domingo, mayo 29, 2011

Bob


Bob, padrino de honor de este laberinto, ha cumplido 70 años. Se supone que, cuando se alcanza cierta edad, aparecen ciertas manías de viejo. En el caso de Bob, una de ellas es la persecución obsesiva de sus videos en Youtube, por lo que me resulta casi imposible traerle aquí en toda su plenitud. En cualquier caso, sus temas son tan fascinantes que puedes encontrar a todos los más grandes haciendo versiones maravillosas de sus canciones.

A Dylan hay que escucharle sin ninguna idea preconcebida. No hay que analizar letras, no hace falta ser un dylanólogo. El sentido de lo que nos cuenta sólo surge de la interacción música/letra/oyente, que conforma una experiencia única para quien le escucha. Sus canciones están vivas, como la anguila que escapa del anzuelo y se desliza por las corrientes del agua helada. No hay trucos. Sus canciones son reales, y son reales ahora mismo y aquí mismo. Por eso, ante una buena canción de Dylan, a veces tenemos la sensación de estar escuchando nuestra propia conciencia, allí donde las preguntas son más importantes que las respuestas.

Bob Dylan es pura contradicción. Sus canciones se mueven entre la esperanza y la desesperanza, entre el dolor y la ilusión. Danzan en el filo imposible que separa el bien y el mal, donde la necesidad de certeza se vuelve perplejidad y soledad. Y muchas veces podemos encontrar todas estas cosas atrapadas en un solo verso. Es un puto genio.

Bob no tiene una voz bonita. Por eso mismo, la suciedad de su inarmonía juega con la perfección de su música y la belleza de su poesía hasta confundirnos, desgarrarnos y conmovernos en un vuelo de vida privado, inteligente, lúcido, que sólo ocurre dentro de nosotros mismos. Incompartible. Como decía Cohen haciendo un símil de la música con la pintura, Dylan no es un bonito paisaje con un río y pajaritos, sino que es un Picasso.

La música de Bob Dylan es difícil y escurridiza. Como la anguila que escapa del anzuelo, como la voz de nuestra conciencia. Seguro que la primera vez que le escuchaste, lector, te pareció dura, amarga, nasal, poco adaptable a tus tímpanos. Pero nos cautiva, porque sólo tiene sentido para un lugar muy interno de nosotros. Donde la voz deja de necesitar ser bonita para ser real como las bacterias que mantienen vivas nuestras tripas.

Siempre hay una canción de Bob Dylan para cada estado de ánimo y para cada persona. Una especie de Dylanterapia que, a mí, suele darme resultado.

Quizás la canción más actual de Dylan, la que más explica lo que se está viviendo estos días en muchas ciudades españolas desde hace dos semanas, sea una que se escribió en septiembre de 1963, hace casi cincuenta años: The times they are a changing

Cuando Tony Glover, un amigo de Dylan, fue a visitar al de Minnesota a su apartamento, vio sobre la mesa algunos versos de esta canción: “Venid gente, reuníos dondequiera que estéis, admitid que las aguas han crecido a vuestro alrededor y aceptad que estáis calados hasta los huesos. Si creéis que aún estáis a tiempo de salvaros será mejor que comencéis a nadar u os hundiréis como piedras...” Tony le espetó a Dylan, “¿pero qué mierda es ésta, Bob?” Dylan respondió: "Bueno, tú lo sabes, parece que es lo que la gente está deseando escuchar".








Una canción para los tiempos que cambian: Get up stand up, de Bob Marley

Un libro para los tiempos que cambian: Indignaos, de Sthephane Hessel

Una película para los tiempos que cambian: Inside Job, de Charles Ferguson



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31 Comments:

Blogger flower dijo...

¡Ay, Bob Dylan!

(Anécdota)
Él ha sido el culpable de nuestra pérdida en la excursión de hoy. Él y su cumpleaños.
Habíamos decidido celebrar su onomástica con una recopilación que había preparado para el viajecito uno de mis amigos. El susodicho era el conductor, que afanado en la búsqueda de las canciones que yo le iba indicando o tarareando, iba hacia adelante y hacia atrás con las dichosas flechitas del CD.
Y mientras tanto se nos ha pasado la señal del pueblo a los cuatro que íbamos en coche escuchando Like a Rolling Stone y el resto que ya puedes ir imaginando. Y cuando nos hemos querido dar cuenta, habíamos hecho una hora más de camino, y nos quedaba la de vuelta, y la otra hora hasta llegar a destino. Lo peor es que Dylan no sabía que nos estaba esperando otro grupo de amigos en ese fantástico pueblo de la sierra oscense.

Nunca estuvo tan presente Dylan durante toda una jornada...

Por cierto, en ese septiembre del 63 yo llegaba al mundo, justito la madrugada del 29.

Un besazo querido Lagarto,

mayo 30, 2011 12:43 a. m.  
Blogger Jota dijo...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

mayo 30, 2011 8:32 a. m.  
Blogger Jota dijo...

Buen homenaje. Sin ser tan Dylanólogo como tú, tuve la suerte de traducir "Don't look back", el mítico doumental de Pennebaker sobre la gira del de Minnesota por Inglaterra cuando era un pipiolo, y reconozco que me emocioné en varias ocasiones. Sus letras y su compromiso con aquellos cambiantes tiempos que tuvo la suerte de vivir y, en cierto modo, liderar, aunque fuera ideológicamente, tienen una intensa carga emotiva si eres de aquellos a los que le sublevan la injusticia y la estupidez. Acabo de leer un reportaje en El País sobre el ascenso de un partido xenófobo y nazi en Cataluña, votado sobre todo por clases populares y, oh, paradoja, por jubiletas charnegos (uséase, que fueron inmigrantes en Catalunya en su día) y a estos desmemoriados incultos les vendría bien que les cantaran "Only a pawn in their game", ¿no crees?
Pese a que resulta un poco demasiado evidente, yo también me he acordado mucho de The times they are a changin' en la plaza.
Un abrazo y felicidades a Bob.

mayo 30, 2011 8:37 a. m.  
Blogger Sese dijo...

Grande Bob, la buena música actual le debe mucho a Bob Dylan, por raro, excéntrico y demás manías que tenga no podemos negarle ese valor.

Saludos

mayo 30, 2011 4:32 p. m.  
Blogger Food and Drugs dijo...

Bob Dylan es parte esencial de la cultura musical americana y mundial. Muy cierta la comparación con Picasso.
Yo no soy un gran admirador porque seguramente nunca me he esforzado en superar esa priomera fase de rechazo de la que hablas (su voz es de andar por casa), pero los grandes genios siempre saben aprovechar cualquier resquicio para llegar a sus potenciales oyentes, de alguna manera colándose a través de otros artistas en principo más ortodoxos, pero que al final sólo sirven para despertar la curiosidad y ponerte en camino hacia las verdaderas fuentes de las que mana la creación.
Así que aún no siendo un gran fan (actitud que por otra parte no me encajaría para nada con este tipo de autor), sí le reconozco su enorme influencia.
De hecho, es otro icono cultural del siglo XX, al nivel de Springsteen o Bono.
;-)
Saludos

mayo 30, 2011 8:58 p. m.  
Blogger meloenvuelvepararegalo dijo...

Bueno, bueno, el vídeo que has puesto... esa canción, pero cantada por esa voz! Ay! lo que he suspirado yo con esa voz en los cascos diciéndome cosas al oído! Uf!
Y qué se puede decir de Bob. Me he enterado de su aniversario gracias a los blogs que estáis en todo, pero no soy consciente de haber visto en televisión muchos homenajes a este icono, como apunta Food and Drugs, cultural.
Creo que se tendrían que estudiar las letras de Dylan en Literatura, algún profe lo debe hacer, dichosos los alumnos que lo tengan... el resto le debe conocer?
saludos, lagarto,

mayo 30, 2011 9:11 p. m.  
Blogger Soy ficción dijo...

Felicidades atrasadas a Dylan, y un abrazo para ti, es un auténtico placer leerte.

mayo 31, 2011 5:46 p. m.  
Blogger Lady Blue dijo...

A veces me pregunto si sus letras comprometidas y su liderazgo que según parece ser no buscó, lo tenía premeditado... Un mesias que no pretendía ser o que se le fue de las manos y le saturó...? A mí siempre me ha parecido un hombre complejo y tosco. De maneras muy personales, sin importarle que esperan sus fans de él, pero creo que eso mismo es lo que le dá ese carácter tan suyo y al que nosotros, débiles mortales, perdonamos porque cada vez que el microfono deja oir su voz, aún no entendiendo su idioma, nos deleitamos y sabemos que está contandonos algo importante. Sea como fuere, premeditado o no, es grande, y sus canciones y sus letras quedarán para siempre entre nosotros. Felicidades para Bob y para tí por tu blog. Saludos!

junio 01, 2011 11:00 a. m.  
Blogger Marga dijo...

Forever Bob!

Me gustan hasta sus borderías. Incomprensible y eso siempre es de agradecer ahora que se lleva lo masticadito...

Un beso tarareando.

junio 01, 2011 12:21 p. m.  
Blogger Raquel dijo...

Una entrada como esta sólo podía escribirla un admirador.
Genial, una canción buenisima.
Saludos.

junio 02, 2011 12:35 a. m.  
Blogger Gemmayla dijo...

Permíteme, NoS. que felicite a tu contertulia Flower por haber nacido en tan glorioso día y de paso aprovechar su anécdota para expresar que Bob me sugiere siempre precisamente eso: perderse en el camino, pasar de largo o desviarnos de ruta, olvidarse de sí, extraviarse o extraviar algo.

No en vano, las canciones de Bob se escuchan y abanderan en todas las iglesias de todo tipo de confesiones, como anhelando llevar al redil a las almas extraviadas.

Con Bob aprendimos, entonces, aprendemos ahora y seguiremos aprendiendo que las almas nacieron para extraviarse, siempre, de aquí a la eternidad.

Me encanta tu capacidad de extravío, NoS.

Besos

junio 02, 2011 10:16 a. m.  
Blogger Miss.Burton dijo...

Hay que nombrarte representante oficial de Bob Dylan en España, al menos. Nadie como tú, y créeme que he leido mucho sobre música, críticas, biografías... Nadie como tú le santifica de esa manera, y le hace tanto honor, Lagarto, se nota que lo llevas en vena.
Felicidades a él, y a ti por el texto, es magistral.
Ya sabes que a mi Dylan me gusta, sobre todo, porque es el gran revolucionario, la voz de los que callan, el grito de los desesperados, la vida, en una voz, que denuncia la mierda que nos toca, y nos da esperanzas para el camino.
Me ha encantado.
Un beso fuerte, nos vemos en los bares ya.

junio 02, 2011 12:41 p. m.  
Blogger Antígona dijo...

Bueno bueno bueno, doctor Lagarto, creo que no se podía hacer mejor homenaje, ni más lúcido ni más certero en la interpretación de lo que es su música, que el que ha hecho usted con este post. ¡Me quito el cráneo! Porque, por mucho que me guste Dylan, no hubiera sido capaz de poner en palabras todo lo que su música me suscita y es, sin embargo, en las palabras de su post donde logro reconocer el por qué me fascina tanto.

A mí creo que me pasó exactamente eso que dice: de las primeras veces que escuché sus canciones siendo consciente de que eran de él, recuerdo esa impresión inesperada de una voz nasal y poco melódica, de entrada poco agradable para los oídos. Pero no tardé en descubrir que me gustaba esa voz y el modo en que sonaba, que me gustaba la forma en que Dylan tiende a distorsionar su propia voz y a jugar con ella llevándola al límite de lo musicalmente ortodoxo o habitualmente admitido.

Me da pena no poder entender sin esfuerzo ni búsqueda a posteriori la letra y el contenido de sus canciones. Pero es cierto que, aun sin entenderlas del todo, algunos versos permanecen y se convierten en algo así como una voz interior que emerge como si fuera la propia ante las cosas que nos suceden. En mi caso, no sé por qué, los que más a menudo han resonado en mi cabeza son esos que se repiten en “Ballad of a thin man”: “Because something is happening here, but you don't know what it is. Do you, Mister Jones? Será que la realidad a mi alrededor nunca deja de producirme extrañeza y me siento como ese Mister Jones que sabe que algo está pasando pero no sabe exactamente qué.

En cualquier caso, tiene toda la razón: Dylan es complejo, duro, intrincado como la vida misma. No hay blancos ni negros en sus canciones, ni apuestas decididas por una sola de las caras de la moneda. Ambas conviven y se mezclan con la misma densidad que experimentamos cotidianamente, por más que en tantas ocasiones deseáramos quedarnos con una sola de ellas y olvidar que ninguna puede subsistir sin la otra, como no hay alegría sin tristeza ni placer sin dolor.

Un día tiene usted que contarnos con más detalle eso de la Dylanterapia, o decirnos a qué canciones asocia usted qué estados de ánimo. A lo mejor hasta podía montar una consulta en sus ratos libres :)

Felicidades a Dylan por su setenta cumpleaños y un beso para usted, doctor Lagarto!

junio 04, 2011 7:03 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Bueno, Flower, ya sabes que Dylan amaba la literatura de Jack Kerouac, así que eso de perderse con el coche por la carretera sigue siendo muy dylaniano :)

Feliz cumpleaños, qué buen día para cumplirlos.

Besos!

junio 05, 2011 11:14 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Jota, qué bueno que fueras tú quien tradujo Don’t look back. Qué gran documental, y qué bien explica la actitud de ese joven Dylan, tan inteligente como seguro de sí mismo. Me fascina ese personaje en esa gran película. Mi enhorabuena por haber participado en ella.

Desde luego, siempre hay una canción de Dylan para todas las situaciones, y también para la estolidez humana de esos pobres seminanalfabetos que se dejan embaucar por las subnormalidades y las inmundas basuras de la ultraderecha. Ha pasado en Cataluña, pero podría pasar en cualquier otro sitio. And the poor white remains / On the caboose of the train.

Un abrazo!

junio 05, 2011 11:14 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Foods & Drugs, deberías darle una oportunidad. Toma alguna de sus canciones anteriores a Desire, cuando aún se preocupaba por armonizar su voz de vez en cuando, y trata de seguirle con la letra. Una buena manera de entrar es escuchando antes la versión de algún otro sobre un tema suyo, de manera que luego puedas ir a la esencia con más familiaridad (p.e. All along the watchtower de Hendrix o U2, o Like a Rolling stone de los Rolling Stontes, o Mr Tambourine Man de los Birds...). Salud!

junio 05, 2011 11:15 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Meloenvuelve, me consta que hay cátedras de Dylan en algunas universidades americanas y británicas. Desde luego, su calidad y su influencia en la literatura contemporánea lo justifican. Dylan, por otra parte, ha sido nominado varias veces al Premio Nobel de Literatura. Saludos!



Soy ficción, el placer es encontrarte por aquí. Besos!

junio 05, 2011 11:15 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Lady Blue, realmente Dylan nunca ha querido asumir ese liderazgo. Cuenta incluso en su biografía que hizo todo lo posible para desacreditarse como modelo, diciendo que tomaba drogas, derramándose una botella de whisky en la cabeza antes de dar una rueda de prensa... le ponía de los nervios una sociedad que veía un mesías en sus canciones. No lo soportaba.

Creo que Bob Dylan es demasiado auténtico y personal en sus letras como para querer decir a nadie lo que tiene que hacer. Parte de su grandeza es, sin duda, su inteligencia y su fuerte personalidad. Demasiada como para dejarse embaucar en esos mesianismos generacionales.

Besos!

junio 05, 2011 11:15 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Marga, sus borderías son legendarias. Creo que le he visto tocar una decena de veces, y jamás le he escuchado un “thank you” al público. Eso me gusta :) No dejemos que nos mastiquen el bocado, claro que no! Besos!




Raquel, Dylan tiene cientos de canciones tan buenas o mejores que ésta. Quizá no sea ésta la mejor desde mi personal punto de vista, pero sí que enlazaba muy bien con esa actitud de no enterarse de nada que creo que tienen los políticos de este país con los movimientos populares que están teniendo lugar en muchas ciudades. Se le acusó a Dylan, con esta canción, de ser demasiado generacional y circunstancial, pero el hecho de que 48 años después estemos encontrando esta actualidad tan clara en esa canción demuestra que no era tan circunstancial. Salud!

junio 05, 2011 11:16 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Vaya, Gemma, me alegra haber coincidido contigo en esa idea “kerouaciana” de perderse en el camino, que le comentaba a Flower antes de leerte.

Tienes razón en que Dylan ha pasado a ser también un activo en el pensamiento religioso de las últimas décadas, sobre todo del cristianismo. Es algo que siempre me ha resulta muy difícil de comprender, pero no dejo de escuchar los discos de aquella época cristiana. Me interesa más, en cualquier caso Slow Train Commin’ que Saved. Creo que hay una evolución en sus sentimientos vitales importante.

Tengo un amigo que, hace muchos años, ligó con una chica. Ella era muy católica y le preguntó a mi amigo si él iba a misa, a lo que él contestó: “No, pero escucho a Bob Dylan”. Bien, me identifico completamente con esta anécdota :)

Besazos!

junio 05, 2011 11:16 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Bueno, Miss Burton, mis tarifas como representante se pueden negociar :)

Buf, qué ganas tenía de que llegara el buen tiempo a esta ciudad. Pero ya sabes que en Madrid, hasta el cuarenta de mayo, no debemos quitarnos el sayo. Pero vamos, que nos arriesgamos cuando quieras y nos vamos a tomar algo a alguna terraza. Cuando quieras.

Besos!

junio 05, 2011 11:16 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Vaya doctora Antígona, muchas gracias por esas palabras. Pero no se quite el cráneo, que luego no hay quien lo vuelva a ajustar.

Ese verso de Ballad of a thin man que usted trae aquí también es uno de los que más se me repiten a mí. Esa canción tiene también una relación muy estrecha con la realidad cotidiana que vivimos, sin duda. Creo que ya puse un post entero para esta canción, hace ya algunos años. La realidad nunca de producirnos extrañeza, pero quizás el aceptarlo debería ser el estado mental más sano.

Lo de hacer un post sobre la Dylanterapia, y compartir en comentarios estados de ánimo con canciones concretas, me lo he planteado varias veces. Pero la verdad es que llevo un año demasiado complicado en temas de trabajo y es algo a lo que habría que dedicar mucho tiempo (tanto como canciones tiene el trovador). Quizás este verano...

Besos, doctora Antígona!

junio 05, 2011 11:17 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Sese, desde luego que sí. Dylan enseñó muchos caminos, empezando por los mismísimos Beatles y Rolling Stones, cuya fascinación por el de Minnesota les unía completamente. Yo diría que no sólo a música, sino toda la literatura occidental posterior, en general.

Salud!

junio 05, 2011 11:18 a. m.  
Blogger PSYCOMORO dijo...

Dylan es el padrino de todos los estados de ánimo, Lagarto. El significado de las cosas sólo acude cuando piensas en ellas dos veces, y en eso Bob siempre ha sido un maestro; un mago extraño y esquivo que nunca te explica la mentira completa, insinuándote la verdad que nadie quiere contarte. Sobre todo en su primera obra, significa la esperanza de que la poesía puede levantar los vientos que agitan las conciencias dormidas. Desde luego, música; por supuesto, mucho más. Gracias por traerlo de homenaje.

junio 05, 2011 7:04 p. m.  
Blogger Makiavelo dijo...

El bueno de Bob, siempre tan excéntrico. Y ahora, con los años, peor que nunca. Me lo imagino con un cazamoscas detrás de los vídeos del Youtube. ¡Qué bueno siempre tan preocupado por sus derechos de autor.

Feliz cumpleaños cascarrabias.

Saludos.

junio 06, 2011 9:12 p. m.  
Blogger O SuSo dijo...

Me he puesto a pensar, bueno me has puesto a pensar, cuando escuché por primera vez a Dylam; el siglo pasado, adolescencia rockera, escozor...más tarde el mal se convirtió en bien, nunca rechazo nada a la primera, ni lo acepto a pie juntillas; así que esa voz, ese rasgar vital me fue acompañando en mi crecer, volviendo a golpear pecho y mente, esta vez para quedarse atrapado dentro.

Me lo has vuelto a traer en estado puro.

Saludos.

PD:Siguiendo con aquella reflexión sobre el libro de Hessel, ya lo he leído, y yo lo veo lleno de propuestas!

junio 07, 2011 9:16 p. m.  
Blogger Tesa dijo...

Mira que conozco poco al señor Dylan.
Yo también habría llamado a la poli de verlo deambular frente a la verja de mi casa...
:)

junio 08, 2011 1:04 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Psycomoro, desde luego, Dylan es un prodigio de ambigüedad poética, donde las preguntas son más importantes que las respuestas, que pueden quedarse en el viento sin problema. Salud!


Makiaelo, no le faltan excentricidades al personaje, no. Es una lástima que no podamos disfrutar libremente de aquellos conciertos de hae más de treinta y de cuarenta años. Es patrimonio de la humanidad, más que de sus contables. Salud!

junio 10, 2011 10:24 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

O Suso, desde luego que Dylan crece con el tiempo, ya lo creo. Sus letras, su voz, su manera de rasgar la guitarra, siempre me producen buenas sensaciones y éstas siempre son nuevas.

Me he quedado pensando. No recuerdo la primera vez que le escuché. Sí recuerdo que el primer disco que compré fue una recopilación de temas de los sesenta, pero lo compré porque ya había algo que me seducía, a pesar de que entonces no entendía sus letras. Sí recuerdo la primera vez que saqué a la guitarra una de sus canciones y me embobé en la melodía.

Me alegro de que hayas entrado en el espíritu de la indignación. Es el primer paso, como dice Hessel. Está ya preparado el lanzamiento de la continuación de “Indignaos!”, que, cómo no, se llama “Comprometeos!”. Ya hablaremos de él, sin duda.

Salud!

junio 10, 2011 10:24 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Tesa, pues tuviste al señor Dylan bastante cerca de tu casa, hace unos años. Yo estuve allí, fue un gran día. Besos!

junio 10, 2011 10:24 p. m.  
Blogger Tomás Serrano dijo...

Me sigue haciendo gracia, como mencionas, que se comente por ahí que Bob no canta bien. Es como si alguien (y seguro que lo hay) dijera que "Casablanca" no tiene efectos especiales. ¿Y qué? Es como si hubiera que reconocer por adelantado algún defecto por si te lo echan en cara. ¿Por que se admite que no canta bien? A ver si me respondes a esa pregunta.
¿Canta mejor Art Garfunkel? ¿Y qué?
Me ha gustado mucho el post.

junio 12, 2011 4:56 p. m.  

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