Antídotos
Después de unas vacaciones, la vuelta a la rutina del trabajo es una repentina toma de conciencia del más desolador existencialismo. Ya sabes, lector: ¿y todo esto para qué?, ¿qué sentido tiene lo que hago?, ¿es realmente mi libertad la que me pone en esta tesitura? La crisis existencialista del primer día de trabajo es incluso física. Se siente en la boca del estómago, en la tensión de la espalda, en la hiperventilación espontánea. Se siente en las manos cuyo tacto se vuelve más torpe. En el rostro que protesta cuando vuelvo a afeitarlo cada mañana en ese rito de alienación que cada día laboral precede a cada jornada de trabajo. En el cuello, que ya había olvidado la sensación de horca que le produce la corbata al anudarse.
Con la vuelta al trabajo se siente el desolador existencialismo en el alma y se siente también en lo que nos muestra el mundo. Un mundo que empieza a volverse más hostil, más distante, más muerto. Las hojas empiezan a caer, los vestidos de las chicas empiezan a ocultar más sus cuerpos, las terrazas se vuelven, poco a poco, más deprimentes. Los atascos reconquistan la ciudad y la oscuridad se impone a la luz mientras nos sabemos un poco más inútilmente viejos.
Hace apenas horas, en el ventoso y literario oeste de la isla de Irlanda, entraba yo en Monroe’s y pedía mi enésima pinta de cerveza negra. Al fondo del pub y delante de la chimenea, unos chicos tocaban una canción de Mike Scott, mientras en mi cabeza bullía esta idea de vacío laboral-existencial. Pero aquellas notas y aquellos vahos de Guinness hicieron que se fuera diluyendo esa ansiedad. Aquella canción que tocaban, The Raggle Tagle Gypsy, cuenta la historia de una joven que se enamora de un músico ambulante y escapa con él para dormir al raso entre sus brazos, abandonando su casa, sus tierras, sus riquezas y a su desesperado y joven esposo Lord, que no puede comprenderla a ella.
What care I for my goose feather bed
with blankets strewn so comely-o?
Tonight I lie in a wide open field
in the arms of a raggle taggle gypsy-o
Ahora, anudándome la corbata al cuello, esta melodía se ha quedado en mi cabeza y me señala con inquietante ironía.
Decía Gertrud Stein que la misión del artista es crear un antídoto contra la evidencia del sinsentido de la vida. En mi caso, en estos días de hiperventilación y desolación, tengo varios antídotos. La música cálida de Sade, la evasión literaria de Mankell y el cine de Woody Allen están cumpliendo su papel estos días, mientras el olor del mar en la bahía de Galway y la historia de aquella mujer que abandonó sus riquezas por los brazos de un vagabundo, aún perduran en mi cabeza. Y vamos allá de nuevo, como Sísifo.
Ánimo, Lagarto. Bíodh misneach agat!
Una canción para Gertrud Stein: Clean heart, de Sade
Un libro para Gertrud Stein: Los perros de Riga, de Henning Mankell
Una película para Gertrud Stein: Medianoche en París, de Woody Allen
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32 Comments:
Ay Lagarto, pues mira por donde que The Raggle Tagle Gypsy ha producido en mi casi el mismo efecto que en ti; la pena es no escucharla en ese pub tipicamente irlandés, o junto a la bahía de Galway. Pero bueno, la verdad es que escucharla simplemente es como teletransportarse hasta allí.
Buen post, y mejores antidotos esos de los que hablas, aunque la última de Woody Allen me ha parecido una película más bien flojita aunque la idea es super buena, eso sí.
Saludos :)
Pues imagínate lo mío que no he tenido vacaciones... El existencialismo ya me sale por las orejas, porque volver es malo, pero haber estado aquí es mucho peor, y el cansancio que supone te arrebata la humanidad y casi que te convierte en un autómata. Eso sí, de los que sudan en estas épocas estivales :)
Me gusta la Stein, me gustan los antídotos, cualquiera que intente mitigar el efecto de la realidad cuando pesa... y no sabe cómo le entiendo! aunque mi crísis de retorno fue hace un par de semanas. Ahora ando más garbosa que entonces.
Y me puse a leer como una posesa a los dos John, Irving y Updike, y la segunda temporada de Treme la vimos a bocajarro... tanto protestar de los yanquis y no sé qué sería de mí sin ellos...
El mejor antídoto pues: las paradojas de mi mente! jeje.
Besos sin veneno
Ainsss, NoS. si es que como reza la canción de Guillén y Viglietti, "Me matan si no trabajo y si trabajo me matan, siempre me matan, me matan, ay, siempre me matan"...Y entre que te maten trabajando o en paro laboral, lo mejor es matar, matar el tiempo como quin mata moscas.
Bienvenido al S.P !...besos
Lagarto, no sé quién me toca más la tecla, si Mike o tú mismo.
Necesitamos antídotos porque no somos capaces, por las ataduras que nos rodean, de actuar en plan gypsy.
De hacer como la chica de la canción.
En fin lagarto, siempre nos quedará París...o eso dicen.
Pues sí, Lagarto, todo llega, incluso lo que hubera estado retirado en el olvido. Has traído una buena guía contra la resaca de esos retornos inevitables; siempre es bueno saber que tienes un camino que escoger, incluso cuando lo que harías sería no dar ni un paso. Te acompaño en esa vuelta, Lagarto.
Ánimo, Lagarto. Que aunque el trabajo fue un castigo divino por empeñarnos en la ciencia y en esto del Bien y el Mal, de vez en cuando aún podemos asomar la nariz fugazmente por el Paraíso. Y sí, por allí tenemos a Mike Scott. Y a su blog.
Un abrazo
Las vacaciones no debirían existir!
Esa manera de rejir los tiempos y ritmos vitales, implican, que si el "ser" que te "permite" descansar, en algún momento te obligará a entregar tu tiempo y cuerpo, queriéndolo o no...debeeríamos reconquistar nuestro tiempo, pues como ud hace, con lecturas refrescantes, músicas envolventes y películas que hacen volar.
Una lástima lo del trabajo, con sus horarios, ritmos y normas...pero seríamos capaces de sobrellevar mentalmente el no tener todo esto?
Abrazos
Mucho peor, pero mucho peor es la sensación de no tener un trabajo al que volver...
El primer día de trabajo es el día antes del fin de las vacaciones, que uno sabe que ya no va a disfrutar. Un día que sabe a partes iguales a amarga despedida y a acarreo de bultos.
Al día siguiente ha dormido poco y cuando despierta se encuentra haciendo lo mismo de siempre como si toda la holganza y ociosidad anterior jamás hubieran existido, como si fuera una historia de ficción que hubiera visto esa noche pasada en la tele.
Una burbuja, que deja tan mal sabor de boca como todas las burbujas.
Pero amigo Lagarto, yo no sé tú, pero a mi ya me faltan unos cuantos días menos para que sean las próximas vacaciones!!!!
;-)
Yo lo que no soporto es el la vuelta a los calcetines, cada loca con su tema.
Bienvenido, gracias por retomar tu actividad bloguera. Ah, y menos lamentaciones, que una temporadita en Irlanda compensan muchas cosas ¿no?
Besos
Ch
"La música cálida de Sade, la evasión literaria de Mankell y el cine de Woody Allen están cumpliendo su papel estos días..."
¡pERO sI ESA sOY yO..!!
..bueno, vale , no ...cambia Sade por Norah Jones...
Te ha gustado "Los perros de Riga"? Pues te estoy adelantando .
sigue con "La leona blanca"
Besos , desde Madrid!
La joven y su valiente o estúpida decisión, según como se mire. Dormir al raso años, ¡qué insensatez! Aunque hay gitanos y gitanos.
Ahh pero nos quedan siempre esas vacaciones mentales que podemos accionar cada cuando nos plazca.
Saludos :D
Lo peor de todo, a mi parecer, es que en la vida real los vagabundos (no sé si los músicos también) suelen ser personas de lo más difíciles y conflictivas. Y para una mujer andurrear por ahí suele conllevarle muchos peligros para su integridad física. Por no hablar de que ya casi ni lugares quedan para dormir al raso sin que te multen o te cobren.
Igual es que también me ha sentado fatal la vuelta al cole y lo veo todo muy negativo.
Vaya tela con septiembre, sí.
Brindemos con esas riquísimas pintas de cerveza negra por la vuelta al asqueroso mundo real. Por lo menos en él también las venden.
Raquel, es que se hace duro esto de la vuelta a la rutina. Pero bueno, enseguida nos alienamos y hacemos como que nunca ha existido esa tentación. Es un mecanismo de supervivencia.
Midnight in Paris no es la mejor película de Allen, desde luego. Pero me hizo pasar un rato muy agradable. En realidad Allen funciona muy bien como antídoto existencialista depresivo, ya lo creo.
Feliz vuelta a la rutina, Raquel!
Ficción, es más duro lo tuyo, desde luego. Espero que puedas tomarte unos días fuera de temporada. Es cuando más se disfruta de la libertad. Me alegro de verte por aquí.
Gemmayla, desde luego. En realidad la cosa es tan simple como admitir que la vida mata, y que la insatisfacción siempre nos conducirá. En cualquier caso, pienso que con la cantidad de paro que hay y la inestabilidad que tienen todos los trabajos hoy en día, quejarse de la vuelta al mismo es algo inmoral. Pero, bueno, ha sido un desahogo privado. En realidad me considero un gran afortunado en la vida. Besos!
Marga, pues no sé qué es peor, si la crisis existencialista del momento previo a la vuelta, o esa insoportable levedad de la conciencia que nos hace integrarnos más rápido de lo que pensábamos. Yo llevo unos pocos días y ya me encuentro como siempre.
¡Ah, cómo me gusta Treme! Antoine, Chief, Davis, Toni… Ver a esa gente es un grandísimo antídoto. No veas las ganas que tengo de que la vida me regale una tercera temporada de Treme.
Besos!
K, es Mike, no lo dudes. De hecho, yo sólo me limito a hacer de puente. Besos!
Fiebre, yo desde luego que no haré como la Milady de la canción. Tengo demasiados compromisos y voy alcanzando una edad en la que la espalda me agradece dormir en una cama con calefacción. Pero ahí queda esa sensación de desazón, es inevitable. Siempre está París, claro que sí. Bisous!
Ay, Psycomoro, qué extraños se poca atención prestamos a los cruces del camino cuando vamos sobre las vías inamovibles del tren de la vida. Quizás es tarde para escoger, pero fue ésta nuestra elección. Salud!
Kamala, cómo nos traicionaron aquellos padres, desde luego. Aunque sospecho que yo hubiera hecho lo mismo que Eva. Siempre queremos conocer más. Besos!
O Suso, esa sensación den inevitable pérdida del tiempo vital es aterradora cuando nos paramos a pensarla. Pero como es inevitable, no tenemos más remedio que aceptarla, y tratar de buscar entretenimientos. Los libros, las películas y la música son grandes compañeros de viaje. Salud!
Merce, tienes toda la razón. No querría parecer insensible a todo eso al poner este post. Me siento un privilegiado de la vida, pero también tengo mis momentos de debilidad.
Food & Drugs, desde luego que esa anticipación del dolor es la parte más depresiva d la vida, ese “síndrome del domingo por la tarde” que nos impide disfrutar de nuestro tiempo.
Pero, por otra parte, es una condición evolutiva característica de los seres humanos que no tienen otras especies: anticipar el futuro. Y esa anticipación de futuro también se puede hacer en positivo, tienes razón. ya queda más cerca la jubilación! :)
Salud!
Ch, estoy totalmente de acuerdo contigo. El día que estrenas de nuevo los calcetines es el día más triste del año. Es el verdadero rito de iniciación. Lo que pasa es que en Irlanda sólo un loco se quitaría los calcetines, con el frío que hace en agosto. Besos!
Mk, me encanta que tengamos parecidos antídotos, pero como sigo tus listas mensuales, tampoco me ha extrañado tanto :) En realidad estaba leyendo El hombre sonriente, que es el cuarto libro de la saga, pero Los perros de Riga, con ese viaje al frío de Lituania, me parecía que iba más con el espíritu del post. La leona blanca es, evidentemente, muco más cálido. Besos!
Ricola, supongo que nunca sabemos si una decisión que hemos tomado es buena o mala hasta que ya hemos visto el final de nuestra película, esto es, cuando estamos ya muertos y todo ya da igual. Yo hace muchos, muchos años que no duermo al raso. Fue bueno en su tiempo, pero mi espalda ahora me lo pondría muy difícil. Salud!
Ángel, desde luego que sí. No son tan intensas pero siempre pueden relajarnos. Saludos!
Bueno, Anónimo, cuando abandonamos el campo de la fábula y bajamos al terreno de lo real, las cosas cambian mucho, desde luego.
Pero creo que la canción vale como metáfora de esa vida paralela que podríamos haber tenido si fuéramos capaces de pensar de otra manera sobre nosotros mismos.
Brindo contigo y con esa cerveza negra. Sláinte!
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Qué mejor antídoto que entregarse de nuevo a la rutina y perseverar hasta llegar a enfermar de tanto trabajar... xD
Venga ánimo y piensa que hay muchos Sísifos, Sísifos García.
Saludos.
"El Hombre sonriente " me ha resultado flojito...pero no pierdo la fé en él. Conoces a Assa Lärson?
Me leí de un tirón "Aurora Boreal" y "Sangre derramada" Esta última contiene paralelamente un retrato muy hermoso de una loba solitária.Me llegó a impresionar su delicadeza,entre toda esa história de asesinatos.
Madrid me ha entusiasmado,hacía mucho tiempo que no la visitaba y he visto que está preciosa. Besos de novela negra y de principios de un otoño espléndido...Seguro!
El susto vacío de ser la ratona que da vueltas en la rueda, la pereza del viaje sin destino, la desazón que provoca ese color pastoso y mortecino que me rodea, la ganas de correr, la ganas de salir corriendo, la posibilidad...
Quién pudiera... sentir esa crisis existencial del primer día de trabajo.
Yo estoy en paro desde antes del verano.
Mierda.
Desde el lado opuesto de las estaciones (hoy es el inicio de la primavera por estas tierras!)y desde el hemisferio sur, a varios miles de kilómetros de tu regreso al laburo (uf, cómo me has hecho revivir ese momento que para mí llega en marzo...), me regalo el placer de leerte.
Besos y ánimo, querido lagarto. También llegará la primavera.
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