquellos que nos encontramos en los escalones de la parte baja de la pirámide nutricional, y para los de arriba, es su forma de vida. (Supongo, que las mujeres que siempre hemos estado prácticamente en el último escalón, hemos convertido el arte del fingimiento en una modificación genética permanente, que no es otra cosa que ser profesionales en el arte de la supervivencia)
Ejemplos: hay que ser un gran profesional del fingimiento como su Santidad y el señor “Rouco Varela”, para decir todo lo que dicen sin pestañear y con cara de creérselo a pies juntillas.
Quizás un caso sangrante sea el de los ya afortunadamente extintos Zaplana, Acebes y compañía, que dominaban tan perfectamente el arte del fingimiento, que eran capaces de poner cara de terrible ofensa cuando alguien les mentaba palabras como: mentira, engaño, bulo, Alqueda etc.…
La mayoría de post, cuando aluden al fingimiento sexual comenta la imposibilidad de llevarlo a cabo por parte de los caballeros (rastro genético, elementos físicos etc.). El sexo empieza mucho antes de esa parte final “el orgasmo” y si en ese aspecto la mayoría piensa que las mujeres tienen ventajas, yo pregunto ¿como finge un caballero preso de un arrebato de deseo en medio de un lugar digamos, poco apropiado, que es un hombre capaz de contener sus mas bajos instintos y es frió como el hielo?
En cuanto a mi, antes de escribir esto, me plante delante del espejo he intente hacer como Meg en la película: mmm... aahh... sí, sí!! Mmm….aahh, solo decir, que mis perros pensaron que me estaba dando un ataque y comenzaron a ladrar como posesos.
Si algún hombre aceptara de mí los increíbles ruidos que salían por mi garganta simulando un orgasmo, como verídicos, decididamente estaría fingiendo.
Besos (mmm…aahh… pero sin fingir)
Al hilo de la lectura de los comentarios, parece claro que para la convivencia en sociedad (no entro dentro de la intimidad) es necesario cierta capacidad de "fingimiento" e "hipocresía". Pero no sé si esas son las palabras correctas o habría que recurrir a otras para nombrar determinados comportamientos que sirven para no agredirnos. Podría pensarse que "educación" y "cortesía" son "políticamente correctas" (uy,¡tabú!... no sé si debo de pedir perdón), pero tal vez sean más adecuadas que las anteriores -que connotan cierta perversidad- para estos casos.
¿Dónde estaría la frontera entre "fingir" y "ser educado" o entre "hipócrita" o "ser cortés" en la convivencia con los demás?
-¿Qué tal?- pregunta un compañero de trabajo
-Bien -tono contenido y media sonrisa...
¿Estaría mejor ser absolutamente sincero -cuando sabemos que no puede hacer absolutamente nada para solucionar la mala hostia de ese día o el problema que tenemos con el jefe- y decirle?:
-Mal,Muy mal, fataaal! Y además a ti que cojones te importa, so gilipollas...
¿Es bueno decir siempre la verdad?... ¿Acaso no hay verdades que no construyen nada sino que destruyen, son inútiles y provocan sufrimiento?
Tema muy complicado, Lagarto. Y por supuesto que la educación es represión desde la cuna (control de esfínteres, horarios de comidas, represión del ego...)
Y ahora voy a ser cortés, educada y politic. correcta -sin ser hipócrita-:pido disculpas por esta réplica. Pero no pude reprimirme :)
Confieso que alguna vez he fingido en el tema sexual. Creo que es porque pienso que "sexo" y "corrección" son términos antagónicos.
En la vida pura y dura finjo, o miento, o engaño, como se quiera llamar, muchísimo menos. Lo justo diría yo. Me cuesta ser así de educada y así de correcta. Es que aunque lo intentara, se me notaría, y sería peor....
Respecto a la diferencia entre la actitud de los niños y las niñas, creo que es algo inherente al género. Las chicas, salvo excepciones, maduramos antes, y eso se va notando desde la más tierna infancia... No creo que sea algo aprendido. No creo que a esas edades de los críos de los vídeos hayan tenido muchas oportunidades de aprender que en esta vida, aún hoy, las mujeres tenemos que buscarnos la vida para no demostrar debilidad...
Es mi modesta opinión. Espero que nadie se sienta ofendido por ella.
Nosurrender, te dejo aquí un enlace a la canción de los Smiths que mencionas en tu entrada....
http://www.achtungbaby.org/mp3/10/PleasePleasePlease.mp3
Un saludo
¿Quién lo hubiera dicho de Meg Ryan? Con esa carita de ángel y esa voz de algodón dulce de feria...
Saludos.
Claro, Petita. No podemos sobrevivir en sociedad (y el hombre es fundamentalmente social, y no otra cosa) sin cumplir unas cuantas normas de cinismo ante los demás.
Pero creo que se trata, muchas veces, de un ejercicio de hedonismo racional. A ver si me explico: puede que nos apetezca rascarnos los genitales en un momento dado en presencia del jefe. Porque nos pica, simplemente. Y rascarnos nos producirá placer. Pero racionalmente comprendemos que el placer será mayor si nos ganamos el respeto de ese jefe y le hacemos creer que somos muy educados y sensatos.
El cinismo de todos los personajes que citas es hedonista-racional. Saben lo que hacen y porqué lo hacen. Y una mujer que finge un orgasmo, también. Hay premio al final de la prueba.
Besos!
Sí, Shandy. Los términos “educación” y “cortesía” son eufemismos para designar la hipocresía y el fingimiento social. Creo que el sistema educativo (y no hablo sólo de la escuela, sino de toda la tradición familiar también) pretende hacerson seres sociales fuertes, adaptados y competitivos en un mundo bastante agresivo. Y no se puede culpar a una madre o a un ministro de Educación de buscarlo: es bueno para la convivencia y la economía.
Creo que es bueno decir siempre la verdad. Porque la verdad nos hace libres (en eso coincido con el Evangelio, mira). Lo que pasa es que, desde el punto de vista de la conciencia de ser, responder “bien” a un “¿qué tal?” no puede llamarse mentir. No son preguntas ni respuestas, sino convenciones sociales.
Y que no se te vuelva a ocurrir pedir perdón por comentar aquí ¡no te reprimas! ;)
Hola Novicia. Creo que el sexo es uno de los pocos campos que aún nos pertenecen completamente. Un mundo en el que podemos ser nosotros y volcar nuestras emociones sin complejos ni barreras, uniendo cuerpo y mente en un tiempo sin tiempo, en una eternidad instantánea.
Supongo que a todos nos cuesta a veces mantener esa compostura social, ese fingimiento en determinadas ocasiones. Porque es en esos momentos en que sonreímos a quien nos cae mal cuando más lejos de nuestro Yo nos sentimos. Es como una cuestión de superviviencia.
En cambio, no creo que la diferencia que se ve aquí entre niños y niñas corresponda a un mandato biológico. Más bien pienso que la educación empieza desde el mismo momento en que a un bebé se le viste de azul o de rosa en un paritorio. Creo que todo lo que nos rodea es educacional y que hay muy poco de natural en el hombre del siglo XXI. En ese sentido, creo que tienes toda la razón cuando dices que las niñas maduran antes. Y es por eso que aprenden antes a reprimirse. Los chicos lo harán más tarde, pero lo harán igualmente.
Gracias por el enlace de la canción de los Smiths. Es una canción muy triste, que creo que todos hemos sentido como propia alguna vez.
Y gracias por pasarte por aquí. Es un placer, y claro que nadie se siente ofendido, todo lo contrario.
Un saludo!
Manuel, Meg Ryan no es mi actriz favorita, pero la verdad es que esa película está muy bien. Fue capaz de construir un gran personaje que ha quedado en la historia del cine, sin duda.
Gracias por pasarte por aquí. Saludos!
No seré cabrón y no propondré "un poartido político para cuando crezcan"
:-)))
Todos fingimos. No me parece que ellas lo hagan mejor. Cuantos fingen no haberse ido de putas, o no ser homosexuales. Si quieres que te diga la verdad, aunque quizá esto sea por mi gran suerte, me da que ellas mienten menos...
JAJAJAJAJAJAJAJA, por los vídeos, (que ya había visto).
JAJAJAJAJAJAJA , por tu post.
JAJAJAJAJAJA, por los comentarios.
Me divierte tu blog.
Javier, tendrían mucho donde elegir :)
Eduardo, supongo que, con la edad y la educación, todos aprendemos a “socializarnos”. Eso sí, ellas seguro que sacarán mejores notas :P
Gracias por pasarte por aquí, María. Ven cuando quieras ;)
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