sábado, junio 11, 2011

También la lluvia


Imaginemos una máquina que es capaz de fabricar 10 euros al día y que tiene una vida útil de 100 días. Lógicamente, si alguien pagara 1.001 euros por ella estaría perdiendo un euro. Y si alguien la comprara por 999 euros, estaría ganando un euro con la operación.

Bien, pues cualquier empresa es una máquina de fabricar euros. Los euros que fabrica son la pasta que deja dicha empresa en el cajón de sus dueños después de hacer frente a todos los pagos e inversiones necesarias (FCF, free cash flow, lo llaman los economistas). Y quien quiera saber cuánto vale esa empresa (los analistas financieros de los bancos de inversión) calcula cuáles van a ser esos FCF a lo largo de los años de vida útil de esa empresa y los suman descontados a una tasa de coste de capital hasta encontrar una cifra que pomposamente llaman NPV (Net Present Value). Lógicamente, los compradores sólo comprarán esa empresa si el precio es inferior a ese NPV. Es decir, si el vendedor es tonto.

Pasado el tiempo de la demagogia y la ocultación de proyectos típica de las campañas electorales, La Comunidad de Madrid retoma la idea de vender, en principio, el 49% de la empresa que gestiona el agua en la Comunidad: Canal de Isabel II.

Canal de Isabel II pertenece a los madrileños (repito la obviedad: pertenece a los madrileños) y ha obtenido unos beneficios después de impuestos de unos 80 millones de euros para los madrileños, lo que implicaría una valoración NPV de unos 1.600 millones de euros (me ahorro los detalles técnicos de cómo se halla que no quiero aburrir a nadie)

Si alguna multinacional o algún fondo de capital riesgo quiere comprar Canal de Isabel II, siempre intentaría pagar menos de 1.600 millones de euros, o conseguir generar con su gestión un NPV mayor de 1.600 millones de euros, ya que es el lucro lo que buscan las empresas privadas (repito la obviedad: ya que es el lucro lo que buscan las empresas privadas). Esto es, o nos roba a los madrileños (dueños actuales de la empresa), o nos ofrece un peor producto, o nos sube los precios del agua.

Una de las falacias neoliberales más asumidas es que la gestión privada lo hace mejor que la gestión pública porque el Estado es tonto. Y, claro, cuando los neoliberales llegan al poder, no tienen mucho problema en poner en práctica sus propias teorías: hagamos un Estado tonto, ahora que somos nosotros quienes tomamos las decisiones.

Si yo quisiera demostrar que la enseñanza pública es peor que la enseñanza privada y fuera yo mismo quien tuviera el poder de decidir las inversiones en la enseñanza pública y la calidad de la misma, ¿no me resultaría muy fácil conseguirlo, simplemente dejando de invertir, dejando que se deteriore, y ahorrando así mucho dinero del contribuyente?

¿qué pensaríamos de un partido de fútbol en el que el Presidente del equipo A fuera nombrado entrenador del equipo B para jugar contra A?

Pero, por definición, lo único que diferencia la cosa pública de la privada es la propiedad, y no la gestión. Quiero decir, cualquier modelo de gestión en una empresa de propiedad privada puede ser asumido por una empresa de propiedad pública. La única diferencia real entre una y otra, por definición, es si el beneficio final será para la comunidad o será para alguien privado.

Éste es el secreto de las privatizaciones. No hay más.

Quizás no hemos avanzado tanto desde aquellos días en que los conquistadores explotaban los recursos de los indios en nombre de Isabel. Desprecio vuestro dios y desprecio vuestra codicia.



Una película para Daniel: Uno de los nuestros, de Martin Scorsese

Un libro para Daniel: El Capital, de Karl Marx

Una canción para Daniel: Have you ever seen the rain, de Creedence Clearwater Revival



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35 Comments:

Anonymous kamala dijo...

Como trabajadora de la enseñanza (pública) a la que nadie entiende cuando expresa sus temores, por fin, me siento comprendida.

Ha explicado usted muy muy bien lo que yo intuyo con verdadera angustia pero no logro balbucear. Lo voy a compartir (espero que no le importe... )

Gracias, y un abrazo

junio 12, 2011 1:47 a. m.  
Blogger pazzos dijo...

¿En qué quedamos? El canal ¿es de Isabel II o de los madrileños?
¿Dejaba Isabel II que los madrileños disfrutaran de su canal y de su canalillo a cambio de 1500 millones que pagaron a escote?
¿Es que Isabel II ordenó abrir a 1500 millones de madrileños en canal?
¿Es qué Isabel va a privatizar el II Canal de Telemadrid?

Los de provincias que no nos enteramos de nada.

junio 12, 2011 2:12 a. m.  
Blogger pazzos dijo...

"Falacias neoliberales", hmm, falacia, según María Lapiedra es un instrumento de trabajo.

junio 12, 2011 2:21 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Kamala, creo que es una paradoja peligrosa que maneje la inversión pública quien pretende demostrar que la inversión pública no da buenos resultados. Es como si yo dibujara un cuadro con el objetivo de demostrar que ese cuadro es malo: evidentemente que lo conseguiría simplemente dibujando mal. Con esto tampoco quiero decir que los no neoliberales (¿los hay en mi país?) lo vayan a hacer necesariamente bien, pero al menos se les supondría un mayor compromiso.

Es un honor que lo compartas, claro que sí. Ya me dirás dónde.

Besos!

junio 12, 2011 10:37 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Ja, ja, Pazzos, dicen las malas lenguas de la historia que el canalillo de esa Segunda Isabel lo disfrutaron demasiados madrileños. Más casta era la Primera, que pasó a la historia como la Católica, nada menos.

En cuanto a las falacias de María Lapiedra, desde mi punto de vista son menos dañinas que algunas prácticas sexuales que las sodomíticas políticas neoliberales cometen con los trabajadores :)

Salud!

junio 12, 2011 10:37 a. m.  
Anonymous kamala dijo...

Lo he compartido en facebook (soy muy previsible). Yo siempre he digo que con los neoliberales en el poder a mí me toca de patrón a la competencia... pero la gente no suele entenderme. Y me ha alegrado mucho que alguien en principio no vinculado a la enseñanza (no me equivoco, verdad??) haya sido capaz de verlo. De verdad.

Otro abrazo

junio 12, 2011 3:22 p. m.  
Blogger Food and Drugs dijo...

Pues, nada que alegar...
Es muy habitual esto de privatizar los caballos ganadores y dejar al estado en mantillas, cuando suben al poder los neoliberales.
Y, sí, seguramente el estado podría ser mucho menos tonto en manos de buenos gestores, pero lo que también es indiscutible es que la empresa privada es esencial para que los engranajes de la economía se mantengan bien lubricados, y no caiga en el anquilosamiento propio de los sistemas comunistas.
Como siempre, el quid de la cuestión estriba en la honestidad (o en la falta de ella) por parte de esos gestores. Partiendo desde el primero al último involucrado en las operaciones que nos has esbozado de las que yo me declaro lego. Políticos, sindicalistas y consejeros delegados varios.
Piensa que España es un pais donde el pillaje, el mangoneo y la trampa son herramientas que se emplean a discreción, y sin pudor alguno, en la esfera pública, convirtiéndose en presa fácil de la rapacidad de "los mercados".
Saludos, Lagarto.

junio 12, 2011 4:12 p. m.  
Blogger Roberto dijo...

yo también los desprecio, compañero...a esta carroña neoliberal...y su dios el dinero es apestoso....

pero debemos de ser los menos, porque los votos ya no caben en la urnas, están a rebosar...

un abrazo ...

junio 13, 2011 12:09 a. m.  
Blogger Marga dijo...

Lagarto, y la mayor obviedad es que ese beneficio va directo a dar de comer a los amigos y empresas propias y/o afines. Podría hablarle yo de como la gestión y semiprivatización de los servicios de Educación- Reforma se encuentran desde hace años en manos de asociaciones afines a Falange... qué curioso, verdad? y cobrando por los mismos servicos más del doble que antes se pagaba.

La privatización de los servicios públicos es uno de los crímenes más abyectos que se pueden realizar contra el ciudadano y está comprobada su ineficacia y los efectos negativos a largo plazo sobre esos mismos ciudadanos porque se les despoja del beneficio colectivo pero también de sus derechos...

Pero eso sí, Lagarto, no ha visto los carteles del Metro estos días? somos la Comunidad donde menos impuestos se paga (lo que debería avergonzarnos, no entiendo esa lógica)...

Es más sencillo colar una gran mentira que una chiquita, eso también es obvio.

El destierro, pleaseeeeeeeeeeeeee.

Besos tirándome de los pelos!

junio 13, 2011 11:06 a. m.  
Blogger Juan Antonio H. dijo...

Esto es una vergüenza, hay veces que pienso que tenemos lo que nos merecemos...le estamos dando legitimidad para hacer lo que se les ponga en las pelotas.
Amigo, lo próximo esta al caer, un impuesto por respirar esta mierda de aire de Madrid.
una canción Leño es una mierda este Madrid.

junio 13, 2011 11:07 a. m.  
Blogger PSYCOMORO dijo...

El mayor problema es que han conseguido que esas obviedades sean el motor de una verdad poco cuestionable, algo que aceptamos como inevitable. Seguimos dormidos mientras los de siempre construyen sueños que nos llevan de nuevo al principio. Y vuelta a empezar. Evidente, ¿no? Pues a veces no lo parece. Gracias por señalar la medias verdades, Lagarto

junio 13, 2011 12:39 p. m.  
Blogger Cyllan dijo...

No puedo estar más de acuerdo. Es que es un sinsentido muy grande que el que gestiona una empresa pública diga que funciona mal y por eso se la deja a otros. Pero ¡leches!, la lógica al revés es esto, ¡lo que tiene que hacer es gestionarla bien si la gestiona mal, no lavarse las manos!. Esto de las privatizaciones me saca de todas mis casillas.
Comparto.

junio 13, 2011 2:47 p. m.  
Blogger Diana H. dijo...

En la Argentina somos expertos en los "beneficios" de las privatizaciones: sufrimos el saqueo en carne propia en la década del 90, el estado subastó sus empresas con las mismas excusas para beneficio de unos pocos. De hecho, es curioso para mí leer que los ciudadanos de países europeos recién se estén enterando de esta realidad que explicas tan claramente.
Un abrazo.

junio 13, 2011 4:50 p. m.  
Blogger tomae dijo...

...esas maquinas de hacer billetes las carga el diablo!...empiezan funcionando bien pero luego empiezan siendo inflacionistas, las corrigen con planes de convergencia y te piden que emitas deuda para seguir funcionando, cuando estás hasta las cejas de emitir deuda, te dicen que recaudes más o que vendas las joyas de la corona...¡son todas unas MADE IN...!

junio 13, 2011 6:40 p. m.  
Blogger Zorro de Segovia dijo...

bueno, lo suyo, si realmente necesitamos hacer caja, sería que una entidad neutral definiese el justiprecio o NPV como usted dice y le añadiésemos un 10% en concepto de "porque sí". Seguro que la empresa privada compradora, apoyada en su excelente gestión, convertiría esos 80 millones de FCF en 150 sin muchos problemas (total la gestión pública es lamentable) y ganarían dinero a espuertas.

A mí me salen las cuentas, ... o no.

Pd. mira que si la compradora paga el Canal con un préstamo de un banco al que luego no le devuelve la pasta. Y mira que si por este motivo este banco quiebra y tenemos que rescatarlo los madrileños con el dinero que nos pagaron por el Canal.

junio 14, 2011 12:13 a. m.  
Blogger Dante Bertini dijo...

estimado lagarto, ¿se ha indignado usted también?

junio 15, 2011 3:45 a. m.  
Blogger Gemmayla dijo...

Creo que lo mejor en la época actual es apostar por los sistemas mixtos, combinando públicos y privados.

Yo creo que el Canal debiera ser un 50 por ciento de los madrileños y madrileños de adopción, un 25 por ciento de Isabel II que ya no da guerra ninguna y un 25 por cierto de la atunera Isabel y así el agua que consumimos del grifo traería aromas de La Mar/ El Mar que es lo único que le falta a nuestra ciudad para que sea verdaderamente Imperial, Pública y Atunera en porcentajes equilibrados.

Me cachis la mar, que el agua de Madrid es una delicia para el paladar paupérimo que no puede ni permitirse una caña, jobar !!!

junio 17, 2011 7:38 p. m.  
Blogger Antígona dijo...

Creo que más clarito no se podría explicar, doctor Lagarto. Y, sin embargo, lo que lo yo me pregunto es: ¿por qué tanta gente sigue pensando que la posibilidad de tener buenos colegios para sus hijos o una más eficiente atención sanitaria pasa por la privatización de la enseñanza y la sanidad o, en este caso concreto, de la gestión del agua?

Obviamente, estoy de acuerdo con lo que plantea: llegados los neoliberales al poder, no hay más que cargarse el Estado desde dentro y dejar de invertir en lo público para demostrar que lo público no funciona. ¿Y quién va a querer después llevar a sus hijos a un colegio falto de recursos o apostar por una sanidad con largas listas de espera a falta de médicos? Pero estoy segura de que, más allá de ese desmantelamiento de lo público al que asistimos desde hace años –en algunas comunidades más que en otras- existen otras razones para que la gente aplauda la privatización que, a mi juicio, tendrían que ver, por un lado, con cierta imagen del ente público, y por otra, con una visión bastante poco solidaria e inteligente de la sociedad. Me explico.

Supongo que hay personas que piensan lo contrario de lo que usted afirma, a saber, que es imposible que el Estado adopte el modelo de gestión privada porque sería algo así como consustancial e intrínsecamente inherente al Estado el estar gestionado por una panda de funcionarios que, por el mero hecho de serlo, acaban volviéndose vagos y corruptos. Ser funcionario es, para el imaginario que prima en este país, sinónimo de ser un maestro en el arte de escaquearse del trabajo y de pasarse todos los días hora y media almorzando en lugar de atendiendo a los ciudadanos. Y a lo mejor el imaginario es cierto en algunos aspectos o entre algunos sectores, no lo vamos a negar. Nada impide, sin embargo, que el funcionamiento del funcionariado, si no es eficiente, pueda ser cambiado. Pero ¿cómo convencer de ello a quienes piensan que el Estado es, per se, incapaz de llevar a cabo una buena gestión de los recursos de los que dispone?

Por otra parte, es posible que haya muchos que piensen que la empresa que gestione el agua de Madrid obtendrá los beneficios que desea sin necesidad de encarecer el precio del agua ni mermar su calidad o incluso abaratando su precio y mejorando su calidad. ¿De qué manera? Despidiendo a unos cuantos de miles de trabajadores, haciendo trabajar más al resto a cambio de menos dinero… vamos, convirtiéndose en unos explotadores que expriman a sus trabajadores para reducir sus costes. Claro, dirá usted, pero es que estamos hablando de trabajadores madrileños a los que dejamos sin empleo y de trabajadores madrileños a los que explotamos haciendo trabajar más a cambio de menos, con lo cual Madrid no deja de perder. Por supuesto. Pero siempre habrá quien piense que, ah, mientras a mí o a mi familia no nos toque, ¿a mí qué más me da lo que haga esta empresa para gestionar el agua? Yo lo que quiero es pagar “mi” agua más barata y si esta empresa lo consigue, lo demás me la trae floja.

El problema de las falacias es, doctor Lagarto, que “parecen” razonamientos válidos aunque no lo sean. Y para descubrir que no lo son más allá de su apariencia, hay que pararse a pensar un poco. Un ejercicio que, por desgracia, dentro de nada terminará siendo una rareza extravagante de gentes bohemias de mal vivir en este mundo que nos ha tocado en suerte.

Un beso, doctor Lagarto!

junio 18, 2011 6:50 p. m.  
Blogger Durrell dijo...

Llega un momento que te paras a pensar para qué votamos si no hay buenos gestionadores para encargarse de esta España nuestra... Todo el que entra en el poder por H o por B acaba comiendonos el tarro para privatizar y que lo aceptemos con una sonrisa. Nos cierran quirófanos por las tardes, nos suprimen atención ambulatoria a determinadas horas pero no nos rebajan lo que pagamos de S. social, descaradamente nos estan induciendo a una futura privatización o a privatizarnos nosotros mismos para tener atención médica de cierta calidad... luego entonces ¿para qué están los ministros o consejeros que llevan esta cartera? Para mirar y llenarse los bolsillos, viajar en buenos autos y facturar a nuestras expensas.

Yo dejo un libro para todos: Las uvas de la ira de Steimbeck.

Un abrazo estimado Lagarto.

junio 20, 2011 4:42 p. m.  
Blogger O SuSo dijo...

Claro como el agua...

la gestión pública no es mala en si, sino que son los gestores públicos los que son malos, y si un "asalariado" falla, pues se le restinde el contrato. Políticos=Asalariados por obra(legislatura)

La cuestión es el destrozo que estos "asalariados" llevan haciendo desde que empezamos esta transición que se me antoja inacabada y la siento en ocasiones inacabable.

Ya lo ha hecho con telefónica, la participación en CAMPSA, parte de correos, lo intenta con renfe, ya lo ha hecho en gran medida con la sanidad, la educación destrozada por obra y omisión, de forma lateral con la televisión pública...etc, y ahora el agua.

Pues que sea la gota que colma el vaso!!

PD: Por desgracia los blancos occidentales seguimos explotando a los indigenas de otros mundos, directa o indirectamente.


Salud y un abrazo.

junio 20, 2011 9:08 p. m.  
Blogger meloenvuelvepararegalo dijo...

Denso el debate suscitado.
Indignante todo lo que explicais.
Estamos encontrando alguna solución?

junio 21, 2011 9:33 p. m.  
Anonymous Aylagemma dijo...

La solución, beber menos agua y comer más pepinos tan hidratantes ellos !!!!

junio 22, 2011 8:07 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Efectivamente, Kamala: son la competencia ay trabajan para ella. Es una situación muy paradójica sobre la que pensamos poco.

No trabajo en la enseñanza, no. Aunque mi trabajo me lleva de vez en cuando a algunas mesas de debate en universidades y no se aleja mucho de estos temas. No me gusta hablar aquí de mi vida personal, pero si quieres me mandas un mail y te explico más sobre mi trabajo.

Un abrazo.

junio 23, 2011 8:40 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Por supuesto, Food & Drugs, nada más lejos de mi intención que hacer un alegato estalinista contra la propiedad privada. Claro que creo en la empresa privada, pero creo también que hay un montón de escalones intermedios entre el neoliberalismo que azota algunas regiones y ese estalinismo sectario y radicalizado. Los extremos viven de los extremos opuestos, se alimentan los unos a los otros.

No quiero ponerme muy teórico y aburrido, pero en la economía de una región existen lo que llaman “monopolios naturales”. Se trata de sectores en los que las economías de escala son fortísimas, de manera que quien toma una cuota relevante de mercado lleva a la ruina a su competencia porque no se pueden amortizar los costes fijos. Se trata de sectores donde, además, la diferenciación de marcas es inexistente porque no hay atributos de producto más allá de su propia funcionalidad. La red eléctrica o el suministro de agua son claros ejemplos. Por eso la tradición estimaba que eran sectores que debían ser gestionados por entes públicos, de manera que la ausencia de beneficio bajara los precios. Está en todos los libros de economía elemental. El problema es que el neoliberalismo también ha prostituido este elemental concepto de economía básica (defendido claramente por los liberales clásicos como Smith) en función de intereses de lo más abyectos.

En cualquier caso, sean monopolios naturales o no, existe el justiprecio que necesariamente tiene de derivar la plusvalía de un lado hacia otro.

Salud!

junio 23, 2011 8:40 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Roberto, su dios el dinero es patético, y sólo muestra deficiencias muy importantes de la personalidad de quien lo adora. Hasta el cristianismo los despreciaba, pero también compraron el cristianismo. Salud!



Marga, me parece muy normal que los recursos públicos caigan en manos de exfalangistas. Al fin y al cabo, se ofrecen por dinero y muchos falangistas se hicieron ricos con el terrorismo franquista. Estoy de acuerdo contigo en que me parece vergonzoso que una Comunidad (¿habrá que revisar el significado de esta hermosa palabra?) presuma de no pagar impuestos. Es la mayor de las decadencias imaginables. ¿para qué sirvió bajar de los árboles? Besos!

junio 23, 2011 8:41 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Juan Antonio, lo que es indudable es que tenemos lo que hemos votado. Que es de lo que los neoliberales de mi Comunidad restriegan una y otra vez en sus argumentarios. Voy a tener que ir pensando en otro nombre, llamarlo Comunidad me da la risa. Gracias por traer a Leño. Salud!




Psycomoro, la verdad es que los apologetas del Pensamiento Único se lo han montado muy bien al conseguir (chequera por delante) el apoyo de la parte más ruidosa del mundo académico en la Economía. En realidad nos enfrentamos a las técnicas del discurso del poder para imponer modelos de enajenación de plusvalías. Parecería que estos liberales han leído a Foucault y a Marx mucho más que los no-neoliberales. Salud!

junio 23, 2011 8:41 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Cyllan, desde luego que sí. Pero, joé lo que cuesta comprenderlo a los votantes. Creo que la primera tomadura de pelo intelectual que consiguió llevar a cabo el neoliberalismo, como decía Lakoff, es convencer a la sociedad de que el Estado y la empresa pública son entes extraños que no pertenecen a nadie, cuando en realidad pertenecen a los propios votantes. ¿Pensarían igual esos votantes de sus propias casas o coches?



Luzdeana, algo conozco de las privatizaciones argentinas. Fue un auténtico expolio que ha derivado en pocos beneficios sociales. Eso sí, con el aplauso del FMI, lo que liberó créditos internacionales a un peso=un dólar. Y cuando llega el corralito, resulta que los depósitos de los poderosos ya estaban en Uruguay y en EEUU. Son muy listos, sí. Un abrazo.

junio 23, 2011 8:41 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Tomae, el caso es que la inflación también beneficia la petición de créditos si éstos van a tipo fijo... lo que demuestra una vez más la inutilidad de las políticas monetarias ultraortodoxas del BCE para hacer sostenible un crecimiento económico.

Claro que los que toman estas decisiones tienen intereses demasiado cortoplacistas como para preocuparse de la sostenibilidad de sus empresas (ministros que no duran más de unos pocos años y directivos que trincan bonus suficientes para retirarse al cabo de un solo año) en fin...

Salud!

junio 23, 2011 8:42 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Zorro, tienes razón y lo expresas bien, pero hay que tener en cuenta también que existen muchas maneras de “hacer caja” sin perder el control de un activo nuestro. Por ejemplo, se pueden vender participaciones minoritarias, o se puede hipotecar los activos mediante créditos.

Por otra parte, el sistema de capitalización exige el beneficio, así que si le añadimos un 10% “porque sí”, ten por seguro que el comprador lo lleva a su modelo de negocio, de manera que reducirá costes o encontrará nuevos mercados. Así que la idea sigue siendo la misma, ¿por qué no reducimos costes o encontramos mercados nosotros mismos? Así no sólo trincaríamos ese 10% “porque sí”, sino toda la plusvalía que obtendrá ese comprador, ¿no?

Insisto en lo mismo: no es la propiedad lo que da la productividad, sino la manera de producirlo. No hago un ataque al sistema de capitalización, sino al timo de su rentabilidad privatizada.

Salud!

junio 23, 2011 8:43 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Amigo Dante, me he indignado bastante y he estado allí. Pero tampoco hasta el límite de implicarme en un movimiento asambleario donde veo también demasiadas zonas oscuras, mucha dispersión y poco liderazgo. Yo sí creo en la asociación y en la lucha política. Y creo que el Movimiento de los Indignados debería priorizar objetivos y utilizar técnicas políticas y de comunicación más efectivas.

Por otra parte, no creo que el no-voto o el voto a opciones sin posibilidades haya servido para nada más que para dar aún más poder a los mismos de siempre. Resulta todo un poco deprimente.

Salud!

junio 23, 2011 8:43 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Gemmayla, desde luego que sí. No pretendía hacer un post estalinista, ni mucho menos. Claro que creo en la economía privada y en la empresa privada. Es un acto de libertad muy elemental que no voy a discutir. Además, crea competencia y la competencia (sana) beneficia tanto al trabajador como al consumidor.

Lo que ya me parece más discutible es que los monopolios naturales que suponen los servicios públicos más elementales tengan que darse en propiedad a una persona privada determinada a un precio menor de lo que cuesta. Y tampoco estoy diciendo nada que no dijera ya en su momento Adam Smith, creador intelectual de eso a lo que dicen que se apuntan los que claman por las privatizaciones de servicios públicos en régimen de monopolio

El agua de Madrid es una delicia, sí. Y supongo que algo no necesario desde el punto de vista empresarial y bajo la presión brutal del reclamo de máximos dividendos y beneficios por parte de unos accionistas privados de Londres, Ámsterdam o New Jersey.

Besos!

junio 23, 2011 8:43 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Doctora Antígona, lo piensan porque lo escuchan a todas horas y porque, como decía George Lakoff, se ha impuesto el marco cognitivo de que todo lo público es malo. Y lo que ya es más delirante, votan como gestores de la cosa pública a quienes no creen en la cosa pública. Cargarse el Estado desde dentro es tan fácil como dejar de invertir recursos en él. Y si luego existen apoyos externos (provenientes de la misma ideología) que exhiben delirantes estudios que demuestran que el fracaso escolar es cuestión genética y no social, como ha ocurrido en España estos días, pues entonces más se justifican a sí mismo electores y elegidos.

Tiene usted razón en que el imaginario neoliberal para por fantasías bastante infantiles, seguramente por alguna deficiencia psicológica en su autoestima como ser humano. Pero luego llegan al poder y, como acaba de pasar en Castilla la Mancha, todo el discurso del “despilfarro público” se basa en un recorte de, asustémonos, un 0,11% del presupuesto. Eso sí, aún después de hacer semejante ridículo, no ceden en sus mantras de despilfarro público. Creo que necesitan odiar la condición social del ser humano para justificar así el odio que se profesan a sí mismos y a sus hijos.

La empresa que vaya a gestionar el agua de Madrid se regirá por un criterio de maximización de beneficios. No creo que haya nadie tan sectario o tan extraterrestre para dar una posibilidad a lo contrario. Y el beneficio es lo que queda en una empresa después de alcanzar unos ingresos y comprometer unos gastos. Así que sólo hay dos maneras de aumentar esos beneficios: aumentando ingresos o disminuyendo gastos.

Si estamos ante una población estable, sin crecimiento, que bebe el agua que necesita y no más ni menos, sólo pueden aumentarse los ingresos si se aumenta el precio o se accede a otros mercados (más privatizaciones) y sólo pueden reducirse gastos si se reduce la calidad del producto o se reducen los recursos propios y se explota más a los que queden (trabajadores). Lo más terrible de este último caso, es que son estos trabajadores los dueños actuales de esa empresa.

Un beso, doctora Antígona!

junio 23, 2011 8:44 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Bueno, Durrell, votamos entre aquellos que se presentan. Es muy probable que el desprestigio de la política (y los sueldos limitados) haga que muchos potenciales buenos gestores se alejen de ella. En la antigua Grecia todos los ciudadanos estaban obligados a dedicar un tiempo de su vida a la cosa pública. Me parece un sistema mucho más sensato, ya que la cosa es tan elemental como que la cosa pública es de todos. Me encanta Steinbeck! Un abrazo!


O Suso, quizás nosotros los votantes no somos muy sensibles a la calidad de los gestores públicos, y nos dejamos llevar más por otras propagandas. La verdad es que el discurso habitual de los políticos es intelectualmente bastante lamentable. ¡y firmaría porque ésta fuese realmente la última gota del vaso! Salud!

junio 23, 2011 8:44 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Meloenvuelve, no creo que tengamos soluciones fáciles ni paciencia para encontrarlas. Lo más fácil, desde luego, es vender y trincar la pasta. Como los hijos tontos de los ricos. Salud!


Aylagemma, ja, ja. Qué bueno el nombre :) Pepinos o cervecita fresca! Besos!

junio 23, 2011 8:44 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

ojala su post lo lea nuestra izquierda tan dispuesta privatizar loterias y apuestas del estado.. (la gallina de huevos de oro del estado.) vamos una puta verguenza..

junio 30, 2011 5:51 p. m.  

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