Nihilismo tecnológico
El televisor cumple un papel muy relevante en la mitología del rock and roll. Me refiero al aparato en sí, no al fenómeno de comunicación de masas.
Pink (Bob Geldof), protagonista de la versión cinematográfica de The Wall, vive aislado en sí mismo. Sólo ve televisión. El giro dramático que toma el personaje se produce, precisamente, cuando éste se levanta, por fin, del sofá y arroja con estrépito el aparato por la ventana.
Pero el lanzamiento de televisor al vacío no es un deporte inventado por Pink Floyd. Led Zepelin son, sin duda, quienes más televisores lanzaron al vacío de toda la historia del rock. Para Robert Plant, el cantante de la banda, era una sana costumbre arrojar el televisor por la ventana de la habitación de hotel en que se alojaba durante las giras de la banda. Se trataba de todo un ritual previo a cada concierto. Si Led Zeppelin era la banda más salvaje de su época, no lo era sólo por lo que ocurría encima del escenario. Y estoy seguro de que el lanzamiento del televisor de la habitación del hotel al vacío formaba parte de esa generación de energía que de manera tan brutal ofrecía la banda en sus históricos conciertos.
Hace poco leí que en un concierto en Nantes, en 1973, como era habitual, Robert Plant había arrojado el televisor de su habitación desde la décima planta del hotel. Y, como también era habitual, su manager Peter Grant había bajado a la recepción para pagar religiosamente el aparato destrozado por la banda. El recepcionista francés le hizo la factura y, mientras se la daba, confesó a Grant que siempre había soñado con poder hacer algo así de salvaje alguna vez en su vida. Entonces Peter Grant subió con él a una de las habitaciones de la banda y le “invitó” a lanzar otro televisor, el cual también pagó religiosamente.
De alguna manera, la televisión es la ventana al mundo. Puedes elegir, entre tirar el mundo por la ventana, o sentarte a verlo en un sillón. No creo que el acto de destrozarlo simbolizara para estos rockeros un ataque a la televisión como medio de comunicación de masas, sino más bien un ritual de nihilismo tecnológico.
Como decía antes, el lanzamiento de televisor al vacío no era una particularidad de Led Zeppelin. Llegó a ser una especie de moda entre los músicos de la época, como Guns n’ Roses, The Who... El último experto lanzador, entre los más famosos, es Liam Gallagher, cantante de Oasis.
Keith Richards inmortalizó dicho deporte en un documental que rodaron los Rolling Stones acerca de su gira de presentación de su mejor disco de todos los tiempos: Exile on Main Street. Aquí está el símbolo por excelencia del Rock and roll lanzando el televisor por la venta de su habitación del hotel Hyatt de Los Ángeles en 1972.
No sé, teniendo en cuenta que muy pronto quedarán obsoletos los televisores analógicos y que el deporte -dicen- es algo sano, me parecía interesante la cosa :)
Acabo de recordar que hay otro lanzamiento importante que me gustaría colgar aquí. esta vez no es un lanzamiento de un televisor por parte de un músico, sino un lanzamiento de un intrumento musical que sale en televisión. Espero que os guste.
Un libro para lanzadores de televisores: Nocilla dream, de Agustín Fernández Mallo
Una película para lanzadores de televisores: Cocksucker blues, de Robert Frank
Una canción para lanzadores de televisores: My generation, de The Who
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