No hay maná del Paraíso, nadie convierte en vino nuestra sangre
Me temo que voy a contar otro rollo muy aburrido. Así que tendré que volver a poner un desnudo, para amenizar la lectura, como hace el periodismo serio (Playboy, Penthouse, etc). Eso sí, como tuve tantas críticas por sexismo en la última ocasión, he decidido poner un desnudo mixto. Allá va.
Wall Street se desmorona como lo hizo en su día el muro de Berlín. El sistema ultraliberal ha fracasado estrepitosamente, provocando casi la ruina de todo el sistema financiero. Bancos que sobrevivieron a dos guerras mundiales no han podido sobrevivir a la avaricia de unos pocos centenares de pijos a los que la administración neocon norteamericana les dio el “todo vale” y les permitió ejercer sin control toda su incompetencia y ambición psicópata en el más corto plazo.
La inmoralidad sucia y decadente de estos centenares de pijos se ha impuesto sobre cualquier modelo económico discutible. Adam Smith, a quien ellos creen erróneamente su mentor, hubiera defecado sobre ellos sin el menor escrúpulo.
Para que nos hagamos una idea. La labor profesional de estos pijos le cuesta al Tesoro americano un billón de dólares. Esto supone, más o menos, que cada familia americana debe ahora al Estado unos 10.000 dólares más, que serán destinados a cubrir los agujeros que estos pijos multimillonarios han dejado impunemente en el sistema financiero norteamericano. Esto es, en el sistema financiero mundial.
Para que nos hagamos más idea. Según la prensa , los altos ejecutivos de los cinco bancos más importantes de Estados Unidos (todos ellos ya desaparecidos o en proceso de venta, gracias a su pésima gestión) se han llevado crudos 66.000 millones de dólares en bonus sólo durante el último año; un bonus por haber hecho bien su trabajo, que ha sido, en definitiva, quebrar el sistema financiero mundial.
El consejero delegado de AIG, no sólo no ha sido encarcelado por provocar con su ambición incompetente la quiebra de su empresa y los consecuentes despidos masivos, sino que cobró 68 millones de dólares por ello . Esto no es nada, el penúltimo CEO del banco en proceso de quiebra Merrill Lynch se llevó 160 millones de dólares tras aceptar unas pérdidas por mala gestión de unos 2.400 millones de dólares.
El New York Times -que no es precisamente un periódico anarquista o trostkista- publicó hace poco que, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el 10% de los ejecutivos mejor pagados del país cobraban unas 70 veces la media del sueldo de sus trabajadores. A alguno le puede parecer demasiado escandaloso, tanta diferencia. Bien, pues en 2004 la remuneración de ese 10% ya era 350 veces superior a la media del sueldo de sus trabajadores. A estos centenares de pijos, por lo visto, no les pareció suficiente esta valoración de su “productividad laboral” y buscaron más dinero: inflaron los ingresos hipotecarios y se distribuyeron como bonos y fondos con coberturas de derivados entre ellos mismos.
Bien. pues en medio de este vertedero moral, la Presidenta de la Comunidad de Madrid sale de las hediondas heces del ultraliberalismo financiero para proponer privatizar parcialmente el agua de Madrid. Pretende colocar en Bolsa el 49% de la compañía y ceder así la parte alícuota de los beneficios y de los puestos en el Consejo de Administración a los representantes de esos pijos que tanto, tanto dinero nos deben a los ciudadanos.
El argumento de la señora Aguirre es el siguiente: el sistema de aguas madrileño tendrá financiación sin coste para los ciudadanos gracias a la venta de estas acciones. Además, dice, supone dar esta empresa a los madrileños, ya que deja de ser propiedad de la Comunidad de Madrid para ser propiedad de los ciudadanos.
Esta es la gran falacia sucia e inmoral del ultraliberalismo que pretende pasar por pensamiento único:
Uno. Ningún banco inversor acudirá a esa oferta de acciones si no ve una rentabilidad en su compra. Por esta obvia razón, el precio de venta de las acciones tiene que ser necesariamente inferior a la rentabilidad que un inversor puede obtener de ellas, por dividendos y revalorización bursátil. Esto es, la CAM venderá las acciones a un precio menor de lo que valen los activos, las inversiones que harán serán inferiores al dinero que se llevarán a sus bolsillos. A este robo a los ciudadanos los economistas neoliberales lo llaman “prima de emisión”.
Dos. Estas acciones, que quieren vender, no dejan de ser propiedad de la Comunidad de Madrid para ser propiedad de los ciudadanos. Es exactamente al revés. Una propiedad pública de todos los madrileños deja de ser pública de todos los madrileños para pasar a ser propiedad de esos pijos de los que antes hablábamos, que, dada la globalización financiera brutal existente, ni siquiera serán madrileños, sino británicos, norteamericanos, holandeses…
¿Y qué cree usted, lector, que van a buscar estos bancos extranjeros (y a su vez cotizados en Bolsa) con su inversión en la empresa suministradora de agua en Madrid?
a) Lo hacen por altruismo, para que los madrileños no nos preocupemos nunca más del suministro y tengamos el mejor servicio y completamente gratuito.
b) Si los expertos millonarios invierten, es porque será más rentable para ellos que otras alternativas que ya existen en el mercado financiero para su dinero. Alternativas que, como hemos visto, les permiten ya ganar 350 veces más que los trabajadores del Canal.
Una película para la presidenta Aguirre: Atraco a las tres, de Pedro Masó
Una canción para la presidenta Aguirre: Human Touch, de Bruce Springsteen
Un libro para la presidenta Aguirre: Teoría de los sentimientos morales, de Adam Smith
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Wall Street se desmorona como lo hizo en su día el muro de Berlín. El sistema ultraliberal ha fracasado estrepitosamente, provocando casi la ruina de todo el sistema financiero. Bancos que sobrevivieron a dos guerras mundiales no han podido sobrevivir a la avaricia de unos pocos centenares de pijos a los que la administración neocon norteamericana les dio el “todo vale” y les permitió ejercer sin control toda su incompetencia y ambición psicópata en el más corto plazo.
La inmoralidad sucia y decadente de estos centenares de pijos se ha impuesto sobre cualquier modelo económico discutible. Adam Smith, a quien ellos creen erróneamente su mentor, hubiera defecado sobre ellos sin el menor escrúpulo.
Para que nos hagamos una idea. La labor profesional de estos pijos le cuesta al Tesoro americano un billón de dólares. Esto supone, más o menos, que cada familia americana debe ahora al Estado unos 10.000 dólares más, que serán destinados a cubrir los agujeros que estos pijos multimillonarios han dejado impunemente en el sistema financiero norteamericano. Esto es, en el sistema financiero mundial.
Para que nos hagamos más idea. Según la prensa , los altos ejecutivos de los cinco bancos más importantes de Estados Unidos (todos ellos ya desaparecidos o en proceso de venta, gracias a su pésima gestión) se han llevado crudos 66.000 millones de dólares en bonus sólo durante el último año; un bonus por haber hecho bien su trabajo, que ha sido, en definitiva, quebrar el sistema financiero mundial.
El consejero delegado de AIG, no sólo no ha sido encarcelado por provocar con su ambición incompetente la quiebra de su empresa y los consecuentes despidos masivos, sino que cobró 68 millones de dólares por ello . Esto no es nada, el penúltimo CEO del banco en proceso de quiebra Merrill Lynch se llevó 160 millones de dólares tras aceptar unas pérdidas por mala gestión de unos 2.400 millones de dólares.
El New York Times -que no es precisamente un periódico anarquista o trostkista- publicó hace poco que, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el 10% de los ejecutivos mejor pagados del país cobraban unas 70 veces la media del sueldo de sus trabajadores. A alguno le puede parecer demasiado escandaloso, tanta diferencia. Bien, pues en 2004 la remuneración de ese 10% ya era 350 veces superior a la media del sueldo de sus trabajadores. A estos centenares de pijos, por lo visto, no les pareció suficiente esta valoración de su “productividad laboral” y buscaron más dinero: inflaron los ingresos hipotecarios y se distribuyeron como bonos y fondos con coberturas de derivados entre ellos mismos.
Bien. pues en medio de este vertedero moral, la Presidenta de la Comunidad de Madrid sale de las hediondas heces del ultraliberalismo financiero para proponer privatizar parcialmente el agua de Madrid. Pretende colocar en Bolsa el 49% de la compañía y ceder así la parte alícuota de los beneficios y de los puestos en el Consejo de Administración a los representantes de esos pijos que tanto, tanto dinero nos deben a los ciudadanos.
El argumento de la señora Aguirre es el siguiente: el sistema de aguas madrileño tendrá financiación sin coste para los ciudadanos gracias a la venta de estas acciones. Además, dice, supone dar esta empresa a los madrileños, ya que deja de ser propiedad de la Comunidad de Madrid para ser propiedad de los ciudadanos.
Esta es la gran falacia sucia e inmoral del ultraliberalismo que pretende pasar por pensamiento único:
Uno. Ningún banco inversor acudirá a esa oferta de acciones si no ve una rentabilidad en su compra. Por esta obvia razón, el precio de venta de las acciones tiene que ser necesariamente inferior a la rentabilidad que un inversor puede obtener de ellas, por dividendos y revalorización bursátil. Esto es, la CAM venderá las acciones a un precio menor de lo que valen los activos, las inversiones que harán serán inferiores al dinero que se llevarán a sus bolsillos. A este robo a los ciudadanos los economistas neoliberales lo llaman “prima de emisión”.
Dos. Estas acciones, que quieren vender, no dejan de ser propiedad de la Comunidad de Madrid para ser propiedad de los ciudadanos. Es exactamente al revés. Una propiedad pública de todos los madrileños deja de ser pública de todos los madrileños para pasar a ser propiedad de esos pijos de los que antes hablábamos, que, dada la globalización financiera brutal existente, ni siquiera serán madrileños, sino británicos, norteamericanos, holandeses…
¿Y qué cree usted, lector, que van a buscar estos bancos extranjeros (y a su vez cotizados en Bolsa) con su inversión en la empresa suministradora de agua en Madrid?
a) Lo hacen por altruismo, para que los madrileños no nos preocupemos nunca más del suministro y tengamos el mejor servicio y completamente gratuito.
b) Si los expertos millonarios invierten, es porque será más rentable para ellos que otras alternativas que ya existen en el mercado financiero para su dinero. Alternativas que, como hemos visto, les permiten ya ganar 350 veces más que los trabajadores del Canal.
Ain't no mercy on the streets of this town
Ain't no bread from heavenly skies
Ain't nobody drawin' wine from this blood
It's just you and me tonight
Ain't no bread from heavenly skies
Ain't nobody drawin' wine from this blood
It's just you and me tonight
Una película para la presidenta Aguirre: Atraco a las tres, de Pedro Masó
Una canción para la presidenta Aguirre: Human Touch, de Bruce Springsteen
Un libro para la presidenta Aguirre: Teoría de los sentimientos morales, de Adam Smith
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