Trust
Decía Robert Smith en una de sus más hermosas canciones:
“No queda nadie en el mundo que me pueda sostener. Realmente no queda nadie, nadie. Solamente estas tú. Y si me dejas ahora, dejarás atrás todo lo que no hemos hecho. Realmente no queda nadie. Solamente quedas tú. Y lo peor para ti; confiar en mí. Te amo más de lo que puedo decir ¿puedes confiar?”
(Trust, The Cure)
La confianza es uno de los pilares más básicos para las relaciones sociales y afectivas. Quien ha sufrido una traición una vez no puede volver a confiar ya de la misma manera en el Mundo. A esta mierda algunos lo llaman proceso de maduración. Algo ocurre en nuestro cerebro que nos habilita o nos inhabilita para confiar. Y ese algo, según los expertos, se llama oxitocina.
La oxitocina es una hormona relacionada con la sexualidad, el orgasmo, la ternura y el parto, que actúa también como neurotransmisor en el cerebro.
Pero, desde hace algún tiempo, algunos científicos como el alemán Thomas Baumgartner, relacionan la oxitocina con la formación de relaciones de confianza y generosidad en la sociedad. Así lo demostró Baumgartner en un experimento con un grupo de voluntarios. Se trataba de medir el grado de confianza que depositaban en un “socio” en un juego de inversión. La mitad del grupo fue colocada de oxitocina y la otra mitad de placebo. Y, efectivamente, los que tomaron oxitocina fueron capaces de seguir confiando pese a haber sido defraudados por el “socio” en sus primeras inversiones.
La desconfianza genera miedo. Y el miedo genera violencia. Dispara el que tiene miedo, viola el que tiene miedo, roba el que tiene miedo. Si todos confiáramos más entre nosotros, si elimináramos de nuestros diccionarios la palabra decepción, quizás fuéramos más felices.
Según nuestros científicos, una de las maneras más sencillas que tenemos para liberar oxitocina hacia la corriente sanguínea es la succión de los pezones. Así que, hagámoslo, lectores y lectoras. Por un mundo mejor, ¡succionemos pezones!
Un libro para Thomas Baumgartner: Trust, de Francis Fukuyama
Una película para Thomas Baumgartner: Trust, de Hal Hartley
Una canción para Thomas Baumgartner: Trust, de The Cure
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“No queda nadie en el mundo que me pueda sostener. Realmente no queda nadie, nadie. Solamente estas tú. Y si me dejas ahora, dejarás atrás todo lo que no hemos hecho. Realmente no queda nadie. Solamente quedas tú. Y lo peor para ti; confiar en mí. Te amo más de lo que puedo decir ¿puedes confiar?”
(Trust, The Cure)
La confianza es uno de los pilares más básicos para las relaciones sociales y afectivas. Quien ha sufrido una traición una vez no puede volver a confiar ya de la misma manera en el Mundo. A esta mierda algunos lo llaman proceso de maduración. Algo ocurre en nuestro cerebro que nos habilita o nos inhabilita para confiar. Y ese algo, según los expertos, se llama oxitocina.
La oxitocina es una hormona relacionada con la sexualidad, el orgasmo, la ternura y el parto, que actúa también como neurotransmisor en el cerebro.
Pero, desde hace algún tiempo, algunos científicos como el alemán Thomas Baumgartner, relacionan la oxitocina con la formación de relaciones de confianza y generosidad en la sociedad. Así lo demostró Baumgartner en un experimento con un grupo de voluntarios. Se trataba de medir el grado de confianza que depositaban en un “socio” en un juego de inversión. La mitad del grupo fue colocada de oxitocina y la otra mitad de placebo. Y, efectivamente, los que tomaron oxitocina fueron capaces de seguir confiando pese a haber sido defraudados por el “socio” en sus primeras inversiones.
La desconfianza genera miedo. Y el miedo genera violencia. Dispara el que tiene miedo, viola el que tiene miedo, roba el que tiene miedo. Si todos confiáramos más entre nosotros, si elimináramos de nuestros diccionarios la palabra decepción, quizás fuéramos más felices.
Según nuestros científicos, una de las maneras más sencillas que tenemos para liberar oxitocina hacia la corriente sanguínea es la succión de los pezones. Así que, hagámoslo, lectores y lectoras. Por un mundo mejor, ¡succionemos pezones!
Un libro para Thomas Baumgartner: Trust, de Francis Fukuyama
Una película para Thomas Baumgartner: Trust, de Hal Hartley
Una canción para Thomas Baumgartner: Trust, de The Cure
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