jueves, octubre 08, 2009

Y mujeres desesperadas


En el verano de 1816, Lord Byron invitó a su amigo Percy B Shelley a pasar unos días con él en su casa junto al lago Léman, en Suiza. Allí, mientras remaban durante el día y se entregaban al vino y el láudano por las noches, Mary Shelley, la esposa de Percy, demostró no ser en absoluto una simple compañera de su marido. Demostró ser la más activa de los tres escritores y marcó con sus palabras el destino de todos ellos. Allí, junto al lago Léman, Mary Shelley escribió Frankenstein: una historia de hombres desesperados que ala vez era la historia de una mujer desesperada.

Bueno, en realidad no debería decir “allí, junto al lago Léman”, ya que es donde en este momento me encuentro escribiendo esta historia que ha traído a mi memoria el suave movimiento de las aguas oscuras de este lago rodeado de brutal naturaleza y fortunas evadidas a Hacienda.

Y como la semana pasada hablaba de hombres desesperados y he tenido alguna crítica a un posible trato misógino del cine por mi parte (válgame Dios, las cosas que uno tiene que escuchar sólo por tener el sexo políticamente incorrecto entre las piernas), vamos a contar también diez historias de mujeres desesperadas.


Uno. “Hola, me llamo Ángela y me van a matar” (Ángela a cámara en Tesis, de Alejandro Amenábar)

Dos. “Cuando leas esta carta, puede que haya muerto. Si esta carta llega algún día a tus manos, sabrás que fui tuya sin que tú siquiera supieses que existía” (Lisa Berndle a Stefan Brand en Carta a una desconocida, de Max Ophüls)

Tres. “¿Qué busco? Algo para seguir engañándome igual que tú” (Natalia a Jorge en Azul oscuro casi negro, de Daniel Sánchez Arévalo)

Cuatro. “Hacía mucho frío. Mucho frío. Pensé… Pensé que si conseguía salvar a uno solo de los corderos que iban a sacrificar… pero era demasiado pesado. Demasiado pesado. No había recorrido más que unos pocos kilómetros cuando el coche del sheriff me alcanzó. Y ya no volví al rancho nunca más” (Clarice Starling al Doctor Lecter en El silencio de los corderos, de Jonathan Demme)

Cinco. “Sin ir más lejos, fíjate tú, el mundo árabe, lo mal que se ha portado conmigo, y yo eso, no me lo merezco (Candela a Pepa en Mujeres al borde de un ataque de nervios, de Pedro Almodovar)

Seis. “No puedes encontrar la paz evitando la vida” (Virginia Woolf a su esposo Leonard en Las horas, de Stephen Daldry)

Siete. “Estoy perdida, ¿eso tiene arreglo?” (Charlotte a Bob en Lost in translation, de Sofía Coppola)

Ocho. “Hijo de puta, hijo de puta. Puto gilipollas. ¿Quién coño se cree que es? Entro aquí… Usted no me conoce. No sabe quien soy. No sabe cómo es mi vida y tiene los huevos y la desvergüenza de hacerme preguntas sobre mi vida. ¡A la mierda! No me llame señora. Vengo aquí, les doy las recetas, las comprueban, hacen sus llamadas, sospechan, me hacen preguntas. La enfermedad me rodea, y ustedes me preguntan por mi vida. ¿Qué es lo que pasa? ¿Han visto la muerte en su cama? ¿En su casa? ¿Es que no tienen vergüenza? Y ustedes me hacen estas putas preguntas. ¡Chúpenme la polla! ¡Esto es lo que pasa! ¿Y usted me llama señora? ¡Joder, qué vergüenza! ¡Qué vergüenza! ¡Qué vergüenza los dos!” (Linda Partridge a dos farmacéuticos en Magnolia, de Paul Thomas Anderson)

Nueve. “No puedo seguir como estoy, Frankie. No después de lo que he vivido. He visto el mundo. La gente gritaba mi nombre. Bueno, no mi nombre sino aquél maldito nombre que tú me pusiste. Pero gritaban por mí. Me he visto en las revistas. ¿Piensas que alguna vez pude yo soñar con algo así? Pesé sólo dos libras al nacer. Papá me decía que luché para llegar a este mundo, y que lucharía cuando me fuese a ir. Y eso es lo que quiero hacer, Frankie. Quiero que lo hagas. He tenido lo que necesitaba. He tenido todo. No les dejes que me lo quiten ahora. No me dejes aquí postrada hasta que no pueda oír a la gente gritar mi nombre.” (Maggie a Frankie en Million Dollar Baby, de Clint Eastwood)

Diez. “Esa criatura (Frankenstein) está dentro de mí. Puedo reconocerme. Sé de qué esta hecha y el espíritu que la mueve. Todo viene de mí. Siempre he sido yo, desde mi nacimiento cuando maté a mi madre. Mucho antes de que ella empezara a vivir fuera de mí. No puedo detenerla.” (Mary Shelley a Lord Byron en Remando al viento, de Gonzalo Suárez)




Por cierto, ¿se nota que ellas hablan y hablan más? :P



Una película para mujeres desesperadas: Remando al viento, de Gonzalo Suárez

Un libro para mujeres desesperadas: Millenium I, II y III, de Stieg Larsson

Una canción para mujeres desesperadas: Is It A Crime, de Sade


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69 Comments:

Blogger ana dijo...

... ainssss... envidida corrosiva en mi alma por ese escenario que habitas. El agua del lago...

Y bueno, mujeres desesperadas; toda aquella circunstancia que ve en confrontación la faceta personal y la profesional. Risa floja cada vez que leo eso de la conciliación laboral y personal... jaaaaaaaaaaaaaaa. Cualquier escena que incluya esa confrontación es en sí misma desesperada, muy desesperada.

Mujer desesperada, Isak Dinesen a su vuelta de África.

"Para mi, la única cosa verdaderamente natural sería desaparecer junto con mi mundo africano; me parece una parte vital de mi misma en idéntica medida que mis ojos o que cualquier talento que yo pueda tener...
... resulta muy difícil contemplar toda una parte de la vida de una y decir que ya no queda nada de todo eso".

(...)

"En la estación de Samburu bajé del tren mientras echaban agua a la máquina y paseé con Farah por el andén. Desde allí, al suroeste, vi las colinas de Ngong. La noble ondulación de la montaña se alzaba sobre la tierra llana, toda azulada como el aire. Pero estaba tan lejos que los cuatro picos parecían insignificantes, apenas distinguibles y muy diferentes a como se les veía desde la granja. La silueta de la montaña fue borrada y nivelada lentamente por la mano de la distancia.

Tengo la sensación de que en el futuro, me encuentre donde me encuentre, me preguntaré siempre si estará lloviendo en Ngong".

octubre 08, 2009 3:26 p. m.  
Blogger BACCD dijo...

Así que ahora estás "ahí" (visto desde mi perspectiva)... Pues espero que lo estés disfrutando.

Justo ayer le estuve hablando a mi trasto sobre la historia de Frankenstein, la que escribió Mary Shelley, aclarando un poco las deformaciones que han sufrido la historia y sus personajes. Es que mañana nos vamos a ver una versión de Frankenstein en marionetas.

Muy buenas las citas de estas mujeres desesperadas, al igual que las de los hombres desesperados. Que uno se puede acabar desesperando igual, ya sea hombre o mujer, ¿no?

Besos

octubre 08, 2009 3:56 p. m.  
Blogger kamala dijo...

No es que hablen más. Es que hasta ahora, por causa o destino, las mujeres han tenido más motivo para la desesperación.

Saludos y envidia... Quien estuviera a la orilla de un lago tan literario y romántico, en el sentido más estricto del término... O simplemente, quien estuviera a la orilla de un lago

octubre 08, 2009 4:18 p. m.  
Blogger kamala dijo...

Y hablando de mujeres desesperadas, la gran obra en la que aparecen es, sin duda, La Celestina (esa Melibea que rompe con todo solo para "follar" -y uso esta palabra, porque es la que mejor encaja con lo que ocurre en el libro- con Calisto, aunque este sea bobo, y que una vez muerto este de una forma tan boba como él mismo, decide suicidarse... esa Celestina vieja, despreciada y lista, víctima y verdugo de todas las hipocresías de su época, que son casi casi las de la nuestra, y devorada siempre por sus propias pasiones... esa Areusa rebelde que prefiere ser puta antes que criada), y casi todas las grandes obras del Realismo decimonónico (Ana Karenina, Emma Bovary, Ana Ozores, Fortunata, Jacinta, Marianela...)

Y no pongo citas, que bastante largo me ha quedado ya esto sin citas.

Un beso

octubre 08, 2009 4:29 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Ana, es cierto que la cultura heredada hace que mujer esté más ligada a la casa y los hijos que los hombres. Pero hoy en día vemos que algunos movimientos feministas tratan de impedir que puedan darse custodias compartidas, o permisos de maternidades divididos 50/50 entre los dos cónyuges, o que los padres tengan derecho también al 50% de la ayuda de 2.000 euros. Y creo que no se puede nadar y guardar la ropa a la vez. Si se quiere luchar por una igualdad de oportunidades, también habrá que cambiar ciertos privilegios sociales, ya que, si no, se está justificando esa misma cultura heredada.

Memorias de África es una gran película, de las mejores. Claro que hay buenos guiones para mujeres, como éste. Brutal!

octubre 08, 2009 4:42 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Duschgel, tampoco te pilla tan lejos el lago Léman a ti ahora, seguramente seas la lectora más cercana :)

Frankenstein es una gran historia que habla del enfrentamiento del hombre contra Dios y sobre qué significa estar vivo. No podía salir más una historia de terror de eso, claro.

Besos!

octubre 08, 2009 4:43 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Kamala, no es el turismo lo que arrastró hasta esta parte del mundo, sino el trabajo. La verdad es que no he tenido tiempo para disfrutar nada, apenas de tomar nota mental para poder volver en otro tiempo, y remar. En cuanto a la desesperación, supongo que ésta no entiende más de estrógenos que de luchas perdidas e impotencias. Eso sí, quizás expresemos de manera diferente nuestra desesperación unos y otras. No podemos obviar tanta cultura milenaria.

Desde luego, la historia de la literatura está repleta de mujeres que han roto los moldes de lo políticamente correcto. Me he quedado con citas del cine, que siempre suelen ser más cortas y más contundentes (y, por tanto, más útiles para un medio de comunicación como es un blog). Pero tienes razón en que hay muchos personajes femeninos que son demoledores. Yo incluiría en tu lista algunas más, como Elizabeth Bennet, Margarita Gautier, Constance Chaterley, o la novísima revolución editorial, Lisbeth Salander.

Besos!

octubre 08, 2009 4:43 p. m.  
Blogger desconvencida dijo...

Buena selección la tuya de "mujeres desesperadas"...

El pasado Marzo estuve en Ginebra, visité el famoso lago y fue inevitable acordarme de la película de Gonzalo Suárez...

octubre 08, 2009 5:18 p. m.  
Blogger ana dijo...

Esa desesperación de la que hablas es otra... La lucha por estar al lado de unos hijos cuando hay una separación de por medio, el derecho a que una tipa no viva de tus rentas con su cuento, el derecho a convivir con los peques sin estar con el calendario, derecho a ser padre... eso es otra desesperación que hoy no toca. Es una desesperación masculina. Y por supuesto que estaría encantada de que fuera dinamitada. Ojalá fuera posible... hay mujeres desesperadas que además son unas cabronas. Y no es justo, cierto. NO ES JUSTO.

octubre 08, 2009 5:36 p. m.  
Anonymous El peletero dijo...

Apreciado Lagarto, no deben preocuparte las acusaciones de misoginia, las mejores y grandes misóginas de la historia siempre han sido mujeres, y mucho más si son lesbianas. Ahora recuerdo a la gran Patricia Highsmith y sus “Cuentos misóginos”

El primer diálogo de la humanidad fue el de una mujer desesperada:

”1 La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yahvé Dios había hecho. Y dijo a la mujer: «¿Cómo es que Dios os ha dicho: No comáis de ninguno de los árboles del jardín?» 2 Respondió la mujer a la serpiente: «Podemos comer del fruto de los árboles del jardín. 3 Mas del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios: No comáis de él, ni lo toquéis, so pena de muerte.» 4 Replicó la serpiente a la mujer: «De ninguna manera moriréis.5 Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal.» 6 Y como viese la mujer que el árbol era bueno para comer, apetecible a la vista y excelente para lograr sabiduría, tomó de su fruto y comió, y dio también a su marido, que igualmente comió. 7 Entonces se les abrieron a entrambos los ojos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos; y, cosiendo hojas de higuera, se hicieron unos ceñidores.
8 Oyeron luego el ruido de los pasos de Yahvé Dios que se paseaba por el jardín a la hora de la brisa, y el hombre y su mujer se ocultaron de la vista de Yahvé Dios por entre los árboles del jardín.9 Yahvé Dios llamó al hombre y le dijo: «¿Dónde estás?» 10 Éste contestó: «Te he oído andar por el jardín y he tenido miedo, porque estoy desnudo; por eso me he escondido.» 11 Él replicó: «¿Quién te ha hecho ver que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?» 12 Dijo el hombre: «La mujer que me diste por compañera me dio del árbol y comí.» 13 Dijo, pues, Yahvé Dios a la mujer: «¿Por qué lo has hecho?» Contestó la mujer: «La serpiente me sedujo, y comí.»2


Saludos.

octubre 08, 2009 5:54 p. m.  
Anonymous El peletero dijo...

"Memorias de África" es una buena película con un muy buen guión, pero mejor es el libro que escribió la que se hacía llamar como Isak Dinesen.

Saludos

octubre 08, 2009 6:02 p. m.  
Blogger Food and Drugs dijo...

Pues yo, siendo sincero, he de decir que apenas presto atención a los diálogos de las mujeres en las películas.
Habrá quien diga que eso es machismo, pero yo no lo hago por misoginia ni antipatía, ni por rechazo al intelecto femenino (!Dios me libre!) Más bien, al contrario, yo creo que me fijo más en lo que dicen los actores (masculinos), por ese interes natural de buscar un modelo a imitar.
Y la cosa es sin embargo irónica, puesto que la única frase que se me viene ahora a la cabeza es la de Lo que el viento se llevó (Señorita Escarlata, señorita Escarlata...)
;-)

octubre 08, 2009 6:34 p. m.  
Blogger Raquel dijo...

Qué suerte visitar Suiza, aunque sea por trabajo.
Me apasiona "Frankenstein" y por supuesto su autora y toda la historia que rodea al libro. Es una de las historias que más me gustan y me entristecen de la historia de la literatura y del cine.
Me gustan la primera frase, pero es porque me he visto "Tesis" una veintena de veces y me sigue gustando; es una de las películas de Amenabar que más me gustan.
Y la última. Me conmueve la histora de Mary Shelley, su sentimiento de culpa por la muerte de su madre. Me llama la atención fuera una mujer tan liberal para su época.
Un saludo, NoSurrender.

octubre 08, 2009 6:43 p. m.  
Blogger Angeles dijo...

Hola Lagarto, es posible que mi argumentación sea demasiado simple, pero yo creo que la desesperación no tiene sexo ni edad, eso si, tiene raíces culturales, tiene maneras aprendidas o no por el tiempo, tiene sentimientos intensos, callados, o no, tampoco se necesita un patrón para estar desesperado, en definitiva, tiene múltiples variantes y formas de expresión, pero en ninguna de ellas creo que sea determinante el género sexual; solo hay que ver en Oriente las muestras de desesperación masculina, (Atentados, desastres naturales, guerras….) y comprobar que la desesperación los hombres (La fisica) es fácilmente comparable a la de las mujeres en otros lugares del mundo, donde los hombres por motivos culturales, se muestran aparentemente mucho más fríos y reticentes a demostrar sentimientos intensos en publico.

Yo me quedo con el ultimo dialogo de la película “Con faldas y a lo loco” y como el personaje de Jak Lemon es un hombre que actúa como si fuese una mujer, creo que la frase sirve para los dos géneros.

—He hablado con mamá por teléfono, ha llorado de felicidad. Desea que lleves su traje de novia con encajes blancos
— Osgood, no puedo casarme con el traje de tu madre, ella y yo no tenemos el mismo cuerpo
— Haremos que lo arreglen
— ¡No lo harás!. Mira, Osgood debo decirte la verdad. No podemos casarnos
— ¿Por qué no?
— Bueno, en realidad no soy rubia
— No importa
— Y además fumo. Fumo como un carretero
— A mí no me molesta
— Y tengo un pasado muy agitado. Desde hace tres años vivo con un saxofonista.
— Te perdono.
— Y nunca podré tener hijos.
— Los adoptaremos.
— ¿Pero es que no me comprendes?: ¡soy un hombre!.
— Nadie es perfecto.

Un beso (El chocolate suizo mmmmmm……)

octubre 08, 2009 7:01 p. m.  
Blogger Mcartney dijo...

"...En vista de que no tengo conocimientos legales y Ed estaba perdiendo la confianza en el sistema, he hecho unos cuantos favores sexuales: 634 mamadas en 5 días ............ Uff, que cansada estoy!!!! ,,,,"
(Julia Roberts en "Erin Brokocivh")

octubre 08, 2009 7:27 p. m.  
Anonymous MK dijo...

El otro día me puse a pensar en frases de mujeres desesperadas en el cine , en cuanto leí tu anterior post.Y recordé algunas haciendo la cena.
Las busco otro día , vale?.

Ahora sólo entro para recomendarte que no dejes de ver "Si la cosa funciona".
Cuanto antes mejor . Debe hacer frío ya en el lago Léman , no?.
Disfrútalo ,en Barcelona hace un calor terrible.
Besos recien salidos del cine.
Te encantará. En la linea de "Hanna y sus hermanas" y "Annie Hall".
¿Seguro que no es un cliché eso de que nosotras hablamos , y hablamos más?
:-P

octubre 08, 2009 8:22 p. m.  
Blogger Brisuón Çafrén dijo...

Me estás haciendo daño Pablo. Y me estoy cansando. Y quiero que sepas que si me he follado a cincuenta o cien o a dos mil, es porque no he encontrado a nadie que me quiera como yo lo necesito. Porque yo necesito una persona que me quiera siempre. Que me quiera por la mañana, que me quiera por la noche, que me quiera siempre, pase lo que pase. Siempre. Y si no me quiere, me muero. ¿No lo entiendes? El día que dejes de odiarte, me vas a necesitar Pablo. Pero si me quieres ten cuidado, porque igual para cuando te des cuenta yo ya no estoy aquí.



Lucía a Pablo en la impresionante secuencia de Penélope Cruz en la maravillosa, Todo es mentira.

octubre 08, 2009 10:18 p. m.  
Blogger Brisuón Çafrén dijo...

Por cierto Lagarto, yo escribo de suiza y usted se va allí.

Disfrute del paisaje y cuidado si tiene algún delitillo pasado con la justicia yankye

octubre 08, 2009 10:20 p. m.  
Blogger Tesa dijo...

"Se burlaron de mí, todos se burlaron de mí"

Carrie White (Sissy Spacek), después de prender fuego al Instituto.

octubre 09, 2009 2:31 a. m.  
Blogger JOAKO dijo...

Todo el mundo piensa que la última frase de "Lo que el viento se llevó" es el célebre "Francamente querida, eso no me importa" que le dice Red Butler a Scarlett...¡pero no es así!, la última frase la pronuncia Scarlett O`hara y es, "No debería dejarle ir...no...habrá algún medio para hacerle volver...ahora no puedo pensar en ello me volvería loca si lo hiciera, ya lo pensaré mañana...pero no tengo más remedio, no tengo más remedio que pensarlo, ¿qué podría hacer yo?, ¡qué me importa ya nada!(...)Tara es mi hogar,iré a mi casa e idearé algo para hacerle volver,realmente mañana será otro día. ",Dejando de lado lo antipatico del personaje, está desesperada, puesto que todos sabemos que Red no volverá con ella.

octubre 09, 2009 9:15 a. m.  
Blogger Soy ficción dijo...

“Rezas para que esta sea tú vida sin ti.
Rezas para que las niñas quieran a esta mujer que se llama como tú y para que tu marido acabe por quererla.
Para que vivan en la casa de al lado y las niñas usen el remolque para jugar a las muñecas y apenas recuerden a su madre que dormía de día y las llevaba de viaje en canoa.
Rezas para que tengan momentos de felicidad tan intensos que cualquier pena parezca pequeña a su lado.
Rezas a no sabes qué ni a quién, pero rezas, y no sientes nostalgia por la vida que no tendrás, porque para entonces habrás muerto, y los muertos no sienten nada.
Ni siquiera nostalgia. “



Ann en Mi vida sin mi.

Y si, parece que hablamos más, pero eso es porque nos esforzamos más en ser entendidad :P

octubre 09, 2009 10:34 a. m.  
Blogger Merce dijo...

El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos.
Ingrid Bergman en Casablanca.

No sé si ésta vale:
Ohhh, soy un hombre.
Jack Lemmon en "Con faldas y a lo loco"

Besos.

Y sí, hablamos más.

octubre 09, 2009 12:28 p. m.  
Blogger Dante Bertini dijo...

no me importaría ser uno de los "evadidos" del lago Léman...en mis días oscuros pienso que me gustaría acostarme allí, en alguna de sus orillas vegetales, y pasar suavemente al silencio definitivo.
Salud!

octubre 09, 2009 1:01 p. m.  
Blogger Sintagma in Blue dijo...

Qué envidia saberte allí...

octubre 09, 2009 1:39 p. m.  
Blogger la jardinera dijo...

Vaya, ¡qué casualidad! Encima de la mesa donde escribo tengo un ejemplar de Frankenstein. Mi chico de 15 años lo está leyendo para hacer un trabajo en el instituto.
Por cierto, ¿qué película me aconsejas que consigamos de Frankenstein? ¿Cuál es la más fiel al libro de Mary Shelley?

Ya me dirás algo...

Mientras, besos,

octubre 09, 2009 7:44 p. m.  
Blogger RBC dijo...

"Tenemos más o menos la misma edad, nos hemos encontrado en el medio"

Daysi a Benjamin en El Curioso Caso de Benjamin Button

octubre 10, 2009 1:43 a. m.  
Blogger panterablanca dijo...

Amor mío, te sigo esperando, cuanto dura un día en la oscuridad. El fuego se ha apagado. Empiezo a sentir un frío espantoso, debería arrastrarme al exterior pero entonces me abrasaría el Sol. Temo malgastar la luz mirando las pinturas y escribiendo estas palabras. Morimos, morimos, morimos ricos en amantes y tribus y sabores que degustamos en cuerpos en los que nos sumergimos como si nadáramos en un río, miedos en los que nos escondimos como esta triste gruta. Quiero todas esas marcas en mi cuerpo, nosotros somos los países auténticos, no las fronteras trazadas en los mapas con nombres de hombres poderosos. Se que vendrás y me llevarás al palacio de los vientos. Sólo eso he deseado, recorrer un lugar como ese contigo, con nuestros amigos, una tierra sin mapas. La lámpara se ha apagado... y estoy escribiendo a oscuras...

Katharine Clifton en "El paciente inglés". En esta película, todo me parece desesperado, los amantes, el marido, los amigos que se creen traicionados, el amor...

octubre 10, 2009 2:55 a. m.  
Blogger Vivian dijo...

Me encanta “Remando al viento”, una de esas películas capaz de transmitir esa atmósfera literaria que envuelve a los protagonistas, debe ser una gozada poder disfrutar de los paisajes que muestra la película.
Me gustó mucho esta entrada sobre “mujeres desesperadas de cine”.
Acabo de descubrir este blog, me encantó.

Un saludo

octubre 10, 2009 8:33 p. m.  
Anonymous lula Fortune dijo...

Vaya, por lo que he leído, hay mucha gente rondando a Frankenstein. Incluso yo, aunque de refilón, estaba buscando "Remando al viento", pero está descatalogada, gran palabra. Tendrá que cometer una ilegalidad:P

Yo también voy a aportar una mujer desesperadísima: Beatrix Kidoo (http://lulafortune.blogspot.com/2009/10/una-semana-dura.html).

Nos contarás algo a tu vuelta ¿verdad?
Un montón de besos.

octubre 10, 2009 10:52 p. m.  
Blogger Gemmayla dijo...

Enhorabuena, NoS. por "el marco incomparable" - topicazo que no se puede decir, pero que digo - y que ojalá fuese impagable, inabarcable e infinito. En una palabra, larga, intensa y maravillosa estancia para ti y compañía en este lugar idílico.
Es cierto que las mujeres hablamos más que los hombres. Es cosa de tener desarrollada esa parte del cerebro de tantos siglos gritando a la prole "Niño, deja ya de joder con la pelota..Niña, eso no se hace, eso no se dice, seo no se toca". Además está demostrado que las mujeres pensamos en voz alta y que el timbre de voz de las mujeres molesta a muchos hombres y a muchas mujeres. No lo digo yo. Lo dicen rigurosos y sesudos estudios británicos. Y es que el machismo es una lacra social que alcanza a todos los estamentos. ¡Figúrate gastar el dinero en ese tipo de estudios para demostrar que las mujeres hablamos en general demasiado y que nuestro timbre de voz es exasperante e irritante! No hacía falta. Eso ya lo sabemos las propias mujeres. No nos escucha la prole y la pareja masculina parece tener un tapón de cera blindado en los tímpanos. Cuando hay un corrillo reunido de mujeres se escucha su parloteo en los confines del barrio. Si el corrillo es de hombres, bien se encargan los varones de que no se entere ni Dior de que se han reunido, donde se han reunido y por qué o para qué se celebra tan elevado y masónico simposio. Las esposas o parejas femenidas de los respectivos podrán tirarse semanas intentando indagar, saber, que se elucubró y maquinó en aquel corrillo masculino, que nunca lo sabrán. Top secret. En general, el mundo femenino es claro, diáfano y a puertas abiertas y el masculino es como un "conciábulo" vedado al gineceo. ¡Eso es lo que exaspera y desespera a las mujeres! ¡Tanto misterio y secreto! .Cuando seguramente los caballeros estuvieron como no, hablando de mujeres, coches y fútbol..Juasjuas.

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Muy feliz puente a "evribodi" !!!

octubre 11, 2009 11:32 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Desconvencida, en tu página sí que se puede encontrar una buena selección de enormes diálogos. En cuanto a Ginebra, he tenido tanto trabajo, que creo que conozco mejor la zona por lo que vi en esa película que por lo que ha estado a mi alcance estos días.


Tienes razón, Ana. Que estamos yendo por partes y hoy tocaban mujeres :) Sólo quería hacer hincapié en que, en la sociedad, muchas veces los fenómenos vienen acompañados unos de otros, como por paquetes. Besos.

octubre 11, 2009 12:51 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Desde luego, Peletero. No dudo de que la misoginia pueda extenderse entre mujeres. Además, es muy probable que, para la mayoría de los que por aquí leemos, sea nuestra abuela la persona más machista que conozcamos.

Ese primer diálogo de Eva y Adán tiene también una fuerte carga machista. Y así los judeocristianos explican el mundo: estábamos de puta madre hasta que dejamos que Eva tomara una decisión... :)

Gracias por tu respuesta en el anterior post. Y tienes toda la razón: las palabras son un invento como la rueda. Quizás la poesía trasciende el mero uso del lenguaje, pero eso tampoco contradice a Wittgenstein.

Salud!

octubre 11, 2009 12:51 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Fod & Drugs, entiendo lo que dices. El cine nos sirve para vivir vidas vicarias, y siempre tendemos a buscar ese punto de identificación con el personaje y el sexo de éste muchas veces nos condiciona. Incluso sentimos ante una misma escena una emoción diferente dependiendo de nuestro sexo, a veces. Pero cuando el guión es bueno de verdad, eso no pasa. Por ejemplo, estoy seguro de que todos sentimos la empatía con Thelma y Loius y todas la sienten con el hombre que pudo reinar. Salud!



Raquel, Frankenstein es una gran historia romántica. Creo que el romanticismo inglés y alemán están muy por encima del español o incluso el francés (aunque no sé qué pensará de esto Kamala:) ) Me encanta Tesis, es una gran película. Esta tarde iré a ver Ágora, espero que no me decepcione. Un saludo!

octubre 11, 2009 12:51 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Petita, pienso igual que tú: la desesperación no tiene sexo pero se expresa de acuerdo a valores culturales, en los que indudablemente el género juega un papel fundamental. En casi todas las culturas -sobretodo en las monoteístas- mostrar emociones se considera un signo de debilidad, ergo del sexo débil a quien se le impide el acceso al poder. Y es que desnudar el alma puede ser tan peligroso como mostrar todas las cartas en una partida de póquer.

Gracias a Dios, la literatura pasa por encima de la cultura del miedo de manera recurrente. Como con el señor y la señora Macbeth, que alteran la tradición cultural en este sentido llegando a la vez al corazón de todo el mundo.

Me encanta Wilder, y ese diálogo es genial. Claro que sí :)

Besos!

octubre 11, 2009 12:51 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Mcartney, no he visto Erin Brokocivh, pero desde luego que el personaje debía de estar agotada, no sé cómo todavía podía articular palabra :P


MK, me han hablado bien de “Si la cosa funciona”. La veré, como he visto todas las de Woody Allen. Por el momento, esta tarde toca Ágora, que estoy con los niños y les apetece más. Hacía mejor tiempo en Ginebra que en Madrid, donde llovía sin parar cuando llegué la otra noche. Besos!

octubre 11, 2009 12:52 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Brisuón, vemos que coincidimos en apreciar esa comedia de Álvaro Fernández Armero. Debe haber algo generacional en ello, pero además es que tiene mucha gracia y mucha frescura, sin duda. No tenía ningún pendiente delito con los yankis, gracias a Dios. He ido con tantas prisas que ni siquiera me ha dado tiempo a robar el gel de la ducha del hotel, una costumbre muy arraigada en mí. Salud!



Pobre Carrie, Tesa. Y pobres los que vimos esa película siendo aún niños, que daba un miedo terrible :)

octubre 11, 2009 12:52 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Joako, Lo que el viento se llevó es todo un clásico. Y probablemente el papel de Scarlett es, junto con el de Blanche de Un tranvía llamado deseo, el más clásico al que toda actriz quiere enfrentarse, con esos monólogos tan buenos como el que has traído aquí. Quizás he visto poco y mal esa película, pero la verdad es que no es el clásico que más me ha conmovido. Me quedo con Blanche :)


Nausicaa, pensé en poner alguna frase de mi vida sin mí. Hay varias, y todas de una intensidad brutal, como la que traes aquí. Pero tenía ya varias españolas y tuve que seleccionar. Me alegro mucho de que hayas traído aquí a Coixet, porque se lo merece sin duda. Un beso!

octubre 11, 2009 12:52 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Merce, puse esa frase la semana pasada, pensando que era Rick quien se lo decía a Ilsa, pero me has hecho recomprobarlo y estaba yo equivocado. Me alegro de que Ilsa tenga frases así de contundentes en Casablanca, a pesar de la enorme fuerza que tiene el papel de Rick. Besos!


Dante, si algún día lo haces, no olvides llenar bien la cuenta corriente antes, que allí todo es carísimo. Ese lago es precioso, y rebosa romanticismo decimonónico por cada costado. Salud!

octubre 11, 2009 12:52 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Sintagma, ya estoy de vuelta en Madrid, con más trabajo y menos horas de sueño acumulados. Qué ganas de viajar por turismo...


Jardinera, hay muchísimas películas sobre el Frankenstein de Shelley. No las he vsto todas, pero quitando Remando al viento (que no va sobre la novela sino sobre cómo se crea la novela), creo que la de Kenneth Branagh con Robert De Niro haciendo de monstruo es la más fiel. Besos!

octubre 11, 2009 12:53 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

RBC, desde luego, el encuentro con Benjamin Button en medio del camino es desesperante, ya que cada vez serán más diferentes. Yo estoy feliz de hacerme mayor y con los que quiero, vivir esa aventura juntos.


Pantera, me gustó mucho esa película y ese personaje. Y no daba un céntimo por ella cuando la vi (supongo que por la rabia que me dio que le arrebatara aquel año el oscar a películas que me habían gustado más, como Fargo o Michael Collins). Me gustan esas sorpresas. Besos.

octubre 11, 2009 12:53 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Vivian, gracias por pasarte por aquí. En esos paisajes, no se me iba la película de la cabeza, no. Incluso me daban ganas de salir a navegar y cantar la canción de las montañas albanesas :) Un saludo!


Lula, yo la tengo en casa. La compré en la FNAC sin ningún problema, claro que hace ya años de eso. Comete un ilegalidad, entonces. Pero date prisa en hacerlo, que parece que en España quieren seguir los pasos de Francia en la persecución de la piratería. Desde luego, Tarantino es un genio escribiendo sobre hombres y mujeres desesperados. Bicos!

octubre 11, 2009 12:53 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Gemmayla, la compañía en el viaje no ha sido muy estimulante, la verdad. Se trataba de un viaje de trabajo y he procurado estar solo el mayor tiempo posible. No se parece en nada viajar por gusto a viajar por trabajo, ay.

Desconozco los estudios británicos al respecto, pero, para mí, no hay cosa más desagradable que encontrar un grupo de mujeres celebrando una despedida de soltera, eso sí que es desesperante. Pero la última vez que me ha desesperado algo así fue el pasado fin de semana. Y se trataba de hombres hablando del Real Madrid, con un tono de voz que podría poner en alerta a los bomberos y una profundidad en los argumentos que sonrojaba. En fin, que hay de todo, gracias a Dios.

Me alegro que de estés ya mejor. Besos.

octubre 11, 2009 12:54 p. m.  
Blogger Novicia Dalila dijo...

Yo creo que es 50% genético y 50% herencia social...

Un beso, Nosu

octubre 11, 2009 1:26 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

He disfrutado mucho con la trilogía de Larsson, quizás porque la he visto más como un reportaje periodística, una denuncia política, que como una historia de hombres que no aman a las mujeres. Es cierto que lo es, pero creo que en menor medida que como nos lo han vendido. Los títulos, a veces, son engañosos.

Shelley era una desesperada (cómo no con el plasta de Keats a su lado? je je) y su Frankestein es una gran novela. El siglo XIX es el siglo de la novela, tal vez porque, por fin, la importancia del individuo, hombre o mujer, se materializa claramente en el arte.

En fin... está claro que estamos todos mu desesperaítos¡

Un besazo, Lagarto

octubre 11, 2009 1:29 p. m.  
Blogger atikus dijo...

Ellas hablan mas y bailan mas, ayer estaba en una fiesta ...todas hablaban y bailaba...yo me puse depie un momento a medio moverme ...sólo para hacer de buitre (hasta que bebi lo suficiente como para bailar, y cuando cambiaron a una música decente claro)

En cuanto a frases la última...me quedo con la última.

Añadiría una algo dudosa, en cuanto a su sexo....:

Jerry (como Daphne): ¡No me comprendes Osgood! Aaah... ¡Soy un hombre!" / Osgood: "Bueno, nadie es perfecto.


SAlud!

octubre 11, 2009 7:30 p. m.  
Blogger Inma Luna dijo...

Eres magnífico, Lagarto, en serio te lo digo. Me dejas boquiabierta con los tesoros que encuentras. Nadie diría que todo esto que ves, anda por ahí, al alcance de cualquiera. Besitos.

octubre 11, 2009 9:10 p. m.  
Anonymous El peletero dijo...

Apreciado Lagarto, no confundamos machismo con misoginia, hablando de palabras cada una sirve para cosas diferentes y debemos usarlas de manera correcta.

No creo que sea correcto decir que nuestras abuelas, al menos las mías no, fueran machistas, eran otra cosa, pero machistas no.

Además, machismo no es lo contrario de feminismo, en todo caso de "feminitis", pero las palabras siempres se usan mal. Es una pena si queremos entendernos.

Gracias por tu amabilidad.

Saludos

octubre 11, 2009 11:44 p. m.  
Blogger Shandy dijo...

"Recuerdo la primera vez que quise morir. Tenía siete años. Me encerré en el cuarto de baño.Estaba sentada en el váter. Abrí el grifo del agua caliente. Cerré los ojos. Mi hermano no dejaba de golpear la puerta.
Cuando salgas te mataré,decía el muy salvaje.
No podrás, pensé. Porque ya estoy muerta".

"No quiero amar, para evitar dejar de ser amada".
Deja que la vida llueva sobre mí, Nuria Amat.

Toda la novela de esta catalana es para mujeres y hombres desesperados, No Surrender. Te recomiendo su lectura.

La deseperación, como la esperanza, no entiende de sexo ni de género. Todos en algún momento tenemos el sexo "politicamente incorrecto" ante las miradas miopes.
Me gusta mucho el texto que escogiste de Million dollar baby. Sí refleja la terrible desesperación y falta de esperanza. Porque
"Nadie se mata por un arrebato de locura, sino por un exceso de insoportable clarividencia"(Nuria Amat).

Frankestein de Mary Shelley es también un grito de desesperación por el amor. La falta de amor, el rechazo de los que le rodean, es lo que le acabará convirtiendo en un monstruo de verdad. Le conduce a una soledad insoportable.Es también la víctima del delirio de un loco que quiere ser un "dios". Un libro magnífico que poco tiene que ver con la mayoría de las películas que han recreado el mito. Hay una en blanco y negro (no recuerdo de quien) que me parece la mejor porque recoge a ese personaje solitario y deseperado que necesita que le quieran. Y sólo un ciego, que no puede ver su fealdad, y unos niños son capaces de acercársele.
"Remando al viento", me encanta su estética y la historia que cuenta.

Un beso. Y te presto mis ojos para admirar ese maravilla de paisaje.


Lagarto, te presto mis ojos para contemplar ese maravilloso paisaje del lago Leman.

octubre 12, 2009 1:10 p. m.  
Blogger Antígona dijo...

Muy buena su selección de frases de mujeres desesperadas, doctor Lagarto. Y esta vez puedo recordar en cada una de ellas -excepto en la de la película “Carta de una desconocida”, la única que no he visto-, la escena que las enmarca, y en todos los casos leerlas en su blog me ha conmovido de alguna manera. A través de la risa, con la genial valoración de María Barranco sobre el mundo árabe. A través del miedo, con el sobrio terror de Ángela en Tesis. O con las diferentes clases de desesperación que expresan cada una de las protagonistas que aparecen en este post, desesperadas todas ellas por motivos muy distintos, pero que quedan perfectamente perfilados en las frases que ha escogido.

Quizá de todas ellas me conmueva especialmente el personaje de Maggie, tan lúcida en su determinación de morir y en las razones que sustentan esa determinación, tan capaz de expresarlo con esa claridad y contundencia, para que Frankie acceda finalmente a ponerse en su lugar y comprenda que el mayor acto de amor que puede hacer por ella es ceder a su deseo y apartar de sí el egoísmo de querer preservarla a su lado. Pero es que Maggie es puro corazón y siempre habla y actúa con el corazón en la mano.

También con la frase de Virginia Woolf en “Las horas” se me ponen los pelillos de punta, otra mujer desesperada cuya desesperación procede tanto de la necesidad de elegir la muerte, lo que acabará matándola, para vivir como ella desea, como de la incomprensión que esa elección genera en su marido. A la que usted ha puesto añadiría esta otra frase que le dice a su marido en la estación, cuando precisamente trata de convencerle de que prefiere una vida corta pero con sentido, con el sentido que ella pretende darle, que la muerte en vida que para ella supone sobrevivir en la campiña: “Te juro, Leonard, que desearía poder ser feliz en esta quietud. Pero si tengo que elegir entre Richmond y la muerte, elijo la muerte”.

Y aquí le dejo un par de aportaciones más:

La primera es de esta misma película, “Las horas”, pero del personaje que interpreta Julianne Moore y cuyo nombre no recuerdo, otra mujer desesperada por su imposibilidad de amoldarse a su papel de esposa y madre: “¿Acaso es posible arrepentirse cuando no hay alternativa?”.

La segunda, de “La vida secreta de las palabras”, de Isabel Coixet, cuando, prácticamente al final de la película, Hannah explica a Joseph, entre lágrimas, por qué rechaza su petición de irse con él: “Porque si decidiéramos irnos a algún lugar juntos me da miedo que un día… hoy no quizás… quizás… quizás mañana tampoco… pero un día de repente puede que empiece a llorar y llorar y llore tanto que nada ni nadie pueda pararme y que las lagrimas llenen la habitación y que me falte el aire y que te arrastre conmigo y que nos ahoguemos los dos”. Menos mal que Joseph responde: “Aprenderé a nadar, Hannah”.

En cuanto a su apreciación de que las mujeres hablamos más que los hombres, ejem, me temo que su elección de citas ha sido bastante capciosa :P Precisamente en “La vida secreta de las palabras” el personaje de Joseph habla infinitamente más que Hannah en toda la película. Y, si hace usted memoria, la frase que escogió en el post anterior del Coronel Kurtz en “Apocalyse now” no es más que un “recorte” del largo speech que allí se marca y que, si me lo permite, le transcribiré a continuación (en el siguiente comment):

octubre 12, 2009 1:13 p. m.  
Blogger Antígona dijo...

"He visto horrores, horrores que tú has visto. Pero no tienes derecho a llamarme asesino. Tienes derecho a matarme. Tienes derecho a hacerlo. Pero no tienes ningún derecho a juzgarme.
Es imposible describir con palabras lo que esto significa para los que no saben qué es el horror. Horror. El horror tiene cara. Y uno debe familiarizarse con él. El horror, y el terror moral, son tus amigos. De lo contrario, se convierten en enemigos espantosos. En enemigos de verdad.
Me acuerdo cuando estaba en la fuerza especial. Parece que han pasado mil siglos. Fuimos a un campamento a vacunar a unos niños. Dejamos el campamento después de vacunarlos a todos contra la polio. Un viejo vino tras nosotros, llorando, sin decir nada. Volvimos atrás. Ellos habían vuelto y cortado los brazos vacunados. Allí había una enorme pila de pequeños brazos. Y recuerdo también que yo, yo, lloré como un niño. Sí, como un niño. Quería arrancarme los dientes. No sé lo que quería hacer. Y me esfuerzo por recordarlo. No quiero olvidarlo nunca. No quiero olvidar.
En ese momento vi claro, como si me hubieran disparado con un diamante, con una bala de diamante en la frente. Y pensé: ¡Dios mío, qué genialidad! El genio, la voluntad de hacer eso. Perfecto, genuino, cristalino, completo, puro. Y entonces me di cuenta de que ellos eran más fuertes porque lo soportaban. No eran monstruos, eran hombres, cuadros entrenados. Estos hombres, que luchan con corazón, que tienen familia, hijos, que están llenos de amor, que han tenido la fuerza, ¡la fuerza!, de hacer eso. Si contara con diez divisiones de esos hombres, nuestros problemas quedarían resueltos en el acto. Se precisan hombres con moral, y que al mismo tiempo sepan utilizar sus instintos primordiales para matar. Sin sentimientos, sin pasión. Sin juicio, sin ningún juicio. Porque es el juicio lo que nos derrota".

¿Así que las mujeres hablamos más que los hombres? Venga ya! :P

Un beso, doctor Lagarto!

octubre 12, 2009 1:14 p. m.  
Blogger Agnes dijo...

Definitivamente adoro leerte.
Maravillosa selección de hombres y mujeres desesperados y desesperadas.
Claro que hay una de casos donde la realidad supera el guión de cine, y si pones las frases en un guión creo que sonarian a sobreactuación.

Saludos lagarto.

p.s. descubrí tu blog justo cuando estaba leyendo Detectives Salvajes y me demoré en caer en cuenta del apellido de tu blog.

octubre 12, 2009 8:34 p. m.  
Blogger Margot dijo...

Ummm, por alusiones, mire que es usted susceptible con el tema de la misoginia, señor Lagarto... jeje.

Volviendo al tema, sus frases me encantan, incluso yo misma (portadora de otro sexo, no sé si políticamente correcto o descabalado, hallado en mi cerebro más que entre mis piernas la mayor parte de las veces, aunque de todo hay en ocasiones) podría rubricar cada palabra y película, tanto como usted mismo.

Lamentablemente no sucede igual con la apreciación de los libros y la canción... para mi gusto existen ejemplos más ajustados a la desesperación femenina, digamos... algo menos evidente y fácil de digerir?
En libros cualquiera de Joyce Carol hubiera bastado, se me ocurre, incluso de Laforet para dejarlo todo en casita si el terruño nos tira. Y en canciones "Maria de la O" la hubiera visto más acertada o si su gusto fuera de menos tronío, podríamos citar cualquier melodía tarareada por Billie Holiday... En fin, digamos que para gustos se hicieron los colores, ya... Hablo desde mi postura de mujer desesperada, que alguna vez lo fue, eso también.

Y en cuanto a diálogos, lamento mi falta de memoria, pero se me ocurre que cualquiera de los presentados en la película de Rodrigo García Marquez "Nueve mujeres" podría servir. Y seguiría ganando por goleada la visión de "ellos", ays, ya...

Sí, sí que hablo, cachis!!

Besos espero que no desesperantes.

octubre 13, 2009 10:47 a. m.  
Anonymous Diciembre dijo...

Tenía yo unos 12 años cuando vi el Frankenstein de James Whale Me impactó profundamente el personaje, magistralmente interpretado por el gran Boris Karloff. Siempre me pareció un monstruo ‘bueno’, al que la aversión y hostilidad de las gentes que lo rechazaban y se alejaban de él con repugnancia, provocó su ansia criminal y le convirtieron en un ser violento y asocial. La escena con la niña me parece enormemente tierna y terrible a la vez. Me conmueven su desesperación y miedo al comprobar que la pequeña no flota, al igual que las flores...

El lago Léman debe ser realmente inspirador, aunque deja un sabor agridulce conocer la serie de desgracias sufridas por los verdaderos escritores en la vida real. También el hecho de que murieran a edades tan tempranas. Una vez mas la leyenda de los grandes de la poesía, se alimenta de desgracias..., me recuerda a la historia del rock...

Por cierto, que buenas tus citas!, tienen mucha miga.

Yo he recordado ésta otra:

Al hacer el amor estaba haciendo retroceder a la muerte.
(Meryl Streep en La decisión de Sophie)

Besos

octubre 13, 2009 12:58 p. m.  
Anonymous MK dijo...

'El amor es que te vengan a buscar a la salida del trabajo' (Princesas).

octubre 13, 2009 9:34 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Ay, Dalila, me temo que yo cada vez creo menos en lo biológico. ¿Qué tiene que ver el ser humano con lo biológico, cuando se ha separado ya tanto de ello? Creo que ya tengo tema para el siguiente post :) Besos y gracias por la inspiración


Atikus, hace siglos que no estoy en una fiesta con gente bailando. ¿Siguen llevándose los vasos de plástico y los cuencos de patatas fritas? Veo que este post os ha recordado a varios Con faldas y a lo loco. Me alegro de tener esa referencia tan genial. Salud!

octubre 14, 2009 6:11 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Los Pasos, a mí me parece una novela interesante, más por todo lo que plantea que por cómo lo plantea. Es un libro de acción, donde no hay mucho lugar para la reflexión pero sí para ver ciertos espejos de nuestra sociedad. El título es muy engañoso, desde luego.

En cuanto al siglo de novela, el sXIX, estoy de acuerdo contigo. La llegada en el sXX primero del cine y después de la televisión, y la culminación que Tolstoi, Dickens o Stendhal supusieron para la novela, cambiaron mucho la actitud de los escritores. Aún así, el sXX nos ha dado a Proust, Mann, Borges o Bolaño. Supongo que las agonías no dejan de ser muy literarias :)

Besos!

octubre 14, 2009 6:11 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Inma, que me sonrojas :) Los magníficos son los que escribieron esos guiones y las actrices que supieron marcarlos a fuego en nuestras tripas. Besos!



No he leído a Nuria Amat, Shandy. Pero si a ti te gusta me parece ya una buena referencia. La literatura está llena de grandes mujeres desesperadas, sin duda. Quizás un día hablemos de ellas, también. No toda la vida es cine :) Me alegro de que te guste Remando al viento y la temática de la Criatura tanto como a mí. Besos!

octubre 14, 2009 6:11 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Peletero, no pretendía confundir misoginia con machismo, quizás he redactado mal.

Pienso que la misoginia está presente desde el principio del génesis, y que el machismo es una derivada cultural de todo ello. Tampoco pienso, claro está, que el feminismo sea lo contrario del machismo, sino más bien una derivada dialéctica del propio machismo. Y pienso que muchas abuelas son herederas de esa cultura católica y patriarcal que derivó, entre otras cosas, en machismo. ¿Nadie ha visto una abuela diciendo a su nieto “no te levantes tú a quitar la mesa, que lo haga tu hermana” y cosas así? Eso me parece más machista que misógino.

Gracias por comentar. Un saludo!

octubre 14, 2009 6:12 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Doctora Antígona, me alegro de que le haya gustado esta pequeña selección. Es curioso como la desesperación nos puede arrastrar tanto al miedo como a la risa. El drama y la comedia, como decía aquella película de Woody Allen, no son más que formas de mirar la misma cosa.

La película Las Horas está llena de desgarradores diálogos en las tres protagonistas. Es una película muy dura y de temática muy dura. Me gustó, me alegro de haberla visto. Pero no quiero volver a verla, es demasiado dolorosa. Y, con lo que a mí me gusta esa parte tan aristocrática de Londres, Richmond, con esos pubs sobre el río Támesis… :P

Touché respecto al chiste fácil que he hecho con eso de que las mujeres hablan más. Pero al menos reconozcamos que el coronel Kurtz jamás pidió al capitán Willard que le acompañara al baño para seguir hablando :P

Un beso, doctora Antígona!

octubre 14, 2009 6:12 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

octubre 14, 2009 6:12 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Agneska, gracias por tus palabras. Me alegro de compartir la fascinación por Los detectives salvajes. Si te quedas por aquí, verás que somos varios los realvisceralistas que nos encontramos. Tienes razón en que la realidad a veces parece poco creíble. Eso dice Pedro Almodovar cuando contesta que la mayoría de sus tremendistas historias las saca simplemente de los periódicos. Saludos!


Oh, Margot, apelo a su sentido del humor ;) Entiendo que no le guste la trilogía de Larsson, tiene muchos detractores y no aguanta la comparación con cualquier clásico. Es literatura de evasión, de entretenimiento. Yo lo leí este verano mientras llevaba a la piscina a mis hijos, por ejemplo. Pero ni de coña, ni en la peor de mis pesadillas cambiaría a Sade por María de la O. Me han empezado a entrar mareos sólo de leerlo :) Besos!

octubre 14, 2009 6:13 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Diciembre, te imagino como la niña de El espíritu de la colmena, viendo la película de Frankenstein de Karloff :) La historia de Frankenstein es buenísima y tiene mucha más profundidad de lo que la mayoría de la gente que no lo ha leído piensa. Habla de qué es amar, de qué es ser amado, de Dios, de la ciencia, de la muerte, del dolor y del rechazo. En cuanto al lago, poco he visto. Los viajes de trabajo son tan frustrantes. Besos y gracias por la cita de La decisión de Sophie, otra película dolorosa donde las haya.


Mk, pensé en algunas frases de esa película de Fernando León, es genial cada diálogo. Pero como puse la semana pasada Los lunes al sol, tampoco quería abusar. Me alegro de que hayas traído aquí esa película, que lo merece. Besos.

octubre 14, 2009 6:14 p. m.  
Blogger MBI dijo...

Tantos comentarios...siempre
tengo la impresión que llego tarde.

Tú en uno de mis sitios preferidos...¿alguien puede visitate y no sentirse hormiga?Pasé 3 meses inolvidables en Genève, como pasa siempre lo he sabido después...
Ese Castillo de Chillon me acompaño también durante la niñez,era una postal pequeña, en blanco y negro que me decía ven, luego he ido varias veces y él estaba allí quieto como si por él pasara diferente el tiempo, Suiza es tan quieta que asusta.
Además me enamoré de esa película Remando al viento, así que la he visto 3 veces, la última hace poco y he pensado quien fuera jirafa en Venecia...para olvidar el amor
.
¿Parezco desesperada?
Es sólo el reflejo de los "buitres"

octubre 14, 2009 7:56 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Es una parte preciosa del mundo, MBI. Qué lástima no haber tenido oportunidad de disfrutarlo, que los viajes de trabajo nunca me dejan tiempo para nada. No recordaba toda la parte de la película que transcurre en Venecia. Es preciosa, sí. Todo la película tiene un aire embriagador. Quiero verla otra vez, sí :)

octubre 14, 2009 8:56 p. m.  
Blogger atikus dijo...

vasos de plástico con tú nombre escrito con rotulador...

...casiiii triunfo!

octubre 15, 2009 1:29 p. m.  
Anonymous Diciembre dijo...

:)Me impactó Frankenstein, si, pero mi fantasía no llegó a desbordarse tanto como la de Ana Torrent tras ver la película. Aunque ahora que lo pienso el panadero de mi barrio se daba un aire :P

Esto me ha hecho recordar la cantidad de películas que han contado con éste personaje como referencia o fuente de inspiración. Me pregunto que pensaría Mary Shelley si supiera de su influencia en series de tv ó películas estupendas como ‘El espíritu de la colmena’. Es más, me pregunto que rayos pensaría si supiera que hasta el mismísimo Engelbert Humperdinck ¿? se inspiró en su criatura para su show :P

Besos!

octubre 16, 2009 12:22 a. m.  
Blogger Gilda Manso dijo...

Muy buenas todas.

octubre 16, 2009 6:30 p. m.  
Blogger Claudia dijo...

Aunque llego un poco tarde al lago, no quiero pasar sin dejarte un mensajín... Las frases increibles y Frankenstein pues una obra maestra, una obra donde el ser humano es un monstruo y el monstruo es un ser humano con verdadero corazón, hasta que se convierte en un hombre asustado...
Ahora estoy con los Millenium, así que estoy bastante sensible a las mujeres desesperadas, esa Lisbeth nos está enseñando tantas penas y alegrías...

Un besazo

octubre 18, 2009 2:40 p. m.  
Blogger begusa dijo...

no hay mejor inspiración que la pura desesperación: para pensar, escribir, hacer malabares, follar...
por cierto... para eso de milenium hay que estar demasiado desesperada... no?

p.d.: se nota que ellas hablan, y hablan mejor.

octubre 29, 2009 3:32 p. m.  

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