lunes, septiembre 22, 2008

Somos feos, pero tenemos la música


La estadística nos dejó fuera de los normales, allá ellos. Esta cicatriz que surca orgullosa mi cara me la gané a pulso una noche helada en los muelles del Sena. Pero la mujer que provocó la pendencia merecía la pena. Esas largas piernas que abrazaron mi cintura iluminaban más que el farol en las que se apoyaban, coquetas y quietas, cuando la conocí. Y además, amigo mío, ya sabe usted que es más fácil matar que morir.

¿Qué es lo nuestro, señor Lagarto? ¿Locura o maldad? Da igual. En cualquier caso no somos como ellos, por eso nos tienen miedo. Los que estamos abajo no podemos cambiar las cosas, sólo aceptarlas o escupir sobre ellas. Y yo canto, ya ve, a unos ojos oscuros como el olvido, a unos labios apretados como el rencor. Con lagrimones, con rumor de olas o con el vuelo de un gorrión sentimental. Le traeré la brisa, o la poesía, o una mujer de lujo vestida de negro. Lo que quiera usted, pero no olvide poner en la gorra un puñado de francos si quiere que el triste sonido del acordeón acompañe la quimera de ese amor.

Tenemos la música, que le entregaremos como un cadáver a la tierra, como el último puñado de monedas en la timba, como una navaja plateada en el vientre de una mentira. Toda para usted.

Esta noche le cantaremos al pobre que quiere ser rico, al rico que quiere ser Rey. Y a los pobres reyes, que nunca están satisfechos con lo que tienen. Y cuando terminemos, nos arreglaremos el ala del sombrero y cerraremos la puerta de los sueños. Dejaremos los rumores de milonga morir en los brazos de la marea y dormiremos después sobre la piedra del olvido, fría como el parte de la policía que nos busca desde aquel encuentro en los muelles del Sena. Y mientras ella -la mujer de bandera, la flor de la canela- se lleva este vals cosido entre su piel y su alma y sólo nos queda el lejano toc toc en la noche de sus tacones negros e imposibles, beberemos por Cohen y por todos los besos que nos robaron en los últimos veinte años.

Bonsoir, señor Lagarto. Somos feos, pero tenemos la música.



you fixed yourself, you said, "Well never mind, /
We are ugly but we have the music”

Leonard Cohen, Chelsea Hotel



Una canción para los muelles del Sena: Try, just a little bit harder, de Janis Joplin

Un libro para los muelles del Sena: Hasta que te encuentre, de John Irving

Una película para los muelles del Sena: Alrededor de la medianoche, de Bertrand Tavernier

.

40 Comments:

Blogger josef dijo...

Bueno lagarto, solo me queda decirte que disfruté este post tuyo como un enano. No entiendo como hay gente en la web que van por ahí entrando a los blogs por entrar, cuando lo que hay que hacer es buscar donde están los buenos post y deleitarse con ellos a fondo. Somos feos, coincido contigo, y con nuestro amigo y genial Leonard cohen, pero es que a veces los feos nos lo merecemos todo.
La canción Chelsea Hotel ya la conocía, pero nunca la había oído interpretar en directo y ha sido todo un placer. Además dedicada a la gran Janis. Sobre el libro; había oído algo, pero confieso que no lo he leído y no hacerlo es imperdonable tratándose de Irving. En cuando a la película creo haberla visto hace años, deberé volver a hacerlo porque el maestro Tavernier se lo merece. Mientras tanto seguiré caminando con mi fealdad, sonriente y feliz de ser un sapo encantado.

Un saludo!

septiembre 22, 2008 9:23 p. m.  
Blogger Arcángel Mirón dijo...

Me vino a la mente la geografía baja y hostil de la Corte de los Milagros de Luis XIV.
Qué gran narrador sos, Lagarto.

¿Qué tal el festejo del 41?

septiembre 22, 2008 10:40 p. m.  
Blogger Miss.Burton dijo...

A mi Cohen no me parece feo, y si encima le escucho esa voz que me pone la piel de gallina, y siento que vuelo, la verdad, que el mundo se pueble de feos como él, y que todos vivan cerca de mi casa¡¡¡¡¡¡¡
Yo no tengo experiencias con feos.. toda mi vida caí presa de las caras bonitas, los pelos al viento, y esas huevadas que a muchos les parecen estupideces, pero ya se sabe que la infancia marca... y a mi me jodió viva. Ahora estoy en lo de desconstruirme, como Harry, y ver si empiezo a fijarme en esencias, y no en ojazos.
Ah, y no irá lo de feo por ud.... Ya quisieran muchos... y muchas ser el lagarto....
Bueno, leo que tenemos encuentro con sureña para octubre... lo voy a tener jodido porque tengo niña entre semana, pero a ver si el meeting se hace a una hora normal, y puedo apuntarme a una fanta, y sobre todo, a reunirnos de una puta vez. No será todavía mi cumple.... pero puedo pagar unas cervezas.
Un besazo fuerte, fíjate, yo descubrí a Cohen de la mano de una bestia... Una pena que andase yo ya cogida por un sinverguenzanacional...

septiembre 22, 2008 11:18 p. m.  
Blogger Roberto dijo...

Lietaratura de la buena, mucha calidad!!

me has trasportado en esta noche ya de otoño, a las riberas del sena, plagados de clochards enamorados...

un abrazo

septiembre 22, 2008 11:28 p. m.  
Blogger Soy ficción dijo...

A veces no tengo nada que añadir, pero no me voy sin agradecerte los buenos momentos que nos regalas.

septiembre 23, 2008 9:30 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

A mi tampoco me parece feo L.C, salvo cuando viste la túnica de lama tibetano y paladea un cucurucho de helado junto a otro monje sentados en el bordillo de la acera. Ahi como que pierde todo carisma y encanto.
Conclusión, los uniformes y los hábitos afean al ordenado por lo militar o religioso.
Feos y feas no existen. Sólo el ojo del cristal con que se miran. Creo, Lagarto, que eres un tipo atractivo. No te he visto nunca, pero te vemos con los ojos de la imaginación de lo virtual que maquilla y embellece a todo quisqui. Así sucede que la gente se expone a citas a ciegas con verdaderos esperpentos. Pero hasta los esperpentos albergan un conato de belleza.
Luego está el cuento chino de la belleza interior. ¡Si en el interior somos todos un horror de vísceras y cosas escotológicas innombrables!
Tu frase, Lagarto, me recuerda aquella otra de Mae West, "Las chicas buenas van al cielo, las malas a todas partes" que en versión masculina es "los chicos guapos van a los castings, el resto a donde van las chicas malas"
Serás un feo atractivo, Lagarto, pero, joder, que bien escribes !!!

septiembre 23, 2008 10:06 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Moderato, Cohen nunca puede abandonar ese toque melancólico que tan bien le sienta. Me gusta esa frase porque la verdadera belleza está más allá de los cánones estéticos, está en el arte y en la agitación de los espíritus. Algo que estos dos feos oficiales, Cohen y Joplin, lo tenían.

La película de Tavernier trata de la vida de un músico de jazz acabado en el París de 1959 y de la sincera amistad que surge con un joven. Es todo un homenaje a la música y a Dexter Gordon. La novela de Irving, para mí, es la mejor que ha escrito. Pero es algo muy personal, lo sé.

Un saludo!

septiembre 23, 2008 11:07 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Arcángel, sobreviví al cambio sin resaca siquiera. Creo que aún aguantaré un poco más :)

Situarlo en París ha sido muy circunstancial, en realidad es un tango con todas las de la ley, hasta con referencias más que explícitas a Gardel. Así que algo tuyo lleva ;)

septiembre 23, 2008 11:07 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Tremends, Cohen no te parece feo porque los cánones de la belleza oficial se difuminan cuando hay algo que te eleva más. Es más, no hay ninguna razón biológica que nos condicione a pensar que una nariz A sea más bonita que una nariz B, por lo que podría ponerse de moda la nariz-Cohen perfectamente y resultar lo más sexy y excitante del mundo. La belleza oficial depende de cánones impuestos y es cambiante: un año hay que tener las tetas grandes pero al siguiente pequeñas, etc. en cambio la agitación del espíritu perdura y nos transporta por encima del consumo de la carne. Creo que es esto lo que Cohen veía en Joplin cuando le escribió esa canción.

Nos vemos en octubre con tu visita sureña, claro que sí. Ya tengo hueco en mi agenda ;)

septiembre 23, 2008 11:08 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Gracias, Roberto. La verdad es que las orillas del Sena dan para mucha literatura, no lo vamos a descubrir ahora. Un abrazo!


Nausicaa, gracias por lo que dices. El regalo siempre es bidireccional.

septiembre 23, 2008 11:08 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Gemmayla, nunca me he sentido feo, no iba por ahí la cosa. Pero creo en el orgullo con que Cohen lanza ese verso en esa canción tan triste y llena de soledad. Y creo que engancha muy bien con el orgullo del músico mercenario que habla de amor a quien quiera comprarlo, con quien entrega la música como el último puñado de monedas en la timba, decía.

Tener la música, el arte, el encuentro con el espíritu del poeta… está muy por encima del efímero mercado de belleza. Algo así.

septiembre 23, 2008 11:08 a. m.  
Blogger gaia56 dijo...

pues si, señor... me gustó su relato.
y si, tenemos la música y el arte y eso nos recupera.

septiembre 23, 2008 7:32 p. m.  
Blogger Antígona dijo...

¿Le he dicho ya alguna vez, doctor Lagarto, que escribe usted muy bien? Pues escribe muy bien, y me encantado este texto tan vibrante, tan rítmico, cargado de metáforas tan precisas.

La historia es, por qué no, en el fondo tremendamente romántica. Como lo es en el fondo la estética del perdedor, del derrotado, del fracasado que, sin embargo, respira dignidad por todos sus poros gracias a la convicción de que en todo momento hizo lo que sentía que debía hacer, lo que sentía que quería hacer. Gracias a su valiente aceptación de la derrota, consciente de los pasos que le condujeron a ella y de que no cambiaría ninguno de ellos. Más verdadera parece su pasión por aquella mujer por la cual ahora luce una cicatriz en su rostro y huye de la justicia que los amores quiméricos por los que vende el tañer de su acordeón. Una pasión que no ha traicionado en su recuerdo pese a su imposibilidad y la miseria que trajo consigo. Me gusta. Como me gusta ese “¿y qué si somos feos?” que no acude a pretextos y se agarra a lo que aún nos queda.

Para mí el mundo también se divide en guapos y feos. Los feos son los incapaces de prendarse de alguien por su falta de belleza física. Los tontos y los superficiales. Los crueles, indiferentes e insensibles. Los que tienen los ojos cercados de limitaciones. Los guapos, los que saben mirar más allá del color de unos ojos, de la frescura de unos labios, de una figura perfecta, para fascinarse por la intensidad de una mirada, por la calidez de una sonrisa, por los movimientos vivos e inteligentes de unas manos. Los que se enamoran del sonido de una voz por las cosas que dice, de un cuerpo por la generosidad de sus abrazos. Los que poseen esa mirada, esa sonrisa, esos movimientos en sus manos. Los que saben regalar esa voz y esos abrazos. Huelga decir que me quedo con estos guapos. Ni que fuera tonta, claro ;)

¡Un beso, doctor Lagarto!

septiembre 23, 2008 8:24 p. m.  
Blogger panterablanca dijo...

Me has dejado de piedra. Qué preciosidad de texto. Sí, quizá tienes razón en que parece un tango. Es magnífico.
Estoy de acuerdo con lo que dice Antígona. He conocido a varios "guapos oficiales" que me han parecido absolutamente insoportables o tremendamente insulsos, y en cambio, hay "feos oficiales" que al cuarto de hora de conocerlos te has olvidado totalmente de que son feos, porque brillan con luz propia.
Besos salvajes.

septiembre 24, 2008 1:03 a. m.  
Blogger Churra dijo...

Que bien te sientan los 41.
Yo dediqué un post a Cohen, por un recuerdo especial relacionado con un libro suyo de poemas que cayó en mis manos no me digas como y me copié de cabo a rabo en una maquina de escribir que hoy es una reliquia y que me se de memoria...
"No tienes que amarme
por el hecho
de que tu seas todas las mujeres que he deseado.
Naci para seguir tus pasos cada noche
mientras soy aun los muchos hombres que te aman .
Escribi todas las canciones para ti......
.................
Recé para que me amases
y para que no me amases "L. Cohen
(me tomo la libertad por tu cumple )
Besos.

septiembre 24, 2008 1:47 a. m.  
Blogger Lokita dijo...

Glubs!!!!!!!
Me ha dejado helada, de lo mejor que he leído en mucho tiempo,
pero no suyo, sino de todo lo que he leído en mucho tiempo :)
Le felicito sinceramente, ya veo que no sigue los pasos de las celebridades de su anterior post, y que el sumar años, le ha dado más porte, aún si cabe, para dejarnos maravillados y extasiados con sus letras.
Hoy es de aquellos días en que al leerle, he sentido una envidia sanísima de esa capacidad para ligar una palabra detrás de otra tan impolutamente.
Gracias.
Besitos

septiembre 24, 2008 2:45 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Esta visto que los feos con encanto siempre han ligado fuerte y flojo...

septiembre 24, 2008 10:32 a. m.  
Blogger Tesa dijo...

...siempre nos quedará París

septiembre 24, 2008 1:09 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Gaia56, a algunos nos gustaría tener más arte del que tenemos, pero ese ya es otro tema  Gracias por pasarte por aquí.

septiembre 24, 2008 4:21 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Oh, doctora Antígona, ni la mitad que usted. En cuanto a las metáforas, como le decía a Arcángel, algunas las comparto con Gardel o Springsteen. El tango refleja muy bien ese aire pendenciero romántico que me inspiraba la canción de Cohen.

Creo que la dignidad se respira mejor en la derrota, aunque tampoco es necesario hacer moral de la dignidad, por eso el antihéroe puede ser un asesino romántico que simplemente se asume a sí mismo.

Me gustan los feos de los que habla, doctora Antígona. La belleza está más allá de una proporción impuesta por un programa informático. Y la música jamás será elevada por photoshop.

Besos, doctora Antígona.

septiembre 24, 2008 4:21 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Pantera, en el texto hay dos versos tomados de Gardel (de Melodía de arrabal y de Malena) y otro de una canción de Springsteen (Badlands). En realidad, en la primera versión del texto era el propio Gardel el que ofrecía su música por unas monedas, pero me parecía muy fuerte cargarle con ese asesinato perseguido por la policía. Así que tuve que elegir entre Gardel y un asesino.

Por supuesto, me quedé con el asesino.

Besos saurios!

septiembre 24, 2008 4:22 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Churra, Cohen es un gran poeta. Tiene al menos dos libros escritos de poesía y son bastante buenos. Pero le prefiero cuando canta. Su voz me arrastra donde no me lleva nadie. Besos!


Lokita, lo que pasa es que este texto estaba escrito ANTES de que llegara mi 41 cumpleaños :) Pero te agradezco mucho lo que dices. La próxima vez que escriba aquí, ya será cosecha de cuarentón! Besos!

septiembre 24, 2008 4:22 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Carrascus, los lagartos tenemos una belleza pétrea y fría que nos hace tomar distancia de los modelos clásicos de belleza de los humanos. Pero nos llama la atención cómo pueden pasar por hermosos rasgos que indican una cortedad de mente apabullante, como las miradas vacías y lánguidas de los y las modelos de papel couché.
Tesa, aquella fue una mentira piadosa de Rick. Los recuerdos no permanecen, se fabrican cada día.

septiembre 24, 2008 4:22 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Mi hermano escuchaba mucho a Cohen y a Joplin, cuando yo era pequeña. Recuerdo que a mi no me gustaban porque me transmitían mucha tristeza, y eso sin entender lo que decían, simplemente por ése tono tan melancólico de él, y desgarrador, de ella... Tal vez por ello, ni siquiera ahora me da por escucharlos, me ponen triste...

Mi "feo" favorito es Manolo García, encuentro posée el don de la "erótica" de la palabra conjugada con la música. Me seduce lo que me hacen sentir sus pequeñas historias, la pasión con la que las expresa.
Cuando existe ésa conexión con alguien que parece recita los sentimientos que habitan los recovecos de mi alma, se produce un mecanismo, una magia, similar a la del amor, ésa magia que te permite sentir totalmente bella a la persona de la que te has enamorado.


Besitos!

PD.: Nosurrender, ¿a que te sientes exactamente igual que el pasado día 17?, pues eso, además la otra opción es “criar malvas”, por lo que ya lo créo que hay que celebrar cada año y cada momento que la vida nos regala, hay tantas cosas preciosas por vivir, yo no pienso perdérmelas!.

septiembre 24, 2008 5:18 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

El atractivo de este feo es que sabe que es grande. No hay nada más feo que la autocompasión y este músico sabe muy bien que solo nos vamos a fijar en su tango.
Una preciosidad de relato, de verdad, sobre todo, para mí, por ese primer parrafo que me ha encantado y que no sé si tendran que ver en él Springsteen o Cohen, pero vamos, que felicidades a los tres!

septiembre 24, 2008 5:25 p. m.  
Blogger la ventana dijo...

que buen tema, que buena frase, somos feos, pero tenemos la musica, me uno a esa idea, que siempre he pensado per no había puesto en tan buenas palabras.
saludos

septiembre 24, 2008 6:42 p. m.  
Blogger Sintagma in Blue dijo...

¿Quién dice qué es feo y qué no lo es?

;-)

septiembre 24, 2008 7:18 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Así que, encima, no eres/te sientes feo. Gracias por el dato.
¡Ay!, lo que ha sido ver y escuchar a mi amado Cohen por aquí (bello entre los bellos, al menos para mí). Éste sí que es un Todos en pie, Dios entre los dioses. Y tú, ya te vale, pedazo de post te has marcado.
En efecto, mientras tengamos la música o la literatura o el cine o la pintura o lo que sea, no habrá guadaña capaz de hacer rodar nuestras cabezas.

Besos salvajes

septiembre 24, 2008 8:07 p. m.  
Blogger libertad dijo...

Haré caso a tus sugerencias...el libro no lo he leido. Lo demás, muy bien escogido.

septiembre 24, 2008 8:40 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Feos, nunca. Los hombres que me gustan son todos guapos, porque tengo muy buena mirada ( y ya no tengo abuela). Hay gente que proyecta tanta luz y toca tan buenas notas que difumina la supuesta fealdad que algun@s le atribuyen.
Lagarto, mientras leía este bello tango literario me acordé de la historia de Ligia Elena, la cándida niña de la sociedad:
"De nada sirvieron regaños, ni viajes, ni monjas,
ni las promesas de amor que le hiceran los niños de bien;
fue tan buena la nota que dio aquel humilde trompeta
que, entre acordes de cariño eterno, se fue ella con él".

Besos para tres guapos: Bruce,Cohen y Lagarto (por orden alfabético)

septiembre 25, 2008 1:05 a. m.  
Blogger Novicia Dalila dijo...

La fealdad es subjetiva. Exactamente igual que la belleza.
Pero ese texto y esa música es imposible que no le gusten a alguien.

Me ha encantado todo todo todo

Un beso Lagarto

septiembre 25, 2008 8:48 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

¿Y qué decir, Nosurrender y contertulios, de las cicatrices que surcan la piel?...Me parecen más bellas que los más preciosistas tatuajes....¿Y las manchas, en especial las natales? Siento una extraña fascinación por estos detalles que muchos consideran defectos estéticos.

septiembre 25, 2008 9:02 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

A mí también me pone triste escuchar a Cohen, Diciembre. Cohen es, casi, la definición de la tristeza. Pero hay veces que necesito encontrar esa tristeza. Es como reconocerme en el mundo, encontrarme a mí mismo en las palabras y en las melodías de otros. Por muy triste que me parezca, algo empieza a operar en mí en esos momentos hasta hacerme sentir mejor. Es una catarsis.

Me gusta como escribe Manolo García. Aunque a veces se me hace demasiado barroco, siempre acabo encontrando mis referencias anímicas. La canción que más me gusta de las que ha escrito es Insurrección. Tiene algo que me estimula, que me levanta, que me hace sentir bien.

La vida no es lineal, siempre hay días mejores y peores. Creo que tuve un mejor día 17 que este 25, pero estoy seguro que el 26 será mejor que el 17.

Besos!

septiembre 25, 2008 2:20 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Ch, la forma de una cara o la disposición de los ojos son detalles menores para lo que Cohen sabe que tiene. Yo no veo en ese verso autocompasión, sino una fuerza real iluminada de certeza.

Gracias por tus palabras. El primer párrafo nada tiene que ver con Gardel o Springsteen. Lo único que tiene que ver con las canciones de ellos es lo que el músico propone como tema para sus melodías en venta (“yo canto, ya ve, a unos ojos oscuros como el olvido, a unos labios apretados como el rencor. Con lagrimones, con rumor de olas o con el vuelo de un gorrión sentimental”). Quizás debería haber respetado más la cita desde el principio.

septiembre 25, 2008 2:21 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Nico, Cohen tiene versos como balas que nos desnudan por fuera y por dentro. Estoy seguro de que esa sensación la tendrás muy a menudo si le escuchas. Saludos!


Sintagma, la publicidad, por ejemplo. Otra cosa es que les hagamos caso o no los demás. Mi “consumo” de belleza no lo determina una marca de colonia.

septiembre 25, 2008 2:21 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Ella, este lagarto está buenísimo. Tendrías que verme cuando muestro mis escamas sobre la piedra bajo el sol. Mis ojos saltones de párpados móviles y fríos, mi respiración acompasada en la papada, mi lengua bífida a la busca de insectos…

El arte es lo que nos eleva, lo que está en comunión con nuestro ser trascendente. Si estamos vivos, como dices, es porque tenemos la música.

Besos!

septiembre 25, 2008 2:21 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Libertad, el libro es una maravilla. Está en este post por el ambiente portuario europeo en el que se desenvuelve gran parte de la historia. Irving sabe mostrar las emociones humanas más allá de convenciones morales, generando una gran empatía hacia los sentimientos puros y nobles, que no siempre tienen que coincidir con lo políticamente correcto. Gracias por pasarte por aquí!


Dama Shandy, es una buena definición: es guapo el hombre que te a ti te gusta. No hay más convencionalismos necesarios. Y hace bien Elena en agarrarse a su trompetista; la alegría y la ilusión nacen de dentro de uno, no de lo que otros esperan de uno. Besos!

septiembre 25, 2008 2:22 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Dalila, eso es un contrasentido :) A alguien le gustará y a alguien no. y está bien que sea así. Debe ser para volverse loco, eso de intentar gustar a todo el mundo. Desde luego, nunca ha ido conmigo, para bien y para mal. Un beso!


Gemmayla, los tatuajes tienen algo de cicatriz de la vida, también. A menos es lo que propone John Irving en uno de los personajes de Hasta que te encuentre. Aunque las cicatrices y los tatuajes más resistentes siempre van por debajo de la piel.

septiembre 25, 2008 2:22 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Está claro que la música es auténtica terapia para el alma. Entiendo lo que cuentas que sientes al escuchar a Cohen...

Escuchar "Insurrección" es una experiencia liberadora, cómo de sacudirse de encima los fantasmas que a una le rondan y renacer de nuevo cómo el Ave Fénix, es genial ésta canción.

Me quedé para siempre (con tu permiso), con tu maravillosa sentencia: las canciones ayudan al alma a gritar, a llorar o a mecerse...; cuando lo leí, pensé, guau, que bonito!, que bien expresado, y que cierto...

¡¡QUE VIVAN LA MUSICA Y TODAS LAS CANCIONES MARAVILLOSAS QUE NOS HACEN SENTIR!!!... que a gusto me he quedado…

Un fuerte abrazo, guapo!

septiembre 25, 2008 6:40 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Amazing Lizzard:
Cohen me ha acompañado desde que sacó su primer disco. Siempre. Especialmente en las horas de dolor, que han sido las más.
De Chelsea Hotel he tenido que fusilar varias veces su verso final:
" Eso es todo. No pienso en ti tan a menudo" ...o "no te vayas a creer que pienso en ti tan a menudo como piensas", ya puesto en plan displicente.
Admirado Lizzard, cada mes escucho una misma canción al levantarme. Este mes le toca a " La balada de la yegua ausente".
Cuando me hallo sin fuerzas para rasgar una guitarra, entonces recurro a una versión muy lenta del " Don´t think twice, it´s all right" dylaniano.
Sin exagerar ni un pelo, Leonard ha sido el mejor amigo que he tenido en esta vida. Y mi amada, que no tiene la slightest idea de inglés, es una ferviente admiradora del canadien errant, al que también usa como el "mejor antidepresivo no químico del mundo". Dice que le dice mucho. Ya sabes como su manager, al que habría que lynchar, lo dejó desplumado.
Veo que coincidimos en muchos títulos que dejas en cada post.
Yo he llegado desde muy lejos hasta aquí por la belleza.
Gracias.
Ja ja, sabes? en la BBC usaban "Space oddity" para enseñar inglés a los extranjeros. Eran tiempos de un tal Harold Wilson. No sé si te sonará. Those were the days, my friend!!, no como éstos, en que I ache in the places where I used to play.. je...qué doble sentidos usa el buenazo de mi amigo Leonard.
Te dejo la versión que hace K.D. Lang del Hallelujah.
otro_hunchback

octubre 09, 2008 8:13 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home