jueves, diciembre 04, 2008

Todo es mentira

Al igual que un comentarista deportivo condiciona nuestra manera de ver un partido en televisión, nuestra visión de nuestra propia vida está completamente condicionada por lo que nos comentamos continuamente a nosotros mismos acerca de ella.

Desde el sano “¿Has visto qué culo tiene esta chica, Lagarto? Buf”, hasta el psicópata “Mi compañero Lagarto parece muy agradable, pero odio sus corbatas lisas. Se las pone para joderme, porque sabe que las odio. Sí, me ha mirado de reojo, lo he visto. Y se ha sonreído. Está claro. Se pone esas corbatas para alterarme. Sí. Lo hace para joderme, ¡para joderme!”

Ese continuo comentario, esa interpretación que hacemos de nuestra vida condiciona nuestra manera de enfrentarnos a nuestros problemas diarios. Y si nuestros patrones de pensamiento no son los adecuados, nunca podremos entender bien lo que nos pasa, y nos crearemos aún más problemas de los que ya tenemos. Básicamente esto es lo que quiere decir Aaron Beck, padre de la terapia cognitiva, cuando escribe, como ejemplo de nuestro fracaso con el lenguaje, este diálogo que encontré en La inteligencia fracasada, de J.A. Marina:

ELLA: ¿Te quedarás en casa esta noche? Creo que tengo gripe.

EL: Es que he quedado con mi amigo Lagarto.

ELLA: (piensa: si no me hace este pequeño favor, ¿cómo podré contar con él cuando tenga un problema más serio?) Nunca te quieres quedar en casa. Rara vez te pido que hagas algo por mí.

EL: (piensa: si ella insiste en tenerme en casa por algo tan pequeño, ¿qué ocurrirá cuando suceda algo importante, como cuando tengamos hijos? No es razonable en absoluto. Si tengo que someterme a cualquier deseo de ella, no podré respirar) Lo lamento, pero de verdad que tengo que ir con Lagarto.

ELLA: (piensa: no puedo confiar en él. Debería liberarme de esta relación mientras pueda y encontrar a alguien en quien confiar) Vete, si te quieres ir. Encontraré a alguien que se quede conmigo.



A veces nos cuesta comunicar lo que realmente queremos decir. A veces sólo interpretamos lo que nuestro “comentarista interior” nos obliga a interpretar. Y la vida, mientras nos hacemos adictos a nuestros patrones negativos de pensamiento, pasa ajena a nosotros y toma un tren al que nunca llegamos.

Álvaro Fernández Armero es un director madrileño de comedias con el que sentí una conexión generacional en sus primeras películas, a principios de los noventa. Sus personajes vivían en el continuo desencuentro. Os dejo este corto de Fernández Armero, que fue premiado con un Goya. Me parece todo un homenaje a los monólogos fracasados y los patrones de pensamiento en clave de comedia.





Un libro para Aaron Beck: Crimen y castigo, de Fiodor Dostoievski

Una película para Aaron Beck: Cosas que nunca te dije, de Isabel Coixet

Una canción para Aaron Beck: De tanto callar, de Deluxe

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54 Comments:

Blogger josef dijo...

Qué vídeo lagarto! me ha dejado como una lagartija cocida. qué rabia no conseguir a la bella Ariadna!! Los pensamientos nos traicionan. cuántas veces lo habrán hecho en mi vida?!EXcelente!

diciembre 04, 2008 3:59 p. m.  
Blogger Arcángel Mirón dijo...

Yo tengo un grave problema, y es que digo lo que quiero decir, siempre que puedo. Entonces choco. Parece que en general se espera más sutileza, o más vueltas a algo que es sencillo.
Dicen que soy sincera. Yo creo que más que sincera soy simple, al menos para estas cosas.

diciembre 04, 2008 4:49 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Los del corto son dos gilipollas que se merecen pasar uno junto al otro el resto de su vida... y además lo tienen fácil, lo único que tienen que hacer, ahora que ya saben de qué van, es volver a la misma parada el día siguiente a la misma hora.

NoSurrender, espero que este comentario no sea interpretado como signo de hostílidad ni de entrar en ninguna polémica porque sí, pero es que hay veces en que me da la impresión de que usted y yo vivimos en mundos totalmente diferentes, en los que las cosas fáciles se hacen complicadas y viceversa...

No hace mucho, en alguno de los blogs que suelo visitar, pero que ahora no recuerdo en cual de ellos fue (¿el de Carmen, quizás?), nos pusimos todos de acuerdo poco más o menos en que los sociólogos la mayoría de las veces, después de mucho estudio y muchas vueltas, al final siempre aseveran lo que ya era obvio sin necesidad de tantos estudios, como puede ser el caso de Aaron Beck y lo que nos condiciona en la vida la interpretación que hacemos de nuestros propios pensamientos. Pero una cosa tan normal y que tiene tantas salidas normales, no sé si para poder justificar el gasto mental y económico que se ha hecho en el "estudio", se ve adornada por situaciones singulares y muchas veces estrafalarias que son totalmente irreales... y me refiero en este caso a esos personajes de su post que son ELLA y EL. ¿De verdad hay gente real así?. Vale, sí que la habrá que en un momento determinado tengan esos pensamientos... ¿pero dejarse llevar por ellos hasta el punto de romper su relación? Estoy seguro de que las personas reales y normales encuentran antes un camino de solución, se hablan, o se intuyen, o algo; pero no se joden la vida por una tontería de tal calibre.

Yo creo que eso de irse comiendo el coco uno mismo sobre lo que le va a suceder cuando llegue a la casa a la que va y llame a la puerta y actúe según el dictado de esos pensamientos interiores solo ocurre en los gags de las películas cómicas que son variantes de aquella historia chistosa tan antigua que está en la mente de todos...

diciembre 04, 2008 7:34 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Nunca decimos lo que pensamos, aunque si lo hicieramos la vida sería mucho más intensa... aunque quizás algo más complicada.

Fantástica tu elección de hoy, lagarto.

Por cierto... ¿tan terribles son tus corbatas?

diciembre 04, 2008 10:41 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

¡Qué corto, NoS.! Qué Coque Malla fantástico y encima pone la música !!! La bellísima Ariadna no admite mayor veneración. Creo que es la más elogiada del panorama nacional. Soberbia !!!
Me sucede lo mismo que a Arcángel Mirón. Digo lo que pienso, sin tapujos y a bocajarro. Francamente quienes somos así chocamos mucho con el entorno, pero observo que a los introvertidos y prudentes no les va mejor. El asunto es porque la mente, como bien defiende el budismo, es una "mona loca" muy difícil de domeñar.
En cuanto a los diálogos y desencuentros EL / ELLA sigue dándose el tópico de siempre, pese a que todos y todas nos hemos esforzado mucho en cambiar la situación. La mujer en el rol de víctima que tanto exaspera al "varón de Marte" y el hombre en el rol de individualista, independiente y egoísta, que tanto exaspera a la "dama de Venus". Aunque, ya digo, el asunto va cambiando.
Suscribo las palabras de Eduardo Punset cuando asegura que el lenguaje no parece haber nacido para la comunicación sino para crear confusión. En muchas ocasiones, lamentablemente, es así.
Por eso creo que las sociedades civilizadas y más avanzadas están abocadas a cultivar el "mutis por el forro, la chita callando", un silencio forzado y forzoso. Esto entraña riesgo de autismo social.

El asunto de la corbata que exaspera al psicópata me ha dejado con el miedo en el cuerpo. Jobar qué nochecita voy a pasar !!!

Digamos lo que pensamos procurando no herir demasiado al prójimo.

Besos

diciembre 05, 2008 12:09 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Disculpas. No me gustan los anónimos.
Ay la Gemma !!!

diciembre 05, 2008 12:10 a. m.  
Blogger Soy ficción dijo...

Buenooo, y a esa voz interior se le suman las voces negativas exteriores que no todos saben ignorar y así la felicidad es imposible...

diciembre 05, 2008 9:03 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Moderato, los pensamientos nos traicionan muchas veces, sí. Las teorías de Beck dicen que nuestros pensamientos desatan nuestras emociones, nuestras emociones desatan nuestros deseos y nuestros deseos producen nuestras acciones. Así que cuando no pensamos “bien”, acabamos haciendo las cosas mal. Toda terapia debería pasar por analizar antes nuestra manera de concatenar pensamientos. Algo así. Salud!


Arcángel, hay una comedia de Jim Carrey cuya premisa dramática es, precisamente, la imposibilidad social de decir siempre la verdad. La sinceridad completa, sin autocensura, puede ser una bomba atómica. Lo pienso a veces cuando llego a la oficina, ¿qué pasaría si empezara a decir lo que realmente pienso a todo el mundo, jefes, colaboradores, administrativos, etc? desde luego, me crearía muchos problemas. Creo que el hecho social nos obliga a ser, al menos, prudentes en nuestra relación con los demás.

diciembre 05, 2008 11:02 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Ay, Carrascus, amigo Sancho! El corto es una comedia, y el diálogo una parábola. No son situaciones reales, con las que nadie (espero) pueda identificarse en su vida cotidiana. Pero el lenguaje literario o cinematográfico nos ayudan, con sus exageraciones, a identificar conceptos o modelos.

Las teorías sociales pueden parecernos obvias cuando las vemos fríamente. Pero el hecho de que la depresión siga expandiéndose cada vez más refuerza el hecho de que los pensamientos negativos nos invaden cada vez más. Y el hecho de que casi todos los terapeutas, psicoanalistas y conductistas, aboguen por la terapia cognitiva en casos de depresión, quiere decir que funciona más que otras técnicas.

No sé si has estado lo suficientemente cerca de una persona con depresión alguna vez, pero si lo has estado habrás podido comprobar hasta qué punto funcionan los pensamientos negativos y lo que cuesta intentar cambiarlos.

Salud!

diciembre 05, 2008 11:02 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Los Pasos, supongo que la estabilidad, como siempre, se encuentra en un término medio. Por ejemplo, Coque Malla debería haberse acercado a Ariadna Gil en este corto. Pero decirle “hola, me hubiera encantado darte fuego, pero es que he dejado de fumar…” y no hablarle de sus empalmes y de sus películas porno de masajistas.

Mis corbatas son bastante funcionales. Cumplen su misión laboral de manera discreta y no creo que pongan nervioso a nadie. No soporto las amarillas ni las naranjas. Las prefiero azules o rojas, porque me parecen más discretas para ir a trabajar. No me interesa nada el mundo de la corbata, la verdad. Es mi mono de trabajo.

Besos.

diciembre 05, 2008 11:02 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Gemmayla, se pueden hacer buenas historias con bajo presupuesto, como este corto. Aunque Metro de Madrid cobre una pasta por rodar en sus andenes, esta historia está grabada en una sola noche y con sólo dos actores.

Como le decía a Arcángel, supongo que el exceso de sinceridad puede crear también problemas. No me imagino llegando a la oficina y diciendo a una compañera “oye, hoy te veo más vieja y más fea ¿sabes?” lo importante es no traicionar nuestras emociones con pensamientos negativos y, como bien dices, no herir gratuitamente al prójimo.

En cuanto a las diferencias de pensamientos entre hombres y mujeres, supongo que la evolución cultural unisex nos acercará más a todos. Pero es cierto que la sociedad tradicional, al habernos inculcado misiones tan diferentes en la vida a hombres y mujeres, nos ha obligado a pensar de manera diferente, lo que crea pensamientos negativos diferentes.

Besos!

diciembre 05, 2008 11:03 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Nausicaa, desde luego, los consejos que nos dan los demás también vienen determinados por sus propios pensamientos negativos, que condicionan sus emociones, que condicionan sus deseos, y que condicionan sus acciones.

Hay que tener mucho cuidado con las voces externas, ya lo creo.

diciembre 05, 2008 11:03 a. m.  
Blogger Vintage dijo...

Joder pues es facl, la próxima parada y punto, amosssssssss q no me iba yo a esperar o ir

Bueno, no siempre podemos decir lo q pensamos, no siemrpe decimos lo q pensamos, pero también va mucho con cada cual.
Personalamente, he decidido la mayoría de las veces decirlo
También hay muchas maneras de comunicarse, no existe sólo la verbal, creo q es la q menos me gusta
Yo soy más de comunicación corporal, de las miradas, los gestos, los alejamientos los acercamientos.

Estos dos son un poco patéticos, auqnue entiendo perfectamente lo que quiere decirnos el video, el miedo al rechazo, a cagarla
Pero sabes lagarto, creo q el cumplir años te da una cierta seguridad, aprendes a q lo peor q puede pasar es q te diga q no, el no ya lo tengo desde el principio, pues a por el si.
Lo que sí me ha dejado un poco pensativa es lo parecidos q somos, lo digo por tu dialogo escrito.
Yo creía q eso de decir si, cuando queremos decir no, era cuestión de mujeres, veo q en este caso vamos acompañados.
Tenemos miedo simplemente de mostrar nuestros verdaderos deseos, por temor, pq algunos impiden lanzarlos al aire.

No es facil comunicarnos, muchas vec es no es sólo el temor personal, también está el temor del otro, sus miedos, sus historias, no sé si me explico, me refiero q muchas veces no decimos las cosas por respeto hacia el otro y no nos damos cuenta de q sólo nos frustramos más.
Pero hay una cosa q olvidamos muchas veces, en serio, es el lenguaje no verbal, con este lenguaje es muy dificil engañar.
Deberiamos tenerlo más presente.

Como siempre un besazo
muakkkkkkkkkkkkkkkkkkk

diciembre 05, 2008 1:38 p. m.  
Blogger dany dijo...

guauu!!..me acuerdo de pensar mil veces, no me entiende porque no me explico, porque el no quiere o que le pasa!!
y es verdad nos cuesta expresarnos comopara poder entendernos bien..
aca el seis de enro no es feriado, pero es reyes, asi que yo sigo incistiendo que a mi me trajeron los reyes y no la cigueña...jeje
un beso enorme...

diciembre 05, 2008 3:09 p. m.  
Blogger Carlos Caillaux dijo...

Lagarto, Crecemos en sociedades que imponen prejuicios, que dictan costumbres elaboradas por generaciones que nos preceden, mas conservadoras o menos cosmopólitas, mérito de la juventud es su intento de cambiar lo establecido.

Por otro lado la edad no solo brinda deterioro físico, también nos da capacidad reflexiva, serenidad o perdida del temor al ridículo, ojala pudieramos enlazar el arrojo de la juventud con el aplomo o experiencia del mayor.

Saludos.

diciembre 05, 2008 6:16 p. m.  
Blogger Merce dijo...

Genial y desquiciante corto... yo puedo hacer el ridículo muchas veces, que lo hago, por hablar más de la cuaenta, pero difícil que lo haga por lo contrario...

Buen finde...

diciembre 05, 2008 6:27 p. m.  
Blogger isis de la noche dijo...

Jajajaja..
QUÉ BUEN CORTO!!!

Si tan solo recordáramos que ningún día es igual a otro, que no tenemos seguro el siguiente minuto, que es una idiotez reprimir las emociones, las sensaciones... y después arrepentirnos de lo que no hicimos.. No sé si haya una sensación peor que esa ;)

Este presente se nos va de manera imperceptible y con él los pequeños placeres, las oportunidades irrepetibles que no tuvieron el instante que reclamaban.. Todo por escuchar el tonto diálogo interno que nos salva de "quedar como tontos" o "meter la pata"... Si no hay nada que perder realmente... ¿la importancia personal acaso? bah.. al diablo con ella.. Nunca sabremos lo que nos regalará el minuto siguiente si no nos arriesgamos ¿verdad?

Qué bien me la he pasado con el corto y leyéndote!! ;)

jaja.. Un abrazo grande grande..

diciembre 05, 2008 7:26 p. m.  
Blogger Brisuón Çafrén dijo...

Amigo Lagarto, a medida que leía la conversación (o monólogos entrelazados) que usted nos ha traído en este post, recordaba un pedazo de la película titulada igual que su entrada. No imagina la sonrisa que ha cubierto mi cara cuando he bajado el cursor y en la pantalla ha aparecido, su comentario acerca del corto dirigido por Fernández Armero, que es también el director de la película en cuestión.

Un saludo amigo, y si nadie nos comprende siempre podemos irnos a Cuenca.

diciembre 05, 2008 9:12 p. m.  
Blogger panterablanca dijo...

Pues yo creo que soy bastante sincera, aunque es evidente que no siempre se puede ser sincero al cien por cien. Digamos que por un lado soy sincera, pero también intento ser lo máximo agradable posible, y si algo o alguien no me gusta, me callo.
Pero lo cierto es que no es tan fácil, porque el lenguaje corporal siempre me delata.
El problema es que en general, todos somos bastante susceptibles. Yo creo que si todos fuéramos sinceros, pero nada susceptibles, todo sería mucho más fácil y simple. Después de todo, tal como dices en el post no hay nada que sea verdad. Pues si todo es mentira, ¿por qué ofendernos?
Besos salvajes.

diciembre 06, 2008 1:32 a. m.  
Blogger Tesa dijo...

ufff, qué bueno el corto

diciembre 06, 2008 11:54 a. m.  
Blogger atikus dijo...

Divertido corto, y antiguo ya ¿no? por el careto de coque se le ve jovencito, y ademas me recuerda cuando se podía fumar en el metro ..que tiempos!!

Creo que las tías se comen mas el tarro en eso, vamos que dices si cuando quieren decir no y viceversa, y claro te vuelven loco, los tieos somos mas simples o simplones, al menos yo y respecto a la hora de ligar reconozco que me siento muy en el papel de coque jaja...un 0 a la izquierda!!

espero encontrarme a una Adriana Gil que se compadezca de mi y me vea como un osito esta noche ;)

diciembre 06, 2008 1:15 p. m.  
Blogger Roberto dijo...

Si yo te dijese las veces que me he guardado sentimientos o opiniones y viceversa, otras veces debería haberme quedado calladito...el fracaso y los malentendidos son intrínsecos a nosotros, eso nos hace humanos, demasiado humanos que diría Nietzsche.
El corto es buneísimo ya lo habia visto
un abrazo

diciembre 06, 2008 4:19 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Bueno Bolero, la comunicación no verbal se presta a bastantes equívocos. Si los hombres tenemos fama de simplones entre algunas mujeres, ¿por qué no decirnos las cosas más claramente? Un “no me gusta que me hagas esto” suele ser más efectivo que un “oh, no pasa nada” con miraditas. Anda que no hay chistes sobre este tipo de desencuentros :)

Claro que tenemos miedo a mostrar nuestros verdaderos deseos. Porque, a veces, decir lo que realmente pensamos, hace que arriesguemos perder lo que poseemos. Quizás es esto lo que le hace a ELLA ocultar lo que piensa. Pero tienes razón, a la larga nunca es bueno.

Besos!

diciembre 06, 2008 8:05 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Dany, seguramente la mayoría de las veces que no conseguimos comunicarnos bien es por las dos cosas: porque no explicamos de verdad lo que nos pasa y porque el otro no quiere entender lo que nos pasa. Eres un buen regalo de Reyes ;) Besos!



Claro Carlos. Pero esos prejuicios pasan a formar parte de nuestra manera de pensar, pasan a ser parte de nosotros mismos y de nuestras motivaciones. Es parte de lo que Freud llamaba el Super yo. Y respecto a la edad, me alegra ver que aún hay gente capaz de huir de la dictadura de la juventud que impera en la sociedad en que vivimos. Es bueno madurar, claro que sí! Salud!

diciembre 06, 2008 8:05 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Merce, es una actitud de lo más sana, la tuya. Yo reconozco que me callo a veces cosas que siento, pero siempre por una buena causa. En cualquier caso, me resulta muy difícil disimular mis emociones. Buen puente!



Isis, no sólo ningún día es igual a otro, sino que estamos irremediablemente destinados a morir, antes o después. Lo único que es seguro en nuestra vida es que nosotros vamos a morir, tú y yo, personalmente. Es entonces cuando debemos preguntarnos, con toda la dura sinceridad, ¿qué podemos hacer?. No es tan fácil tener la conciencia completa de esto, pero cuando lo asumimos, condiciona todo.

diciembre 06, 2008 8:05 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Brisuón, veo que has pillado bien la idea. De hecho, estuve a punto de colgar la escena del pisto, pero luego me pareció mejor el corto de El Columpio. Cuando vi Todo es mentira, en esa película estábamos todos mis amigos perfectamente reflejados en nuestras miserias. Quizás la película no es una maravilla, pero expresaba muy bien ciertos miedos a ciertas situaciones que empiezan a aparecer a determinada edad.


Bueno, Pantera, supongo que no podemos pedir que todo el mundo deje de ser susceptible en pro de la sinceridad extrema. Si somos susceptibles es porque tenemos nuestras debilidades, nuestros miedos y nuestras flaquezas. Besos!

diciembre 06, 2008 8:06 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Tesa, me alegro de que te guste el corto. Tiene su gracia :)


Atikus, es antiguo, sí. Y es que nos hacemos viejos, ay. Quizás, en líneas generales, los chicos estamos educados para ser más arrojados, y ellas para cuidar más su retaguardia. Ariadna Gil está ya pillada, por Javier Trueba. Tendrías que esperar a la segunda convocatoria, que es como llama un amigo a eso de ligar con divorciadas.

diciembre 06, 2008 8:06 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Roberto, somos demasiado humanos… pero sólo a veces. Yo no termino de ver como “humano” al consumidor prototipo de la sociedad occidental, la verdad. Y ya no digamos al votante de Bush!

Me alegro de que te guste el corto. Un saludo!

diciembre 06, 2008 8:06 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Los días pasan, más o menos rápidos, muchos de ellos son apáticos y aburridos, ¿pero qué es lo que da vida a un momento? Hace años que me planteo vivir como un profeta que cree que tiene razón y que ha vivido bien poco, los momentos más importantes de las personas me parece cada vez más absurdos y livianos, quizás mi vida sea así y el sentido de la verdad no esté a mi alcance. La felicidad llega desde la primera eyaculación perversa y consciente.

saludos JP

diciembre 07, 2008 12:11 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Los días pasan, más o menos rápidos, muchos de ellos son apáticos y aburridos, ¿pero qué es lo que da vida a un momento? Hace años que me planteo vivir como un profeta que cree que tiene razón y que ha vivido bien poco, los momentos más importantes de las personas me parece cada vez más absurdos y livianos, quizás mi vida sea así y el sentido de la verdad no esté a mi alcance. La felicidad llega desde la primera eyaculación perversa y consciente.

saludos JP

diciembre 07, 2008 12:11 a. m.  
Blogger Lokita dijo...

Ponerse palos en las ruedas a uno mismo...me suena ;)
Fantástico post, como siempre!
Besitos, Lagartillo

diciembre 07, 2008 12:39 a. m.  
Blogger Gi dijo...

Buenísimo el corto!!! Lo ideal sería encontrar el equilibrio entre lo que se dice y lo que se calla. PEro claro, el equilibrio...una quimera casi.
Besos!

diciembre 07, 2008 1:52 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Jaajajjaaja... qué bueno el corto. Pensé en el asno de Buridán que por su indecisión se murió de hambre. Lagarto, planteas un buen tema, la incapacidad de comunicar lo que realmente pensamos y el miedo a expresar lo que sentimos o deseamos. Orgullo, miedos,prejuicios hacia la otra persona o hacia nosotros mismos, incapacidad para hacernos entender, limitaciones de la lengua?... Creo que se da con bastante frecuencia en las relaciones con los demás. A veces tambien la comunicación puede llegar a ser confusa porque el lenguaje no traduce sólo significados denotativos y una misma expresión utilizada por dos personas diferentes puede connotar emociones distintas. Nos comunicamos desde nuestro propio yo, desde nuestros prejuicios, valoraciones e interpretaciones que hacemos de la vida... En fin que es complicado y cierto que genera desencuentros.
"Cada persona habla su propia lengua, y a medida que disminuyen los conceptos con significado común, se hace más difícil comunicarse son los demás" (El país de las últimas cosas, Paul Auster).
Lagarto te dejo la direción de una casa que estoy empezando a construir:
http://sinpermisodetucaranilicenciadeustedes.blogspot.com/

diciembre 07, 2008 2:02 p. m.  
Blogger Brisuón Çafrén dijo...

La escena de la película que mejor refleja de lo que usted habla es sin duda en la que Coque y la chica que hace de la novia de Colomo, charlan en un banco sobre la paternidad. De como ella asume no ser madre porque él no lo desearía. Justo después, Colomo cuenta como le gustaría tener un hijo con la chica, pero que no lo pedía entendiendo que a ella no le gustaría perder su libertad ejerciendo de madre.

Absoluta incomunicación de pareja.

La escena no está o no la encontré en el tube, por eso elegí el pisto.

diciembre 07, 2008 8:04 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

pienso como usted pero me pasa lo que a coque y ariadna...
y es que es duro luchar contra el señor comentarista...dicen que se llama Miedo al fracaso...y así dejamos pasar el penúltimo metro...si ya lo decía Truffaut...;p

como siempre un placer leerle, verle y oírle...

miss samsa.www.yanocoleccionovellopubico.blogspot.com

por cierto, usted y la sta quimcampoix han coincidido...gran coincidencia, por cierto...www.entremismulos.blogspot.com

diciembre 07, 2008 10:09 p. m.  
Blogger Sintagma in Blue dijo...

El video es genial. Tantas veces hemos vivido situaciones similares...

diciembre 08, 2008 1:09 p. m.  
Blogger JUANAN URKIJO dijo...

Buena entrada, buen texto y bien escrito, buena reflexión y buen vídeo. ¿Que cómo salgo de aquí? Pues, evidentemente, satisfecho.

Un abrazo, Lagarto.

diciembre 08, 2008 8:25 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Lo complicado del asunto es cómo cambiar el guión del comentarista interior. Lo que piensas, condiciona como actuas y piensas según tus experiencias. Vaya, que creo que el miedo a actuar no es genético ¿no? Estos dos del metro han tenido suerte: la próxima vez seguro que se espabilan!!
Ch

diciembre 08, 2008 10:35 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Está claro que en nuestras relaciones sociales no siempre podemos decir lo que pensamos, aunque tan sólo sea por evitar hacer daño ó crear conflictos innecesarios.
Por otro lado y dada la gran cantidad de personas con las que interactuamos, cada una con su propio concepto sobre las cosas, sería absurdo tratar de argumentar y justificar nuestra verdad continuamente.
Si ya no resulta fácil ser siempre sinceros con nuestra gente más cercana, sería una utopía total tratar de serlo con todo el mundo. La lógica dice que es suficiente con intentar ser educados, que no es poco.

En cuanto a la dificultad de poder mostrarnos sinceros con nuestros familiares ó amigos más cercanos, estriba básicamente en el condicionamiento que provoca el hecho de amarlos, sentimiento que retrae nuestra sinceridad para tratar de evitar puedan sentirse heridos por nuestras palabras.
De cualquier modo, también considero que a veces es totalmente inevitable e incluso necesario “herir”, si sabemos con certeza que ello evitará males mayores..., aquello de: “quién bien te quiere te hará llorar”…

Y si que es genial el corto, no lo conocía, es muy bueno. Podría haberlo firmado David Lean, ya sabes que él siempre utiliza el tren en sus películas cómo símbolo del destino y las oportunidades perdidas…
Estoy segura de que a diario se dan situaciones parecidas a la de ésta pareja, pero también de que en muchas otras, las palabras terminan aflorando…, mira que somos complicados los humanos…

Besos!

diciembre 08, 2008 10:45 p. m.  
Blogger Miss.Burton dijo...

Soy partidaria de decir siempre las cosas, de no guardarme nada, de no dejar escapar las oportunidades... Qué te voy a contar que no sepas... Que supongo que no hubiera subido nunca a ese vagón, y que hubiera propiciado lo que hubiera hecho falta, si la persona lo hubiera valido, o parecido que lo valía, claro, jugamos con expectativas fantasmas...
Creo que la incomunicación es el pecado capital de los cobardes, no creo que sea algo general, colectivo...
Te dejo un besazo, hoy me chifló el libro, la peli de Coixet la tengo en casa, y el cd de Deluxe con esa canción también... así que bingo¡

diciembre 09, 2008 3:49 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Hola Juanpaulus. Los días pasan, y cada vez más deprisa, sí. Y siempre vivimos muy poco, tanto los profetas como los que no somos profetas de nada. Y como soy de los que piensan que la verdad no existe o que, al menos, no está a nuestro alcance de mortales aún en proceso de morir, pienso que son más importantes los “por qué” que los “para qué”. Quizás así lo más liviano o absurdo adquiere otra dimensión. Love is the answer, que decía el profeta John Lennon. Saludos, Juanpaulus, y gracias por pasarte por aquí.




Lokita, es que nunca aprendemos las personas, que siempre es mejor ponerse una de Jabugo del bueno, eh ;) besos!

diciembre 09, 2008 6:51 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Laluz, creo que era en Otelo donde Shakespeare decía eso de “es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras”. Así que tienes razón, tampoco es cuestión de pasarse de charlatanes :) Besos!



Shandy, son un montón de cosas las que nos inhiben, sí. El miedo es muy frecuente, pero ¿por qué tenemos miedo a mostrar nuestros sentimientos? ¿por qué el recuerdo de un dolor puede más que una posible felicidad? En cuanto a la dificultad de comunicar emociones con el lenguaje estoy completamente de acuerdo contigo. Por eso nunca morirán los músicos y los poetas. Porque el lenguaje formal es tan primitivo para ciertas cosas... Me pasaré por tu sitio en cuanto tenga tiempo, ¡claro que sí!

diciembre 09, 2008 6:52 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Me acuerdo, Brisuón. Y de lo mal lo llevaba Jordi Mollá, cuando la Rosenvinge le vino con la sorpresita (“¡ponte azul, cabrón, ponte azuuuuuul!”) La verdad es que todas las parejas de la película tenían sus desencuentros, sí.



Miss Samsa, el comentarista se alimenta de muchas cosas, entre ellas el miedo al fracaso, sí. Pero también de los traumas infantiles, del super yo freudiano, y de lo que llaman los “pensamientos negativos”, que nos agotan, nos aíslan, afectan a las personas que más queremos y nos llevan directos a la depresión. En cuanto tenga tiempo me paso a conocer a la señorita quincampoix ;)

diciembre 09, 2008 6:52 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Sintagma, nunca me dejé el corazón en un vagón de metro, que yo recuerde. Pero es cierto que es fácil reconocernos en esas cárceles de pensamientos.



Dédalus, me alegro de que salga satisfecho. Pero el vídeo es de Fernández Armero y las ideas están ya muy manidas en la terapia cognitiva. Un abrazo!

diciembre 09, 2008 6:52 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Ch, se puede cambiar el guión del comentarista interior, sí. no es fácil y requiere mucho esfuerzo y tiempo. Lo primero que hay que hacer es ser capaz de reconocer que nuestro pensamiento está distorsionado. Coque Malla, en este corto, empieza diciendo “si es que todo es mentira”. Ese es su primer pensamiento distorsionado. Si el protagonista consigue pararse a reflexionar y comprender que unas cosas son mentira, otras no lo son y la mayoría simplemente ocurren, entonces el siguiente pensamiento que tiene (“estoy harto de cinismos, de fachadas...”) ya quedaría condicionado por una premisa diferente y seguramente se desarrollaría de otra manera. Algo así



Diciembre, quizás lo más difícil sea ser sinceros con nosotros mismos antes de empezar a serlo con los demás ¿verdad? Primero, debemos ser sinceros con nosotros mismos, fieles con nosotros mismos, y amarnos a nosotros mismos. Y sólo después podremos ser sinceros y fieles y amar a alguien. Creo que tanto a Coque Malla como a Ariadna Gil, en este corto, les falta un hervor en ese sentido. Besos!

diciembre 09, 2008 6:53 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Tremends, guapa, lo más importante para decidirnos subir a esos trenes no es que la otra persona lo valga o no lo valga. Lo importante es estar seguros de nosotros mismos y de nuestros sentimientos. Lo importante es amar, no ser amado. Y no seamos cobardes, sino valientes.

Fuera y honor! que decía Máximo.

diciembre 09, 2008 6:53 p. m.  
Blogger Novicia Dalila dijo...

¡¡Genial Nosu¡¡
NO me pilla esto... Raro, la verdad, pero de esto me libro, porque suelo no callarme casi nada, y cuando lo hago no es más que para pensar mejor las palabras y procurar no ofender o hacer daño, pero realmente, pocas cosas se me quedan en el tintero... Es que realmente, no sirve de nada no dar la opinión y pueden generarse malentendidos... Las cosas mejor claras.

Un beso (K)

diciembre 10, 2008 8:23 a. m.  
Blogger Miss.Burton dijo...

"Lo mejor es amar, no ser amado"... no me digas eso, Lagart, no me digas eso... Que tengo master-en.
Y por supuesto que doy por sentado que por lo menos yo, sí estoy segura de mis sentimientos, y siempre les sigo la corriente, lo malo es que aparecen los caballos salvajes, recuerdas??? Y eso, se jode muchas veces todo, o al menos e pone dificil. Pero es el reto, vivir, o apartarse a un lado.
Te dejo un besazo¡

diciembre 10, 2008 9:32 a. m.  
Blogger Margot dijo...

En su momento también me sentí identificada con esta peli, tal vez un poco menos porque era de un misógino que tiraba... jeje, pero sí, entendía por donde iban los tiros.

Hace un par de meses la volví a ver y salvo las risas que me pasé y la ternura que me provocó... he de proclamar que, afortunadamente para mí, me vi sintiendo, pensando y viviendo en las antípodas de aquello. Y me gustó esa perspectiva.

Es como el diálogo ... no puedo evitar pensar que lo que les falta a sus personajes sea un poco de madurez y lo que les sobra sea un mucho de mezquindad.

Egoísmo e infantilismo son dos etiquetas que casan perfectamente con la película y el diálogo, no? Y a su vez lo hacen de pena con cualquier tipo de relación.

Ays, es lo que siempre reprocho a Marina y semejantes: la obviedad de sus planteamientos. Y el no llamar a las cosas por su nombre porque no venderían ná, jajaja.

Besos, me voy pa`Cuenca.

diciembre 10, 2008 9:57 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Dalila, todo proceso racional antes de hablar o callar es bueno, sí. El problema surge cuando lo que nos hace inhibirnos no es un proceso racional, sino un montón de miedos y prejuicios. Besos!


Ah, tremends. Los caballos salvajes, sí. No podemos domarlos y nos pueden hacer mucho daño. Nadie dijo que fuera fácil ser a la vez fieles a nosotros mismos y nuestros sentimientos y mantener el instinto de supervivencia. Es el reto, sí. Besos!

diciembre 10, 2008 2:14 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Margot, la palabra “misógino” es tan despectiva. La película parte de un punto de vista masculino bastante inmaduro que tiene que lidiar con una mujer bastante acaparadora. Eso es lo que le podría dar cierto aire misógino. Pero yo veo una comedia en la que lo primero que se pone en entredicho es el comportamiento infantil de todos los varones ante sus parejas (el músico sin dinero mantenido por su mujer ejecutiva, el intelectual que no hace nada y ve como su chica publica sus poemas, o el que todo lo soluciona huyendo a Cuenca).

Qué manía le tienes al pobre Marina, eh :)

Besos castellanos!

diciembre 10, 2008 2:15 p. m.  
Blogger atikus dijo...

Siempre fui mal estudiante!!

diciembre 15, 2008 8:35 p. m.  
Blogger JOAKO dijo...

Al igual que los presumidos médicos en realidad tienen un cien por cien de fracaso en su trabajo, todos tenemos un porcentaje nunca satisfactorio en nuestra comunicación con palabras.

diciembre 18, 2008 2:55 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

muy bueno, bueníiiiiisimo! que no se le ocurra pensar a nadie que la situación del vídeo es exagerada. Cuántas veces lo fácil lo convertimos en difícil y lo difícil hacemos que parezca fácil. Y cuántas veces , de una situación cotidiana y simple hacemos todo un mundo alrededor de ella que acaba por fastidiar el momento.
Me han gustado un momento, un beso pepi

diciembre 21, 2008 11:50 a. m.  

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