sábado, julio 09, 2011

Dios, Hubert, Said y Vinz


“Esta es la historia de un hombre que cae de un edificio de 50 pisos. Y que, mientras cae al vacío, se va diciendo a sí mismo -hasta ahora todo va bien, hasta ahora todo va bien-. Pero lo importante no es la caída, sino el aterrizaje.”

Así presenta Mathieu Kassovitz su película El Odio en sus títulos de crédito. Para mí es una de las mejores películas del cine europeo de las últimas décadas, con algunas secuencias bellísimas. En la peli se puede oler a Scorsese, a Truffaut, a Baudelaire…

El Odio nos explica cuales son los ingredientes necesarios y suficientes para generar esa espiral de desesperanza vital de la que una sociedad ya no podrá salir indemne jamás. Los ingredientes son: racismo, discriminación, injusticia, paro y degradación de la enseñanza pública.

La historia transcurre a lo largo de un solo día en un barrio periférico de París (podría ser cualquier otro lugar de tu ciudad, lector, no lo dudes) en el que tres amigos salen a pasear. Hubert, negro; Said, árabe; y Vinz, judío. Estos tres personajes representan el eterno enfrentamiento ante los problemas entre la razón (Hubert), la pasión (Vinz) y el escepticismo (Said).

Por medio de estos interesantes personajes, de sus diálogos, de sus encuentros y de sus actitudes, comprenderemos que la desinformación y la ignorancia conviven en todos los estratos sociales, y son los responsables que nos conducen al miedo. Un miedo que nos conduce a su vez al odio, que tan bien refleja el personaje de Vinz. Un personaje que necesita-hacer-algo si su amigo muere, y que vive obsesionado con que la violencia es la única respuesta posible ante la soledad en la que ni los gritos se escuchan. Pero Vinz será, por otra parte, incapaz de llevar a cabo esa violencia.

En un momento de la película, un estrafalario personaje se acerca a los chicos y les espeta: “¿Creen ustedes en Dios?... No hay que preguntarse si se cree en dios… Sino si Dios cree en nosotros.” Se trata del mismo argumento que años más tarde usará Amador para explicarle a su amigo Santa cómo se sentía en una noche de borrachera en Los lunes al sol. Se trata de una pregunta valiente, sin duda, en la que el individuo se enfrenta a toda su soledad sobrevenida. Cuando toma conciencia de que está cayendo desde lo alto de un edificio de 50 pisos y necesita que algo ocurra antes del aterrizaje. Pero nada ocurrirá. Porque personajes como Hubert, Said y Vinz, están solos en la noche de los tiempos y sólo les espera el suelo.

Yo he tenido suerte porque he conseguido no vivir en esa espiral de racismo, discriminación, injusticia, paro y degradación de la enseñanza pública. Pero el círculo de la desesperanza se amplía y amplía bajo las políticas neoliberales que se imponen en toda Europa. ¿Seremos como Hubert, como Said o como Vinz? ¿Qué sitio quedará para nuestros hijos?




Una canción para Hubert, Said y Vinz: Downbound train, de Bruce Springsteen

Un libro para Hubert, Said y Vinz: Las flores del mal, de Charles Baudelaire

Una película para Hubert, Said y Vinz: The Wire, de David Simons


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29 Comments:

Anonymous kamala dijo...

Tomo nota de la recomendación, Sr. Lagarto.

Lamentablemente, detrás del racismo hay siempre -junto con algún otro ingrediente o aderezo- una cuestión socioeconómica. Y sí, nuestros hijos van a heredar una sociedad aún más polarizada e injusta. Inevitablemente, más racista. Y con más odio.

Tras tanto creer que sembrábamos, lo que triunfa es la maleza.

Un abrazo

julio 09, 2011 1:46 p. m.  
Anonymous El peletero dijo...

Siempre me sorprende este extraño idealismo cristiano que emana de tus textos, hablas de la gente como si fueran ganado, ovejas, cuando en realidad no son más que lobos.

Saludos.

Veremos la película.

julio 09, 2011 5:22 p. m.  
Blogger Food and Drugs dijo...

Cuanto más abajo está el suelo más duro es el porrazo, de eso no cabe duda. La única forma pues de salir airosos del trance es volando, bien porque tengamos un helicóptero, o, ya más dudoso, porque súbita y espontáneamente nos crezcan alas.
Agitar los brazos frenéticamente no sirve de nada, eso ya está archidemostrado, y quizás lo poco que se pueda hacer es prepararse para el golpe, hacerse a la idea de tener que vestir durante algún tiempo un ajustado traje de escayola, cuando no de madera de pino.
Si caemos, si lo público se degrada, no es fruto de la casualidad y tampoco de una carámbola macroeconómica, sino del egoísmo y el individualismo de la gente, acrecentados en esta última década.
Sólo pensamos en salvar nuestro propio culo, esa es la realidad.
Nos pasa como a esos ancianos que se rompen la cadera.
No es que primero se caigan y como consecuencia del costalazo se rompan el hueso, sino que el hueso cede y acto seguido se desploman.
Mi conclusión. Nuestras sociedades están faltas de calcio.
Y ese calcio tal vez sea eso que llaman fraternidad, un sentimiento que nuestro organismo, sea cual sea la causa, ya no es capaz de sintetizar en cantidades suficientes.
Saludos

julio 09, 2011 6:40 p. m.  
Blogger Tesa dijo...

En algún momento y por diferentes motivos, todos somos como Hubert, como Said o como Vinz.

julio 10, 2011 10:04 a. m.  
Blogger MK dijo...

Desde que lo escuché, adopté ese genial "Jusqu'ici, tout va bien !" como parte de esa filosofía vital de gestos cotidianos que vamos adquiriendo en nuestro día a día. Me ha reconfortado como "mantra" en algunas caidas y ha logrado arrancar una sonrisa a alguna persona cercana en algún momento que lo necesitaba . Es una especie de momentáneo "carpe diem" antes de estrellarnos .
Besos Lagarto ,y a seguir disfrutando del paisaje!!

julio 10, 2011 1:50 p. m.  
Blogger ana dijo...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

julio 10, 2011 4:21 p. m.  
Blogger ana dijo...

Debemos intentar que la desesperanza no se encaje en el corazón de nuestros hijos... y sí, yo también me pregunto muchas veces qué lugar será su escenario. Quizá soy una ilusa, no lo sé... pero creo que ellos sabrán hacerlo mucho mejor que nosotros. Que sabrán ver de verdad, que serán más valientes y menos egoístas...

Interesantes siempre tus propuestas. Un abrazo.

julio 10, 2011 4:23 p. m.  
Blogger Marga dijo...

Me la apunto, señor Lagarto, sin duda.

Y sí, yo también ando preocupada por los que llegan detrás... y a veces, escuchando sus opiniones (las de ellos, esos mismos que van llegando), me preocupo más. No sé en otros entornos pero en el mío cada vez son más conservadores y simplistas en sus planteamientos y muy inclinados a pensar correctamente lo que se espera de ellos. Y te aseguro que se ha intentado que no fueran así, pero coñe, nos han salido rana! jeje.(por supuesto es broma y realidad a partes iguales, me cuesta criticar aquello que quiero pero no tanto como para no estar ciega).

En cualquier caso, el campo está abonado, Lagarto, para todos. Ya veremos qué sucede...

Besotes convencida de que dios no cree en nada ni nadie. La pregunta es quien puede creer ya en nosotros mismos...

julio 11, 2011 8:45 a. m.  
Blogger Soy ficción dijo...

Le tengo terror al miedo :(

julio 11, 2011 9:30 a. m.  
Blogger O SuSo dijo...

El Odio sólo puede surgir del desconocimiento, para combatirlo sólo puede conocerse.

Por una vez creo que no estoy de acuerdo con Ud. Dr Lagarto, este odio que vivimos aquí es diferente, pero no deja de ser desconocimiento...miedo al rumano asaltachalets, al negro sucio, al marroquí ladrón,
El racismo es aquí un poco más sutil, pero es racismo, xenofóbia de la de manual, guetos en barrios de Madrid, Barcelona, Valencia...
Injusticias? Pues todo aquel que entra en un CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros) y es retenido, sin juicio ni derechos, y finalmente expulsado, por cometer el delito de buscar trabajo...para mi eso es una injusticia, racista( ya que las detenciones se hacen selectivas por raza, cosa anticonstitucional), injusta e inaceptable.
http://susodeteis.blogspot.com/2010/10/paremos-esto.html
(una reflexión de lo que está pasando aquí mismo)

...buff y el sistema educativo público hace tiempo que está a la deriva, para ser exactos tres leyes educativas hechas con visión política (a 4 años)

Salud y saludos, y gracias por activar mi mente y mi corazón, veré la película, ya que el trailer me ha inquietado.

julio 12, 2011 8:51 p. m.  
Blogger isis de la noche dijo...

La herencia del sistema criminal es solo más probreza material y espiritual. Sociedades corroídas desde sus entrañas por la ignorancia y el egoísmo.. Un futuro nada alentador...

Por acá la tendencia parece ser la contraria: los gobiernos actuales proclaman la apostasía del modelo neoliberal. Solo confiamos en que esto se dé para empezar, desde los restos que dejaron las fauces de este temible lobo, a construir una realidad propia..

un abrazo

julio 13, 2011 9:01 p. m.  
Blogger meloenvuelvepararegalo dijo...

Una de las películas que más me gustaron en aquella época. Leyéndote he visto que no la recuerdo bien, al menos alguna de las situaciones, pero me vale mi recuerdo y es muy positivo; quizá tenga que revisarla, eso sí.
Y cuando te leo de esta guisa, me vuelvo a preguntar si te dedicas a la docencia... aunque ya sé que la respuesta es que no.
Y estoy con O Suso, el odio, el miedo, el rechazo, la indiferencia... nacen del desconocimiento.
saludos, lagarto,

julio 14, 2011 2:59 a. m.  
Blogger dany dijo...

lagarto, cuando vuelvo por tu casa me doy cuenta de que cada vez me gusta mas la manera que tenes de escribir, me encanta el nivel de transmicion.aca, la ignorancia, la pobreza, la falta de interes por el otro, hicieron que cayeramos en un circulo de odio que se palpa en las calles. los que no queremos mirar para otro lado lo percibimos continuamente, tambien estan los que caminan, escuchando musica y con los ojos cerrados a las realidades...
besos.

julio 15, 2011 4:00 p. m.  
Blogger Gemmayla dijo...

La cuestión es, ¿quién se precipita al vacío desde 50 pisos arriba, el Negro, el Árabe o el Judío?...

Creo que esa sería otra clave u otro enigma indescifrable más bien.

Tomo nota de esta película, pero no sé si tendré agallas de visionarla.

Al hilo de tu reflexión NoS. me pregunto ¿por qué casi nadie de lo NeoLiberal en la cárcel, por qué nadie de lo NeoLiberal, que sepamos, se ha precipitado con hondos remordimientos y pesar de conciencia, cual Judas, desde algún rascacielos?....

Creo que la quiebra moral y la económica la padecemos siempre los mismos. ¡Qué malaje!

julio 15, 2011 4:03 p. m.  
Blogger PSYCOMORO dijo...

Quizás ya somos como Hubert, Said y Vinz; quizás el momento en que no podemos mirar a otro lado ya ha pasado por encima nuestro. La primera lección que deberíamos llevarnos a casa después de una crisis que todavia no ha dejado de golpear, es que todos somos víctimas porque, de alguna manera, todos fuimos verdugos.

Excelente película para saber que mundos que desconocemos son el más limpio reflejo de nuestro futuro inmediato. Siempre queda tiempo para cambiar pero es demasiado tarde para seguir disimulando. Saludos.

julio 16, 2011 8:54 a. m.  
Blogger Roberto dijo...

al leerte me entraron unas ganas tremendas de ver esa película...la busco ya...

esa mancha de aceite obscena se extiende perseverante...solo nos queda luchar...

un abrazo

julio 16, 2011 11:54 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Kamala, es la primera vez en la historia que una generación vivirá peor que la de sus padres. Últimamente pienso que, de alguna manera, lo que estamos sembrando es una vuelta al feudalismo. Sería largo de explicar, quizás lo haga algún día. Un abrazo!



Peletero, a mí también me sorprende que lea cierto idealismo cristiano en mis textos, porque no soy cristiano. Respecto a los lobos, no soy yo muy hobbesiano, pero mucho menos lo son quienes, en el colmo del cinismo arrogante y profundamente ignorante, se dicen herederos de su filosofía: los neoliberales. Habría que recordar a estos ilustres ignorantes que es precisamente el poder del Estado lo que defendía el inglés. Estoy seguro de que le interesará la película. Un saludo!

julio 17, 2011 11:56 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Food & Drugs, durante mucho tiempo pensé que nuestra situación era más parecida a la de la rana a que se va hirviendo poco a poco, de manera que no se da cuenta de lo que está pasando. Pero dados los tiempos convulsos que vivimos, y la falta de solución política a ya evidente crac económico, pienso más en esta otra metáfora de la película: la caída brutal hasta el suelo mientras nos decimos “hasta ahora todo va bien”.

Interesante su apreciación sobre la falta de calcio social. ¿Será también irreversible? Mucho me temo que sí.

Salud!

julio 17, 2011 11:56 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Tesa, yo creo que estos personajes reflejan muy bien las tres actitudes que tomamos ante lo que nos viene encima: la razón, la pasión y el escepticismo. No creo que ninguna de estas tres cosas sea mala per sé. Lo malo es cómo se canalizan, ya que la razón nos puede llevar a no luchar, la pasión al odio y el escepticismo a no pensar.



MK, en francés suena muchísimo mejor, desde luego. Bueno, en francés suena todo mucho mejor :) También me lo diré en francés: Jusqu'ici, tout va bien... besos!

julio 17, 2011 11:57 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Ana, a mí también me gustaría lo mismo, pero veo cosas que ocurren que me hacen ser un poco más pesimista. Hay más paro, menos oportunidades, menos integración social, más droga, menos valores, más consumismo... y todo ello en un panorama de desinversión en educación pública, lo que me parece el mayor de los errores. Un abrazo!


Marga, en mi opinión ese exceso de conservadurismo, que siempre va unido a un desafecto social, va intrínsicamente ligado a esa falta de inversión en educación. No lo digo porque identifique sustancialmente conocimiento con valores de izquierda, sino por el desafecto social que crea el aumento de la brecha social. Sería largo de explicar, quizás otro día... hagamos un trato: creamos nosotros en nosotros mismos. Besos!

julio 17, 2011 11:57 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Soy ficción, me has recordado una canción de Nacha Pop de cuando yo era pequeño, que decía “tengo miedo al terror” :) Besos!


El desconocimiento es la clave, tiene usted razón, O Suso. En cuanto al racismo, es cierto que nuestro país ha llegado tarde al flujo inmigratorio, debido a su retraso económico y social heredado del franquismo. Pero es impresionante ver cómo en muy poco tiempo, en algunas poblaciones catalanas se ha llegado a límites que en el resto de Europa no se había conseguido llegar hasta pasadas tres o cuatro generaciones. En este sentido, la verdad es que creo que el racismo es peor en este país. Salud!

julio 17, 2011 11:57 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Isis, en tu país todo es diferente por el momento, sí. estuvieron muy listos en el Gobierno Correa cuando amenazaron con no pagar la deuda y así recomprarla más barato. También ayuda eso de tener petróleo, eh :) Aquí en Europa la crisis de la deuda nos está matando, y a ninguno de nuestros liberales dirigentes se le ocurre mandar a los mercados a paseo, como hizo allí Correa... Un abrazo!



Meloenvuelve, quizás es que cada uno vemos la película de una manera más personal. Desde luego, lo más relevante de la trama no lo he contado, para no destrozarla si alguien quiere verla. Salud!

julio 17, 2011 11:57 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Hola, Dany. Me encanta verte por aquí. La verdad es que estos días en Europa, con el problema de la deuda que tenemos, deberíamos fijarnos más en todo lo que pasó en Argentina. Pero no aprendemos nunca, no. Incluso en BBAA ha acabado ganando Macri... Besos!


Psycomoro, estoy completamente de acuerdo contigo: es demasiado tarde para seguir disimulando. Y los líderes europeos continúan haciéndolo, ganando días u horas al crac financiero con declaraciones o intervenciones, pero sin hacer frente al problema real. Y mientras, los Vinz, Hubert y Said se siguen reproduciendo en nuestras sociedades. Salud!

julio 17, 2011 11:57 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Gemmayla, en realidad no cae nadie desde ningún edificio en la película. Se trata de una metáfora sobre lo que se percibe ya como inevitable en un ambiente tan marginado. En ese sentido, creo que todos, blancos cristianos incluidos, estamos cayendo.

Creo que la diferencia más notable y sustancial entre los liberales clásicos smithianos y nuestros neoliberales de hoy en día, es que mientras los primeros basan sus teorías en unos principios éticos y sociales, los segundos prescinden olímpicamente de toda moral y toda ética en beneficio de un lucro privado. Es increíble, absolutamente sorprendente, que la sociedad de hoy en día haya caído en manos de estos demonios, del mal en sí mismo.

Besos!

julio 17, 2011 11:58 a. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Roberto, espero que te guste la película. No es una película fácil, pero tiene momentos muy poéticos en su realismo más desesperado.

Nos vemos en la lucha.

Salud!

julio 17, 2011 11:58 a. m.  
Blogger Antígona dijo...

Gran película, doctor Lagarto, vaya que sí.

Por momentos llegaba a exasperarme la vacuidad de los diálogos que se producen, sobre todo, entre Said y Vinz, hasta que me di cuenta de que no había mejor forma de expresar que con esos diálogos tantas veces anodinos, en ocasiones absurdos, el vacío en el que viven estos chavales a la fuerza ignorantes, faltos de toda suerte de expectativas, de reconocimiento social, de perspectivas de futuro. Las palabras también sirven, sencillamente, para matar el silencio cuando realmente nada tiene que decirse; y matando ese silencio, tender puentes hacia los únicos semejantes en los que nos será dado un poco de ese reconocimiento.

Exasperación mezclada en cualquier caso con ternura, porque pese a todo estos tres chicos tratan de reírse de sí mismos y de la situación que les ha tocado en suerte. Pretenden creer, ingenuamente, que pueden estar por encima de ella, hasta cierto punto inconscientes del abandono en el que viven, hasta cierto punto ajenos al nulo valor que les concede el mundo que les rodea. E intentan, como cualquier chaval de su edad, pasárselo bien, aunque en las formas de ese pasárselo bien arrastren toda su miseria y toda la degradación del ambiente en el que se mueven. Recordando la película, y gracias a su post el relato del hombre que cae, me da la sensación de que Said, Vinz y Hubert no se percatan de que están cayendo. Pero el suelo está indefectiblemente ahí, dispuesto a destrozarlos cuando ellos menos se lo imaginan.

Said, Vinz y Hubert ni tan siquiera son carne de cañón: el mundo marcha dándoles la espalda y hace ya mucho que se olvidó de su existencia. Y cuando fugazmente se acuerda de ellos es para odiarlos aún más de lo que ellos puedan llegar a odiar a quienes los marginan y ningunean. Porque ellos son la prueba más clara del fracaso de todo modelo social establecido sobre la base de ideales ilustrados. Porque da igual que uno se cubra de pretextos diciendo que son unos vagos, unos maleantes, unos tarados, y que se merecen su mala suerte. En el fondo, muy en el fondo de sus conciencias, quienes los odian y desprecian saben que en realidad Said, Vinz y Hubert no tienen culpa de nada. Pero no están dispuestos a admitirlo.

Desesperanza es una muy buena palabra para describir su situación, sean conscientes de ella o no. Pero hasta en la desesperanza es necesario vivir, y aprender a sobrevivir. Me temo que, dado el panorama político en la actualidad, ésta es la tarea que vamos a tener que asumir la gran mayoría de nosotros.

Un beso, doctor Lagarto!

julio 19, 2011 10:34 p. m.  
Blogger Lady Blue dijo...

¿Qué sitio quedará para nuestros hijos? Una pregunta que, quizás porque los míos ya están creciendo demasiado me cuestionó mucho ultimamente. La verdad, pienso que les hemos dejado un camino muy dificil, algo contrario a lo que nuestros padres nos ofrecieron, y eso, me pone muy triste y me decepciona enormemente. Entre tú y yo, me averguenzo de pertenecer a una generación que a groso modo no se ha preocupado lo suficiente por el futuro de sus hijos y que han pensado más en el "bienestar" que en ofrecerles un futuro prometedor y que puedan desarrollar. Tampoco hay que dramatizar.. ya sé, por eso viendo a mi hijo ahora con 18 años y que sus inquietudes actuales son el de corregir nuestros errores, me ha replanteado mi visión al respecto. No quiero ni deseo ser pesimista, así que espero de todo corazón que gracias en parte a nuestros errores la generación de nuestros hijos sepa crear un mundo mucho mejor para todos. Estoy convencida de que por lo menos lo intentarán.
Gracias por al aportación de la película! la veré con mis hijos. Como siempre un placer pasar por aquí ;)

julio 23, 2011 6:44 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Doctora Antígona, supongo, como usted, que la vacuidad de esos diálogos es necesaria para poder entrar de verdad en los personajes. Para poder comprobar la absoluta falta de armas de que disponen estos chicos para salir de esa espiral de abandono. Todos los diálogos se expresan en un presente inmediato, tan inmediato que resulta incluso difícil ir más allá de un monosílabo o un insulto.

Los chicos buscan su sitio, sí. Un sitio donde hay sitio para la amistad, la risa, el orgullo. De alguna manera, la película me recuerda también a Barrio, de Fernando León en ese sentido de dar ternura a los personajes más tirados. Aunque, eso sí, Fernando León tiene más piedad con ellos que Mathieu Kassovitz.

Comprendo que los planteamientos ideológicos son incómodos, pero realmente creo que el discurso del neoliberalismo tiene peligros que muchas veces obviamos por el enorme peso mediático que el día a día tabernario y delirante de la dialéctica partidista provocan. Nos quedamos con las declaraciones analfabetizantes de un pobre imbécil con cargo en respuesta a las declaraciones imbéciles de un pobre analfabeto, y así nos movemos generando un debate mastuerzo y superficial por el que se cuela el verdadero poder político ideológico sin que nadie hable de ello.

Un beso, doctora Antígona!

julio 25, 2011 9:00 p. m.  
Blogger NoSurrender dijo...

Lady Blue, desde luego que es muy diferente de cuando nuestros padres. De hecho, la generación de nuestros hijos será la primera que vivirá peor que las anteriores. ¿Cómo puede alguien defender las bondades automáticas de un sistema así, y pedir, aún más, reducir los mecanismos de intervención social? Nos están tomando el pelo y, lo que es peor, nos niegan el debate.

Le deseo lo mejor a tu hijo como los míos, pero a veces no me siento tan optimista. Pero, en fin, si algo nos ha demostrado la Historia es que las teorías maltusianas siempre acaban en la papelera porque siempre acaba ocurriendo algo que rompe las dinámicas anteriores. A ver si es cierto!

Espero que os guste la peli. Besos!

julio 25, 2011 9:01 p. m.  

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